THE BEATLES MAKE THEIR FINAL APPEARANCE AT THE CAVERN IN LIVERPOOL ...

Un 3 de agosto como este, pero de 1963 y en Liverpool, Inglaterra, después de casi 300 presentaciones en el Cavern Club, los Beatles se despidieron del lugar que ayudó a lanzarlos a la fama con un concierto al cual hubo que remarlo del principio hasta el final. Pónganse el impermeable y las botas de goma, que aquí comienza la historia del show que cerró la primera etapa de la banda.

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Era bien sabido que la popularidad de los Beatles había superado a la capacidad de The Cavern en este momento, y sus fans habituales sabían de mala gana que la banda iba a verse obligada a tocar en lugares más grandes. «La multitud fuera del local se estaba volviendo loca. Para cuando John Lennon había superado el cordón de las chicas, su saco de mohair había perdido una manga. Lo agarré para evitar que una chica se quedara con el souvenir; luego John volvió a coserla. Puede que los muchachos hayan alterado su estilo en otros lugares, pero no lo hicieron en The Cavern. Eran los mismos viejos Beatles, con John diciendo: ‘Está bien, tontito, vamos a tocar un tema para vos’. Nunca hubo nada elaborado cuando presentaban temas», evoca Paddy Delaney, el portero del club, en el libro «The Cavern» de Spencer Leigh. La expectativa por ver a los Fab Four era tal que las entradas para este último concierto salieron a la venta el 21 de julio a las 13.30 hs… y antes de las 14 ya estaban agotadas.

¿Qué cómo eran las entradas del evento? Nada que ver con Ticketek, no vayan a creer

Hay más recuerdos de esa noche, esta vez a cargo de Bob Wooler, el hombre que fue clave para que los Beatles conocieran a su manager Brian Epstein, y que también dirigía y hacía de deejay en el famoso club musical; sus presentaciones de los shows de cada noche eran famosas, al igual que la frase «Hello, Cavern dwellers, and welcome to the best of cellars!» (¡Hola, cavernícolas, y bienvenidos al mejor de los sótanos!»). Wooler cuenta lo siguiente: «Esa presentación en agosto solo se produjo porque Brian Epstein no pudo sacarlos de tocar en el Grafton la noche anterior. Les Ackerley (N.: el manager del club) le dijo ‘los tengo bajo contrato’, y Epstein estaba furioso porque, para entonces, tenía otras cosas en mente para ellos: le dijo de todo a Ackerley, pero nunca usó la palabra de cuatro letras (N.: se refiere a «fuck»), ya que nunca hacía eso.

Pin de Arturo Contreras Vargas en Carteles | Carteles de concierto ...
El poster de una de las presentaciones de los Beatles en el Grafton Ballroom, allá por el remotísimo 1963

Ackerley tenía una cláusula de restricción que impedía que The Beatles tocaran antes de ese show en Liverpool, pero no después de esa aparición, por lo que Brian nos pidió que llevaramos a The Beatles a The Cavern la noche siguiente, que era un sábado. Me molestaba esto, ya que solo lo hacía para irritarlo a Ackerley, y de todos modos, yo ya tenía contratados todos los grupos para el sábado 3 de agosto. Si le hubiera dicho que no, él hubiera ido a Ray McFall (N.: el dueño de The Cavern), quien habría dicho: ‘Por supuesto que los incluiremos’«.

Ray McFall y Bob Wooler: no queda claro si están en Liverpool o en Moscú

Wooler continúa: «A los Beatles se les pagaron £ 300, que era bastante dinero en ese momento, y Brian restringió la audiencia a 500 personas. No puedo culparlo ya que había visto lo abarrotada que quedaba The Cavern y tenía que pensar en la seguridad de los Beatles. El precio de la entrada era de 10 chelines y eso significó que solo recaudamos £ 250 en la puerta. Había que pagarle a todo el personal y también a los otros grupos en el cartel, así que no obtuvimos ganancias… Fue más ‘Mercenary Beat’ que Mersey Beat esa noche. The Escorts y The Merseybeats querían cobrar como fuera: la gratificación de estar en un mismo cartel con los Beatles no era suficiente para ellos. Cuando les dije que comenzaríamos todo una hora antes, lo primero que dijeron fue: ‘Todavía nos van a pagar, ¿verdad, Bob?’…»

Brian Epstein, a un costado del escenario y con un airecillo culpable

Aunque Brian Epstein prometió a Wooler que los Beatles volverían a tocar en el club, nunca lo hicieron. «Los Beatles fueron muy profesionales: no hubo alboroto y siguieron adelante. Todos sentimos que lo de esa noche fue su canto del cisne y que nunca los volveríamos a tener en la Caverna. Brian Epstein nos quedó debiendo seis fechas que teníamos reservadas para los Beatles, ya que las borró de las reservas diciendo: ‘No te interpondrías en el camino de los pibes, ¿verdad, Bob?’«… quién sabe qué más habrá pensado Wooler, a quien Lennon mandó al hospital a fuerza de trompadas (!) un par de meses antes, cuando aquel intentó hacerse el gracioso diciéndole al Beatle que era el novio de Epstein, luego de aquel famoso viaje de ambos a España. A instancias de Epstein, Lennon se disculpó via telegrama, pero la tensión seguramente permaneció viva luego del incidente.

Faintings, stage invasions: how the Beatles invented the cult of ...

Yendo al show en sí (presentado esta vez con un seco «It’s the Beatles» por parte de Wooler), el mismo se extendió de las 6 a las 11.30 pm. También estaban en la lista The Escorts, The Merseybeats, The Road Runners, Johnny Ringo And The Colts y Faron’s Flamingos. «Estaba en el cartel la noche del último concierto que los Beatles hicieron en The Cavern. Estaba parado en un charco de agua y el local estaba tan lleno y asfixiantes que dos miembros de mi banda colapsaron y los tuvieron que llevar afuera», recuerda Faron, de la última banda.

The Merseybeats en lo que parece la escalera a la fama pero solo es la del Cavern Club. De izq. a der. Aaron Williams, John Gustafson, John Banks y en lo más alto, Tony Crane.

Toda esta movida mitad forzada, mitad apresurada, se cobró algún precio. Durante el set de los Beatles, un corte de energía silenció sus instrumentos y sumió al club en una oscuridad temporal, pero casi absoluta. Lennon y McCartney, lejos de preocuparse por el incidente, realizaron entonces una versión acústica de «When I’m Sixty-Four», una canción que no lanzarían hasta 1967, mientras esperaban que volviera la electricidad. Lennon, sin embargo, luego mostró su disgusto por las primitivas instalaciones que tenía The Cavern: «Tocábamos justo antes de The Beatles y estábamos encantados con nuestra recepción ya que todos estaban felices, dando vivas y volviéndose locos», rememora Tony Crane de The Merseybeats. «Los cuatro Beatles tenían cara larga y John Lennon decía: ‘Nunca debimos haber regresado aquí’… Todo estaba mojado y húmedo por el calor de la gente y la mala ventilación y les dijimos que tuvieran cuidado de no resbalar en el escenario. Una vez que las paredes se mojaron, toda esa condensación llegó al escenario y era peligroso. Esto se demostró cuando conectaron los instrumentos, saltaron los tapones y se apagaron las luces. Normalmente, John Lennon hubiera hecho todo tipo de chistes mientras alguien lo arreglaba, pero estaba de tan mal humor que salió del escenario».

The Cavern Club on Twitter: "On this day 1962 - The Beatles gave ...

Originalmente un lugar de jazz en el nro. 10 de Mathew Street, The Cavern había visto tocar a The Quarrymen (la primera banda de Lennon y McCartney) por primera vez el 7 de agosto de 1957. Los Beatles tuvieron su debut «cavernícola» casi cuatro años más tarde, el 9 de febrero de 1961… Este precario y accidentado show final fue declarado oficialmente por la gerencia del club como el número 292 de The Beatles, aunque la precisión de esa cifra ha sido cuestionada; a la fecha existen 280 presentaciones certificadas, 155 a la hora del almuerzo (!) y 125 en horario nocturno… pero esa es otra historia: hoy les dejamos esta, para que descubran, disfruten y compartan, con el bonus de un tema del grupo en The Cavern: no es del último show, pero sirve para pescar la atmósfera del club de donde partió su leyenda.

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