En un año que apenas ha recorrido tres meses, las noticias tristes en el mundo del rock y de la música siguen sucediéndose casi sin respiro. La más reciente indica que ayer martes 28 de marzo dejó este mundo Gustavo Zavala, bajista, líder y fundador de la banda argentina Tren Loco. Los tristes detalles, a continuación.

La noticia, dada a conocer cerca de la medianoche de ayer martes en las redes sociales de la banda, causó dolor tanto en colegas como amigos y fans del músico. Si bien era conocido el hecho de que Zavala estuviera peleando duramente contra el cáncer, y oportunamente se solicitaran donaciones de sangre para ayudarlo, finalmente la enfermedad se impuso y el músico falleció a las 19.20 hs., tal como señala el comunicado oficial del grupo: «Cuando vos te fuiste la primer sorprendida sin dudas fue la muerte…En el día de la fecha, siendo las 19:20 hs «Gus» terminaste tu batalla»… demasiado tristes todos». Breve, conciso y directo.

Su carrera y trayectoria sin duda dejaron una marca indeleble en la historia del heavy metal hecho en Argentina. Nacido el 5 de septiembre de 1960 en Buenos Aires, Gustavo Noe Zavala (tal su nombre completo) fue el fundador, bajista, tecladista, autor, compositor principal y líder de las bandas Apocalipsis y Tren Loco. Criado en Grand Bourg e hijo de Mateo Zavala, trabajador que escribía poesía sobre su tierra cuyana y que de joven enseñaba guitarra, comenzó su camino no como músico sino como tornero y dibujante técnico en la fábrica Valmarco de San Miguel, además de trabajar en la compañía de teléfonos ENTel y estudiar la carrea de diseño gráfica en la UBA. Bajista autodidacta y fan declarado de maestros de las cuatro cuerdas como Steve Harris, John Paul Jones, Greg Lake, Roger Glover, Pedro Aznar, Machi Rufino y Gustavo Montesano, su primer instrumento fue un bajo Faim, copia de un bajo Höfner violín modelo Paul Mc Cartney (otra de sus grandes influencias en el instrumento), el cual compró en 1978 y le costó el sueldo de un mes en la fábrica; ese mismo año entró al proyecto A.R:G:O:S: en lo que constituyó su primera experiencia grupal en la música. Posteriormente armó las bandas Via Libre, Venus y Vhunus; con más experiencia y estudios sobre el lomo, años más tarde y junto a su amigo de la secundaria Rubén Atala, apodado “El Turco”, formaron las bandas Apocalipsis en 1984 y Tren Loco en 1990.

Apocalipsis llegó a tocar en varias ciudades de la provincia de Buenos Aires, ganar varios concursos y grabar un demo titulado “Endemoniado”, hasta que finalmente el grupo se disolvió en 1989. Gustavo y el Turco armaron entonces junto al cantante Carlos Cabral, el guitarrista Mauricio “Moncho” Pregler, el tecladista Sergio Rojas y el batero “Pollo” Fuentes una banda nueva, sin mayor objetivo que tocar y divertirse, con la cual grabaron un demo con tres temas, donde además de tocar el bajo se encargó de los teclados y los coros. ¿Cómo nació el nombre de la banda? Gustavo cuenta que “En todas las bandas llega el momento en que tienen que poner un nombre, se juntan. En el momento de elegir uno el Pollo habia traido uno, Acorazado… y bueno yo voy a pensar un nombre, pensé yo, entonces se dieron dos cosas. Ese dia salió en el Diario… ¿viste el tren de Grand Bourg, el Ferrocarril Belgrano? Bueno, se habían quedado dormidos los dos maquinistas que manejaban el tren, bien borrachos y el tren fue como tres o cuatro estaciones sin parar, siguió de largo… fue un guarda y un policia trepándose por el costado de la máquina para parar el tren, que salió de Retiro y ya no paró. Y al otro día veo ‘El Tren está mas Loco que nunca’ ‘el ferrocarril Belgrano que va de Grand Bourg a Retiro, de Retiro a Grand Bourg’. Entonces relacioné eso con el tema de Ozzy, ‘Crazy Train’, ‘Tren Loco’, que siempre me gustoó. Toda la vida viaje en ese tren, fui a la facultad, al laburo, por eso me identifiqué mucho con el tren. Ahí encontré una mistura entre el tema de Ozzy Osbourne y el tren que yo tomaba, el Belgrano, el tren que estaba loco. Por eso propuse ese nombre a los pibes y quedó enseguida”… Surgió la oportunidad de otro concurso, y la banda –aún en formación- se inscribió como Tren Loco en el certamen auspiciado por la firma Promúsica (licenciatarios de Yamaha). ¿El resultado? En septiembre de 1991 la banda ganó la final rioplatense en el estadio Obras (elegida entre más de 1300 grupos de Argentina y Uruguay) y como premio al mes siguiente viajó a Japón para la gran final del concurso Yamaha Band Explosion. Allí, Zavala y sus compañeros obtuvieron el Premio Especial del Jurado entre 18 bandas de distintos países, que provenían de un total de 40.000 bandas de todo el mundo.

Tras aquel gran éxito internacional, Tren Loco tocaría en toda la Argentina, además de Ecuador, México, Venezuela, Bolivia, Uruguay, etc. En 1992 llegó la edición de “Tempestades”, su primer LP lanzado por el sello Polygram; a través de la década la banda trabajó duramente, haciendo shows y giras y editando de manera autogestionada su álbum “¡No Me Importa!” (1996) a través de su propio sello, Yugular Records. Con él lanzarían más de quince álbumes de estudio, en vivo y compilaciones. A través de los años, Zavala y Tren Loco compartirían escenario con bandas tales como Saxon, Judas Priest, Skid Row, Whitesnake, Sepultura, etc. e incluso participaron en el festival Vive Latino de México en 2008. En 2010 y con motivo de los primeros veinte años de la banda, Zavala (con la idea del escritor Gito Minore) editó un libro biográfico acompañado de un disco acústico, titulado “20 Años – Pogo En El Andén”. Al año siguiente Zavala formó parte de La Bestia  (grupo tributo a Iron Maiden) junto a Pablo Soler, Matias Munighini, Javier Barrozo y Guillermo De Luca, con el cual se presentaría dentro y fuera de Argentina. Como si fuera poco, también en 2011 Tren Loco actuaría ante 12000 fans en Quito, Ecuador, y formaría parte del cartel junto a Whitesnake y Judas Priest en el estadio del Racing Club de Avellaneda, lanzando posteriormente el DVD en vivo titulado “Hoy Es Mejor Que Ayer – En Vivo En Buenos Aires”. En enero de 2017 Zavala lanzó el álbum de su flamante banda solista, S.U.R., titulado “Somos Una Rebelión” y con músicos invitados como Claudio «Tano» Marciello, Pablo Soler, Javier Barrozo, Horacio Giménez, «Zombie» Gauna, Marcelo Roascio y Eduardo Augusto, entre otros.

La actividad de Zavala no se limitaría a Tren Loco y al heavy metal: además de escribir la totalidad de las letras de sus bandas, fue escritor de cuentos de ficción y realidad fantástica. En 1998 ganó el primer premio del Concurso Literario de Telefónica de Argentina, con su cuento de ficción “El Error”. Al año siguiente fue convocado por Diego Boris para formar parte de un nuevo proyecto de músicos autogestionados y así fue socio fundador de la UMI – Unión de Músicos Independientes de la Argentina. Años más tarde, a partir de 2006, participó de Músicos Convocados, agrupación que trabajó por la aprobación de la Ley Nacional de la Música para crear el INAMU. Por otro lado y en paralelo a sus grabaciones y actuaciones junto a sus bandas de metal pesado, también editó de manera solista cuatro CDs de música metal/relax para bebes, que integran la colección “Metal For Babies”; según lo explicaba él mismo, la inspiración vino de Dante, su propio hijo: “La idea de hacer música metalera para bebés vino cuando nació mi hijo, y yo no quería que se quemara la cabeza con Floricienta y todas esas cosas. Como además de tocar el bajo compongo en el piano, grabé algunas lindas melodías de Metallica, Megadeth y Tren Loco con sonidos de campanitas, cajitas musicales, arpas, es decir que traspasé esas melodías aguerridas, las despojé de la distorsión y la estridencia de los tambores, y quedó la esencia, la armonía y la melodía, es decir la música. Así logré que Dante se durmiera. Como cada vez más gente me pedía copias para sus hijos, averigüé en Internet que no había nada de metal para bebés, y lo patenté, así que es orgullosamente un invento argentino”.

En 2020 y conjugando todos sus gustos, intereses e influencias, fue el momento justo para El Momento Justo, un proyecto musical y literario que unió a Zavala con el talentoso Adrián Subotovsky (Subotango, S.U.R.) y el escritor Gito Minore; aquí distintos géneros musicales y literarios como el tango, el metal y la poesía se combinaron en una producción de carácter único. El álbum se compuso y grabó en los estudios Yugular, entre enero y diciembre del 2018, y los poemas que lo conforman son una selección de los libros “Mínimamente” y “Queriendo Ser” de Minore. En cuanto a la música, Subotovsky tocó guitarras eléctricas y criollas, mientras que Zavala tuvo a su cargo, además del bajo, los sintetizadores, programaciones e incluso ukelele… Zavala no solo deja un gran recuerdo como músico, artista y persona, sino un vacío muy difícil de llenar para su esposa e hijo, familia, amigos, colegas y fans que siempre lo tendrán vivo en sus corazones. Quienes hacemos MADHOUSE lamentamos profundamente su desaparición e invitamos a recordarlo -como lo está haciendo mucha gente en las redes sociales a través de sentidos testimonios que verán a continuación- con lo que suponemos más le hubiera gustado: escuchando su música. QEPD.

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