(N: Esta nota fue publicada originalmente en la Fan Page de Facebook de Revista MADHOUSE en 2017, la rescatamos por su importancia y relevancia. ¡Que la disfruten!)

Tras una década híperactiva como había sido la de los ‘80, en la que se repartió entre el jazz rock de Jade, el acercamiento al tecno y a la new wave en su carrera solista y el intimismo acústico del disco “Kamikaze”, la década del ’90 parecía marcar un nuevo comienzo en la carrera de Luis Alberto Spinetta.

Después del inesperado éxito crossover que resultó “Seguir Viviendo Sin Tu Amor” en 1991 (de “Pelusón Of Milk”, un disco luminoso inspirado por la llegada de su última hija Vera) y el soundtrack de la película “Fuego Gris” realizada a pedido del director Pablo Cesar, el Flaco decidió reinventarse, aliándose con el baterista Daniel “El Tuerto” Wirtz (un personaje versátil y adorable que podía pasar sin problemas del under prog rosarino a la banda de Fito Páez y a liderar el combo kitsch La Sonora de Bruno Alberto) al que le dijo: » … esto es un desierto, asociémonos “

Inspirado por las bandas que escuchaba su hijo Dante, el grunge y la escena alternativa, la idea de Luis Alberto fue volver a la tracción a sangre de la época de Pescado Rabioso e Invisible, por lo cual el concepto de un power trío comenzó a tomar forma, una vez que el bajista Marcelo Torres (un excelso músico que venía del jazz y la fusión folklórica) se sumó al proyecto: Los Socios del Desierto finalmente habían nacido.

Los ensayos empezaron en abril de 1994 y rápidamente el trío comenzó a presentarse en vivo con una pequeña gira nacional en lugares chicos, algo que El Flaco vivió como un “volver a empezar”, bastante alejado de la solemnidad que lo veía acompañando en su carrera solista. Paralelamente a los shows en vivo, empezaron a tomar forma las primeras composiciones en La Diosa Salvaje, el mítico hogar/estudio de Spinetta en  la calle Iberá.

A través de los años el ex líder de Almendra nunca dejó que la premura se interpusiese en su obra artística, por lo cual -ya para la segunda mitad de 1995- los temas seguían acumulándose, para darle forma a un disco doble que lo chocaría de frente con la realidad: su compañía discográfica no quería correr riesgos y decidió no editarlo. Uno de los artistas más importantes de la música argentina se encontraba sin un soporte para poder editar su material

“Mi vida creativa y la llama rebelde y artística que siempre me guió no sufrirá merma alguna de no publicarse éste, mi último trabajo. Tarde o temprano algún sello reclamará mi obra y aceptará mis exigencias. Eso me fortalece.”

Fragmento del comunicado de Luis Alberto Spinetta, octubre de 1996

Tras varias idas y vueltas y una no buscada repercusión mediática –a la cual Spinetta siempre fue esquivo- dieron como resultado que Sony Music fuese finalmente el sello que aceptara las exigencias; por lo que el demorado “Spinetta Y Los Socios del Desierto” se editó en CD y casete el 30 de abril de 1997, provocando un fuerte impacto en la escena rockera local y acercando la música de Luis Alberto a las nuevas generaciones que vieron con buenos ojos los power chords y la tracción a sangre que destilaban los shows en vivo (coronados posteriormente en el álbum “San Cristóforo” del año siguiente)

“Cheques” fue el primer corte y videoclip (protagonizado por la modelo y actriz Carolina Peleritti, por entonces pareja de Luis) y marcó la pauta de buena parte del sonido de los 33 tracks del disco: distorsión con cierta síncopa funk y una marcada influencia  del rock norteamericano contemporáneo (en especial Living Colour y Red Hot Chili Peppers), tal como se puede apreciar en composiciones como “Cuenca En El Sol”, “Espejo en una Sombra” “Nasty People” y la poderosa “Bosnia”, quizás el tema más crudo en toda la carrera del Flaco, con una lírica inspirada en el Conflicto de los Balcanes.

De cualquier manera  Spinetta no podía dejar de ser Spinetta y la placa también dejaba lugar a la combinación del sonido corrosivo de alguna de las composiciones, con varios delicados pasajes poéticos, tal como en “Paraíso”, “Holanda” y “Jardín De Gente” (cuyas estrofas rezaban: “Cómo harás para ver y aliviar el dolor/en el jardín de gente/algún acuerdo en tu alma tendrás”)

Con el beneplácito de la crítica y el público, la primera tirada se agotó en poco tiempo, convirtiendo a la placa en su versión física en un ítem valioso en lo sitios de venta online con el correr de los años.

Dentro del auge de las reediciones del rock vernáculo de los últimos tiempos, “Spinetta y Los Socios Del Desierto” se reedito finalmente a fines de 2016 (a casi diecisiete años del último show del trío, el 26 de noviembre de 1999 en el Chateau Carreras de Córdoba), en versión digipack y respetando su arte original, saldando de esta forma una vieja deuda de la industria discográfica con uno de los artistas más importantes de la música contemporánea argentina, que un cuarto de siglo después, aún sigue sonando fresco y directo.

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