AZEROTH, TEATRO FLORES, 08/10/2023

Hermosa tarde-noche primaveral le tocó en suerte a la fecha que voy a reseñar. Un domingo de sol y temperatura templada le sirvieron de marco al domingo metalero. Y digo tarde noche porque el show de Azeroth tuvo muchas bandas invitadas, por lo tanto hubo que estar temprano en Av. Rivadavia al 7800. En total fueron cuatro: Habemus Mortem, Arpeghy, Armored Dawn e Innerforce. Del lote se destacó Arpeghy, con un hard rock más que prolijo y la sorpresa de la noche, me refiero a Innerforce. Un cuarteto estilísticamente enrolado en el heavy ochentoso hecho y derecho, con mucha actitud y un público de seguidores pequeño pero que se hace notar cual barrabrava de Nueva Chicago. Un nombre para tener en cuenta los Innerforce. Por actitud, carisma y buenas canciones. Aplauso y medalla para ellos.

Innerforce fue la revelación de la noche con mucha onda y heavy metal del bueno

Luego le tocó el turno a Armored Dawn, el invitado internacional de la jornada. La banda paulista formada en 2014 es uno de los principales exponentes del power metal brasileño. Su propuesta tiene una carga melódica importante, la cual se permite incorporar elementos ajenos al género. Para ser más precisos, no le huyen al formato canción, con buenos estribillos y ciertos toques modernos en su sonido que les aporta una dosis de aire fresco y originalidad.. Desde el punto de vista escénico, las miradas se las lleva su cantante Eduardo Parras, siempre movedizo y muy comunicativo, arengando permanentemente a la audiencia. El respetable respondió y tras el tema de cierre los despidió con un respetuoso aplauso

Armored Dawn mostrando que Brasil es mucho más que samba y bossa nova

Un pesado telón cubrió la despedida de la banda, y El Teatro Flores empezó a poblarse raudamente ante la inminente salida a escena de Azeroth. Los sones de “Requiem Die-Irae” de Giuseppe Verdi avisaban lo que estaba por venir. Enmarcada en una escenografía muy bien pensada sin necesidad de ser aparatosa, la banda liderada por Fernando Ricciardulli se apoderó del escenario con mucha presencia. “Condena Eterna” del reciente “Senderos del Destino” fue el título elegido para el inicio, en el cual la banda mostró todas las cartas que tenía para jugar esa noche. Azeroth en su nuevo álbum no sacó los pies del estilo que siempre reivindicó (el power metal)pero en este presente tan activo que tiene la banda, hay que decir que la misma tiró los mojones para adelante. Hay además de los clichés del género mencionado una pesadez y sonido grueso en la dupla guitarrera que utiliza violas de siete cuerdas, y cierta aproximación en algunos temas al metal extremo.

Guitarras de siete cuerdas para el grueso sonido de Azeroth

Una prueba de lo dicho fue el tercer tema dentro del setlist de la banda, “Exiliado”, con riffs death metaleros y growl incluido. Ignacio Rodríguez mostró su versatilidad como vocalista, pasando de lo gutural a las notas altas con pasmosa naturalidad. Azeroth siempre se caracterizó por tener a cargo de las voces nombres importantes (Barlari, Bertoncelli, Valdéz), tradición a la que Rodríguez le hizo honor con una performance notable en la noche de Flores. Si bien está muy claro que Ricciardulli al mando de las cuatro cuerdas es el cerebro y dueño del timón en Azeroth, el pasado 8 de octubre todos los miembros del sexteto tuvieron su rol destacado. Daniel Esquivel apuntaló desde los parches el sonido del grupo con mucha precisión, velocidad y un doble bombo imparable. Pablo Gamarra y David Zambrana se alternaron el protagonismo, metiendo solos con mucha técnica y buen gusto, mientras que Leonardo Miceli aportó sobriedad y sentido de la oportunidad para, o bien hacer su aparición principal, o para meter colchones de teclados cuando se lo requería.

En cuanto al repertorio, obviamente la placa que presentaron esa noche se llevó buena parte del protagonismo con ocho temas, pero también hubo espacio para viejos títulos como “El Mandato”, “El Fin de Los Tiempos” o “Campaña Del Desierto” ( del debut “Azeroth”), canción que sirvió de cierre y despedida. Podrá gustarte o no el power metal como subgénero, pero lo que es indiscutible más allá de cuestiones estilísticas, es que en esta oportunidad Azeroth demostró todo su profesionalismo, ofreciendo un show impecable y de nivel internacional.

Txt: Hernán Mariotti

Ph: Florencia Giuliana

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