GLENN HUGHES, TEATRO FLORES, 13/11/2023

El calor, sudor y hedor con el que nos encontramos al cruzar la puerta del Teatro Flores chocaba de frente con el afiche de diseño psicodelico de un joven Glenn Hughes, que oficiaba como fondo del escenario. Y la referencia al California Jam de 1974 -el festival donde el Mark III de Deep Purple conquistaba nuevamente al mundo- venía como anillo al dedo para la introducción de esta nueva visita de La Voz Del Rock: el medio siglo de la salida de «Burn» la biblia sonora de buena parte de los asistentes.

TRAYENDO TORMENTAS SONORAS

Ya habían abierto la velada los locales Freedom Lost, cuando con puntualidad inglesa, Glenn y su cuarteto (Søren Anderson en guitarra), Bob Fridzema (en teclados y Ash Sheehan en batería) ) arrancaron con «Stormbringer» del disco homónimo, que nos dejaba claras algunas cosas: la voz de Glenn se mantiene intacta a pesar de los años y los excesos, la banda hace lo suyo con la pericia justa y necesaria y el sonido (excesivamente fuerte y poco nítido) seria el Talón de Aquiles del show

VENÍ, PROBA EL CANTANTE

A continuación, llegarían dos temas del disco a homenajear «Might Just Take Your Life» y «Sail Away» que abrirían el juego a la ya conocida paleta de trucos del bajista. Es que es imposible no comparar este homenaje a Deep Purple con el que hizo en el mismo lugar en 2018 bajo el nombre «Glenn Hughes Performs Classic Deep Purple Live» – con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva: un setlist de escasas nueve canciones con menos sorpresas que en la vez anterior (solo el fragmento de «High Ball Shooter» antes de un innecesario solo de batería en el medio de la zapata de «You Fool No One») y una constante sensación de deja vu, sobre todo en cuestiones como la adaptación del tono de las canciones interpretadas originalmente por Coverdale y el a veces excesivo uso de sus excelentes condiciones vocales (como sus ya clásicos gritos souleros a la Stevie Wonder).

«Deep Purple cambió mi vida» nos contaba Glenn días antes de su nueva visita. Y a juzgar por la recepciónde las canciones, fueron varios los que comparten el sentimiento de una lista escasa de sorpresas (se extrañó alguna joyita como «This Time Around» o «Holy Man») que se completó con el himno «Mistreated» recordando a Ritchie Blackmore y la gema «Gettin Tighter» en memoria de Tommy Bolin (junto con «You Keep On Moving», único tema del infravalorado «Come Taste The Band» ) antes de los bises que incluyeron -al igual que la vez anterior- una desprolija versión de «Highway Star» (donde Glenn dejó el bajo en manos de un asistente) y la obvia «Burn» como broche final.

TODAVÍA TE SEGUIS MOVIENDO

«Todavía estoy acá» decía Glenn mientras miraba extasiado la respuesta de los fans. Y esa es la mejor postal con la que nos podemos quedar: un sobreviviente de la época dorada del hard rock, en excelente forma, haciendo canciones que calan hondo en el recuerdo. Nada mal para un lunes húmedo de noviembre.

Foto de portada: Federico Echevarria, gentileza de California Sun

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