A días del balotaje que definirá quién será el Presidente durante los próximos cuatro años, MADHOUSE habló con algunos músicos, productores y periodistas del mundo del rock que expresaron -respondiendo tres preguntas- sus sensaciones sobre los candidatos, las deudas que el Estado tiene con la sociedad y la importancia de estas elecciones, en un intercambio de ideas, reflexiones y, ocasionalmente, catarsis.

En tiempos de incertidumbre, una nota como esta genera varias preguntas por sí misma: ¿Es apropiado escribir sobre política en un medio cultural? ¿Tiene algún valor la opinión de músicos y periodistas de rock? ¿Es legítimo que figuras públicas -que no son políticas- se expresen abiertamente sobre las elecciones? ¿Es posible que un músico tenga una opinión centrada en política o acaso debiéramos hablar solamente con especialistas en la materia? Al buscar estos interrogantes dentro del rock, las respuestas (y las posiciones) son muy variadas. Por ejemplo, el legendario Alice Cooper es tajante: «No me gusta mezclar política y rock and roll. Cuando los músicos le dicen a la gente a quién votar, creo que eso es un abuso de poder“.

«Otro músico exitoso que instantáneamente se vuelve un experto en política», le dice un fan a Tom Morello; su respuesta: «Uno no tiene que ser un graduado en ciencias políticas de la Universidad de Harvard para reconocer la naturaleza inhumana y sin ética de esta administración, pero bueno, resulta que soy un graduado con honores en ciencias políticas de la Universidad de Harvard, así que puedo confirmártelo». ¡Cobrá y guardate el vuelto!

POSICIONES ENCONTRADAS. Cooper considera que de este modo una rockstar le está diciendo a sus fans que no piensen por sí mismos, y esto es algo opuesto al rock and roll, que ante todo es libertad; por otro lado, tampoco confía demasiado en el buen criterio de la mayoría de sus colegas: «Que las estrellas del rock compartan sus opiniones es la peor idea, porque no somos más inteligentes que nadie. ¿Por qué creés que somos estrellas de rock?»… En la vereda de enfrente está el guitarrista Tom Morello, que expresa que nadie está exento de libertad por el hecho de tomar una guitarra, “ese derecho permanece intacto”, dice. El guitarrista (y conocido activista político) que ganara su fama en Rage Against The Machine va más allá y, como lo hace con el estilo combativo de su banda, redondea el concepto con sus propias palabras: “Por la música, son bienvenidos, pero si son supremacistas blancos o protofascistas, esta música no está escrita para ustedes: está escrita contra ustedes».

Pinta tu aldea y serás universal: Kim Gordon y Thurston Moore opinan en sus cuentas de Twitter sobre las elecciones en Argentina a partir de una ilustración de artistas argentos que parodia la tapa de su álbum «Goo» de 1990

CONTRASTES ANTAGÓNICOS. Cooper y Morello son apenas dos botones de muestra de algo que está muy claro: hay músicos que están a favor de expresar sus ideas políticas y otros que no. Todos tienen parte de razón: por un lado todos tienen derecho a opinar; por el otro, con tu opinión podés ser el ciego que guía a otro ciego… Siempre hay un riesgo: todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión, pero al mismo tiempo la libertad de expresión tiene un precio. Si vas a hablar de temas políticos muy delicados y controvertidos, es de esperar que surjan polémicas y reacciones en contra de parte de gente que tiene el mismo derecho a expresarse. La política siempre ha dividido y distanciado a la gente, y la música no es diferente, aunque algo tienen en común: si las cosas no se discuten, nunca cambiará nada.

Greg Graffin: lucidez dentro y fuera del escenario

OPINIONES PARA TODOS. Así las cosas, quizá lo bueno de leer las opiniones que encontrarán a continuación es que las mismas puedan ayudarte a decidir si está bien o no, si sirve o no sirve que los rockeros opinen, e incluso hasta puedan aportar algo significativo a este debate, como alguna vez (y con toda lucidez) lo hizo Greg Graffin, el frontman de Bad Religion, con su Guía Para Una Votación Responsable que oportunamente publicáramos en MADHOUSE… Esta vez no hablamos de discos ni conciertos, desenchufamos un rato y hablamos simplemente como ciudadanos: les dejamos la invitación a ver, leer, considerar, meditar y, si tienen ganas, opinar sobre esta cuestión y sobre estas opiniones. 

LAS PREGUNTAS:

1. ¿Qué creés que está en juego en estas elecciones?

2. ¿Cuáles considerás que son las deudas que el Estado tiene con la sociedad?

3. ¿Qué opinión tenés de los dos candidatos que se presentan al balotaje?

LAS RESPUESTAS:

Guille (Eterna Inocencia)

1. Me cuesta saber qué es lo que está en juego estrictamente, pero sí me inquieta la virulencia de ciertos discursos; el hecho de que se estén planteando motosierras. Me preocupa que los jóvenes y los niños estén presentes frente a estas situaciones que me parecen desproporcionadas y lejos de lo que debería ser una propuesta política que tranquilice, apacigüe, que dé previsibilidad y posibilidad de organización. Me gustaría que los políticos argentinos tuvieran en cuenta sobre todo a las generaciones venideras.

2. La mayor deuda me parece que está en la educación, y esto va de la mano de un montón de cuestiones y de lo que podría también mejorar en caso de que la educación fuera prioridad en Argentina.

3. Tengo opiniones encontradas porque soy muy escéptico. Me crié con viejos anarquistas que estuvieron en la Guerra Civil Española, entonces eso hace que tenga una mirada bastante crítica. Creo que lo que no puede ponerse en tela de juicio son los derechos conquistados. Y en ese sentido quizá uno de los candidatos me genera mayor preocupación, incluso porque se ha adueñado del término “libertario”, que es un término que pertenece a otro momento histórico y que evidentemente ha tenido éxito en la reconfiguración del concepto.

César Andino (Cabezones/Silencia)

1. Creo que está en juego la continuidad democrática, me parece que al ser tan distintos los candidatos es una elección muy diferente a las anteriores. El sistema democrático está en un momento difícil en cuanto a la búsqueda de personas que nos representen. Cuando aparece alguien nuevo con ideas extrañas, la gente se vuelca en forma masiva simplemente por eso: porque es nuevo, no se conoce y teóricamente no está viciado de los arreglos y las situaciones que los políticos argentinos atraviesan durante toda su carrera; pareciera estar a salvo de la corrupción y el escarnio público. 

2. Las mayores deudas me parece que son la salud, la seguridad y la deuda con nuestra gente mayor, que apenas puede subsistir con los sueldos y las jubilaciones que les pagan. Es muy triste que una persona que trabajó toda su vida tenga que vivir con sus hijos o de sus hijos porque si no, no les alcanza. Es muy triste ver que los abuelos no tengan dinero y que un intendente se vaya de vacaciones en un yate que paga 17.000 euros por día, y es muy triste que a esa persona no le pase nada interiormente. La clase política no se da cuenta de lo que está sucediendo en el país y mira para otro lado.

3. Un candidato viene de hace muchísimos años, es conocido y representa un montón de cosas que queremos que cambien, y el otro salió de algún lugar que no se sabe de dónde y tiene ideas estrafalarias y trata de imponerlas de una manera inquietante, por decirlo de algún modo. No sé qué será del gobierno y realmente me asusta. Ninguno de los dos me representa. Me da lástima que todavía no hayamos crecido lo suficiente como para exigir que la clase política trabaje para que seamos un país feliz. Argentina se sigue manteniendo por lo maravillosa y trabajadora que es su gente. Gracias a Dios con mi profesión puedo recorrer el país y veo gente muy buena en todos lados, en pueblitos chiquitos, en pueblos grandes y en ciudades, pero me parece que tenemos que aprender de nuestros errores y lamentablemente van a pasar cuatro años en los que no vamos a poder levantar la cabeza y vamos a seguir en esta frecuencia. Estoy completamente seguro de que con estos dos candidatos no va a cambiar el país.

Chary (Loquero)

1. Creo que en las próximas elecciones en Argentina está en juego el mismo viejo método “mete-saca” de control de masas que utilizan desde hace siglos los que detentan el poder. Simplemente me acuerdo de un viejo enunciado libertario que decía que si votar sirviera para algo, las elecciones ya estarían prohibidas. Claro que estos libertarios eran anarquistas, por los cuales obviamente tengo una innegable simpatía. Me produce rechazo avalar la idea de esperanza estéril que maneja la gente, como si en ello les fuera algo personal; lamento ser tan negativo, pero creo que no hay nada nuevo bajo el sol, ni en estas ni en otras elecciones.

2. Me parece que endilgarle al estado toda la responsabilidad del fracaso social colectivo es un error. Nunca pensé al estado como un propulsor o un ente deudor mío, esto es muy personal y genera controversias, porque algo similar dicen estos que están “de moda” ahora. Lo que pasa es que  hay muchas necesidades de la población que no son cubiertas para la gente más humilde en general a nivel salud, educación, protección social, etc. Hay mucha desesperanza y frustración, y eso genera querellas y demandas a granel, muy razonables, porque los representantes del estado se la pasaron gritando que ellos iban a cubrir esas carencias.

3. Con respecto a estos dos personajes no tengo una opinión formada realmente, más allá de lo que se puede ver en la TV o en las plataformas de internet que divulgan sus… ¿postulados? Efectivamente no es mucho lo que muestran, creo que es solo una parte de lo que nos quieren dejar ver ellos o sus coachings.  Uno no conoce a las personas simplemente por lo que digan, la ropita, el pelito, las caras, y a veces ni siquiera por su pasado. Tal vez sean excelentes tipos que quieren el bien de su comunidad, amantes de su patria, buenos vecinos que sacan a pasear al perro y saludan a las viejecitas, o aguerridos luchadores por la libertad y la justicia. Pero no puedo opinar mucho de quien no conozco, sería una falta de respeto, aunque algo me dice -y esto es solo intuición pura, no quiero formar opinión- que ambos muchachos tienen un no sé qué, algo raro… una impronta similar a sus predecesores dentro del mundillo de la política. Por lo tanto yo no les compraría un auto usado, ni los dejaría solos en el living de mi casa con una bolsa de merca.

Moncho (Minoría Activa)

1, 2, y 3. Es simple: Milei ni en pedo. No tengo miedo de decir lo que pienso, pero acá si no estás de un lado, estás del otro; para algunos sólo una respuesta los deja de un lado del río, porque lo único que entienden es al opuesto, o estar en contra del otro. De mi parte leés una letra y ya sabes que para la derecha, ni la mano.

Andrea Álvarez (Música, cantante, compositora)

1. Yo creo que estas elecciones son inéditas y nos conectan lamentablemente con lo peor que está pasando en la humanidad y que es una tendencia que está siendo dicha a gritos hace rato. Cuando hay cosas que se ven en las series, como si fuera ciencia ficción, es porque ya están ahí: hablo del culto al nazismo y a todo ese tipo de tendencias ideológicas, como si fueran revolucionarias. Por eso yo estoy en contra de prohibir y de cancelar, creo mucho en el peligro de lo que no se ve. Creo que las cosas que no se ven se autoperciben revolución, se autoperciben la alternativa posible… Creo que acá está en juego nuestra salud mental y física. Están en juego un montón de cosas que se han construido, aunque parezca que no, a lo largo de los años, y sobre todo en estos últimos 40 años de democracia. Está en juego todo, acá no se trata de peronismo o antiperonismo, esas boludeces que nos quieren hacer creer, porque en el quilombo ese gana siempre la mafia más pesada, que para mí es Macri. Está en juego nuestra vida, y no estoy siendo catastrófica, porque esto trasciende lo político. Cuando apareció Macri en la escena yo empecé a votar al peronismo, porque mucha gente empezó a decir sin tener vergüenza palabras como “planero”, o “negro”. Cuando todo ese tipo de cosas se empezaron a decir en voz alta, ya ahí yo dije: no, esto no. 

2. No sé si el Estado como entidad tiene deudas, pero sí las personas que administran y que han sido votadas, las que por pelearse entre ellos no vieron ni escucharon. Y bueno, ahora está la revancha, porque esto no es “quiero un lindo país”, esto es como una venganza: “no me escuchaste, mira lo que te hago. No me importa si hago bolsa la casa donde vivo, lo importante es hacerte bolsa a vos”. Es como esa sobreactuación de “somos buenos” que hubo en la época de Macri, cuando decían, “Amor sí, Macri no”, como apropiándose de algo. Eso tuvo un precio, porque vos no le podes decir a una persona que lo contrario de Macri es el amor. ¿Por qué te apropias del amor? Cuando se empieza a hacer hashtag algo y empieza a sonar falso, es porque es apropiado por el sistema, porque esto es lo que pasó. Entonces, eso es lo que está pasando y creo que es la respuesta a la sobreactuación de “el amor vence al odio”. Ahora el odio está venciendo a todo. El odio vence, porque el odio tiene armas.

3. ¿Queremos democracia o queremos dictadura votada por el pueblo, dictadura “legal”? No es joda. A Milei no lo tengo en cuenta ni como candidato ni como ser humano. Me parece que es el ejemplo exacto de todo lo que está mal y Villarruel me parece muchísimo peor, porque los apologistas de la dictadura militar son personas que no tienen ningún tipo de empatía por el prójimo. Además que son personas totalmente ineptas que no tienen la más puta idea de ningún artículo de la Constitución ni de nada. Y encima tienen que asociarse a Macri, que es el veneno más grande de la República Argentina, un resentido social, una basura inmunda que aparte no tiene ningún tipo de sensibilidad artística, y no es un detalle esto, porque el arte y la cultura son el alimento del alma, y las personas que no valoran el arte y la cultura no tienen alma.

Gustavo Álvarez Nuñez (periodista, músico, poeta)

1. Se juega la vida de la Argentina de bien: esa que no vive de la timba financiera ni de un plan económico que solo beneficia a unos pocos y que son siempre los mismos, esa que se levanta todas las mañanas a ganarse el pan con el sudor de su frente, esa que cree en un futuro mejor y no en la destrucción como motor de cambio, esa que alienta a su selección de fútbol todos los días y no solo cuando vamos ganando, esa que pese a todo busca la armonía y la confianza en el otro.

2. Una gran deuda del Estado es el haber posibilitado que los votantes de un desquiciado y su ejército de payasos esgriman razones para dinamitarlo todo. 

3. En cuanto a los candidatos, uno ha demostrado, en el fragor de la lucha, estar a la altura de las circunstancias, poniendo en juego propuestas viables y concretas. El otro, ser uno más de los que criticaba con tanta saña aún y peor: dando por hecho que no los une el amor, sino el espanto y ese odio que nos han traído hasta acá. 

Lito Pared (músico, compositor, productor musical)

1. Soy totalmente antifascista, viví en épocas bastante duras de la Argentina y por eso mi lírica siempre fue contestataria y no me corrí del eje. En estas elecciones están en juego tres cosas fundamentales que tenemos los argentinos y que costaron sangre, sudor y lágrimas: la educación pública, la salud pública y los derechos de los trabajadores, esas tres cosas son intocables porque son el futuro de mis hijos. Andamos arriba de una montaña rusa porque nos encajaron una deuda impagable de cien años. Esto no termina acá, con el presidente que sea. 

2. Si me pongo a enumerar la deuda es infinita, pero todo pasa porque hay que meterle a los pibes en la cabeza que tienen que estudiar. Es dura la deuda, acá hay que reivindicar la batalla de Caseros y empezar de cero. Vos imaginate que San Martín, que liberó Argentina, Chile y Perú, terminó muriendo con su familia autoexiliado en Francia por las difamaciones periodísticas que le hacía Rivadavia, y Rivadavia le pusieron a la avenida más larga que hay en el mundo… o sea, está todo al revés.

3. Mi opinión sobre los candidatos es muy sencilla, uno es un fascista reventado creado por los medios; habla de la casta y se convirtió en la casta, habla de que va a sacar los subsidios y él comió, se vistió y se educó gracias a los subsidios que recibía o recibe el padre en la empresa de colectivos que tiene. Creo que esta es la oposición más rancia que existió en este país, reivindican la dictadura militar, reivindican a Margaret Thatcher como una líder, repugnan parejo. Sobre Massa, qué te puedo decir… Yo no como vidrio, sé que viene del riñón de los Alsogaray, no soy boludo. Pero el tipo tiene una tarea muy complicada, que son cien años de deuda que nos encajaron: Macri hipotecó la vida de nuestros nietos, le guste a quien le guste esto es así. Y una deuda grande que tiene este país hoy por hoy con la sociedad es permitir que cuevas de cambio manejen la economía, porque esos dólares vienen del narcotráfico, de la prostitución, de la trata de personas y del contrabando.

Carla Ritrovato (Locutora, conductora radial)

1. Creo que lo que está en juego es esa paz social que nos nutrió y fortaleció como sociedad, aún la antagónica y eterna que nos caracterizó el folclore político y hasta el deportivo. Creo que se levantó un velo que genera miedo de verdad a todos aquellos que sí lo vivimos en carne propia. En Argentina se vivió con miedo, hoy está volviendo vestido de otra época y con otras palabras, y no puede, a mi entender, primar el enojo.

2. El Estado con mayúsculas, el vertical, no dio buenos ejemplos. No nos enseñó sobre la ternura y nos dejó la desesperanza en la calle. Como un “háganse cargo” y ante este panorama el miedo comete torpezas, serias. El presidente no aparece y la sociedad se desconcierta. Los liberales vieron la fisura económica y los monstruos políticos aparecieron más desbocados que nunca, con amenazas y violencia.  Y con ese miedo volvió la amenaza de un Falcon verde; lo que parecía inadmisible, inaceptable y erradicado, está en boca de jarro otra vez.

3. Un candidato viene de la UCD camaleónica y el otro, a mi entender, necesita un psiquiatra. Imaginate lo que es este panorama para el estado social del trabajador, que es la mayoría, formal o informal. En términos económicos es un salto al desconcierto; en términos políticos, democracia o miedo. No es bueno. Por eso es menester dejar de enojarse y recuperar, de manera casi de emergencia, la ternura que se supo tener en más de una oportunidad.

Norberto “Ruso” Verea (Periodista)

1. ¿Qué es lo que creo que está en juego en estas elecciones? Sinceramente, el poder de la gente de demostrar su descontento, el poder decir “no”, decir “basta”. El que millones de personas no voten a ninguno de los dos y les demuestren a las dos fuerzas que se han convertido en mayoritarias de los últimos 15 o 16 años que no los queremos más y que se necesita un cambio definitivo, estaría en juego eso. Eso está en juego eso para mí, pero no creo que esté en juego para la gran mayoría del electorado. ¿Por qué? Porque lo volvieron a lograr, la derecha estira cada vez más el extremo y en ese extremo en el que juega la derecha, siempre peligrosa, cada vez es más difícil aceptarla, pero por el otro lado la frase que me tienta es: “pensar en que todos los traidores…”

2. No sé si se trata del Estado y la deuda, siento que es la política en su hecho fundamental y clave. A 40 años de democracia indudablemente la cosa no está como para pensar hasta dónde con la democracia se come, se educa, en aquel viejo discurso de Alfonsín que emocionó a la gente. Siento que hay una deuda muy pero muy grande. Ahí también hay influencias decisivas de aquellos que con discursos lograron convencer a la gente de que vivir menos mal es vivir mejor, y vos nunca vivís mejor, vivís menos mal. Las crisis son cada vez mayores, los paliativos cada vez menores, y en el juego de la pobreza que no para de aumentar, la realidad de la genuflexión es la que ellos alimentan. Hay que mostrar un hartazgo sí o sí.

3. En cuanto a los candidatos, uno es el Nerón mediático, que puesto en este lugar de privilegio al cual llegó democráticamente nos ofrece la realidad de entender nuestra pauperización. El otro es un camaleón con la astucia necesaria para moverse en una política que sigue recordando viejas historias, y que hace ya más de tres elecciones no vota lo que recuerda, ni elige a los que honran lo que recuerda y mucho menos ponen en práctica lo que discursivamente nos dicen.

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