CUENTOS ASOMBROSOS: 16 INCREÍBLES ANÉCDOTAS DE LEMMY KILMISTER

Como bajista, cantante y frontman de Motorhead, Ian Fraser «Lemmy» Kilmister lideró un grupo que se mantuvo firme a traves de décadas de cambio. Mientras sus colegas probaban todos los trucos conocidos para mantenerse modernos, Lemmy se mantuvo fiel a su ideal original. Co-fundó Motorhead como un power trio que mezcló la actitud del punk con el poder del metal, y se mantuvo así hasta la muerte de Lemmy un 28 de diciembre como este pero de 2015. En un camino que lo vio en distintas facetas, Lemmy se movió con notable éxito fuera del marco de la banda que le diera fama, una de las cosas más difíciles de lograr para cualquier gigante musical.

“No puedo decir que me sorprendió cuando el médico me dijo que necesitaba insertar un desfibrilador en mi pecho”, dijo Lemmy Kilmister a Revolver en 2013. “Cuando vivís la vida que viví, siempre tenés que esperar que surja algo así. No fui un buen chico. Me he divertido demasiado»… Así fueron las cosas para Lemmy: el fallecido líder de Motörhead siempre estuvo dispuesto a lidiar con los efectos de un estilo de vida extremo si eso significaba vivir a su manera. Y así vivió, hasta que se puso demasiado enfermo para hacer lo que una estrella de rock, e incluso entonces continuó haciendo música, giras y conciertos casi hasta el final. Para recordarlo y homenajearlo, con todas sus virtudes y defectos, les traemos algunas de las experiencias más salvajes, extrañas y fascinantes de Lemmy, la mayoría de las cuales experimentó entre los años 60 y 90, la época en la que el líder de Motörhead parecía imparable e invencible… pero solo era -y es- inmortal, como lo demuestra el cariño que aún hoy le siguen dispensando sus fans en todo el mundo. Pasen, lean y diviértanse.

ENCUENTRO CERCANO. Mientras estaba en uno de sus conjuntos de principios de los sesenta, The Rocking Vickers, Lemmy no había descubierto todas las emociones del estilo de vida rockero, pero eso no le impidió tener algunas experiencias… extraterrestres, digamos. «En 1966 estábamos regresando por los páramos de Yorkshire y esto, dicho sea de paso, fue antes de que yo empezara a beber cerveza, por lo que no podría haber sido un flashback ácido», recordó en un reportaje. «De golpe una cosa pasó por el horizonte y se detuvo en medio del cielo. Luego pasó de un punto muerto a la velocidad máxima, inmediatamente. Ni siquiera tenemos aviones que hagan eso ahora, mucho menos en aquel entonces. Así que eso me abrió mucho los ojos».

LA ESCUELA DE JIMI. En sus días previos a Hawkwind, Lemmy hizo sus primeras armas como plomo de la gira de la Jimi Hendrix Experience. «Jimi me enseñó a encontrar drogas en los lugares más inverosímiles porque eso era parte de mi trabajo con él», le dijo Lemmy a Revolver. «Así es como aprendí a funcionar con cinco saques de ácido. Pero también aprendí sobre la teatralidad y la actuación. Jimi era cool sin siquiera esforzarse y se movía como una araña elegante. Siempre estaba interesado en la multitud. Hacía chistes malísimo porque estaba pasado de todo. La gente no entendía de qué estaba hablando en los shows… Pero ciertamente fue el mejor guitarrista que jamás hayas visto, probablemente nunca».

SOLO UNA CUCHARADITA. En 1969, antes de que Lemmy se uniera a Hawkwind, un amigo convenció a su novia enfermera de que les trajera un poco de sulfato de anfetamina del dispensario donde trabajaba. La chica trajo accidentalmente un frasco de sulfato de atropina del cual Lemmy -pensando que era speed, una anfetamina muy popular- tomó una cucharadita llena, que según él era «200 veces la sobredosis», y luego todos «se volvieron locos». En sus memorias «White Line Fever», recordó haber hablado con un televisor que sostenía bajo el brazo, luego desmayarse y despertarse en el hospital. «Si hubieramos llegado una hora más tarde, estarías muerto», le dijo el médico. Incluso después de ser tratado, tuvo alucinaciones esporádicas durante dos semanas seguidas (!). Como él mismo lo contó: «estaba sentado, leyendo un libro, y pasaba a la página 42 – pero no había ningún libro».

RUIDOS EN MI. Lemmy hizo una audición para la banda de space rock Hawkwind en agosto de 1971, con la esperanza de conseguir un puesto como segundo guitarrista. Durante un concierto al aire libre en Powis Square en Notting Hill Gate, su bajista no apareció, por lo que el tecladista Dik Mik, a quien le gustaba tomar speed con Lemmy, sugirió que este se encargara de tocar el bajo para la ocasión. «¡Nunca había tocado el bajo en mi vida!», confesó Lemmy en su biografía. Después de subirse al escenario para tocar con Hawkwind, el vocalista y saxofonista Nik Turner le dijo: «Hacé algunos ruidos en Mi. Este tema se llama ‘You Shouldn’t Do That.'». Lemmy superó el show/audición y pasó los siguientes cuatro años tocando el bajo con la banda.

VIAJE HACIA EL ESCENARIO. Después de pasar tres días tomando Dexedrina con Dik Mik, Lemmy y su compañero de banda tomaron Mandrax, un depresor, para disminuir la intensidad de la anfetamina. Pero Lemmy se aburrió, así que mezcló ácido y mescalina y luego tomó más Mandrax. Dik condujo hasta The Roundhouse, el lugar del siguiente concierto, donde tomaron cocaína y ocho Black Beauties (uppers, otro tipo de anfetaminas) cada uno. «Carajo, Mik, no puedo moverme», dijo Lemmy. «¿Y vos?»… Como explicó en su libro, los plomos de la banda los ayudaron a subir al escenario para el show, que fue grabado para el álbum en vivo «Greasy Truckers Party». «Ese fue uno de los mejores conciertos que hayamos grabado», dijo Lemmy entusiasmado. «La zapada entre [el frontman Dave] Brock y yo fue genial. ¡Sacamos ‘Silver Machine’, nuestro único éxito, en ese concierto!»

SE TRAGÓ LA PÍLDORA. En otra ocasión Lemmy y un amigo estaban en un automóvil dividiendo 100 píldoras azules, una mezcla de speed y depresores, cuando un patrullero se acercó a ellos. Ambos se metieron las píldoras en la boca para deshacerse de las pruebas, y la policía no pudo encontrar nada. Esa noche, cuando Lemmy se durmió, su ritmo cardíaco y su respiración se ralentizaron vertiginosamente. «Parecía que había dejado de respirar, aunque no lo había hecho», dijo en «White Line Fever». «Estaba tirado allí con los dos ojos abiertos y muchas dificultades para hablar». Al menos dos personas que estaban con él pensaban que había muerto hasta que se dieron cuenta de que todavía respiraba.

ECHADO POR DROGÓN DE LA BANDA MÁS… DROGONA. En mayo de 1975, Lemmy fue arrestado en la frontera de Toronto con un gramo de sulfato de anfetamina en los pantalones. Pasó una noche en la cárcel y luego recibió una combinación de buenas y malas noticias. «La policía me arrestó por posesión de cocaína pero en realidad tenía anfetaminas», dijo Lemmy. «Fue un cargo injusto, así que tuvieron que dejarme ir». Sin embargo, a pesar de que regresó a Hawkwind al día siguiente, lo echaron después de su próximo show, ya que su experiencia policial no respetó el espíritu del grupo (!). «Si el arresto hubiera sido por tomar ácido, todo hubiera estado bien», dijo. «Pero todo se trataba de la experiencia psicodélica. ¡La banda más cósmica del mundo me despidió por haber sido arrestado por el tipo de drogas equivocado!». La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…

MAGNETISMO ANIMAL. Cuando Lemmy conoció a Phil «Philthy Animal» Taylor en el verano de 1975, nunca imaginó que ese descolocado fumón terminaría en su nueva banda, Motörhead. «Yo estaba con los Hell’s Angels en ese momento, y él solía venir y pegar droga en nuestra casa», contó Lemmy a la web Revolver. «Luego se encendía y se desmayaba y lo despertábamos por la mañana y lo enviábamos a casa. Siempre nos decía que era baterista, pero nunca lo tomamos en serio». Cuando quedó claro que el baterista que Lemmy contrató originalmente (Lucas Fox, que también tocó con los punkies Warsaw Pakt) no funcionaba con la banda en el estudio, el bajista llamó a Taylor. «Phil me dijo: ‘Claro, iré allá y lo haré por vos, carajo’. Lo doblamos en todo nuestro primer álbum excepto en un tema. Demostró ser el maníaco que necesitábamos».

RÁPIDO COMO ESCUPIDA DE MÚSICO. Hubo un período a finales de los 70 en el que el público punk rocker en Inglaterra mostraba su aprecio (o su desprecio al estrellato – los motivos aún siguen debatiéndose) mediante el gobbing, es decir escupiendo a las bandas en el escenario. Motörhead, una de las bandas favoritas de los punks, a veces estaba en el extremo receptor de las lluvias de flema. «Nunca me gustó, pero aceptamos que no podíamos detenerlo», admitió Lemmy. «Una vez vi a un tipo escupir una cosa grande y verde en mi brazo y le copié una frase a Winston Churchill. Me quité la flema del brazo, la froté en mi pelo y le dije: ‘¿Ves eso? Esta noche me daré una ducha y quedaré limpio, pero vos mañana seguirás siendo un gil apestoso'». ¡Chupate esa mandarina!

LA FUNCIÓN DEBE… CONTINUAR. «Algo genial sucedió en los años 70 cuando una chica se subió [al escenario] y me hizo un pete», le dijo Lemmy a la web Inked. El cantante/bajista no detuvo la acción, claro que con un justificativo: «Estaba cantando – bueno, no podía parar, ¿verdad?» (telón rápido)

MAMÁ ME LA ECHÓ TAMBIÉN. Poco antes de comenzar los ensayos del emblemático álbum «Ace of Spades» en 1980, Lemmy se desmayó en el backstage al finalizar un concierto en el Stafford Bingley Hall y tuvo que ser revivido para el bis. En sus memorias, cuenta que estaba agotado por recibir tres mamadas esa misma tarde. «Eso fue cierto, en realidad», dijo. «Había chicas por todas partes, en particular una india realmente linda: ella me hizo dos de las tres». (Telón más rápido todavía)

NO TE HAGÁS MALA SANGRE. Lemmy pensó que 15 años de consumo regular de alcohol y drogas habían hecho mella en su sistema, por lo que decidió hacerse una transfusión de sangre completa en 1980, a la Keith Richards. Se imaginó que sería como un cambio de aceite: lo viejo y lo nuevo. Pero Lemmy se detuvo después de que su médico le hizo algunas pruebas y determinó que reaccionaría mal a la sangre sana. «Me dijo que ya no tenía sangre humana en mi sistema», recordaba decepcionado. «Aparentemente, me había vuelto tan tóxico, principalmente por el speed y el alcohol, que la sangre fresca me hubiera matado».

UNA DE SPINAL TAP. Para la gira de «Iron Fist» de Motörhead en 1982, un equipo construyó un soporte escénico de un puño gigante con focos en la punta de sus dedos, que aparece fugazmente en el video oficial del tema que da nombre al disco. La idea era que la banda comenzara el espectáculo descendiendo del techo en una plataforma y cuando llegara al escenario, el puño se abriría y ellos empezarían a tocar a todo volumen. «Naturalmente, no funcionó bien la primera noche», escribió Lemmy en «White Line Fever». «También nos quedamos atascados al volver a subir. El escenario se elevó hasta la mitad y dejó de moverse y el telón se enganchó en la plataforma… Philthy casi salie de su batería y se cae al precipicio».

MAESTRO DEL VICIO. «Sid Vicious me pidió que le enseñara a tocar el bajo», contaba Lemmy. «Luego de tres días de intentarlo tuve que decirle ‘Sid, no podés tocar el bajo’. Y me contestó ‘sí, lo sé’, bastante deprimido. Dos meses después me encontré con él en un bar llamado The Speakeasy y me dice, ‘Hey, Lem, ¿sabés qué? ¡Estoy con los Pistols!’ y le digo, ‘Pero no podés tocar el bajo’… él solo sonrió y me dijo, ‘Sí, ya sé, ¡pero estoy CON LOS PISTOLS!'». Más allá de lo peculiar de la historia de Sid, Lemmy guardó un buen recuerdo de su alumno: «Fallé con él, era obvio que no podía concentrarse así que me rendí. Pero realmente quería aprender – nunca fue un tipo difícil, fue muy amable conmigo, un buen chabón. Nos hicimos bastante amigos. Pero se metía en muchas peleas; una vez Bruce Foxton de The Jam le cortó la mejilla con una botella».

EL MITO DE LAS NOLAN SISTERS. Una historia que siempre circuló en el ambiente rockero inglés es que Lemmy hizo una orgía con todas las Nolan Sisters (un quinteto vocal femenino irlandés, como unas Osmonds o Jackson Fives) en el backstage del programa Top of the Pops. A pesar de que esto suena como una anécdota digna de una leyenda del rock de los 70 y 80, Lemmy siempre se rió del rumor e insistió en que las hermanas cantantes declinaron todas sus tentativas de acostarse con ellas. «No pasó absolutamente nada», le contó a la revista Q, «pero no fue porque no lo intentara. Eran chicas muy lindas. Nuestro manager quiso intentar algo, pero Linda lo paró en seco. Nosotros se suponía que éramos los más apestosos y ruidosos motherfuckers presentes en el programa, pero estábamos deslumbrados. No podías joder con las Nolan Sisters». Colleen Nolan recuerda a Lemmy de esta manera: «Lemmy era la persona más amable, más inteligente y filosófica que jamás haya conocido; probablemente se estará revolcando en su tumba ahora que he dicho eso. Sin embargo, estaba aterrorizada cuando lo conocí por primera vez en 1981. Yo era una Nolan Sister y él era un guitarrista de heavy metal de aspecto aterrador. Recuerdo lo mucho que amaba a las mujeres y las tetas grandes. Ciertamente estaba fascinado con las mías. Pero nunca fue lascivo, solo decía: ‘sentite orgullosa de vos misma’. No fue espeluznante, Lemmy en realidad me hizo sentir bien por ser mujer. Sin embargo, una vez me invitó a tomar una copa. Le dije: ‘En serio, no podría llevarte a casa y presentarte a mi mamá, ¡tendría un ataque al corazón!’ Pero descubrió que las Nolan tampoco eran tan inocentes. Cuando hicimos Top of the Pops, se inclinó para recoger algo frente a nosotros y Linda (otra Nolan) le dijo: ‘Ya que estás allí…’… La expresión de sorpresa en su rostro no tenía precio. A partir de ese momento se dio cuenta de que éramos gente común y nos llevamos muy bien». Tan bien que incluso grabaron un tema juntos, «Don’t Do That» – en realidad junto al supergrupo The Young And Moody Band, que Lemmy integraba junto al batero Cozy Powell, el cantante Bob Young y el guitarrista Mick Moody, que -¡sorpresa!- pueden escuchar aquí abajo.

EXCESO DE EXCESOS. Cuando a Lemmy le diagnosticaron una peligrosa arritmia en 2011, se sometió a una cirugía para que le implantaran un desfibrilador automático en miniatura en el pecho, que emitía una descarga eléctrica al detectar un latido cardíaco irregular. Después de la operación, Lemmy dejó de fumar y se redujo a una bebida alcohólica al día. Pero hubo complicaciones durante su recuperación. Comenzó a retener líquidos y estuvo postrado en cama durante dos semanas. Los médicos no podían entender por qué estaba ganando tanto peso hasta que examinaron su dieta y descubrieron que estaba consumiendo arándanos en exceso como sustituto de la bebida. «Supongo que cualquier exceso no es bueno para nadie, incluso las cosas que se supone que son saludables», contó apesadumbrado.