Productor, jefe de prensa, manager, docente, escritor, periodista… en su larga trayectoria en el mundo de la música, el nombre de Esteban Cavanna ha surgido innumerables veces en diversos roles junto a figuras de la talla de Los Fabulosos Cadillacs, Riff, Los Violadores, Charly García e incluso James Brown. A punto de comenzar una serie de cursos online sobre management, Esteban se hizo unos minutos para contarle a MADHOUSE sobre los mitos en el oficio de representante, la industria musical post pandemia y su rol de biógrafo de Los Cadillacs y Los Violadores. ¡Tengan sus papeles en regla, que arrancamos!

¿Qué nos podes contar sobre el curso de management y marketing musical que estás dictando online?

El curso está orientado a comprender la gestión y producción de recitales y eventos en vivo, el management y sus diferentes áreas y la coordinación y puesta en marcha de la prensa y difusión de los mismos. En esta oportunidad, como docente, creo que la inquietud de cualquier profe dentro del aula debe ser cómo el estudiante puede aplicar los conocimientos adquiridos durante el tiempo que se generaron los diferentes contenidos, reforzando la estructura en el proceso de aprendizaje. Ese es el gran desafío.

¿Cómo se encara el rol del manager en esta etapa tan particular que atraviesa la música debido a la pandemia?

Creo que la mejor manera es aprovechar estos momentos de incertidumbre para capacitarse, algo que no pudimos hacer nosotros cuando empezamos, porque no existía esta posibilidad. Capacitarse tiene que ver con poder resolver -de antemano- cientos de cuestiones que se presentan cuando salimos al ruedo y que si no se saben previamente, corremos el riesgo de fallar en vivo, o planeando los números de un show. Y ahí ya es tarde.

MANAGERS DE ANTES VS. MANAGERS DE AHORA

¿Qué diferencias encontrás en el rol de un manager «tradicional» y el que ocupa hoy en día?

Las tareas básicas son las mismas: contratos, riders, horarios, pólizas y trabajar mucho para que las cosas sean armónicas y ordenadas. Y ser un gran psicólogo. Mientras otras especialidades han ido profesionalizándose y cuentan con cursos de capacitación propios, como pueden ser las que tiene que ver con aspectos técnicos, el manager siempre fue un personaje que aprendió su oficio de una manera dolorosa, a prueba y error, evolucionando en un ambiente de alta competitividad. En otros momentos y hablando de bandas emergentes, uno como manager no sabía cuánta gente iba a ir a cada uno de los shows que producía, porque nadie sabía eso con certeza. A algunos shows podían ir 100, a otros 300, y a otro 22. Y ahí tenías que poner plata para pagar el flete, el operador de sonido, etc. Hoy las redes te dan un parámetro más certero porque sabés cuánta gente te sigue, a cuántas personas les gusta lo que hacés, y hay otras posibilidades de monetizar además de la venta de tickets, que obviamente es la mejor y la más directa para el artista.

En relación a esto, en Argentina la imagen del manager siempre tuvo un carácter controversial. ¿Esto es un mito o una realidad?

Es un mito ridículo, alimentado por el desconocimiento. Cuando empezaron, Los Violadores la re pegaron. Y había varias otras bandas similares que venían presentándose en el circuito de bares, igual que ellos. Pero ellos adquirieron visibilidad y muchísimo público, primero porque tenían mejores canciones y segundo porque incorporaron un mánager que consiguió y ordenó el trabajo. Y así llegaron al circuito de discotecas, a Uruguay, Chile y Perú. Y todo eso sin internet ni redes, sólo agitando desde un teléfono de línea y viajando a cerrar los shows con discos y fotos bajo el brazo. Lo mismo con Los Cadillacs y con muchas otras bandas que decidieron incluir un manager, lo cual no implica darle el control absoluto del manejo, sino por el contrario, sumar un socio al equipo para gestionar cosas de una manera ordenada y continua. Creo y sostengo que es necesario aprender a hacer concesiones, lo cual no significa necesariamente transar.

¿Qué vaticinás con respecto a los shows nacionales e internacionales bajo la impronta de «la nueva normalidad»?

La «nueva normalidad» es un pelotazo por donde lo miremos, pero tiene un lado positivo que es el de agudizar la creatividad, aprender a generar y mantener vínculos e inventar otros contenidos, que de ninguna manera remplazan el show en vivo. En medio de la pandemia, la productora BigHit Entertainment, responsable del K-Pop de BTS y TXT, obtuvo 756 mil personas conectadas en Bang Bang Con: The Live, el 14 de junio… ¿Cuántos estadios de River son 756 mil entradas? Una de las claves es aprender a generar visibilidad en redes y plataformas, de manera muy profesional, haciendo las debidas concesiones (porcentajes, por ejemplo). Es necesario deconstruir ese mito ridículo de no sumar socios comerciales, porque supuestamente «se quedan» con algo tuyo.

VIOLADORES, BRUJOS Y PISTOLAS

¿Tuviste una banda preferida a la hora de dirigir su carrera comercial y artística? ¿Cuál fue tu mayor logro?

Como Productor Artístico, en Sony Music, trabajé mucho en el desarrollo y posicionamiento de Babasónicos, Pilsen y Los Brujos. No sé si fueron «preferidos», sino que en ese momento sentí que necesitaban la estructura que podía brindarles una multinacional, con la intervención de alguien que supiera lo que había que hacer y defendiera sus presupuestos para grabar y demás. Como mánager, creo que con Los Violadores hicimos cosas muy buenas para la banda: tres shows en Obras con los Ramones, giras, discos… Con Pilsen grabamos un tremendo disco con varios artistas internacionales que traíamos a Buenos Aires con un socio alemán, y grabamos en Brasil con el ladrón del siglo: Ronald Biggs. Y el siguiente disco, «Bestiario», conseguimos que lo produjera Steve Jones, guitarrista de los Sex Pistols, con quien también tocaron en vivo. Esas no son medallas, eso es gestión. Una vez conocí a una banda genial integrada por tres actores y cinco músicos, que hacían canciones de estilo balcánico, tipo Kusturica. Pero también tocaban chamamé, pericón y klezmer. Ponían a bailar a todo el mundo, literalmente, pero no lograban hacer más de un show cada quince días porque no conseguían organizarse, armaban todo de una manera demasiado autogestiva, sin tener el mínimo conocimiento. Si uno trabaja para cualquier proyecto durante dos horas diarias, suceden ciertas cosas, si trabajás diez horas suceden otras muy diferentes, como conseguir cinco shows por semana, todos con cachet, viajando por lugares del país a los cuales es difícil llegar por primera vez, y mucho menos sin disco. Es muy importante que persistan políticas culturales más allá de quien gobierne, y quiero destacar también la labor  de gestión que hace la gente de ACMMA y el INAMU, a favor del artista, brindando asesoramiento y capacitaciones.

¿Qué recordás de las biografías de Violadores y Los Fabulosos Cadillacs y cómo ves esas obras a la distancia?

Los recuerdo como una gran militancia under y autogestiva, muchos años de reportajes con grabadores a pila, recuerdo ir con la mochila a dejarlos en consignación a cuevas, ferias y disquerías. A partir de 2015 el libro de Violadores fue publicado por la editorial Piloto De Tormenta, tuvo una re-edición en 2017 y habrá una nueva (muy mejorada y actualizada) en 2021. La bio de Cadillacs salió en 2008 por una editorial independiente, se vendió muy bien. Un nuevo libro sobre la banda está terminado y a la espera de que la editorial Planeta decida publicarlo.

ASOCIACIÓN LIBRE (o lo primero que aparece por la mente del manager)

  • GESTIÓN: Desafío.
  • MUSICA:  Disparadores.
  • DOCENCIA:  Compromiso.
  • DIFUSION:  Estrategia.
  • UN LUGAR:  California.
  • UNA ÉPOCA:  La actual.
  • UNA BANDA: Los Violadores / Los Fabulosos Cadillacs.
  • MANAGER:  Mundy Epifanio / Alejandro Taranto.

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