«Fathers, Brothers And Sons: Surviving Anguish, Abandonement And Anthrax», por Frank Bello con Joel McIver (Rare Bird Books, 2021 – 256 págs).

Los muchachos de Anthrax parecen estar dispuestos hacernos leer, con el reciente lanzamiento de la impactante novela gráfica «Among The Living» y ahora esta entrega, la biografía o las memorias (como prefieran) del responsable de las cuatro cuerdas y el pulso de la banda, es decir Frank Bello… pero paremos un segundo para dejar una cosa en claro y disipar cualquier noción preconcebida al respecto: este libro no es una biografía de Anthrax; si bien cubre la historia de la banda, lo hace como telón de fondo de la vida y la época de Frank Bello, de las pruebas y tribulaciones de la vida en las giras, de la búsqueda de orientación y del poder de la música que altera la vida. En esencia, se trata tanto de la historia de Anthrax como «What Does This Button Do?» de Bruce Dickinson se trata de Iron Maiden.

Para poner todo en orden, hay tres temas distintos que atraviesan y cimentan el libro: la sensación de abandono de Frank después de que su padre se fuera, su adoración por las mujeres de su vida y su necesidad de una familia y un hogar seguro. Y es este tríptico de influencias lo que ha convertido a Frank en el hombre que es hoy: exteriormente se lo percibe extrovertido, como un showman natural de una gran personalidad, pero por dentro es un hombre que lucha con sus demonios internos de ira y temor de convertirse en aquello que no quiere ser. Múltiples estudios científicos y psicológicos realizados a través de muchos años han demostrado la incómoda verdad de que los niños, y en particular los varones, necesitan una figura paterna fuerte durante sus años de formación. Entonces, independientemente de cómo se sientan algunas personas al respecto, esto es un hecho empírico basado en estudio tras estudio. El propio padre de Frank se separó de su madre cuando Frank tenía diez años, hecho que lo dejó enojado con su papá y sin entender por qué había sucedido eso. La mudanza posterior a una casa diferente y una escuela diferente, y la intimidación resultante por parte de niños más grandes, así como ver a su madre exprimir hasta el último centavo de cada dólar, dejó a Frank enojado con la vida, pero también sintiendo impotencia y desesperación.

En tal sentido, en el prólogo del libro el eterno, controvertido (y de vez en cuando, brillante) bajista de Kiss, Gene Simmons, defiende la necesidad de que los varones jóvenes tengan modelos a seguir y, al igual que la naturaleza detesta el vacío, esos jóvenes encontrarán sus modelos a seguir dondequiera que miren, sin importar si son positivos o negativos. Afortunadamente para Frank, un nuevo cambio lo acercó a su abuela, a su tío Joe y -detalle clave- al tío Charlie, quien lo introdujo en la música de Rush y de Kiss. El tío Charlie continuaría siendo un actor verdaderamente importante en la vida de Frank, ya que el Charlie en cuestión es… Benante, el baterista permanente de Anthrax (!). Es esta devoción por la música lo que evitó que el joven Frank siguiera las influencias negativas y se mantuviera, en la medida de lo posible, en el buen camino, guiado por sus héroes ya mencionados. A lo largo de su vida había buscado y encontrado figuras paternas, que encontró finalmente en su tío Joe, quien a través del negocio familiar le enseñó la necesidad de trabajar duro y que, independientemente de cómo te comportes, a veces la vida no es justa; al contador de Anthrax que tomó a Frank bajo su protección y lo instruyó en los puntos más finos de la responsabilidad fiscal y la planificación futura. Todo esto, junto con el vacío de su padre ausente, sustenta sus acciones como padre de Brandon, su hijo.

La dedicatoria del libro deja en claro que su devoción por las tres mujeres fuertes en su vida (madre, abuela y esposa) y su indudable influencia en su desarrollo hasta convertirse en la persona que es hasta el día de hoy no puede subestimarse. De ver a su madre manejando múltiples trabajos y llorando mientras intentaba alimentar a cinco hijos después de la partida de su padre, al entorno de apoyo que tuvo cuando se mudó con su abuela, apoyo que continuó hasta su fallecimiento, hasta la roca que hoy representa su esposa, el autor del libro no escatima detalles para contar cómo y en qué medida estas influencias lo impulsan a ser un mejor hombre. Está claro que la familia significa mucho para Frank, no solo por su herencia italiana sino también por el sentimiento de abandono y la culpa que eso le inculcó. El bajista se refiere a sus unidades familiares, tanto de su familia biológica como a la mentalidad de «Band of Brothers» de de Anthrax, como su Hogar Seguro; estos son los lugares donde puede ser él mismo, donde por supuesto hay discusiones y desacuerdos, pero eso es parte del curso en cualquier familia. Su consideración de Anthrax como un entorno seguro colorea sus recuerdos de principios de los 2000 cuando se alejó de la banda y asumió el papel de bajista en Helmet. Era el espacio que necesitaba para aclarar su mente, pero nunca hubo un momento en el que no se viera a sí mismo regresando a la banda, que en el fondo es la extensión de su familia.

El centro del libro es el trágico asesinato del hermano menor de Frank, Anthony, y el juicio posterior y el colapso del caso contra el acusado. Está claro que, aunque esto sucedió en 1996, es una herida que para Bello no ha sanado, y probablemente nunca lo hará. El bajista es extremadamente sincero acerca de los problemas que lo abrumaron en esos momentos y su franco, abierto deseo de vengarse del autor del crimen. Habla de la ira por la falta de sentido del incidente y del apoyo recibido por parte de sus compañeros de banda. Es un capítulo notablemente emotivo del libro, especialmente para quienes estén acostumbrados a ver a Frank como el bajista loquito, que usa bermudas y salta como un canguro poseído. Dicho esto, «Father, Brothers…», no es un libro sombrío y deprimente; todo lo anterior se opone a las duras pruebas y tribulaciones de estar en una banda trabajadora y, como tal, abudan las anécdotas sobre grupos colegas como Kiss, Iron Maiden, Metallica y varios más.

Ahora bien, hemos mencionado a Gene Simmons, y si piensan en el bajista de Kiss como un tipo al cual solo le importa el dinero… bueno, quizá sea el momento de pensar de nuevo. El libro está repleto de historias de las giras, relatando anécdotas varias de todo calibres: delirantes sesiones de tragos con Pantera, pruebas de sonido con Lemmy con el bonus de tocar el legendario Rickenbacker del gran hombre a través de la plataforma de Motörhead; tiempos felices con Metallica, subrayados por el recuerdo de la noche en que murió Cliff… A lo largo de su historia también podemos vislumbrar a Frank lejos del escenario y de los desmanes. Vemos a un esposo y padre devoto que vive de acuerdo con un código ético inquebrantable; un actor en ciernes que estudia su oficio de la misma manera obstinada que aplicó a su música; y un hombre con un profundo amor por las películas de Martin Scorsese y Barbara Streisand. Incluso durante los recuerdos más sombríos, el libro es fácilmente accesible. Escrito en prosa conversacional, es como si los lectores se sentaran en una mesa en un bar y Frank les contara una serie de historias. Y aunque incluye algunas circunstancias delicadas y trágicas, nunca desciende al melodrama compasivo.

En suma: si tu objetivo es leer una biografía completa de Anthrax, entonces este no es el libro que estás buscando. Pero si tenés interés en conocer más acerca de la vida y la época de una de las figuras más entrañables del heavy metal, la historia de Frank Bello bien merece tu atención.

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