Mientras seguimos reponiéndonos de todas las penurias pasada en 2020, el comienzo de este nuevo año parece indicar que las buenas noticias también van a escasear. Prueba de ello es el sorpresivo anuncio del fallecimiento de Sylvain Sylvain, miembro de los legendarios e influyentes New York Dolls, acontecido ayer 13 de enero, justo un día antes del 29º aniversario de la desaparición del batero Jerry Nolan, que también integraba el grupo. La noticia se anunció a últimas horas de hoy jueves 14/1 y está recorriendo las redes sociales como reguero de pólvora. Los tristes (y escasos) detalles de este suceso, a continuación.
La lamentable noticia se conoció a las 23 hs. de nuestro país, publicada en la cuenta del músico en Facebook. El comunicado escrito por su viuda, Wanda O’Kelley Mizrahi, vino acompañado de una carta del guitarrista Lenny Kaye (destacado miembro del Patti Smith Group), y dice así:
«Sylvain Sylvain Mizrahi
Descansa en paz
14 de febrero de 1951 ~ 13 de enero de 2021
Como la mayoría de ustedes saben, Sylvain luchó contra el cáncer durante los últimos dos años y medio. Aunque luchó valientemente, ayer falleció a causa de esta enfermedad. Mientras lamentamos su pérdida, sabemos que finalmente está en paz y sin dolor. Suban el volumen de su música, enciendan una vela, digan una oración y enviemos a este hermoso doll (muñeco) a su camino.
Lean esta carta escrita para Syl por Lenny Kaye
SYL: Una apreciación
Lenny Kaye
Sylvain Sylvain, el corazón y el alma de los New York Dolls, portador de Teenage News, pasó a su próxima encarnación astral el miércoles 13 de enero de 2021.
Syl amaba el rock and roll. Su alegría en el escenario, su sonrisa radiante mientras machacaba su guitarra, revelaba la sensación de asombro que debió haber sentido a sus 10 años, emigrando de su El Cairo natal con su familia en 1961, el barco llegando al puerto de Nueva York y viendo la Estatua de la Libertad por primera vez.
Fue él quien miró al otro lado de Lexington Ave. y vio la señal para el hospital de los New York Dolls. Syl y un amigo de la secundaria, Billy Murcia, estaban entonces en el negocio de los trapos, los apropiadamente llamados Truth and Soul, suéteres tejidos a mano con actitud rockera. Al conectarse con otro compañero de clase, John Genzale, y luego, como hacen las bandas, con Arthur Kane, David Johansen y Jerry Nolan, se convirtieron en un quásar en el firmamento del rock; personificando el trash, glam, garage-to-punk, la afirmación ambisexual de la música tocada más fuerte.
Tuvo el rol de eje del grupo, manteniendo con precisión los satélites giratorios de sus compañeros. Aunque trató valientemente de mantener a la banda en marcha, al final, la fábula moral de los Dolls los abrumó, no antes de sembrar una influencia que engendraría muchas generaciones de rock por venir.
Los New York Dolls anunciaron el futuro, hicieron que sea fácil bailar. Desde el momento en que vi por primera vez aparecer su afiche en la pared del Village Oldies en 1972, anunciando una residencia en el Mercer Hotel calle arriba, a través de su ascenso meteórico y el apagón de estrellas fugaces, los New York Dolls fueron el núcleo acalorado de la música que adoramos, la banda que te hace querer formar una banda.
Syl nunca se detuvo. En su línea de vida en solitario, fue recibido en todo el mundo, desde Inglaterra hasta Japón, pero sobre todo en los antros de rock de la ciudad de Nueva York, que es donde lo encontré hace un par de años en el Bowery Electric. Aún seguía siendo Syl. Sus rulos tipo sacacorchos, su empuje incansable, exultante de vivir su sueño, pidiendo a la gente que cante, y así lo haremos. Sus nombres gemelos, reflejados, se convierten en nosotros.
Gracias Sylvain x 2, por tu corazón, tus creencias y la forma en que machacabas ese acorde de E. Dormí, Baby Doll».
Repasando la vida y milagros de este influyente músico de una de las bandas más influyentes de todos los tiempos, su nombre original fue Sylvain Mizrahi (siempre negó los rumores de que su verdadero nombre era Ronald) y nació en 1951, el día de San Valentín, en El Cairo, Egipto, hijo de una familia de ascendencia judía. Su padre trabajaba como banquero y la familia estaba económicamente bien. Syl recordaba con cariño cómo paseaba por El Cairo en el gran Buick de su tío Ralph: «¡Eso fue muy divertido!» Pero ese recuerdo temprano está entrelazado con detalles políticamente dolorosos: «A principios de la década de 1950, nuestra criada nos llevaba a ver los desfiles. Eso fue antes de que [el presidente egipcio Gamal Abdel] Nasser asumiera el cargo. Cuando el rey Farouk estaba presente, la ley era que no podías tener un auto rojo. ¡Él era el único tipo con un auto rojo! Cuando veías un auto rojo, sabías que era el Rey. Lo sacaron a patadas; nos echaron a todos. después de la crisis del Canal de Suez». Sorprendentemente, incluso en ese entonces, la cultura pop estadounidense estaba disponible para el consumo en Egipto, y el pequeño Sylvain lo absorbió todo con entusiasmo. «Toda mi onda era muy americana», afirma. «Las películas, Coca Cola, Marilyn Monroe, patines, chicle Bazooka… y todas las locuras, como el hula hoop».
La crisis del canal de Suez acontecida en 1956 hizo que los Mizrahi huyera de Egipto.»Las cosas se pusieron realmente mal», contaba Syl. «Ser judío en ese momento era muy, muy malo. Durante la crisis, todos mis familiares tuvieron que reunirse y vivir en un solo apartamento. Luego, el gobierno nacionalizó todo lo que teníamos, así que nos vimos obligados a irnos. Ya sabes, no fue que te echaran, pero ya no tenías nada. Y cuando ibas por la calle, gritaban: ‘¡Yahudi! ¡Yahudi!’, que es ‘judío’ en árabe».
Sylvain tenía solo siete años cuando su familia emigró a Francia. «Francia fue el primer país que nos acogió», explica. «Y nos volvimos casi como ciudadanos franceses». Allí vivió en el colorido barrio parisino de Montmartre, donde su cabeza se abrió a una nueva vida y a todo tipo de experiencias, muchas de ellas con el atractivo eterno de lo prohibido: «Había muchos marroquíes, argelinos… una mezcla total. A finales de los 50 y principios de los 60, Montmartre era como el Greenwich Village de París. ¡Lo más grosso era que veía amantes besándose por todos lados! No podía creerlo. ¡Era como en las películas! Porque en Egipto no se podía hacer eso, estaba prohibido. Y recuerdo a las chicas con impermeables azules, y a los tipos con impermeables sin cinturón».
También fue entonces cuando escuchó por primera vez el rock ‘n’ roll estadounidense. «Uno de mis tíos estaba loco por los músicos negros estadounidenses», recordaba Syl. «Tenía muchos discos de Ray Charles. Creo que fue la primera vez… Y también tenías a los franceses copiando a los estadounidenses, como Johnny Hallyday y había una banda llamada Les Chaussettes Noires. Esos tipos eran los más modernos; eran como los Ventures of France. Estaban haciendo todo este tipo de cosas de Elvis, y lo hacían muy bien. Entre eso y la colección de discos de mi tío, ¡sentí ganas de tocar rock’n’roll!». Su sueño comenzó a cumplirse cuando en 1961 la familia obtuvo sus visas para venir a Estados Unidos. Pero no podían simplemente mudarse a cualquier lugar: había ciudades designadas donde el Comité Judío Americano ayudó a asentarse a los nuevos inmigrantes: de toda una lista, sus padres eligieron Buffalo, porque estaba en el estado de Nueva York, ciudad a la que anhelaban llegar.
Tras un breve tiempo en Buffalo, donde los Mizrahi lucharon por adaptarse al intenso frío invernal y al racismo (Sylvain recuerda: «Lo primero que me preguntaron los chicos de mi nueva escuela fue, ‘¿Hablás inglés?’, no, les dije; ‘Fuck you!’, me respondieron… ¡esa fue una de las primeras cosas que aprendí a decir!»), en 1962 se mudaron a Nueva York, primero a Brooklyn y luego a Queens. Allí profundizó su amor por la música, primero con los girl group que estaban de moda, como las Ronettes, y luego por supuesto con los Beatles, a quienes descubrió (a poco de cumplir trece años) en su famosa aparición en el Show De Ed Sullivan: «¡Dios, toda esa revolución!», recordaba entusiasmado. «¡Fue una gran época! Quiero decir, para la música no había nada como eso. Estoy muy orgulloso… Veo pibes influenciados por lo que hice, las cosas que ayudé a hacer, y eso es realmente bueno. Pero nada fue como esa época. Ese momento en particular. El impacto que tuvieron los Beatles… ¡Jesucristo! ¡Lo cambiaron todo!». Y fueron los Beatles los que decidieron la carrera de Syl: «Lloré mucho, pero finalmente conseguí esta gran guitarra acústica española. ¡Esa fue mi primera guitarra! Lo juro, debo haber llorado durante seis meses para tener a esa hija de puta. Mi mamá finalmente dijo: ‘Se va a morir si sigue llorando. Cómprensela'».
Ya en la secundaria Van Wyck Junior High, comenzó a trabajar en un bazar que era propiedad de uno de sus tíos («vendía todo tipo de basura, desde guitarras japonesas hasta tostadoras y cámaras fotográficas») y allí se le unió su compañero de clase, Billy Murcia, otro inmigrante procedente de Colombia. En 1965 Syl y Billy se pasaron a la Newtown High School, donde conocieron a un pibe llamado John Genzale, del cual se hicieron buenos amigos; poco después, Sylvain se mudó al sótano donde vivía Billy y allí comenzaron su aprendizaje para hacerse músicos. «Billy probó con la batería y yo con mi primera guitarra eléctrica, y empezamos a ensayar con un pequeño amplificador. La primera canción que aprendimos fue ‘Wipe Out'». En 1967 formaron su primera banda, The Pox (con influencias de Hendrix y The Yardbirds), junto a la leyenda local Mike Turby. Llegaron a grabar un tema, pero dos años después se separaron.
Mientras seguían tocando con diversos músicos, el dúo comenzó su propio negocio, haciendo suéteres coloridos bajo el nombre Truth and Soul. «¡Nuestra empresa de suéteres era muy popular!«, aseguraba Syl. «Los hacíamos a mano, con un telar. Women’s Wear Daily nos presentó, y estábamos vendiendo a todas las tiendas hippies de Nueva York». Truth and Soul incluso estuvo en el festival de Woodstock, donde vendían sus suéteres psicodélicos desde un puesto ubicado en algún lugar «entre dos árboles». Posteriormente, los jóvenes emprendedores vendieron su marca a Nausbaum Knitting Mills y se fueron a Europa. Mientras Billy tomó su parte de las ganancias y voló a Ámsterdam, Syl pasó el resto de 1969 y la mayor parte de 1970 en Londres, donde compró amplificadores Marshall, se compró lo último en moda británica y vio a los legendarios Tyrannosaurs Rex de Marc Bolan en el Roundhouse.
De vuelta al sótano de Billy en Nueva York, en 1970, el dúo comenzo a ensayar con Genzale, que tras usar el nombre artístico Johnny Volume se había decidido por Johnny Thunders (por un personaje de historietas) y empezó tocando el bajo. Durante un breve período en el comercio minorista, Syl trabajó en el muy de moda negocio de ropa The Different Drummer en Lexington Avenue, vendiendo jeans a estrellas como Janis Joplin y Brigitte Bardot. Y no pudo evitar notar un letrero en el edificio al otro lado de la calle: «New York Doll Hospital» (literalmente, un «hospital» que arreglaba muñecas rotas): la genesis del grupo comenzaba… «Billy y yo veíamos ese letrero todo el tiempo, y pensé que sonaba bien», explica Syl. «Busqué un sonido. Ni siquiera sabía sobre la película. No sabía que Dolls era el slang para decir pastillas. Simplemente pensaba que Dolls era un nombre que sonaba genial. Y siempre me quedó grabado, DOLLS. Y recuerdo que les dije eso a los muchachos. Pero nunca le puse el New York». (El mérito de agregar el prefijo NY también se ha atribuido a Johnny y Arthur en varias ocasiones).
a Brigitte Bardot y a Janis Joplin: mejor, imposible
Y así como el cocodrilo que duerme es cartera, el músico que se va a Londres de vacaciones de verano queda afuera: durante la ausencia de Syl, los New York Dolls se formaron sin él. Las versiones más serias coinciden en que el bajista Arthur Kane y su mejor amigo, el guitarrista George Fedorick (también conocido como Rick Rivets) habían vuelto a Nueva York desde Amsterdam y reclutaron a Johnny para su banda, que fugazmente se llamó Actress; en esa misma movida, el guitarrista sumó al grupo a su amigo Billy. Muy poco después, se sumó David Johansen. Poco después, empezaron a usar el nombre Dolls; el retornado Sylvain recuerda que no se preocupó demasiado en ese momento: «Todavía estábamos todos juntos. Y yo estaba trabajando; estaba haciendo más suéteres y espectáculos de boutique. Así que estaba un poco ocupado. Y sabía que era mi banda de todos modos; yo era parte de eso. No es que los estuviera presionando…». Si bien es posible que no haya presionado por ocupar el lugar que le correspondía en el grupo, sí les hizo una sutil advertencia: “Les dije: ‘Van a tener que encontrar otro nombre porque Dolls es mío’. Y Billy lo sabía».
En la víspera de Navidad de 1971, los embrionarios New York Dolls (menos Syl) hicieron su debut en Endicott, un sórdido hotel de caridad al otro lado de la calle de la tienda de alquiler de bicicletas en la que ensayaban. «Eso no fue un show en absoluto», responde Syl. «¡No fue nada! La gente supo del show porque les dijimos que era nuestro primer concierto, de lo contrario nadie se hubiera enterado. Las únicas personas que estaban allí eran de la asistencia social, y estamos hablando de adictos perdidos. ¡Era un hotel de asistencia social hotel en los 70!». Cuente o no como un show oficial, el Endicott marcó la primera y última aparición de Rick Rivets con los Dolls. Poco después, Rick salió y Syl entró: «Habrán sido dos o tres meses que jugaron juntos, como mucho», dice. «Creo que Rick bebía demasiado, cosas así. Era ese tipo de persona que se equivocaba. Los demás me llamaron un día y me dijeron: ‘¿querés tocar?’ Y yo dije: ‘Claro’. Y así empezó todo».
Aunque el volante que ven aquí arriba y que anuncia «Benefit Boogie» (Beneficio en ayuda de la activista Dana Beal)» no incluye a los Dolls entre las bandas de la noche, el sitio web From the Archives afirma que este concierto del 4 de febrero de 1972 en el hotel Diplomat marcó su primera presentación oficial. A partir de allí, Sylvain tocó con los Dolls desde 1971 hasta la disolución final del grupo en 1975, grabando en el proceso dos recordados álbumes: «New York Dolls» (1973) y «Too Much Too Soon» (1974). Intencionalmente provocativos y tomando su guardarropa de las tiendas de ropa femenina de segunda mano en el Lower East Side de Nueva York, con la experiencia de Sylvain y la experiencia de Murcia en moda, las Dolls causaron sensación desde su formación en adelante. «La razón por la que los Dolls se juntaron fue por el aburrimiento con la norma de entonces, que era la era del rock en estadios», dijo Sylvain a Brooklyn Vegan en 2006. «Los solos de batería de 20 minutos, canciones que eran una gran opereta… Esos grupos eran un poco aburridos, habían perdido su atractivo sexual».
La tumultuosa y fugaz historia de la banda siguió adelante, con el trágico fallecimiento de Murcia en 1972 y la incorporación de Jerry Nolan (Peter Criss y Marc Bell, que luego brillarían en Kiss y Ramones, también audicionaron para el puesto). La portada del álbum debut homónimo los mostraba en su totalidad, pero la música en el interior era rock and roll hecho y derecho, con influencias que mezclabanlos riffs duros de MC5 junto con el pop de los girl groups de principios de los 60 más la actitud y el acento de Nueva York. Con canciones como «Personality Crisis», «Trash» y «Looking for a Kiss» y una producción nítida de Todd Rundgren, con quien el grupo luchó constantemente (aunque luego reconocieron que hizo un gran trabajo), el debut sigue siendo un álbum monumentalmente emocionante, más allá de que las opiniones polarizadas que produjo en ese momento se reflejaran en el hecho de que los Dolls fueran votados como el mejor grupo nuevo y el peor grupo nuevo en una encuesta de lectores de la revista Creem (!).
Como era de esperar, el interior estadounidense no estaba preparado para este tipo de grupo, y la banda sobrevivió con los shows en vivo que logró hacer para apoyar el álbum. Su segundo trabajo, fue producido por el veterano de grupos femeninos Shadow Morton y careció de la fuerza y el enfoque del debut, aunque incluyó varias canciones clásicas como «Babylon», «Human Being» y su ardiente versión de «Don’t Start Me Talkin ‘» de Sonny Boy Williamson. Desanimado y conflictuado, el grupo se se vio forzado a aceptar como manager a Malcolm McLaren (que luego saltaría a la fama con los Sex Pistols), quien -como presagio de la provocación que avivaría un par de años después- los vistió de cuero rojo y les dio una onda comunista (Las canciones de esta época están documentadas en el álbum en vivo «Red Patent Leather»).
Dejados de lado por su sello discográfico, la banda siguió adelante a través de una gira fallida antes de que Thunders y Nolan, ambos grandes consumidores de heroína, se fueran para formar los Heartbreakers. Los NYD se disolvieron poco después. Tras la separación, Sylvain tocó en varios de los discos solistas de David Johansen, cantante de los NYD, siendo ambos los dos únicos Dolls que permanecieron en el grupo hasta su final. Más tarde armó The Criminals -su propia banda solista- con el tecladista Bobby Blain, el bajista Michael Page y el baterista Tony Machine, este último otro ex NYD (Parte del material de este grupo se recopila en la compilación de 1985 «’78 Criminals») y continuó tocando en la escena de clubes de Nueva York, donde durante un tiempo y para poder pagar las cuentas, también condujo un taxi.
En 1979 consiguió un contrato de grabación con RCA y formó Teenage News, agrupación que incluía a Johansen y sus compañeros de banda Johnny Rao (guitarra) y Buz Verno (bajo), además de Criminal Blain y el baterista Lee Crystal (más tarde en Joan Jett & The Blackhearts). Sylvain grabó un debut homónimo ese año, un producto de pop/rock tradicional altamente melódico con variadas influencias. Luego lanzó «Syl Sylvain and The Teardrops» en 1981, pero como su predecesor, fue un fracaso comercial y Sylvain fue descartado por el sello. Lanzó entonces un single independiente en 1984, «This Is It», que tampoco gozó de mayor suceso. Sylvain se mudó a Los Ángeles a principios de la década de 1990 y allí grabó un disco, «Sleep Baby Doll» (1998) para Fishead Records, junto al baterista Brian Keats (Phantom Chords de Dave Vanian), el bajista Speediejohn Carlucci (The Fuzztones / Speedies) y el guitarrista Olivier LeBaron, además de colaboraciones de Frank Infante de Blondie y Derwood Andrews de Generation X. Este disco fue reeditado como «New York’s Au Go Go».
A finales de los 90 se asoció con la banda de punk de Los Ángeles The Streetwalkin’ Cheetahs para realizar algunas giras y grabaron una transmisión de radio en vivo en KXLU que permanece inédita. En 2004 se reunió con los miembros supervivientes de los New York Dolls, además de Steve Conte, Brian Koonin y Brian Delaney. Arthur Kane, fallecido en ese mismo año, fue reemplazado por Sami Yaffa, conocido por su trabajo en Hanoi Rocks. Esta nueva formación realizó algunas giras mundiales (que incluyeron Argentina) y lanzó tres discos: «One Day It Will Please Us To Remember Even This» (2006), «Cause I Sez So» (2009) y «Dancing Backward in High Heels» (2011). La reunión fue filmada como parte de un documental sobre Arthur Kane que fue lanzado en 2005 como «New York Doll».
Paralelamente a su trabajo con los reformados Dolls, en 2010 se reunió con Cheetah Chrome de The Dead Boys y Rocket From The Tombs y armaron una nueva banda, The Batusis, que produjo un EP autotitulado editado por el sello Smog Veil Records. Posteriormente, el incansable Sylvain se unió al ex Sex Pistols Glen Matlock para el Sex Doll Tour que tuvo lugar entre 2013-2014; al año siguiente, armó una nueva banda llamada Sylvain Sylvain and the Sylvains de Austin, Texas, compuesta por Chris Alaniz (batería), Jason «Ginchy» Kottwitz (guitarra) y Gabriel Von Asher (bajo). Como si todo esto fuera poco, en febrero de 2018 se reunió con Steve Conte, Sami Yaffa y Robert Eriksson para dos citas únicas en Tokio como The Dolls… parecía que la constante formación de bandas y su inagotable amor por la música no tendría fin (ni tampoco su amor por la ropa, ya que relanzó Truth And Soul hace unos años), hasta que el 27 de abril de 2019, Sylvain anunció que tenía cáncer; incluso creó una página de GoFundMe para recaudar dinero para ayudar a pagar el tratamiento. Poco o nada se supo de Sylvain desde entonces, hasta la trágica y repentina noticia de su partida que mencionamos al principio de esta nota…
Mientras el estupor abunda y los tributos de sus amigos, colegas y fans en las redes sociales se multiplican, en MADHOUSE estamos desolados ante la pérdida de tan influyente figura y los invitamos a recordarlo como suponemos a él le hubiera gustado: con su música y con estas palabras: «Alguien me preguntaba el otro día, ‘Si David y vos se mueren, ¿querrías que los nuevos siguieran adelante?'», dijo Sylvain sobre la nueva formación de la banda en 2006. «Y dije que sí. Porque los New York Dolls ya no son solo mi banda o algo que creé. Ahora es la banda del pueblo, por así decirlo. Es su bebé. Después de que perdimos a Arthur, estaba enviando mails a unos amigos y recibí uno de Morrissey (N. Gran admirador de los Dolls, incluso formó un fan club del grupo en Inglaterra cuando adolescente). Me dijo: ‘Sí, deberías continuar y continuar, porque Arthur no solo querría que le contaras al mundo sobre los New York Dolls, sino que también debés contarle al mundo sobre los New York Dolls’… Así es como lo veo ahora, y creo que es algo hermoso». QEPD.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).
