«Que veinte años no es nada», canta el tango. ¿Y 40? Algo deben ser, al menos para «A Forest», uno de los temas más emblemáticos de The Cure, que acaba de cumplir cuatro décadas. La historia de esta pequeña gran obra maestra de los climas y las tensiones ya desde el vamos se diferenció del resto de las que lo acompañaron en el disco donde apareció originalmente y ha resistido la prueba del tiempo con altísima dignidad. En el día de su aniversario, los invitamos a perderse en el bosque de sus orígenes… y encontrar la punta de la madeja. Si pueden, como dice la letra.
El 8 de abril de 1980, The Cure lanzó el single de su famoso tema “A Forest”, coproducido por Mike Hedges y perteneciente al –por entonces- nuevo álbum de la banda, “Seventeen Seconds”. Su lado B fue «Another Journey By Train» (una nueva versión instrumental del «Jumping Someone Else’s Train»). Sin embargo, «A Forest» no era inicialmente el título de la canción, ya que se recicló a partir de «At Night». Escuchen a continuación la primera grabación en vivo que se conoce de este tema, en el concierto que The Cure ofreció en la New University de Birmingham, el 28 de noviembre de 1979.
«A Forest» fue la última canción grabada y el único single lanzado para “Seventeen Seconds”, transformándose en lo que fue la primera obra maestra de The Cure, muy distante incluso de grandes composiciones previas como «Killing An Arab» o «Boys Don’t Cry», por citar un par. Como antecedente, hay que decir que Smith no estaba particularmente enamorado del álbum previo “Three Imaginary Boys” (1979). El sello de la banda, Fiction, tuvo la última palabra en la lista de canciones y el arte de tapa, y tampoco sonó bien. «Ni siquiera me gustaba en ese momento», admitió el cantante: «Hubo críticas de que era muy liviano, y pensé que estaban justificadas». Mucho más interesante fue el sonido de los compañeros de gira Siouxsie y los Banshees, para quienes Smith colaboraba como guitarrista, experiencia que le dio vuelta la cabeza: “Era todo tan diferente de lo que hacíamos en The Cure… Antes de tocar con ellos, yo quería que fuéramos como los Buzzcocks o Elvis Costello, los Beatles punk digamos. Pero ser un Banshee realmente cambió mi actitud hacia lo que venía haciendo». Lo cierto es que con su segundo álbum, “Seventeen Seconds”, The Cure hizo su primera incursión en el rock gótico. Y ninguna otra canción en el álbum se siente más bañada por la magia oscura que “A Forest”.
«Quería hacer algo que fuera realmente atmosférico, y tiene un sonido fantástico», dijo Smith a la revista Rolling Stone en 2004. «[El jefe del sello] Chris Parry me dijo: ‘Si lográs que este sonido sea amigable para la radio, tendrás un gran hit tus manos. Le dije: ‘Pero así es como suena. Es el sonido que tengo en mi cabeza. No importa si es amigable con la radio'»… Fue lo suficientemente amigable como para convertirse en su primer éxito real en Inglaterra; el single recibió una recepción crítica mixta, aunque comercialmente sus ventas fueron una mejora para la banda. A principios de 1980, pasó ocho semanas en el ranking del UK, llegando al número 31 el 12 de abril de ese año, logrando el puesto más alto en ese momento de su carrera. En los EE.UU. la canción alcanzó el número 47 en la lista Billboard Dance Music / Club Play Singles.
En la actualidad, el grupo ha tocado este tema en vivo más de 1000 veces, más que cualquier otra canción en su vasto catálogo. Esta canción representó varias novedades para la banda: les ganó su primera aparición en el programa Top Of The Pops de la BBC; el álbum también es el único que presenta a Matthieu Hartley en los teclados exclusivamente; finalmente, fue el primer tema de Cure que se lanzó en el formato de 12 pulgadas: la versión alternativa de 7 pulgadas omite la introducción inicial de guitarra y teclado, algunos acordes entre los versos y se esfuma antes en el final del solo de guitarra, haciendo que el tema resulte dos minutos más corto.
«Queríamos que el tema fuera bastante ornamentado», dijo Mike Hedges acerca de la producción, «y terminó siendo la canción más producida en el álbum. Para mí, siempre sonó como un single. Todos pensamos que era una canción increíble -me encantaba la línea de guitarra- pero también pensamos que tomaría un poco más de trabajo que las demás. De hecho, las otras canciones de inmediato sonaron completas, mientras que ‘A Forest’ requirió varios overdubs».
Quizás la dirección más oscura que luego se conocería como «el sonido arquetípico de Cure», fue influenciada por el show de la banda con Joy Division el 4 de marzo de 1979, o tal vez fue la temporada que Smith pasó como guitarrista en Siouxsie & The Banshees después de la partida de Kenny Morris y John McKay. Una cosa es segura: la inclusión de Simon Gallup en el bajo cambió las reglas del juego, al reemplazar en ese instrumento al fundador Michael Dempsey, quien dejara la banda para unirse a The Associates. Gallup diría más tarde que su sonido en “A Forest” estuvo fuertemente inspirado por The Stranglers, cuyo bajista Jean-Jacques Burnel fue una gran influencia para él. El reclutamiento de Matthieu Hartley en los teclados para el disco también fue la introducción de una parte integral de la naturaleza atmosférica del sonido de The Cure, que permanece hasta nuestros días. Hartley se había unido a la banda junto a Gallup después de que ambos tocaran con las bandas Lockjaw y Magazine Spies.
Smith continúa pensando que es uno de los mejores trabajos de su carrera; lo único que ha variado desde 1980 es que se retractó de la historia de que para escribirlo se inspiró en un sueño que había tenido de pequeño sobre perderse en el bosque, pero el tema tiene algo que suena como un cuento de hadas retorcido: el murmullo macabro del órgano, las guitarras fantasmales, los repentinos destellos de sintetizador, el clima sofocante y ominoso. «De repente me detengo, pero sé que es demasiado tarde», jadea un Smith asustado. «Estoy perdido en un bosque, solo», frases que hacen sentir al escucha la misma inquietud que él. En última instancia, con «A Forest» The Cure allanó el camino para una nueva generación de bandas de cold wave, post-punk y góticas, y sentó las bases para lanzar tres de sus mejores discos: “Seventeen Seconds”, “Faith” y “Pornography”. Pero esa es otra historia. Les dejamos la de hoy para que recuerden o redescubran (según el caso), disfruten… y compartan.
BONUS TRACK: Esta canción fue también el telón de fondo detrás de un famoso incidente. En el Festival Werchter de 1981 en Bélgica, The Cure tocaba antes que Robert Palmer y ya estaban por terminar su set cuando Palmer, aparentemente cabreado por la extensión del show y ansioso por salir a escena a horario, trató de que su equipo apurara a The Cure para que se fuera del escenario. Robert Smith respondió informando descaradamente a la multitud que ya no podían tocar… y luego interpretó una versión extra larga de 9 minutos de «A Forest». Simon Gallup puso la cereza en la torta gritando «Fuck Robert Palmer!» ante el público que los aclamaba… Gracias a la magia de la internet (y de Youtube), les dejamos este invaluable momento de la historia de The Cure para que lo aprecien cuantas veces quieran.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).