FESTIVAL DOG DAY AFTERNOON – Sábado 1º de julio, Crystal Palace Park, Londres, UK

Fortuita fortuna, eso es lo que tuve, en este caso de ver un increíble festival «all-dayer» durante mi paso por Londres: Iggy Pop y Blondie como main headliners en el Crystal Palace Park. ¡La iguana acusa ya 76 y Debbie cumplía ayer mismo 78! Gente de casi la edad de mi mamá que no solo siguen dando cátedra sino que hacen sentir como muy poca cosa a todos los demás… cualquier otro performer parece insignificante en comparación a estos dinosaurios hermosos. Pero afortunadamente los acompañaron otros actos, la mayoría muy a la altura de estas leyendas, muchos de ellos también estrellas por derecho propio; sigan leyendo que ya llegan los detalles.

TARDE PERRO SEGURO. No pude ver a las aperturas, las punkis de Brighton Lambrini Girls (igual aquí arriba tienen un botón de muestra de cómo se ven y cómo suenan) y de hecho llegué antes de lo planeado, en pleno set de Steve Diggle y su devaluada versión de los Buzzcocks. Los hits de siempre («Ever Fallen In Love…», «What Do I Get?», «Orgasm Addict», «Harmony On My Head», etc.) hicieron cantar a todos, pero la figura y sobre todo la voz del recordado Pete Shelley sigue siendo tan irremplazable que le quita todo sentido a la orquesta.

Los Buzzcocks, tocando allá lejos pero bien cerca de los corazones

Hay que mencionar que entre ambas bandas se destacó la música que, en su rol de DJ, pinchaba Rusty Egan (ex Rich Kids y Skids) con lo mejor del punk y la new wave de fines de los 70s.

DEDOS PEQUEÑOS, CORAZÓN GRANDE. Luego fue el turno de otra leyenda: nada menos que Stiff Little Fingers, trademark punks originales de Belfast (Irlanda del Norte), quienes jamás defraudan. La base de Steve Grantley y su bajista original Ali MacMordie más la guitarra de Ian McCallum permiten que la impecable voz de Jake Burns siga gritando los himnos de siempre: desde el arranque con “Tin Soldiers” pasando por «Doesn’t Make It Alright», «Gotta Getaway», «Suspect Device», «Nobody’s Hero» y «Roots, Radicals, Rockers & Reggae» hasta el cierre con “Alternative Ulster”, lo suyo fue un paseo hermoso dentro de un festival de claro corte nostálgico, donde solo una de las canciones de su set fue escrita durante los últimos 30 años (!).

Los Stiff Little Fingers, amigos y amigas del punk rock que se la banca

Los Fingers nunca defraudan, insisto, remarco y subrayo, y dejaron el escenario bien calentito para el siguiente plato del menú, uno con nombres que en la previa deslumbraban pero que al mismo tiempo eran un enorme signo de pregunta.

TARDE DE LEYENDAS. Justo a la mitad del festi («Dog Day Afternoon», «Tarde De Perros», el título de la famosa peli con Al Pacino de 1975) aparecieron, previa musica introductoria de la peli “A Clockwork Orange”, los Generation Sex, proyecto cuasi fantasma que imagino ha de ser mas divertimento que dinero para cuatro tipos de esos que realmente escribieron la historia grande del punk rock inglés. Uno los ve arriba del escenario y se siente como un privilegiado al poder ver a cuatro amigos tocando sus canciones de antaño en el living de su casa: Billy Idol y Tony James de Generation X junto a Steve Jones y Paul Cook de los Sex Pistols, que solo con tirarte sus nombres en el ring te noquean antes de arrancar el primer round. Los cuatro trajeron un hermoso choreo con un mix por igual de sus respectivos grupos, desde perlas como “Black Leather” o “Kiss Me Deadly”, a clásicos como “Pretty Vacant” (que abrió el set) o “King Rocker” sin faltar himnos de la talle de “God Save The Queen” y “Dancing With Myself”.

Los Generation Sex: grandes valores del punk de ayer, de hoy y de siempre

El cierre fue con “My Way” (aquella chanson francesa popularizada por Sinatra vía Paul Anka) tocada en tempo y letra de Sid Vicious en la peli “The Great Rock And Roll Swindle”; una de las canciones mas emotivas de todos los tiempos, que en mi caso personal me toco fibras muy de adentro por ser la favorita de mi viejo… y me hizo llorar como un pelotudo. Me llevó de la alegría mas grande a la más profunda de las tristezas en un vendaval de emociones indescriptibles que me paseó, me palmeó y me aporreó por toda la vida misma en media docena de minutos… Es que si la música no está para emocionarnos, ¿para que mierda está la música, nocierto?

El escenario y el público en un momento de relax, paz, calma, tranquilidá y todas esas cosas inusuales de ver en un evento punkrocker

BLONDIES HAVE MORE FUN. Llegó el momento de otro de los platos fuertes de la tarde, es decir de Blondie. ¿Y que mejor manera para la reina de reinas de festejar sus eternos, jóvenes 78 años que arriba de las tablas? «Quienquiera que sean, dondequiera que estén, esto es para ustedes… ¡en mi cumpleaños!» le dijo Debbie Harry a la multitud de 20,000 personas que enseguida le cantaron el feliz cumpleaños a la mítica rubia antes de que la banda se lanzara a tocar «The Tide is High», la banda sonora perfecta para esta soleada tarde de sábado.

Blondie: todavía cantamos, todavía rockeamos…

La Harry, junto al batero Clem Burke y el Sex Pistol Glen Matlock en el bajo, dieron un hermoso show. Blondie ratificó lo que todos en Glastonbury dijeron: cuando los agarrás en una buena noche no podés dejar de cantar y bailar… y así lo hicimos todos desde el arranque con “One Way Or Another”, pasando por clásicos como «Sunday Girl», «Heart Of Glass», «Rapture», «Call Me» y algún tema reciente como «Long Time» (de su último álbum «Pollinator») hasta el final con una tremenda y larguísima version de “Dreaming”, no dejaron nada librado al azar. Fiesta y discoteca de principio a final.

Mrs. Harry & Mr. Matlock, dos leyendas vivientes

THE DOGFATHER OF PUNK. Era aun de dia cuando salió el eterno Iggy Pop a cerrar. ¿Qué decir de James Newell Osterberg que no se haya dicho aún? No lo veía en vivo desde 1999 en esta misma ciudad, pero ni falta hizo recordar aquello. La Iguana no sólo siempre sorprende sino que es literalmente (y sin hablar de más) todo lo que esta bien en el rock: canciones, voz, actitud, banda y un eterno portador de la verdadera bandera punk de «no-me-importa-una-mierda». Es Iggy Pop y puede -y debe- hacer lo que quiera. Hizo todo y siempre encuentra algo nuevo. Cuando los demás estamos yendo, Iggy ya fue y volvió un millón de veces, no importa dónde ni cuándo leas esto. Un verdadero entertainer al que no se le puede sacar los ojos de encima de tanto que hipnotiza.

Mas allá de una banda que la rompe, con el agregado mágico de tres vientos que calzaban a la perfección en todas las canciones, el show es ÉL. Un papiro lleno de arrugas que aún rockea como nadie, ¡pese a estar a sólo cuatro años de festejar los ochenta! Desde el arranque estuvo imparable, con “Five Foot One” a un largo bis de cinco canciones con increíbles versiones de todos los clásicos que todos los deslumbrados presentes queríamos escuchar, desde “Now I Wanna Be Your Dog” pasando por “The Passenger”, «Raw Power», «Search And Destroy» o “Lust For life” hasta otras joyas que me sorprendieron como “Gimme Danger” o “Loose” y un breve paneo por su último gran disco, «Every Loser». Cuando el show ya estaba a todo vapor, le dijo a la gente: «No vamos a un viaje a la playa, no vamos a un viaje en bondi, ¡vamos a un viaje mortal!» e incluso logró colar un «Feliz cumpleaños» para su vieja amiga Debbie Harry.

Iggy Pop le pone color y calor a lo que fue (meteorológicamente hablando) una tarde más bien gris

TARDE DE PERROS, RECUERDOS ETERNOS. En suma, el festival fue un híper colorido circo lleno de todo tipo de freaks que puedan imaginar, con mucha de la música mas relevante escrita en una época de oro, interpretada por sus aún vigentes creadores. Despiértenme porque debo estar todavía Dreaming

(N.: los videos de esta crónica pertenecen a Mariano Asch, salvo el publicado en Youtube)

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