Jueves 4 de agosto de 2022, fecha histórica: MADHOUSE desembarca en la ciudad balnearia de Blackpool, Inglaterra. Pero esto no es la revancha de las invasiones inglesas: ¡venimos a presenciar una nueva edición del legendario Rebellion Festival! Desde el momento que pusimos un pie en la estación de Blackpool North se pudo divisar todo tipo de subcultura que se dio cita en esta localidad para vivir cuatro días a pura música y compartir la experiencia con sus pares locales y de todo el mundo. Esta vez quizás con un poco más de ansiedad dado que en 2019 había tenido lugar -y a todo trapo, como este evento acostumbra- su más reciente edición. Si bien el pasado año se celebraron los 25 años de Holidays In The Sun, esto fue con restricciones y no fue para nada similar. Hechas las presentaciones, busquen un lugar tranquilo, ajusten la pantalla de su PC, laptop o celular, pongan un megamix de sus bandas favoritas de fondo y prepárense que ya mismo les contamos todo.
El Rebellion Festival, con capacidad para 15.000, atrajo gente de todo el mundo. El lugar tiene muchas salas de tamaño considerable, que incluyen Empress Ballroom, Club Casbah, Pavilion, After Dark & RIS (‘Rebellion Introducing Stage’), así como el Mazzei Cafe para DJ’s. En la parte superior también estaban las salas Almost Acoustic, el Literary Stage (donde dio una charla Don Letts, el legendario realizador y colaborador de The Clash, entre otras bandas) y el Art Exhibition. En este último varias obras de arte que homenajeaban a la recientemente fallecida Jordan Mooney, cuatro de las cuales pueden ver aquí arriba.
Por primera vez en la historia del Rebellion Festival, los organizadores también organizaron un festival al aire libre asociado ubicado cerca del Winter Gardens en la Blackpool Promenade frente a la famosa torre de la ciudad. Este evento se llamó R-Fest (cuyo escenario se aprecia al centro de la foto, sobre la playa) y acogió el lado más comercial del festival. Era una oportunidad para que los concurrentes disfrutaran del sol que tanto necesitaban.
PRIMER DÍA: JUEVES 4 DE AGOSTO. Algunos de los shows que teníamos agendados para ver en el día número 1 del festival comenzarían justo antes del mediodía, con Patty Smith (ojo, no es Patti, la legendaria poeta punk estadounidense; Patty es hombre, para más datos) dando el puntapié inicial junto a su banda Red London (que a pesar de su nombre son oriundos de Sunderland) en el escenario Club Casbah: un clásico, sin dudas…
También en el primer día, en el escenario Pavilion (hay más detalles de la disposición del festival, sus bandas y escenarios en la nota previa del festival que oportunamente publicamos y que pueden ver aquí; mientras, seguimos que hay MUCHO que comentar todavía) harían su debut las bandas sudamericanas, tales como los paranaenses Dedo Podre y los paulistas Subalternos, ambos brasileños; estos últimos realizaron un show muy entusiasta, aportaron un toque de novedad y confirmaron, si hacía falta, la universalidad del festival, con bandas de todos (o casi) los rincones del globo.
Dada la abundancia de bandas, en la primera jornada decidimos no cargarnos con muchos shows para poder así poder estar listos para el viernes y sábado donde estarían los platos fuertes. Por eso decidimos ver a los peculiares pero no menos potentes glam punks Dirty Box Disco («¡Nacidos en el UK tras la falla de un terrible experimento de laboratorio químico musical!», según reza su gacetilla de presentación), en una presentación convincente y humorística (pene inflable onda Stones 70s incluido),
Los desquiciados DBD fueron seguidos de la mítica banda Warriors, comandada por el ex Last Resort Graham Saxby, y sin parar después de su set llegaron los Bouncing Souls, punkis americanos de New Jersey que vienen remándola desde 1989 con una convincente mezcla de SoCal y punk pop (mezcla de Rancid y NOFX, como para darles una idea), la cual exhibieron sin problemas.
Con la noche ya caída totalmente sobre la ciudad, no alcanzamos a ver bandas de culto como Hawkwind (cuna del eterno Lemmy Kilmister de Motörhead, QEPD) ni a los Skids (que reemplazaron a Bad Religion, previsto en la grilla original) ni tampoco a los Anti-Flag, pero decidimos cerrar el día con otra banda de renombre como los Circle Jerks y luego con los brightonianos ska-punks Bar Stool Preachers. Los primeros, si hubieran tocado en 2020 como estaba programado originalmente, hubieran celebrado el 40ª aniversario de su disco «Group Sex»; dos años después, el festejo fue para «Wild In The Streets»… De todos modos, Keith Morris (67 pirulos) y el resto de sus compañeros ofrecieron una hora de poderoso hardcore DC style de la vieja escuela, con clásicos como «Deny Everything», «Coup d’Etat» y «Junk Mail», entre otros tantos, sin que la edad ni el cansancio les pesara… o al menos, sin que les pesara tanto.
No contentos con la gran primera jornada, la rematamos bebiéndonos la ultima pinta en Rose & The Crown, un acogedor pub a pocos metros del Winter Gardens, pero bueno, la noche se hizo larga… y eso es otra historia.
SEGUNDO DÍA: VIERNES 5 DE AGOSTO. Nos sorprendió el sol con el que amanecimos; la troupe de argentinos y uruguayos de la que formamos parte se dispuso a tomar un desayuno rápido pero contundente a modo de preparación para el programa del día, consistente en ir al escenario al aire libre R-FEST pegado al mar. De repente ese sol que nos ha sorprendido comenzó a escabullirse entre grises nubarrones con los primeros acordes de The Vapors, aquellos punk-new waveros ochentosos autores del legendario hit «Turning Japanese»; la lluvia, aunque se contuvo por algunos temas (quizá por respeto a la trayectoria de esta banda británica) finalmente no aguantó más y se largó con todo… algunos –me incluyo- huimos en dirección del Winter Gardens, a por una dosis de punk Oi!
Vemos casi de manera continuada a los chicos de Belfast, Takers And Users y los ingleses Crown Court en el Pavilion, que nos hicieorn pasar momentos agradables, pero el tiempo ahí adentro pareció disvolverse como arena entre las manos y casi enseguida fue la hora de ir a ver a Infa Riot, veterana banda punk del norte de Londres (se formaron en 1980) liderada por el carismático Lee Wilson y cuyo nombre es el apócope de In For A Riot, algo así como «dispuestos al bolonki». Otro show compacto y energético, como para que el entusiasmo no decayera.
Luego veriamos unos 20 minutos de Booze and Glory, una banda que bien puede denominarse londinense-polaca ya que en sus inicios tuvo tres miembros polacos, de los cuales queda Mark Markowski, cantante y guitarrista rítmico; con su Oi! moderno de ritmos pegadizos y estribillos coreables, a lo largo de su concierto supo reinventarse momento a momento. Dije más arriba 20 minutos con toda precisión porque mientras tanto en el R-Fest saldría al escenario tal vez uno de los platos fuertes del Rebellion: From The Jam, la banda de Bruce Foxton, el reputado bajista de The Jam y más tarde de Stiff Little Fingers.
Corrimos un poco para llegar, corrimos es una manera de decir, claro está. Nuevamente el sol había salido y Foxton saldría con su bajo y acompañado de su colega, el guitarrista Russell Hastings (además de Mikey Randon en batería y Andrew Fairclough en teclados) para hacer los clásicos de una de las bandas emblemas británicas y deleitar a un público expectante: «Down In The Tube Station At Midnight», «Man On The Corner Shop», «Pretty Green»… Hubo otros shows a los que no llegamos a ver (había tantos que era físicamente imposible) como los de TV Smith, miembro fundador de The Adverts (que dicho sea de paso, ostenta el record de ser el único músico presente en todos los festivales Rebellion, del primero a este que estamos comentando) ni tampoco a la versión actual de The Blockheads, obviamente sin Ian Dury (QEPD) pero con Mike Bennett en su reemplazo. ¡Otra vez será!
Mientras tanto, en Winter Gardens salieron a rockear los estadounidenses Suede Razors, oriundos de la famosa Bay Area de San Francisco, decididos a mostrar lo mejor del bovver glam (les debemos una nota de este estilo y lo prometido es deuda) que practican, y los escoceses Fire Exit, procedentes de Glasgow y del lejano en el tiempo -pero cercano en espíritu- 1977, a detonar definitivamente el escenario ante el entusiasmo de la concurrencia.
Nos hicimos una escapada tambié para no perdernos una de las bandas que más swing tenía en el festival, que son The Professionals, la banda de Paul Cook, el batero de los legendarios Sex Pistols, quien formara la banda allá por 1979 junto a su compañero Steve Jones. Reformada en 2015 y con Tom Spencer reemplazando a Jones (que de todos modos sigue ligado al grupo), en 2017 sacaron un tercer álbum cuyos temas interpretaron a pura energía. También hubo espacio para temas de los Pistols, claro: «Silly Thing», interpretada lo más cercana posible a la versión original, recibió una respuesta entusiasta, al igual que los últimos dos temas, «Stepping Stone» y «Problems», en un final a puro homenaje y nostalgia.
Pero como fue solo una escapada, volvimos al R-Fest al aire libre porque saldría a escena una banda que, aunque no quieras, te hace bailar, no solo por el ritmo sino por el histrionismo que tiene el frontman Paul McLoone: ellos son los queridos norirlandeses Undertones: «You’ve Got My Number (Why Don’t You Use It!)», «Jump Boys» y «Family Entertainment» abrieron un show muy entretenido. Sinceramente, terminamos hechos mierda de tanto bailar con su música, aunque todo eso desapareció luego de un par de birras (obvio). No obstante, cuando recordamos que los cowboys de Surrey venían en camino, nos pusimos de pie y encaminamos nuestros pasos rumbo al mítico Empress Ballroom y allí esperamos al que, en los papeles, sería uno de los mejores shows del festival.
Y así fue: a las 9:49 PM y con la introducción de la serie británica de los 60s «The Prisoner» a modo de intro, Sham 69 salió finalmente a la cancha y estalló el delirio. Jimmy Pursey, dotado de una energía que emanaba de sus poros, a los saltos, desató una catarata de hits del grupo para toda la gente allí presente; por cierto, ya no cabía ni un alfiler en el lugar. «Tear Gas Eyes», «Angels With Dirty Faces», todos los grandes hits se interpretaron a toda máquina, al igual que «Bastille Cake», «Borstal Breakout» y un brillante cover de «White Riot» de The Clash, temas que mostraron que el espíritu del grupo sigue tan vivo hoy como el primer día. Realmente una noche histórica en Blackpool, llena de una alegría contagiosa.
También tocaron más grandes nombres como la muy vigente Toyah, los renacidos Black Uhuru, los legendarios (estos valen el adjetivo) The Stranglers… Para mí el festi estaba pagado ya con el set de Sham 69, así que todo era alegría; de ahí en más, la noche se extendió como suele hacerlo hasta el amanecer, en una fiesta en las cercanías del Winter Gardens hasta altas horas de la madrugada, secundado por el uruguayo Martín (integrante del grupo con el que viajamos), demostrando que para la joda siempre está… pero la crónica del after party también quedará para otro momento.
TERCER DÍA: SÁBADO 6 DE AGOSTO. Nuevamente el sol invadió la habitación de hotel que ocupábamos; sí, teníamos cortinas, pero el astro rey estaba intenso… Era un día crucial con grandes nombres: me tocó ir con los chicos chilenos de Sudor Obrero (una de las primeras bandas skinhead anti racistas del país trasandino) a darles una mano con el show que darían en el tercer día del festival. Y sí, la ansiedad reinaba en el ambiente; de hecho tras ayudarles a poner todo en orden con el merchandising y ultimar detalles relacionados con el escenario, me excusé de manera muy educada y fui a la carrera a ver el último show de los queridos Oi! / streetpunks ingleses Arch Rivals, que tocaron con la formación original en el escenario principal Empress Ballroom. Ojalá vuelvan pronto a los escenarios: grandes músicos, buena gente… el mundo perdió una muy buena banda.
Finalmente llegó el turno de mis chilenos amigos, en el escenario introductorio: Osvaldo, junto a su banda Sudor Obrero dejaron la huella de ser la primera banda chilena en tocar en el Rebellion y no es poca cosa, no por ser amigos (recalco esto), sino porque el hecho de que una banda autogestionada y sudamericana viaje 12.000 km para tocar en uno de los festivales más grandes del género, es definitivamente motivo de celebración para todos los latinos. Oe!
Los chicos tocaron un set crudo, a pura energía y como era de esperarse tras semejante descarga, las ansiedades bajaron. Fui a darles un abrazo y a decirles “esto sigue, muchachos, a disfrutar” y me perdí luego entre el gentío. Volví al Empress Ballroom para ver a los hermanos Robson con Gimp Fist, más Oi! británico procedente de Darlington, otro show donde no faltó la intensidad ni la emoción. Y ahora prepárense porque vienen varias postales del evento…
Italia estuvo más que bien representada por Bull Brigade, banda de Oi! nacida en Torino en 2006, con un cantante carismático llamado Eugy y tres álbumes bajo el brazo (el último es “Il Fuoco Non Si è Spento” de 2021), cuyos temas interpretaron a todo fuego en el festival.
Last Resort, una de las primeras bandas de Oi! (de hecho se llaman así por un famoso negocio skinhead de la capital inglesa) que aún la rockea en este siglo, fue la siguiente en ocupar las tablas e hizo lo suyo sin problemas; Roi Pearce nunca te deja a pie y la garra nunca falta aunque vengan degollando.
El momento de las emociones llegó al realizarse el merecido tributo a Thomas «Mensi» Mensforth, el recordado vocalista de Angelic Upstarts que falleciera hace un año por COVID (a quien MADHOUSE despidió en esta nota). Los recuerdos resonaron tanto como la música y hasta habrá habido alguna lágrima entre la concurrencia y los artistas presentes.
Luego nos fuimos alternando entre el punk UK82 de los indomables brummies GBH, otra de las bandas muy esperadas del festival, con un Colin Abrahall calmo pero inspirado al conducir las acciones con su voz y su micrófono e infaltables clásicos hardcoreros como «Sick Boy» y «Time Bomb»…
… y después con los sonidos del este de Londres disparados por esa ametralladora rockera llamada Cockney Rejects. Jeff Turner y sus amigos la descosieron a través de temas como «We Are the Firm», «Headbanger», «On the Streets Again», «Bad Man», «The Greatest Cockney Rip Off», hasta el cierre con «Oi! Oi! Oi!» y «War On The Terraces», además del anuncio de un álbum nuevo para este año. Pero las bandas seguían sonando…
…y fue así que volvimos otra vez al UK82 de la mano de los batalladores Discharge: puro frenesí de la mano del frontman Jeff «JJ» Janiak y canciones despiadadas como «Fight Back», «Hell on Earth», «A look at Tomorrow» o «Ain’t No Feeble Bastard» mostraron la experiencia y la decente actualidad de la influyente banda de Stoke-On-Trent…
La cosa es que donde una terminaba, otra empezaba y el plato fuerte del día sábado estaba servido en bandeja: Cock Sparrer, cumpliendo 50 años, demostraron lo vigentes que están y si bien han readaptado temas, fue un placer verlos como lo es cada vez que se presentan en vivo. Sonaron «Riot Squad», «Working» y «Where Are They Now?» de «Shock Troops», emoción adrenalínica pura junto a las conmovedoras «England Belongs to Me», «Runnin’ Riot» y «Take ‘Em All», todas allanando el camino para una gran versión de «We’re Coming Back» que cerró el concierto.
Al mismo momento que McFaull & Cía. tocaban «England Belongs To Me», The Exploited demolían el Club Casbah con lo mejor del punk made in Scotland. Wattie se bancó bien sus recientes problemas de salud y dio un show feroz junto a sus compañeros, que incluyó himnos ochentosos como «Let’s Start a War», «Beat the Bastards», «Chaos is my Life» y una explosiva versión de «Sex and Violence», todo de parte de la banda que influenció a tantas otras, desde Agnostic Front a Napalm Death, de Anthrax a Slayer. Otro lujo del festival.
Como si todo esto fuera poco, también hubo grandes nombres aunque de otros estilos: uno fue Peter Hook & The Light. La apertura de su set fue con «No Love Lost», que anticipó un recorrido musical homenajeando a Joy Division; sus clásicos dijeron presente, desde «Disorder», «Isolation» y «Shadowplay» hasta «Ceremony», «Transmission» y la eterna y mágica «Love Will Tear Us Apart»… Hook siempre es una presencia atractiva en escena y lo del R-Fest no fue una excepción.
El otro renombrado fue también una estrella local, es decir Gary Numan, el gran pionero del rock industrial: su presencia quizás fría y distante en apariencia no resulta por ello menos fascinante. Hubo material de su producción más reciente como «Intruder», «Is this World Enough?» o la el excelente «My Name is Ruin». Pero hay una razón por la que Numan es citado como gran influencia por Trent Reznor y Fear Factory, entre otros músicos, y esa es la profundidad de sus primeros trabajos: el show brilló entonces con gemas del pasado como «Metal», «Are ‘Friends Electric?» y la sempiterna «Cars», con lo que dejó a todo el mundo contento.
Luego de todos estos tremendos shows, la velada ameritaba una cervecita: los uruguayos se sumaron, claro está. La huida de Marcos a dormir no desanimó a Martín en su secundada post festivalera y así ambos armamos unos fernets junto con unos punks locales. Luego sí, a dormir, porque al día siguiente nos esperaba el gran final.
CUARTO DÍA: DOMINGO 7 DE AGOSTO: No, esta vez no había sol; un poco de resaca había, eso sí. Al ritmo que venía el festival, de 2 PM a 4 AM todos los días, parecía imposible llegar al domingo, pero lo logramos… El plan para el día era comenzar con un buen (y muy necesario) café, y despertarnos al ritmo de Buzzcocks en el R-Fest al aire libre: el aire fresco viene siempre bien para despejarse, más aún con un poco de punk ’77. La banda tocó hitazos como «What Do I Get», «Senses Out of Control», «Orgasm Addict» y por supuesto «Ever Fallen In Love (With Someone You Shouldn’t’ve)». La nostalgia inundó a la sonriente multitud, mientras chicas y chicos de otrora se balanceaban al ritmo de los clásicos.
Una vez despiertos y a mitad del set de Buzzcocks, nos dispusimos a desplazarnos hacia el Empress Ballroom, para ver otra gloria del 77, más precisamente a los londinenses Chelsea. Gene October, Mat Sargent, Rob Miller y Nic Austin tocaron mayormente material de su segundo álbum «Evacuate» (1982) y lo dejaron todo y cuando digo todo es TODO: la energía de estos tipos ya mayores que podrían estar tranquilos en sus casas pero que la siguen rockeando después de tantos años, es, por momentos, envidiable.
Vino un largo descanso hasta que por fin pudimos ver a los daneses de Evil Conduct. Más tarde fue el turno de Charlie Harper y UK SUBS. Originalmente nacidos como los Subversives (y antes de eso The Marauders) allá por 1976 , fueron una de las primeras bandas de hardcore punk bands y hoy el único miembro original del grupo es el veterano Harper (78), nacido en Londres pero luego criado en Sussex, donde vive actualmente y es el residente más famoso junto a la ya mencionada Jordan Mooney. «Down On The Farm» y «Endangered Species» fueron quizá los temas más destacados de un set que definitivamente la rockeó en forma.
También dijo presente Doyle, la banda de Doyle Wolfgang Von Frankenstein de Misfits. A pesar de llegar 15 minutos tarde, no perdió concentración al tocar y desplazarse con fuerza por el escenario Casbah con su banda «solista». La combinación de teatro metálico y alta energía punk se expresó a través de canciones (casi todas las presentaron con la frase: «esta es una canción de amor; pueden bailar si quieren») como «Abominator» y «Cemetarysexxx», cantadas por un Alex «Wolfman» Story enloquecido. El mes que viene encabezarán el Riot Fest en Chicago, así que esto fue un gran anticipo.
Casi como una seguidilla pasaron los potentes Ruts DC («Ruts Da Capo», es decir otra vez desde el comienzo, ya que estos son los miembros de The Ruts que continuaron tras la muerte por sobredosis del cantante Michael Owen) seguidos de Conflict y Cro Mags… estas dos últimas hicieron una gran pareja para un domingo por la tarde, todos pogueaban y se sintió como el comienzo de algo en lugar del final, tal es el espíritu Rebellion.
Hubo un momento conmovedor cuando Harley Flanagan dedicó «World Peace» al baterista G-Man, quien sufrió un paro cardíaco a principios de verano, estuvo muerto por cinco minutos y hoy está de vuelta en la batería, con una visión distinta de la vida, la cual quiere aprovechar al máximo: la emoción del momento cedió paso a «Apocalypse Now», uno de los grandes momentos del set de los Mags. El cierre de la noche estuvo dividido y difícil de decidir, entre Squeeze y Stiff Little Fingers…
Bueno, por la foto es más que obvio que el clásico de Belfast ganó la elección. El calor era ya casi insoportable, mezclado con el cansancio y el mal dormir… ¿pero qué? ¡Si valió totalmente la pena cada minuto de la hora y cinco que tocaron! El frontman Jake Burns, junto al bajista original Ali McMordie, el batero Steve Grantley (que tocó con Burns en The Big Wheel entre 1982 y 1987) y el guitarrista Ian McCallum desgranaron ante una concurrencia feliz un set variado que incluyó temas que desde la apertura con «Suspect Device» hasta el cierre con «Alternative Ulster» incluyeron en el medio material de los álbumes «Inflammable Material», «Nobody’s Heroes» y «Go For It», además de otras perlitas. Cierre espectacular, por decirlo suavemente.
EPÍLOGO. Fue un enorme placer pasar el fin de semana largo con amigos, tanto con los de siempre como los nuevos que hicimos, porque de eso se trata también todo esto: de conocernos un poco más entre todos, no importa de qué parte del planeta seas, mientras te guste alguna de todas estas bandas, sos y somos parte del todo…
Y así, con el calor de la amistad (que no hay que confundir con las altas temperaturas reinantes), una vez finalizado el show de los fingers fuimos al pub nuevamente, para brindar, compartir impresiones, contar anécdotas y celebrar el gran fin de semana del que fuimos parte. Algunos ya comenzaban a despedirse, otro juraban volver el próximo año como sea, otros simplemente, como quien escribe, paladeando la cerveza en silencio y con una sonrisa de oreja a oreja, tal como si fuese un niño al que le acaban de regalar su primera bicicleta. Mientras armábamos los bolsos para volver a casa, nos nació una certeza: hasta la próxima, Blackpool, hasta la próxima, Rebellion… ¡nos volveremos a ver!
Agradecimientos: Rebellion Festivals (Darren Russell Smith, James Sherry & Dod Morrison), Mariano Asch, Annie, Marcos, Flo, Martin, Kate, Duck, Sudor Obrero, Alonso, Marrian, Monika… y algunos más que seguramente esté olvidando.
Corresponsal en UK. Bebedor social, periodista y productor, entre la angustia del rechazo y el cansancio de la aceptación.