Stephen Norman Priest, bajista y cantante de The Sweet, la banda londinense pionera del glam rock, falleció ayer 4/6. Su compañero de banda, Andy Scott, confirmó la noticia en una publicación de Facebook. La causa exacta de su muerte aún se desconoce. Tenía 72 años.
Mientras se aguarda alguna explicación por parte de los médicos relativa a los motivos del deceso de este músico, el 12 de marzo p.pdo. un posteo en la página oficial del grupo en Facebook contaba que Priest estaba en un hospital de Los Angeles «recibiendo el mejor cuidado posible», pero sin ofrecer más detalles. La noticia de su muerte no fue indiferente para el mundo del rock, ni mucho menos para sus ex compañeros de banda. «¡Y entonces quedó solo uno!» escribió un desconsolado Scott. «Estoy hecho pedazos ahora mismo. Steve Priest falleció. Su esposa Maureen y yo nos hemos mantenido en contacto y, aunque su salud estaba fallando, nunca imaginé este momento. Nunca. Mis pensamientos están con su familia. Fue el mejor bajista con el que toqué. El ruido que hicimos como banda fue tan poderoso. Desde aquel momento en el verano de 1970, cuando partimos en nuestra Odisea Musical, ¡el mundo se abrió y comenzó la montaña rusa! Eventualmente él siguió los dictados de su corazón y se mudó a los EE.UU. Primero a Nueva York, luego a Los Angeles. Descansa en paz, hermano. Todo mi amor».
«Hubo un concierto que hicimos en Escocia donde las chicas gritaban tan fuerte que no podía escucharnos, y no éramos una banda lo que se dice tranquila», dijo Steve Priest en 2017, recordando un concierto típico con Sweet en su apogeo de los años setenta. Podría haber agregado que muchos de los gritos se dirigían a él, personalmente. Priest no solo era el bajista del grupo; fue el miembro que con más entusiasmo exploró las posibilidades de presentación del glam rock, creando un personaje que habría servido tan bien en un pesebre viviente como en el célebre programa musical de la tele inglesa, Top Of The Pops. Se liberó con el maquillaje, usó capas largas hasta el suelo, mini shorts y pestañas postizas brillantes; incluso las canciones de The Sweet fueron escritas para incluir los interludios vocales de Priest, entregados en un falsete enloquecido. Reprendido por el propio David Bowie por exagerar las cosas, Priest se reía de sí mismo por su falta de sutileza: «No se supone que sea sutil. Se supone que debo parecer una vieja loca».
Priest asumió su papel de pavo real con gran entusiasmo y bastante clase: «Todos pensaban que era gay de todos modos, así que me dije: ‘Está bien, creen que soy gay, voy a actuar como gay'», dijo en 2000, pero el caso es que su imagen hacía que su talento musical se pasara por alto. Bajista rockero de corazón, junto al baterista Mick Tucker formaron una sección rítmica compacta e inconfundible que anticipó el minimalismo del punk; su forma de interpretar, según el bajista de Megadeth Dave Ellefson, «no tuvo paralelo».
Su habilidad interpretativa, no obstante, apenas rompió el hielo con los (muchos) detractores de Sweet, que solo veían a un cuarteto de tipos maquillados, con un bajista que iba un paso más allá en la provocación: a pesar de las críticas, vendieron 50 millones de discos siendo como eran. Décadas después de usar un atuendo «nazi gay» en el programa Top Of The Pops, a Priest todavía se le preguntaba si lo suyo iba en serio… «Es sorprendente cómo todos todavía hablan del uniforme nazi. Quiero decir, un Hitler gay… ¿Hello?» Vale la pena señalar que para continuar el chiste, la tapa negra y roja de sus memorias de 1994 tenía una tipografía similar a la tipografía del Tercer Reich (!). Aunque llegó a lamentar la imagen, vio el éxito del Sweet como la recompensa por los años de trabajo que lo precedieron.
En cuanto a lo estrictamente biográfico, nacido en Hayes, Inglaterra, en 1948, Priest creció a través del boom del rock’n’roll británico y los alocados años 60. Creció alentado a tocar por su padre, que había formado parte de una banda de música hawaiana en los años 30. Después de un tiempo cantando en un coro, se convirtió en fan del bajista de los Shadows, Jet Harris. En consecuencia, se construyó su propio bajo y pasó los primeros años 60 tocando en bandas locales. En 1968, fue invitado a unirse a un grupo dirigido por el cantante Brian Connolly, el baterista Mick Tucker y el guitarrista Frank Torpey. Originalmente la banda se llamó Wainwright’s Gentlemen y de allí derivaron a Sweetshop (dulcería) pero ese nombre ya estaba tomado por otro conjunto, de modo que se acortó a The Sweet, y así nació el grupo. Inspirado por Deep Purple y The Who, The Sweet era entonces una banda de rock difícil de describir, que giraba por clubes y sacaba una serie de singles. El hecho de tener un trabajo del cual poder subsistir estaba bien para Priest, que durante esa época se convirtió en padre.
Más adelante Torpey se fue, eventualmente reemplazado por Andy Scott, y la alineación clásica de Sweet no solo se consolidó con este cambio sino que logró que el grupo se convirtiera en una de las sensaciones del incipiente movimiento glam-rock de los 70 junto con otras agrupaciones como Wizzard, Mud y Suzi Quatro, logrando 13 éxitos entre los 20 mejores en Gran Bretaña y otros 4 en el Top 10 de EE.UU., incluidos «Hell Raiser», «Teenage Rampage», «Wig-Wam Bam», «Block Buster!», «Action», «Love Is Like Oxygen» y «Little Willy».
La que seguramente es su canción más conocida y versionada, «The Ballroom Blitz», la misma que comienza con el cantante Brian Connolly haciendo la icónica pregunta «Are You Ready, Steve?» (¿estás listo, Steve?), tuvo un notable impacto en la cultura pop. Fue versionada por todo tipo de bandas, como los punks británicos The Damned (¡Con Lemmy de Motörhead en bajo!), los metaleros suizos Krokus, los thrashers Nuclear Assault, fue sampleada por los Beastie Boys en su tema «Hey Ladies» e imitada por My Chemical Romance al comienzo de la canción «Vampire Money». También apareció en varias pelis como «Wayne’s World» (cantada por la avasallante Tia Carrere), en la serie «Life On Mars», en la caricatura «Un Show Más» y hasta fue usada en un comercial del auto Mitsubishi Galant.
Lo curioso es que el tema se inspiró en los incidentes que estallaron el 27 de enero de 1973 durante un concierto de Sweet en el Grand Hall de la escocesa localidad de Kilmarnock, cuando el público se indignó sin remedio por la imagen glamorosa, rutilante y andrógina del grupo y amablemente los invitaron a retirarse del escenario… a botellazos, según se cuenta en la biografía que Priest lanzó en 1994, titulada -no podía ser de otra manera- «Are You Ready, Steve?».
Mientras que los miembros de la banda comenzaron a escribir su propio material a partir de «Fox On The Run» de 1975, al tiempo que tomaban el control de su imagen de banda bubblegum-pop, su asociación con el equipo de producción / composición de Nicky Chinn y Mike Chapman, quienes escribieron sus primeros éxitos, evitó que la prensa musical los tomara en serio. Connolly finalmente abandonó Sweet en 1979, tras lo cual Priest, cuya voz de acompañamiento distintiva y aguda siempre había sido una parte clave del sonido del Sweet, asumió el cargo de vocalista hasta la división de la formación clásica en 1982. En 1988 hubo tratativas para reunir la producción original de Sweet con Chapman, pero el proyecto nunca se concretó. En los años siguientes, Scott, Connolly (quien murió en 1997) y Priest tocaron y viajaron con sus propias versiones de Sweet; la del bajista se llamaba, convenientemente, Steve Priest’s Sweet.
La banda finalmente recibió su reconocimiento crítico. “The Sweet produjo cinco de los singles más emocionantes de su época. De cualquier época. La máquina hizo magia», escribió el conocido escritor e historiador musical británico Simon Reynolds en su antología de glam-rock «Shock And Awe» sobre el aporte de Chinn / Chapman a la banda. «El panteón de la radio rockera tiene en altos pedestales a Cheap Trick y Def Leppard… resalta momentos de Van Halen, Boston, Billy Squier y los Scorpions… exalta a Nirvana de la era de ‘Nevermind’ por la mezcla de grunge y brillo del productor Butch Vig. Pero The Sweet permanece en lo más alto, casi sin rival en esta lista de honor».
Al sacerdote le sobreviven su esposa durante 39 años, la publicista musical Maureen O’Connor, sus hijas Lisa, Danielle y Maggie, y tres nietos. Jordan, Jade & Hazel. Esto sin contar el afecto de sus fans, viejos y actuales, y de sus pares rockeros de todo el mundo, como lo demuestran algunos de los testimonios que dejaron en las redes sociales y que pueden ver a continuación. QEPD.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).
