No mucho antes de “Like A Virgin”, “Material Girl”, “Papa Don’t Preach”, “La Isla Bonita” y tantos otros hits que la convertirían en la Reina del Pop, una jovencita de pelo negro llamada Madonna Louise Ciccone, daba sus primeros gritos al frente de Breakfast Club, una banda punk de Nueva York. Y antes de que te quedes frozen por la noticia y empieces a sermonear, leete la nota con todos los detalles a continuación.

“Fue lo más valiente que he hecho”, diría Madonna 25 años más tarde, al referirse al viaje que emprendió en 1978 a Nueva York, donde con apenas 19 años y 35 dólares en el bolsillo se mudó sola, con el objetivo de convertirse en una bailarina profesional. La futura leyenda del pop aterrizó en el barrio de Alphabet City, donde continuó con sus clases de danza mientras trabajaba de camarera en Dunkin’ Donuts y como bailarina en grupos de danza contemporánea y en shows de distintos artistas, como el cantante francés Patrick Hernandez.

Un año más tarde, en 1979, la bailarina conoció en una fiesta a Dan Gilroy, quien tenía una banda llamada Breakfast Club, junto a Ed Gilroy, su hermano. Madonna y Dan tuvieron un romance y al poco tiempo comenzaron a vivir juntos en una vieja sinagoga refaccionada en el barrio de Queens, donde también vivía Ed. En ese lapso, Madonna, algo cansada del desgaste que le generaba el mundo de la danza, comenzó a aprender música de la mano de Dan y su hermano, quienes le enseñarían a tocar batería y algunos acordes básicos en guitarra, lo suficiente como para hacer algo de ruido en la Nueva York de fines de los 70s.

Back that up to the beat: ¡Madonna en la batería!

A los pocos meses, y tras mucha insistencia, Madonna convenció a los hermanos Gilroy de que la sumen a la banda, y además, convocó al miembro faltante, Angie Smith, una chica holandesa que había conocido en las clases de danza. Así quedaría la primera formación de Breakfast Club completa: Dan Gilroy en guitarra y voces, Ed Gilroy en guitarra, Madonna en batería y Angie Smith en bajo.

Esta época sería recordada por la icónica cantante como uno de los períodos más felices de su vida, cuando supo que su camino era la música y comenzó a tener sus primeros contactos con el escenario, la composición de canciones y el contacto con con agentes, managers, productores y distintas figuras del mundillo del espectáculo. Entre los escenarios que pisaron, Breakfast Club se presentó en lugares legendarios como el «Max’s Kansas City», donde Velvet Underground había grabado un LP en vivo, o el mítico CBGB, cuna de bandas como Ramones, Blondie y Talking Heads.

1979, Madonna y los hermanos Gilroy

Fue también en esta época cuando Madonna supo que su lugar era al frente del escenario y no en la batería, cuando en cada presentación de Breakfast Club la cantante subía pasaba al centro de la escena y cantaba la canción «Trouble», momento que la futura estrella procuraba capitalizar al máximo. En consonancia con el título del tema, la lucha por el protagonismo traería un problema en puerta, ésta tensó poco a poco su relación con Dan y su deseo de ser solista terminó en su alejamiento del grupo a principios de 1980, y también en el fin de su relación amorosa con Gilroy.

De los demos de Breakfast Club se encontraron algunos originales: uno se subastó en 2009 y se vendió en 6400 dólares, el otro, similar al primero, se encontró en 2010 y contiene las canciones «Safe Neighbourhood», «Shine a Light», «Little Boy» y «Love Express»; ésta última es la rareza de este cassette, ya que las tres primeras canciones fueron editadas en un pirata de 1992, por el sello inglés Receiver Records en vinilo y en CD (y como todo buen bootleg, con una portada que nada tiene que ver con la época del material).

Con un sonido crudo y tierno, y sin mucho más que agregar, queda a disposición esta rareza, para quién quiera oír.

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