El pasado es un territorio extranjero y Tina Turner, hoy una señora de ochenta años, finalmente feliz con un compañero de aspecto amable, una casa con vistas al lago de Zurich, un álbum de recuerdos lleno de altibajos, éxitos fabulosos y abismos de la depresión, prefiere no hablar de ello. Su mirada, su actitud ante la vida, el equilibrio que le da su madurez, se proyecta hacia el crecimiento, la superación de obstáculos, las metas alcanzadas. Junto a ella, en el documental «Tina», dirigido por TJ Martin y Dan Lindsay, producido y estrenado por HBO, hablan las personas que la conocieron bien: managers, periodistas, productores musicales, su segundo esposo Erwin Bach, la actriz Angela Bassett quien la interpretó en «What’s Love Got To Do With It?», la biopic de 1983… Durante dos horas, divididas en cinco actos, «Tina» se centra en una historia ejemplar de supervivencia, libre de cualquier sombra de victimización y autoconmiseración.

Ike y Tina, una pareja de aspecto deslumbrante y trasfondo abusivo

La lucha de la niña de voz encantadora se abre con el telón de fondo de los campos de algodón donde trabajaban sus padres, en la casa donde sus contrastes, incluso brutales, impresionaron a la futura cantante dejándola marcada con una sensación de miedo e inseguridad. El primer capítulo, titulado «Ike y Tina», describe el encuentro en 1957, cuando solo tenía 17 años, con el músico con el que luego se casaría: «La suya era la primera banda que había visto en mi vida. Me enamoré, era joven, ingenua, tenía la impresión de que todo se abría ante mis ojos”… El poder de su incomparable voz había sacudido a Ike Turner, quien no podía explicarse cómo tanto poder podía emanar de un cuerpo tan delgado. El nombre con el que nació, Anna Mae Bullock, fue reemplazado por Tina e inspirado por la asonancia con el nombre de la protagonista de la película «Sheena, Queen Of The Jungle». Una canción, «A Fool in love», hizo que las puertas de la industria musical se abrieran de par en par junto a la edad de oro para el grupo. No obstante la bonanza, casi enseguida, mientras Tina estaba embarazada, también comenzó la violencia doméstica, los golpes, los repetidos abusos: «Tenía miedo, pero de alguna manera me sentía obligada a quedarme allí»… Su hijo mayor Craig Raymond (quien se suicidó a los 59 años, en julio de 2018), cuyo padre fue el saxofonista Raymond Hill -y fuera luego adoptado por Ike, quien le dio su apellido- fue testigo durante mucho tiempo del maltrato y la cantante siempre adjudicó a esa infancia difícil los motivos de su malestar insuperable.

Tina y sus hijos: Craig es el que está sentado a su derecha.

Para Tina, el camino hacia la liberación fue largo y accidentado: estaban los hijos, había una estrecha colaboración musical, había un sentimiento de gratitud por el hombre que fue el primero en identificar sus dones… A su alrededor, sin embargo, el mundo cambiaba y Tina, con su alma herida, el cuerpo de una pantera y el carisma de una auténtica rocker, tomaba conciencia a duras penas de su condición y la necesidad de un cambio. En 1971 el texto de «Proud Mary» tuvo el sabor de una premonición: Ike se drogaba de manera desenfrenada, Tina se hundía en el agujero negro de la depresión, intentó suicidarse y la pareja se separó en 1976: «Me sentí como un pájaro finalmente fuera de la jaula, libre de hacer lo que quiera«. El testimonio de Ike, en una entrevista de 2000 donde se le pregunta por qué, según él, Tina intentó matarse, es por lo menos elocuente: “Nunca lo supe», declaró después de muchas vacilaciones, y añadió: «Creo que no estaba contenta porque trataba de ser algo que no era».

Tina hoy, retirada y en paz consigo misma.

El público que la adoraba, las canciones, los aplausos de otros artistas de la época, el afecto y el éxito, en suma, ayudaron a Tina a comprender exactamente quién era: una fuerza inagotable de la naturaleza, destinada a convertirse en un ejemplo de autonomía ganada con tanto esfuerzo: «En cierto momento comencé a tener menos miedo de Ike», explica ella misma. El resto, descrito en la segunda parte de la película, es historia del rock. Tina cambiando de look, Tina «la mujer que le enseñó a bailar a Mick Jagger», Tina «su propia jefa». Durante años, después de conciertos a sala llena, después de éxitos como «What’s Love Got To Do With It?» («Al principio no me gustó, era una canción pop y yo hago rock»), la prensa y los medios siguieron preguntándole sobre Ike. Preguntas que la hicieron volver atrás, que la obligaron a recordar el dolor y que, al final, la convencieron de firmar (con el periodista Kurt Loder) la autobiografía «I, Tina – My Life Story» a partir de la cual se hizo esta película. «No tengo muchas ganas de revisar mi pasado, la violencia, la brutalidad», declaró en su momento. En 2007, a los 76 años, falleció Ike Turner: «El perdón termina tomando el control… si no perdonás vas a seguir sufriendo; lo que has vivido es la realidad, hay que aceptarlo y seguir adelante», reflexiona. Ahora, tranquila, feliz, sentada en el salón de su mansión suiza (país del cual adoptó la ciudadanía), Tina parece haber encontrado la paz y, con ella, las ganas de explicar cómo se enamoró de nuevo de Bach, un manager discográfico alemán 17 años menos que ella: «Erwin estaba tan guapo, en cuanto lo vi. Mi corazón dio un vuelco. Era tan diferente, cariñoso, tierno. Necesitaba amar, amar es un sentimiento que te hace sentir bien”.

Erwin y Tina, al comienzo de su historia

En el último acto del documental, Bach es justamente el superhéroe silencioso que levanta no solo el estado de ánimo de Tina, en ese momento en 1986 donde la cantante triunfaba pero se sentía sola: también salva la reputación del género masculino después del desfile de hombres lamentables -el padre de Tina, Ike, Phil Spector- que se turnan en la película. Bach, cuando Tina, hoy anciana, cayó gravemente enferma, le regaló un riñón, salvándola de ser condenada a diálisis y confirmando una vez más todo lo que siempre había pensado de él: «Me enseñó lo que es el amor»… Antes de los créditos finales hay tiempo para el epílogo con el musical sobre la vida de Tina que triunfa en el West End londinense, luego en Broadway, y aquí los directores tratan con infinito respeto el ritmo actual de Tina cuando llega del brazo de su marido, ya no un muchacho sino un apuesto caballero de más de sesenta años… Sin embargo, la tigresa se despierta tras bambalinas: cuando la invitan a entrar en escena, Tina lo hace con la garra de los buenos tiempos, iluminada por los focos, envuelta por un huracán de aplausos que parece -y merece- no tener fin.

Dan Lindsay, Tina, T.J. Martin y Erwin Bach: todo está bien si termina bien.

FICHA TÉCNICA

Título original: “Tina”

Género: Documental biográfico

Origen: EE.UU. / Inglaterra

Estreno: 2/3/2021 (Festival Berlinale, Alemania); 27/3/2021 (HBO para EE.UU.)

Guión y dirección: Dan Lindsay & T.J. Martin

Reparto: Tina Turner, Erwin Bach, Angela Bassett, Kurt Loder, Ike Turner (tomas de archivo), Oprah Winflrey, Katori Hall, Annie Behringer, Lejeune Richardson

Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans

Duración: 118 minutos

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