Tal como lo leen, un 26 de noviembre como este pero de hace 44 años los Sex Pistols lanzaron su primer single, “Anarchy In The UK”, incluyendo la canción que se convertiría no sólo en la marca registrada del grupo sino también en EL himno punk por antonomasia. En palabras del mismo Lydon vertidas a la revista MOJO, los invitamos a descubrir la trastienda de esta canción emblemática y conocer más sobre el “hambre, la codicia, el egoísmo” que la alimentó. Y sin más… ¡here’s Johnnyyyy!
“Anarchy In The UK” vino de todo el desánimo y las discrepancias dentro de la banda en los primeros días. “God Save The Queen” fue escrita en la mesa de mi madre, pero “Anarchy…” se terminó armando en la sala de ensayo de los Pistols [N. en Denmark Street, Londres, a principios del verano de 1976] después de algunas duras discusiones entre todos. Hubo algunos momentos realmente malos y todos estuvieron a punto de irse, excepto yo. Probablemente tenían todas las razones para hacerlo, porque cuando escuché por primera vez cómo sonaba mi voz en los monitores de escenario (en el espacio de la banda soporte de Eddie & The Hot Rods en el Marquee en febrero de 1976), pensé: ¡Oh dios mío! Realmente tuve que volver a empezar de cero y practicar y volver a encontrar mi voz.
Me sentí bajo una fuerte presión -al igual que los demás, creo- e intentaba acuñar frases y escribir palabras que nos unirían como banda, ya que nos oponíamos entre todos con tanta amargura; y “Anarchy In The UK” fue el resultado final. Fue poner tensión encima del estrés, y tampoco ayudaba ese manager [N. Malcolm McLaren] que aparecía de vez en cuando con sus exigencias arrogantes.
“Pensé que ya era hora de darle al mundo una bofetada en la cara” – John Lydon
Las ideas en esa canción habían estado revoloteando en mi cabeza durante años, pero nunca había tenido una vía de escape. Y entonces allí estaba yo de repente, un cantante en una banda. La gente que manejaba el país en ese momento lo estaba pisoteando, con una actitud pomposa de nosotros-y-ustedes que Margaret Thatcher llegaría a ejemplificar. A los jóvenes se les decía constantemente que no tenían futuro. Ciertamente no tenían dinero; tuve que dormir en el subte solamente para poder ir a los ensayos. Había basura en todas partes, se sentía como la caída de la civilización occidental – estamos hablando de revueltas raciales, del National Front (N. Frente Nacional, famosa organización pro-nazi británica). Era una sociedad que enfrentaba un colapso inminente, así que lancé la palabra “anarquía” a esa mezcla, a pesar de que no había tantos anarquistas por ahí en ese momento.
Esa frase, “Tu sueño futuro es un plan de compras” fue sobre la desaparición de las pequeñas tiendas de la esquina con viejitas detrás del mostrador, a quienes recuerdo de cuando era pibe; todas se estaban convirtiendo en supermercados. Y supuse que el siguiente paso era una colección de supermercados construidos en el mismo lugar. No fue muy inteligente, solo lo observé. Cuando estoy aburrido, se me ocurren estas cosas. ¡Aburrite más, John!
Cuando escribí “Anarchy…”, nunca se me pasó por la mente que los Pistols serían alguna vez una banda popular. Siempre estuvo esa onda de Malcolm y Glen [N. Matlock] de ‘hagámoslo más agradable’. Pero no, eso no iba a suceder. Pensé que ya era hora de darle al mundo una bofetada en la cara con un poco de honestidad. Y me sentó bien, ya que la canción tocó un nervio realmente potente con la gente. Nunca pensé que alguna vez sería ‘la voz de una generación’ -lo cual tomé con pinzas-, simplemente dije algo que otras personas estaban sintiendo.
Nadie en nuestro círculo lo entendió, excepto tal vez Jamie Reid (N. autor de la tapa) y Sophie Richmond (N. office manager de la banda), y tal vez Boogie (N. John Tiberi, road manager), puede ser. ¡Ellos vieron lo que yo estaba haciendo como “bien anarquista y jodidamente divertido”! Pero siempre me sentí aislado en la banda, era simplemente así. Cualquiera haya sido el sueño original del grupo, implosionó el día que entré. No creo que les haya hecho algún mal, aunque siempre había una piedrita en el zapato ahí.
Cuando hubo que grabarlo, pasamos por varios demos. Como pasaba siempre con nosotros, comenzó con buenas intenciones y luego todo salió mal. Lo hicimos correctamente en los estudios de Wessex con Chris Thomas, una persona enormemente divertida aunque tonta al mismo tiempo. Pero realmente me gustó lo que hizo en lo relativo al trabajo; creó un sonido realmente cálido cuando muchas personas intentaban sacar el primer disco punk. Pero no queríamos ese puto rasguido indie de los 60 que estaba de moda. Queríamos algo más poderoso.
“(‘Anarchy…’) Golpea todos los lugares correctos de tus emociones: hambre, avaricia, egoísmo” – John Lydon
Si las canciones iban a significar algo, debían tener solidez y rigidez. El tempo de Paul Cook fue bastante brillante, tocó con mucha precisión. Si cometías un error, él trataba de conquistar el desafío, así que teníamos confianza el uno en el otro. Glen podía ser muy quisquilloso, pero a veces obtiene buenos resultados. Si me lo hubieran dejado a mí, podría haber sido un sonido mordaz como el de “Metal Machine Music” de Lou Reed. De entrada arrancás un poco feroz, pero rápidamente tenés que aprender más control, y eso es lo que tenían los Sex Pistols. No arremetimos a ciegas contra el tema para hacer un desastre – de ahí la explosión en el mundo.
Al hacer el Anarchy Tour, cosas como [el himno de la iglesia cantando por los lugareños frente al lugar donde tocamos] las que sucedieron en Caerphilly simplemente agravaron mi actitud hacia la religión. Y el hecho de que estábamos haciendo algo bien. La religión es una forma de control, que te pide que aceptes lo obviamente estúpido sobre la realidad. Y si aceptás hacer eso, sos un tonto al cubo. Cuando Glen se fue [en febrero de 1977], no me preocupó que un ángulo musical de la banda ya no estuviera… ¡pero sí después! Hubo un ‘¡upalalá!’ cuando fuimos a grabar con Sid [N. Vicious]. Pero los choques de personalidad estuvieron siempre presentes desde el primer día, y algo tuvo que ceder, y yo no iba a abandonar la dirección que estaba tomando musicalmente. Jamás. Eso sería anti-yo.
“Anarchy In The UK” es feroz y excelente. Golpea todos los lugares correctos de tus emociones: hambre, avaricia, egoísmo y, para mí, también esa idea de «Oh Dios, tengo la oportunidad de escribir y cantar una canción». Y mejor que sea buena, y lo fue.
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