Si hacen la prueba van a ver que los que les digo es verdad. La sola mención de su nombre, de seguro generará en el argentino promedio el silencio como respuesta o la confusión de parte de vuestro interlocutor con algún tipo de receta de cocina anglosajona .No es necesario que se trate de un millenial, dado que para muchos que por estas tierras fueron contemporáneos de Humble Pie, la existencia del grupo inglés les fue y les es aún hoy, totalmente ajena. Pero eso es así siempre y cuando hablemos de una nación que quedaba tan al sur como la nuestra y en un mundo tan poco globalizado que las cosas llegaban tarde o bien no llegaban a secas. Pero si esta revisión tiene razón de ser, es debido a que el combo liderado por Steve Marriott fue al comienzo de los 70s, un faro que marcó el camino que seguirían muchas de las bandas que forjarían esos sonidos más crudos y pesados que tan populares en esa la década. El prestigio de Humble Pie se construyó gracias a discos como «Smokin´», el álbum que vamos a rememorar en MADHOUSE, contando los detalles de su producción, su contenido y su legado, a 50 años de su salida.. A medio siglo de su lanzamiento, fósforo en mano prendemos la mecha para detallar los hechos.

LA ANTESALA: Los meses previos a la grabación de “Smokin´” no fueron nada fáciles para Humble Pie. Es más, podría decirse que antes de la pre producción del álbum, una de las peores crisis internas en la historia del grupo puso dudas en el horizonte. Desde su formación, el cuarteto contaba con dos grandes usinas creativas. Por un lado teníamos a Steve Marriott, la voz principal y su figura más reconocible gracias al suceso alcanzado como miembro de The Small Faces, toda una institución dentro de la movida Mod londinense. Sus dotes vocales pronto lo hicieron sobresalir, a tal punto que el mismísimo Jimmy Page llegó a tentarlo sin éxito, para convertirse en el cantante de un proyecto que por aquel entonces llevaba el provisorio nombre de The New Yardbirds y que prontamente pasaría a llamarse Led Zeppelin. Por el otro, aparecía un joven Peter Frampton, quien ya era  un guitarrista de peso para los estándares de la época y la “cara bonita” de la banda. En los primeros cuatro discos de estudio de Humble Pie, reinaba una convivencia pacífica entre las composiciones más melódicas y por lo general tendientes hacia un sonido acústico de Frampton, y el Rythm & Blues/Soul con esteroides proto hard rock de Marriott. Hasta que en 1971, el cuarteto lanza su primer registro en vivo “Performance: Rockin the Fillmore”, grabado en ese mítico recinto neoyorkino con la ayuda de un tal Eddie Kramer (sí, el mismo que luego haría lo propio con Kiss y el legendario “Alive”), y que resultó ser una bomba sonora, mostrando de lo que estos ingleses eran capaces en directo, pero que no llegaban a plasmar en el estudio.

El resultado final fue la señal definitiva que Marriott estaba necesitando para terminar de comprender que la dirección musical que quería imprimirle a su banda era la correcta. Frampton tenía algunos reparos al respecto y comentaba. «Cuando salió “Perfomance” yo tenía mucho material propio con el que estaba realmente feliz. A mí me parecía artísticamente un desafío trabajar con un tipo tan talentoso como Steve, lo consideraba un cantante increíble, pero teníamos visiones muy diferentes de qué era lo mejor para el grupo, y lo cierto es que por ese entonces él había tomado el rol de líder, ejerciendo un férreo control de Humble Pie. Así que ni bien editamos el álbum en vivo, me fui básicamente porque mis composiciones eran rechazadas.. A las semanas de mi partida, el disco empezó a venderse muy bien y me dije a mi mismo, Peter la cagaste”. La salida de una pieza clave como Frampton sorprendía a la banda en pleno momento de despegue y con un álbum por venir en la agenda que tenía la obligación de perpetuar esa curva ascendente. Marriott no dudó mucho a la hora de buscar un reemplazante. Su vista se había fijado en David “Clem “ Clempson, guitarrista que por esa época militaba en las filas de los jazz rockeros Colosseum. La manera en la que Clem entró a la banda pinta de cuerpo entero que clase de tipo era Steve Marriott. Sencillamente lo llamó y le dijo de forma por demás escueta que lo esperaba en a tal hora y tal lugar. Cuando Clemson acudió a la cita lo hizo pensando que iba camino a una audición. Al llegar se encontró con un escenario muy distinto. La supuesta prueba era en realidad una conferencia de prensa armada por Steve, en la que sin preámbulos lo presentó como el nuevo integrante de Humble Pie. 

EL DISCO: Suplida la deserción de personal, la banda entró a los londinenses Olympic Studios sin productores a la vista, dado que serían ellos mismos los encargados de la tarea. Si la figura de un productor brilló por su ausencia, sí hubo algunos invitados de lujo. El disco abre con la movida “Hot & Nasty”, que en sus primeros acordes ostenta un órgano Hammond interpretado por Stephen Stills, tecladista de los míticos Crosby, Stills & Nash, quien aporta también algunos coros. En «Old Time Feelin» hace su participación Alexis Korner, auténtico procer y pionero del blues blanco britanico. Dentro de un repertorio que termina de perfilar un sonido más crudo y pesado, que combina con maestría el hard rock y el blues con retazos de funk, soul y hasta  gospel, la power ballad “You ́re So Good for Me”, es uno de los pocos momentos calmos de la placa y uno de sus puntos más altos también, y que contiene una de las marcas registradas del sonido de Humble Pie: la alternancia en la voz líder entre Steve Marriott y el muy sólido bajista Greg Ridley, quien sin llegar a tener el brillo de su coequiper, era un buen cantante, con un registro más grave que el de su compañero. La canción se destaca por su gran emotividad interpretativa y se convertiría rápidamente en uno de los temas más recordados del cuarteto.

Pero si de clásicos hablamos, ninguno más clásico de Humble Pie que “30 Days in The Hole”, uno de esos rockanrolazos apetitosos como una hamburguesa que tan bien le salían a la banda. Su letra es un alegato a favor de la legalización de las drogas, y la idea de la misma le vino a Marriott cuando estando en Kentucky para un show, supo que en ese estado la pena por posesión de estupefacientes era de treinta días de prisión. “Las drogas forman parte de una nueva cultura, así como el alcohol lo fue para generaciones anteriores, no hay nada intrínsecamente malo en ellas”, declaró Steve al respecto. El cantante no se privó de ser explícito a la hora de empuñar la pluma, haciendo mención de varios tipos de marihuana y hachís como “Red Lebanese” o “Black Nepalese”( ¡y bueno, viejo, había que encontrarle la rima al asunto!). Ningún título dentro del catálogo de los Pie tuvo tantas versiones de otros artistas. Mr.Big, Gov´t Mule, The Dead Daisies, The Black Crowes y Ace Frehley, son algunos de los que eligieron recrear la potencia rockera de la canción. En el caso del Spaceman, éste debió recurrir a los servicios de su viejo amigo, Robin Zander de Cheap Trick para la parte vocal. «No había manera de que pudiera alcanzar el rango vocal de un cantante extraordinario como Marriott”, señaló el hombre de las guitarras humeantes. ”Robin era el tipo justo para hacer el trabajo”.

Pero si de covers hablamos, Humble Pie es célebre por sus bombásticas reinterpretaciones de clásicos del rock & roll vieja escuela. En esta ocasión se despachan con “Come On, Everybody” de Eddie Cochran (cuadrada y energética como un AC/DC antes de su existencia), y la muy funky (Lenny Kravitz hubiese vendido el alma por sonar así) “Road Runner” firmada por los autores del sello Motown, Holland y Dozier.”Smokin” cierra con “Sweet Peace and Time”, con Ridley otra vez al frente de las voces, pieza que ayuda a comprender gracias a su contundencia, porque se considera a Humble Pie como un grupo proto heavy.

LA PITADA FINAL: Lanzado hace medio siglo por el sello A&M Records, “Smokin” logró los planes que Marriott tenía trazados para la banda desde el punto de vista comercial como artístico. Para el cuarteto, el disco sirvió de puerta de acceso al éxito internacional, con un sexto puesto dentro del ranking de Billboard en USA, la posición más alta conseguida por ellos en los charts. El ingreso de Clemson dotó al sonido de Humble Pie de un filo mucho más aguerrido, que se adaptaba mejor a la faceta más dura que Marriott quería darle a sus muchachos. ”Smokin” sigue siendo el trabajo más cohesivo de la agrupación y momento más álgido de su carrera. Y lamentablemente, también profético en su título. A partir de las décadas siguientes, el grupo iría perdiendo integrantes y terreno en sus niveles de popularidad. Marriott oscilaría entre abandonos y regresos con su criatura rockera. Sin el suceso de antaño, el pequeño hombre de la voz gigante seguiría peleándola sobre las tablas. El 20 de abril de 1991, el cantante y guitarrista volvió a su hogar en el condado de Essex luego de una de las habituales giras. Esa noche, mientras descansaba, se desató un voraz incendio en el interior de su casa. La causa del siniestro se debió a que Marriott se durmió profundamente a raíz de una combinación de barbitúricos con alcohol mientras fumaba en la cama. Los bomberos lograron rescatarlo, pero no reanimarlo y fue dado por muerto por asfixia. De esa manera irónicamente trágica, se callaba para siempre una de las voces más vibrantes que haya dado alguna vez el rock & roll.

¡Ahora si, buscá el cenicero más cercano y volvé a darle play!

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here