Tras la llegada del vocalista Renzo Favaro y la edición de “Lost Connection” en 2020, Fughu pasó de ser uno de los secretos mejor guardados de la escena metalera local, a convertirse en una de las bandas más interesantes de los últimos tiempos. Recién llegados del célebre festival europeo Night Of The Prog, nos contactamos con el bajista Juan Manuel López y el guitarrista Ariel Bellizio para hablar del presente de la banda, el rol de lo progresivo en el sonido del grupo y lo que se viene para el futuro, en esta nota para sumergirse de cabeza.

“Lost Connection” fue editado en 2020: ¿qué balance hacen de la repercusión del disco en todo este tiempo, pandemia mediante?

Ariel Bellizio: ¡Recibimos muy buenas críticas! Creo que cruzamos muchas barreras, que pateamos la pelota más lejos, corrimos más riesgos y todo eso por suerte gustó! Lo considero un álbum bisagra, si bien hay muchos ingredientes que experimentamos en los discos anteriores en este lo llevamos a cabo muchísimo mejor.

Juan Manuel López: Creo que nos ha ido muy bien. En cada lugar donde presentamos las canciones la respuesta ha sido excelente, en medios y en vivo mismo.  Por otro lado, las críticas han sido más que generosas tanto en Argentina como en el exterior.  Creo que «Lost…» dejó la vara bien alta y va a ser un lindo desafío intentar superarnos.

¿Cómo fue la experiencia en el Night Of The Prog, el célebre festival europeo de rock progresivo?

JML: Sin dudas superó cualquier pronóstico desde todo punto de vista.  Desde la organización, la producción, la gente en backstage, la gente que trabajó arriba del escenario y, en especial, el público que nos retribuyó con una energía y una participación notable que sorprendió inclusive a quienes llevan a cabo el festival. La gente salió corriendo a agotar nuestros discos y remeras y hasta hoy seguimos recibiendo pedidos. Soñado, sin dudas.

AB: ¡Fue un sueño cumplido! El lugar es un paraíso y el festival es algo distinto a todo, la gente lo único que tiene en la cabeza es escuchar música, mirar los shows, tomar cervezas, comer,  disfrutarlo y divertirse a full! Eso hace que se genere un clima tan pero tan copado que entras enseguida en esa sintonía. La gente estaba muy contenta con nuestro show, éramos los bichos raros que llegaban desde otro lugar del planeta! (Risas)

En el Festival compartieron escenario con Steve Hackett, ex Genesis. Y si bien tienen ciertos elementos que los emparentan, también su sonido se nutre de otros estilos. ¿Cuánto de progresivo ustedes consideran que hay en Fughu?

JML: Como vos decís, nuestra música toma elementos de otras latitudes y creo que por ahí va (y siempre fue) lo que se conoce como progresivo.  Yo siempre vi a Fughu esencialmente como una banda de rock que, cada tanto, tira elementos del progresivo a la cancha.  Y tiene que ver con no limitarse musicalmente y no tenerle prurito a incluir aquellos estilos que te salgan del alma.  Y cuando eso pasa, suena verdadero y creo que se nota.  El término progresivo viene de progresar y para nosotros eso tiene que ver con evolucionar, cambiar, buscar, probar, incorporar, abrir, sin dejar de ser uno.  Cuando estás muy pendiente de lo que otros hacen y tratás de ver cuál es la vuelta para lograr eso, se vuelve forzado y carece de sustancia.  ¿Qué caso tendría, por ejemplo, que Ariel buscara sacar el sonido de Hackett?  Las mejores bandas progresivas, o en todo caso,  mis favoritas  se parecen muy poco entre sí.

AB: La influencia del prog existe, pero creo que lo pasa con nosotros es algo completamente distinto, esta rara mezcla termina sonando progresivo. Por ejemplo “Dead End Start” es la mezcla perfecta entre Black Sabbath y David Bowie o cuando escuchas temas como Winter estás escuchando una mezcla de Pink Floyd con Death; para mí eso es lo que lo hace progresivo a Fughu. Creo que hay muy pocas bandas que nos gusten a los cinco ¡y menos que sean de prog¡

También tocaron el mes pasado como soportes de Sons Of Apollo con un muy buen recibimiento y con la presencia de su primer cantante. Santiago Burgi ¿Como vivieron esa noche?

AB: ¡Fue una fiesta, la pasamos genial! La gente se copó muchísimo y tocar con Santi siempre está buenísimo! ¡Es increíble la química que encontraron con Renzo! Hacen una dupla buenísima. Ya lo habíamos hecho en Loreley ¡y salió genial! Él está viviendo en Alemania y justo nos dijo que venía para Argentina de vacaciones así que aprovechamos para invitarlo de nuevo.

JML: Aunque siempre tenemos confianza en lo que hacemos y en la reacción que podemos generar, la respuesta del público superó ampliamente nuestra expectativa.  En lo que tiene que ver con la previa, estuvimos siempre muy relajados ya que apenas habíamos terminado de bajar del avión y veníamos muy afilados con respecto al material y la banda venía sonando potente y ajustada.  Lo de Santiago fue un regalo extra que ya habíamos vivido en Europa ya que había podido acomodar sus tiempos para poder estar en Loreley por lo que el reencuentro fue doble y en circunstancias inmejorables.  Además para nuestros seguidores fue, sin duda, una linda sorpresa.

Los shows en vivo de la banda se destacan también por la puesta en escena: ¿qué elementos de la propuesta de Fughu son los más difíciles de llevar al escenario?

JML: Cuando buscamos ideas para el show las mismas van de la mano de lo que implicaría su factibilidad.  No nos proponemos cosas que conllevarían un dolor de cabeza en cuanto a tiempo, logística y recursos que no estamos en condiciones de afrontar.  Lo primordial es la idea.  Un elemento pude ser muy sencillo y potente a la vez según dónde y cuándo lo pongas.  Y el espectador, además, construye su propia historia.  Nosotros siempre citamos al Hombre De La Barra De Hielo de Titanes En El Ring, en el que, en algún momento aparecía este tipo con una barra de hielo al hombro y ¡eso era todo!  Y era muy bizarro pero sin dudas efectivo, ¡al punto que 50 años más tarde, lo estoy recordando para esta nota (Risas).

AB: Siempre nos adaptamos a lo que tenemos. Si hay pantalla podemos hacer un show con pantalla o proyecciones, si hay escenografía armamos el show con la escenografía y las luces, si no hay nada armamos el show en base a nosotros mismos. Todo va surgiendo según lo que nos pinte en el escenario, estamos permeables a ver qué pasa con la gente en cada momento, ¡nos gusta mucho hacerlos participar!

Si bien “Lost Connection” tiene todavía mucho por delante: ¿empezaron a pensar en un nuevo material? ¿Cómo es la forma de trabajar la composición en la banda?

AB: Nosotros sacamos el álbum el 20 de febrero y un mes después ya estábamos todos guardados por la pandemia, fue un bajón anímico enorme, teníamos muchísimos proyectos para hacer. Pero donde se cierra una puerta se abre una ventana dice el dicho, así que todo ese tiempo muerto lo usamos para poder componer y pensar en cosas de la banda. La pandemia ayudó muchísimo a esto Tenemos material para grabar YA mismo y tenemos material para trabajar, ¡pero hay como para sacar al menos 2 o 3 discos!

JML: Fughu es una banda bastante democrática a la hora de componer lo cual, al menos desde mi punto de vista, puede ser muy enriquecedor pero a la vez, bastante tortuoso.  Son contadísimas las ocasiones en que alguien haya traído una canción y la misma se diera a conocer como tal, producción mediante, claro.  El primer paso es siempre la selección de los demos que cada uno trae, que no suelen ser pocos.  Una vez hecho el primer filtro, cada idea previa pasa por un tratamiento que toma varias idas y vueltas que puede derivar en un tema casi terminado o en su descarte liso y llano.  Hasta ahora hemos sido productores de nuestras canciones y la cosa solo fluye cuando nos ponemos de acuerdo en qué queremos decir y cómo lo vamos a decir.  El problema aparece cuando esos acuerdos no surgen y la cosa se pone un poco ardua y los tiempos se empiezan a estirar a niveles insoportables a veces.

AB: Lo único que sé es que uno firma un contrato en el cual tu tema puede quedar exactamente igual a como lo trajiste o puede ser transformado en otra cosa completamente distinta. En el momento que mostrás un tema ya no es más “tu canción” pasa a ser de Fughu. Obviamente uno explica qué es lo que está tratando de decir con la canción que hizo o que se le viene a la cabeza cuando la escucha y la canción puede respetar eso o no. ¡Es todo un misterio! (Risas)

¿Cuáles son los planes a futuro?         

JML: La gira europea nos tomó un poco por sorpresa.  No porque apareciera de la nada ya que veníamos trabajando mucho en ello pero sí porque las posibilidades de que ocurra son difíciles de calcular.  A nosotros nos encontró trabajando en nuevo material y pleno debate bajo qué formato este material se dará a conocer.  Todo eso será retomado en estos días en pos de que para el 2023 Fughu salga al ruedo con nuevas canciones en el punto del planeta que el destino nos dicte además de ir craneando lo que será el nuevo show que acompañará a todo ese lanzamiento.  De la misma forma habrá que pensar en una entrega visual para alguna de las canciones, asunto que también está en etapa, digamos, embrionaria.

AB: Hacer los shows que tenemos pendientes hasta fin de año y encerrarnos a grabar un EP de 3 o 4 temas para lanzar un vinilo y hacer más videoclips. Y tocar todo lo que se pueda acá y afuera.

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