Ha llegado el momento para MADHOUSE de referirnos a esas canciones que se nos pegan al hipotálamo cual garrapata tras huelga de hambre, generalmente hablando, más allá de cuanto nos pueda llegar a complacer (o disgustar) el artista o la banda que las grabó. Y es ahora que, después de devanarnos una y mil veces las paredes de los sesos tratando de comprender cómo es que aquella canción de melodia inexorablemente pegadiza que quizás nunca nos interesó termine martillándonos incansablemente la cabeza y se rehúse a abandonarnos (llámese por ejemplo “Oops I Did It Again” de Britney Spears, la bendita version remixada quema-neuronas de “What’s Going On” de 4 Non Blondes, o abominaciones del tipo “Tirate Un Paso”), que una tal Kelly Jakubowski, quien actualmente se desempeña como investigadora en la universidad de Durham, al NE de Inglaterra, ha llegado a la conclusion que dichas tonadas de melodía fácil de recordar, en rigor traen aparejadas una asociación indirecta con aquellas melodías simples y repetitivas que escuchábamos cuando éramos muy chicos, en edad de jardín de infantes.
EL MISTERIO DEL TEMA PEGADIZO. La Jakubowski explica que “nuestras investigaciones indican que hasta cierto punto uno puede predecir qué tipo de canciones van a terminar pegándose a las cabezas de las personas, segun su contenido melódico, lo que entonces podria ayudar a todo aspirante a compositor a escribir un jingle que todo el mundo recordará durante días, o incluso meses. Estas canciones tienen generalmente un ritmo rápido y un formato melódico común, aparte de intervalos inusuales o repeticiones, como los que podemos escuchar en la introducción de ‘Smoke On The Water’ de Deep Purple, o en el estribillo de ‘Bad Romance’ de Lady Gaga”. Y si bien hasta el momento prevaleció poco y nada de evidencia científica que pueda llegar a develar aquel misterio de qué es lo que hace que una melodía termine resultando pegadiza, todo indica que cuanto más simple y concisa resulte, mayores son las probabilidades de que se nos meta en la cabeza por tiempo indeterminado, hasta el glorioso momento de lograr exlulsarlas, si bien con escaso índice de probabilidades.
OYE CÓMO VA MI ALGORITMO. Varios de los investigadores de este equipo incluso descubrieron algorritmos que pueden llegar a pronosticar cuándo una melodía terminará resultando pegadiza, y cuándo no. Analizar si la letra de una cancion afecta sus posibilidades de que así sea jamás fue parte de los estudios de Jakubowski, si bien es algo que planea considerar para un futuro no lejano. “Eso es algo en lo que hasta el momento nadie se fijó. Realmente nos gustaria ponernos a analizar lo de las rimas de las canciones, o lo de la aliteración (N. la repetición de los mismos sonidos consonánticos), y demas elementos literarios, para ver si también eso hace que resulten más pegadizas. Pienso que el cerebro busca el nivel óptimo de complejidad en una melodía. Algo que sea básicamente simple, pero no demasiado. Tiene que ver con cierto tipo de interés”. Lo más curioso de todo es que, no habiendo ciencia que lo resista, Jakubowski acabó declarando que ella misma es víctima del sindrome frecuentemente. “Soy música, aparte de investigadora, así que a veces suenan en mi cabeza las canciones que estoy tocando. Pero ahora mismo, después de haber mencionado ‘Bad Romance’ de Lady Gaga en varias oportunidades, la tuve constantemente en la cabeza en los ultimos días, si bien hace siglos que no la escucho”
UN RANKING DIFÍCIL DE QUITARSE DE LA CABEZA. Tras realizar una lista de pruebas e investigaciones en más de 2300 personas, Jakubowski y sus colegas utilizaron luego una computadora para analizar 83 características diferentes de las canciones, entre las que se cuentan su velocidad, y cuán diferentes eran rítmicamente, determinando que el Top 9 de canciones pegadizas, al menos en buena parte del mundo angloparlante, es el siguiente:
1. Bad Romance (Lady Gaga)
2. Can’t Get You Out Of My Head (Kylie Minogue)
3. Don’t Stop Believing (Journey)
4. Somebody That I Used To Know (Gotye)
5. Moves Like Jagger (Maroon 5)
6. California Gurls (Katy Perry)
7. Bohemian Rhapsody (Queen)
8. Alejandro (Lady Gaga)
9. Poker Face (Lady Gaga)
¿CÓMO CURARSE? La investigación de Jakubowski se publicó en el jornal de Psicología de la Estética, la Creatividad y las Artes, concluyendo que las tres estrategias principales para lograr deshacerse de una melodía pegadiza -además de mascar chicle- son:
1. Recibirla con los brazos abiertos: escucharla todo el tiempo puede ayudar a eliminarla de la cabeza por completo.
2. Reemplazarla: Hay que ponerse a escuchar otra cosa. La canción “curativa” mas ejemplar es el himno británico “God Save The Queen”.
3. Dejarla ser: Otros investigadores han descubierto que la mejor forma de zafar de cualquier melodía pegadiza es solamente intentar no ponerse a pensar en ella, y dejar que se desvanezca por sí misma.
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