Eurythmics es un dúo de dos: Dave Stewart y Annie Lennox. Escribieron juntos todos sus temas y Dave los produjo todos. Como bien sabe el mundo, crearon un amplio repertorio de grandes canciones, muchas de las cuales se convirtieron en grandes éxitos, como «Would I Lie To You», «Here Comes The Rain Again», «Missionary Man», «There Must Be An Angel” por citar los más destacados. Pero ninguna otra se volvió más inmensamente omnipresente, amada, versionada e icónica que su primera canción real como dúo, la legendaria «Sweet Dreams (Are Made Of This)», que hoy cumple nada menos que 39 años. Para celebrar este acontecimiento, les traemos las opiniones de sus creadores como asimismo un breve repaso de la historia, vida y milagros de esta canción que fue telón de fondo de los dorados 80: podríamos haber esperado a que cumpla 40, pero así están hechos los dulces sueños…

LOS NÚMEROS DEL FENÓMENO. «Sweet Dreams (Are Made of This)» es definitivamente la canción insignia de Eurythmics. Da título a su álbum del mismo nombre y fue lanzada como el cuarto y último single el 21 de enero de 1983. Muy pronto se convirtió en su gran éxito, ganándole fama al dúo en todo el mundo. Su videoclip ayudó a impulsar al tema al puesto número 2 en la lista de singles del Reino Unido y al número 1 en el Billboard Hot 100 de EE.UU. Tras el éxito arrasador de esta canción, el single anterior, «Love Is a Stranger», fue relanzado y también se convirtió en un hitazo mundial. Eurythmics ha incluido regularmente la canción en todos sus sets en vivo desde 1982, y Lennox a menudo la interpreta en sus giras solistas. Como dato duro extra, este tema fue versionado en discos (y solamente contando lanzamientos oficiales) la friolera de 182 veces por diferentes bandas y artistas de todo el globo, incluyendo a Marilyn Manson, P!nk, Ministry, Weezer y hasta la Bersuit Bergarabat (!)

LA MATERIA DE LOS DULCES SUEÑOS. Su monumental popularidad es irónica dada la primera respuesta que recibió de la industria. En uno de los más grandes ejemplos de la historia musical que muestra a los directivos a cargo indiferentes ante algo que pronto le encantaría al mundo entero, Dave le hizo escuchar el demo del tema a unos cuantos «editores famosos» y claro, a estos no les gustó: pensaron que no tenía un estribillo ganchero cuando, como explicó alguna vez Dave Stewart, ¡toda la canción es el gancho! Es una de esas piezas en los que cada elemento encaja en un sistema simple pero intrincado: letra, melodía, acordes, arreglos, producción, efectos sonoros, estructura de la canción, voz principal, ritmo de batería, armonías y más, todo trabajado en conjunto como si formara parte del interior de un reloj extraordinario, combinando los mejores talentos de Dave y Annie. Al igual que Lennon y McCartney, cada uno encendió al otro con gran franqueza. Siempre estuvieron presentes sus luminosas voces principales y armonías, sus brillantes (y valientes) ideas líricas y melódicas, y por supuesto la gran musicalidad de Dave: producciones ingeniosas, tan creativas, poco ortodoxas y convincentes como las propias canciones. Y su forma de tocar la guitarra (solista y rítmica), que Bob Dylan calificó como «fearless«, es decir, sin miedo alguno. Esta canción, y su creación, fue trascendental en su vida y en la de Annie por muchas razones. Lo que comenzó como una especie de experimento de música, sonido, colaboración y amor, condujo a la fórmula perfecta para grandes composiciones y discos exitosos.

Redondeando lo explicado, «Sweet Dreams» no solo fue un éxito número uno para Eurythmics, sino que tuvo una influencia decisiva en el sonido de los discos en ese momento, detalle que no pasó desapercibido para mucha gente, entre ellos Tom Petty, que quiso trabajar con Dave y juntos crearon «Don’t Come Around Here No More», con un sonido diferente a cualquier disco de los Heartbreakers. Esto demuestra la certeza de una antigua máxima que es crucial para componer canciones: las limitaciones crean posibilidades. En lugar de verse obstaculizado por cualquier restricción, uno puede percibir las dificultades como un rompecabezas por resolver. En 1982, hacer un disco de este nivel en un pequeño estudio casero era imposible. Pero no para Dave y Annie, para quienes hacer lo imposible siempre parecía posible. Y divertido.

EL SUEÑO DEL PIBE (Y DE LA PIBA). Dave conoció a Annie cuando era camarera en una tienda naturista. Nació el amor y se convirtieron en pareja. Juntos se unieron a The Tourists, una banda que tuvo sus quince minutos de fama en Inglaterra y que armaron incialmente junto al guitarrista Peet Coombes, para luego sumar al bajista Eddie Chin y al batero Jim Toomey, con los cuales grabaron tres LPs: «The Tourists» (1979), Reality Effect (1979) y «Luminous Basement» (1980) y una docena de singles, entre ellos el famoso «I Only Want To Be With You», hitazo sesentoso de la blonda Dusty Springfield. Cuando Los Turistas se separaron, Annie y Dave también lo hicieron, pero nunca consideraron separarse como socios musicales. Aunque no fue calculado, terminar la ruptura incluso antes de comenzar la banda, a diferencia del síndrome de Mamas And The Papas/ Fleetwood Mac, fue un movimiento brillante en su carrera. Todo comenzó con esta canción, que en el día de la fecha elegimos recordar y homenajear con las palabras de sus creadores, que en el mundo pre-pandémico de diciembre de 2017 le contaron al diario británico The Guardian: pasen, lean y comprueben que casi cuatro décadas después, el sueño continúa…

Annie y yo fuimos a Australia con The Tourists, pero la banda se separó y terminamos sentados en un hotel en Wagga Wagga. Tenía un pequeño sintetizador Wasp negro y amarillo y estaba haciendo sonidos de didgeridoo (N.: instrumento de viento tradicional de los pueblos aborígenes australianos, creado hace más de 2000 años. Se trata de un largo tubo de madera que se hace sonar al hacer vibrar los labios en el interior). Cuando Annie comenzó a cantar, pensamos: «¿Tal vez podríamos hacer música electrónica rara y experimental?».

En el vuelo de regreso nos separamos como pareja, pero seguimos con la música, transportando el equipo en un remolque de segunda mano. En un concierto, tocamos para cuatro personas, condujimos a casa durante la noche en la nieve y tuvimos que detener el auto. Eran las 6 de la mañana y Annie estaba llorando. Me di cuenta de que necesitábamos equipamiento adecuado, así que fuimos a ver al gerente del banco. Sentado en su oficina, éramos esta extraña pareja. Yo estaba tomando speed. Annie no. Sorprendentemente, el tipo nos prestó £5000.

No pude hacer funcionar ninguno de los nuevos equipos. A esta altura, Annie estaba totalmente deprimida. Estaba acurrucada en el suelo en posición fetal cuando conseguí producir un ritmo y un riff. De repente dijo: «¿Qué diablos es eso?» y saltó y comenzó a tocar el otro sintetizador. Entre los dos sintetizadores en duelo tuvimos los comienzos de «Sweet Dreams (Are Made of This)».

Era un ritmo gigantesco, monstruoso, implacable, pero no era una canción. Rápidamente, Annie hizo esta diatriba sorprendente que comenzaba: “Sweet dreams are made of this…” (Los dulces sueños están hechos de esto…). Era alucinante, pero deprimente, así que sugerí la parte de “hold your head up, moving on” (mantené la cabeza erguida, seguí adelante) para hacerlo más edificante.

Pensamos que habíamos hecho algo milagroso, así que nos desilusionamos con las reacciones iniciales de otras personas. La compañía discográfica dijo que no había un estribillo en la canción, por lo que no lo vieron como un single. Pero cuando un DJ de una radio de Cleveland empezó a pasar seguido el tema, los teléfonos de su estudio empezaron a sonar. El sello cedió, el single fue un éxito mundial y se convirtió en el número 1 en los EE.UU.

La gente se volvió loca por el video, que estaba constantemente en MTV. En el clip quise hacer un comentario sobre el negocio de la música, pero también hacer algo con un poco de arte escénico, extraño y onírico. Así que simulamos una sala de reuniones de una compañía discográfica en un estudio en Wardour Street y pusimos ahí una vaca, para representar la realidad. Allí estábamos: Annie y yo acostados sobre una mesa, y esta vaca, que estaba orinando por todas partes.

Salíamos del final de The Tourists heridos y maltrechos. Estábamos enormemente endeudados y me había encontrado con verdaderos monstruos en el negocio de la música. Había vivido en demasiados dormitorios y estaba desesperadamente infeliz. Habíamos sobrevivido, ponele, pero fue difícil. Sentí que estábamos en un mundo de sueños, que lo que sea que perseguíamos nunca sucedería. Todo esto está volcado en «Sweet Dreams»

Estaba tratando de ser lo opuesto al cliché de la cantante femenina. Quería ser tan fuerte como un hombre.
Desde la primera línea, esta no es una canción feliz. Es oscura. La frase “Sweet dreams are made of this” (Los dulces sueños están hechos de esto), básicamente soy yo diciendo: “Mirá en qué estado estamos. ¿Cómo podría empeorar?”… Me sentía muy vulnerable. La canción era una expresión de cómo me sentía: sin esperanza y nihilista.

“I travelled the world and the seven seas, everybody’s looking for something” («Viajé por el mundo y los siete mares, todo el mundo está buscando algo») se trata de cómo todos estamos en este estado perpetuo de búsqueda. Se trata de sobrevivir al mundo. No es tanto una canción normal como un mantra extraño que da vueltas y vueltas, pero de alguna manera se convirtió en nuestro tema principal.

Queríamos que nuestras declaraciones visuales fueran fuertes y poderosas, porque sabíamos que quedarán para siempre. Usé un traje en el video con mi cabello recortado. Estaba tratando de ser lo opuesto al cliché de la cantante femenina. Quería ser tan fuerte como un hombre, ser alguien igual a Dave y ser percibida así. Usar pelucas y quitárselas de nuevo habla sobre las afectaciones que las mujeres crean para volverse aceptables o hermosas para los hombres, sobre quitarse las máscaras y cómo nada de todo eso es auténtico.

El público no siempre entendió eso, o no entendió la ironía. Debido a frases como como “Some of them want to use you … some of them want to be abused” (Algunos de ellos quieren usarte… algunos de ellos quieren ser abusados), muchos piensan que la letra se trata de sexo o sadomasoquismo, y no se trata de eso en absoluto. Aparentemente, es la letra más malescuchada del pop británico: mucha gente entiende que estoy cantando “Sweet dreams are made of cheese» (Los dulces sueños están hechos de queso).

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