«¿Y usted no nada nada? -No, porque no traje traje», decía en su juego de palabras un viejo (y malísimo) chiste. Pero prestemos atención a su última frase: ante la actual situación mundial de reclusión y distanciamiento social a causa del COVID-19, de a poco van surgiendo ideas nuevas y creativas para continuar disfrutando -en compañía, ojo- de eventos sociales y vida nocturna, incluyendo en este último rubro conciertos, eventos, festivales y shows musicales. Para ello, una compañía californiana trajo un traje: hablamos del Micrashell, el cual teóricamente permite «socializar de manera segura en tiempos de pandemia«… pero a diferencia del chiste, parece que esto va en serio. Desvestimos los detalles a continuación.

A medida que los días van pasando, más y más estados de los EE.UU. han elaborado planes para reabrir sus actividades gradualmente. Aunque parte de nuestro mundo está comenzando a regresar, muy lentamente, a ciertos aspectos de su estado normal pre-pandémico, el futuro de la música en vivo aún es incierto. Con esto en mente, actualmente se están explorando y probando algunas opciones con respecto a las formas más seguras de organizar y asistir a conciertos.

Hasta ahora, una de las opciones más populares es el concierto drive-in, o autocine. Los espectáculos “socially distanced” (socialmente distanciados)  también comienzan a aparecer, como los realizados por Destruction en Suiza y Arcturus en Noruega (como ya informáramos aquí en MADHOUSE), donde se vendió una cantidad de entradas mucho menor a la capacidad de los locales, los miembros de la audiencia usaron barbijos y tapabocas, tomaron sus temperaturas y mantuvieron el protocolo de distanciamiento social.

Ahora bien: Production Club, una compañía que dedica gran parte de su tiempo a trabajar en «escenarios y experiencias» para los clientes (en los campos relacionados con la industria de los videogames, la tecnología y la música), tiene otra idea en mente sobre la mejor manera de devolver a la actividad a la música en vivo: ya están trabajando en tecnología que podría permitir a los asistentes al concierto reunirse en clubes y festivales de música, pero aún así permanecer protegidos de los elementos y de sus compañeros. La solución tecnológica tendría forma de un traje protector portátil, llamado Micrashell, que está diseñado para usarse en un ambiente de concierto o fiesta (¡!)

El Micrashell se ve (y actúa) muy parecido a un traje espacial de diseño, con un casco ajustado, sistema de filtración de aire N95, cámara integrada con tu Smartphone para subir fotos y videos a redes sociales, sistema de sonido y procesamiento de audio y luces LED a tono, entre otras carácterísticas. A pesar de su obvio propósito médico, el traje fue diseñado para hacer que las personas «quieran usarlo» y al hacerlo puedan «sentirse bien», señalando su diseño de moda y características prácticas. Incluso viene equipado con latas a presión para beber y vaporizar (sí, vaporizar) líquidos, para que los usuarios no se sientan tentados a quitarse el casco por ningún motivo.

En declaraciones a NBC Los Ángeles, Miguel Risueno, jefe de inventos para Production Club, señaló que el Micrashell “es un traje a medias que lleva al siguiente nivel a tu protección y tu seguridad, en términos de estar lejos de partículas o virus que andan por el aire»

En cuanto a cómo Micrashell entrará en juego con respecto al ambiente del concierto en vivo, la idea es que cada sala, estadio, club, disco, etc. donde tengan lugar estos eventos compren varios trajes y los alquilen cada noche al público. De esa manera, el usuario promedio no tendrá que comprarse un traje propio, pero sí tendrá acceso a ellos cuando quiera salir una noche o asistir a un espectáculo. Después de cada uso, el lugar de turno será responsable de desinfectar cada traje para su uso continuo.

Además de mantener seguros a los usuarios individuales, el Micrashell presenta una opción prometedora para permitir que los conciertos se reanuden de la manera más «normal» posible (?). Y esta reside en que debido a la seguridad que conlleva el uso de este traje, el mismo eliminaría la necesidad de distanciamiento social en los espectáculos y permitiría que las salas puedan operar con su capacidad normal. De esta manera, no solo las entradas se podrían vender a precios normales, beneficiando a lugares y artistas, sino que los asistentes al concierto también pueden reunirse para disfrutar de música en vivo en las proximidades sin temor a enfermarse.

«La parte más emocionante es poder tener una emoción más profunda, una conexión física con las personas que te rodean», dijo Risueno a NBC. Production Club espera tener un prototipo real del traje pronto, y mientras meditan en este tema y deciden si llegado el caso se animarían a usar este peculiar producto, pueden echar un vistazo a lo que han imaginado hasta ahora en su sitio; acá les dejamos algunas imágenes a modo de adelanto… y si les quepa el sayo, vuelvan acá y nos cuentan qué opinan.

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