En 15 años, la banda liderada por Ciro Pertusi sacó 2 discos muy buenos, un single, un Split con Cadena Perpetua, dio shows enérgicos y nos permitió entender el rol que cumplía Pertusi en Attaque 77 como frontman y compositor. Luego de una primera década de mucho laburo, la banda empezó a ir a una velocidad menor y hace años que vienen adelantando su nuevo trabajo en cuentagotas. Pero este último tiempo, han sacado a la luz muchas canciones nuevas que dieron la pauta de que el disco está próximo a salir. Para festejar los 15 y el advenimiento de lo nuevo, el grupo citó a sus seguidores en el Teatro Greison de Monte Grande, y ahí estuvimos una vez más. Todo lo que pasó, te lo contamos acá. ¡Pasen y lean!

¿A quién se le pasa por la cabeza abrir un show con dos covers? Bueno, dos versiones, en verdad. Porque cuando los Jauría salieron a matar con la versión a lo Motörhead de “Adónde Está la Libertad” de Pappo’s Blues, fue toda una declaración de principios. Y de ahí a ese himno que es “Perfección” de Legião Urbana, como para decirte “ey, esto somos y a estos admiramos”. Sumale que sobre el final del tema de Legião, Ciro metió una partecita de “Fábrica” de la banda de Renato Russo… Si empezás así, ya tenés medio partido ganado.

La banda, a la que además de los ya conocidos Ciro, Ray Fajardo en batería y los hermanos Ambesi (Seba en guitarra y Mauro en bajo) se le suman Nico Villafañe en TERCERA GUITARRA (¿quién te conoce Iron Maiden?) y los vientos de Diego Samames (trompeta) y Emiliano Puñales (saxo), pasó de ser un cuarteto rockero a un ensamble tipo big band en el que se reemplazaron los teclados por los vientos y queda perfecto. Es tremendo escuchar por ejemplo la melodía de un tema como “Western” pero hecho con saxo y trompeta.

Pero volvamos al show, que emotivamente prosiguió con “El Puente Más Allá de lo Vivido”, dedicada a todos quienes hemos tenido que perder a nuestros seres queridos. Y si hablamos de emotividad, “Religionaré” es para Fede Pertusi que siempre está, aunque no lo veamos. Una canción antifascista, ideal para estos tiempos de confusión política y mandatarios necios. Ciro con su remera de “Easy” pero versionada a lo cordobés en un “E’ así” era todo un signo de los tiempos. Seba y Mauro aguantando los trapos, metiendo furia y voces, y Ray ya sabemos que es una maquinita de darle a todo lo que se le cruce por delante.

Después de “No pertenecemos”, un doblete nostálgico: imagen del doctor René Favaloro de fondo, y la épica de “Western” recordando a quien decidió evitar la corrupción y murió de un disparo al corazón. Si con ese hubo lágrimas, imagínate cuando Ciro dice “este tema tendría que haber sido un hitazo, pero no lo fue” y desde los parlantes sonó aquél viejo “Cuál es el precio”, recodando la época más Stiff Little Fingers de Attaque.

“Blues del Karma” dio lugar a otra de las sorpresas de la noche: Pertusi cantando una netamente de Mariano Martínez. La triste historia de aquél que camina seguido por los perros que rondan abandonados como él, la tragedia de “El Ciruja”. Ciro anunció que se venía una muy rápida, y a todos se nos estrujó un poco el corazón con “Piscis” (perdón, uno tiene su corazoncito también, imposible no recordar a mi viejo que partió hace unos años y estaría por festejar sus 84 pirulos).

Ahí fue momento de ir alternando temas de todas las épocas con canciones de lo que, según Pertusi, serán parte del nuevo disco que saldrá este año. “Vamos a hacer pocas fechas, pero va a haber disco nuevo”, afirmó. Así, pasó entonces «Indios Kilme» seguida de “Calle de los sueños”.  Ciro se puso a debatir con Seba Ambesi de qué año era el tema que iban a tocar después, uno afirmaba que era del 90 y el otro que era del 91. Ninguna de ambas opciones: “Más de un millón” ya la tocaba Attaque con Federico allá por marzo de 1989 (chequeen este bootleg en Cemento con la letra original). “Vaquero”, otra de las nuevas, fue bien recibida con su mood western y su historia acerca de un outsider de pueblo. “El tiempo” como siempre para Soledad Rosas y su inquebrantable espíritu anarquista, seguida del clásico “Espadas y serpientes” de Attaque. Cerrando el set, “Esquirlas” para todos lados, con el corazón como una bomba.

     

Al poco tiempo volvieron, con Mauro con una hermosa casaca de los Wacky Races, y se despacharon con “Y además…”. ¿Más novedades? Claro, “Enfermatozoide” se estrenó la semana pasada y tuvo bautismo en vivo. ¿Clásicos dijiste? Mirate esta línea de tres para cerrar a full el show: «Donde las águilas se atreven», “La jauría” (otra vez Motörhead como nervio motor), y el tributo a Gilda en versión Bad Religion “No me arrepiento de este amor” con todo el público gritando ese final apoteósico.

En su cumple de 15, la Jauría de la libertad dio muy buenos síntomas de salud, nos paseó por toda la historia musical suya y de bandas aledañas, nos mostró su ensamble musical, y dejó en claro que sigue apostando a futuro. ¿Se puede pedir algo más a esta altura de la vida? Para estos tiempos tan difíciles, nada mejor que festejar con amigos que aún seguimos en pie, y con el corazón como estandarte.

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