El rapper estadounidense DMX o Dark Man X, famoso por sus canciones de letras crudas y descarnadas, murió el viernes 9/4 a la edad de 50 años en un hospital de las afueras de Nueva York, donde llevaba una semana en estado crítico, según informaron allegados del artista. Los tristes detalles, a continuación.

El músico, cuyo verdadero nombre era Earl Simmons, había sido hospitalizado el viernes en el hospital de White Plains, al norte de Nueva York, tras sufrir un ataque al corazón. De acuerdo con lo señalado por el hospital de White Plains, DMX murió tras sufrir un “paro cardíaco catastrófico”. El 2 de abril ya se había reportado que DMX había sido hospitalizado a causa de una sobredosis; sin embargo, su abogado Murray Richman dijo que no podía confirmar dicha versión. Posteriormente confirmó a la agencia AFP que el músico había muerto alrededor de las 11 de la mañana del viernes 9/4, mientras que la familia del músico emitió un comunicado que fue ampliamente difundido en las redes sociales. «Earl fue un guerrero que luchó hasta el final», reza el comunicado, que especifica que el artista falleció rodeado de sus seres queridos. «Amaba a su familia con todo su corazón y atesoramos los momentos que pasamos con él», decía el comunicado. «La música de Earl inspiró a innumerables fans en todo el mundo y su legado icónico vivirá para siempre»

Nacido en Mount Vernon, Nueva York, el 18 de diciembre de 1970 y criado en el suburbio neoyorquino de Yonkers, el que se convertiría en una de las figuras más oscuras y paradójicamente rutilantes del hip hop tuvo una infancia precaria y de abusos junto a su madre y sus hermanos. A los 14 años se enfrascó en una espiral de arrestos que persistiría a lo largo de su vida, cometiendo robos que lo llevaban regularmente a la cárcel. Aunque su historial delictivo ocupó los titulares, fueron sus contundentes raps confesionales, pronunciados con sus singulares y profundos gruñidos, los que dejaron una huella indeleble en el sonido del hip-hop de finales de los 90 y principios de los 2000 con éxitos como «X Gon’ Give It To Ya», «Where the Hood At,» «Ruff Ryders’ Anthem» y muy especialmente «Party Up (Up In Here)», himnos descarnados y contundentes que le valieron el reconocimiento comercial y de la crítica, que en general le atribuyó el mérito de revitalizar la escena del rap neoyorquino. La música de X era a menudo un reflejo honesto de sus luchas personales, que contenía temas de religión, violencia y redención: con sus canciones ganó dos veces el American Music Award y fue nominado a 3 premios Grammy y 5 MTV Music Awards; cinco de sus siete álbumes obtuvieron la certificación de platino: «It’s Dark And Hell Is Hot» (1998), «Flesh Of My Flesh, Blood Of My Blood» (1998), «…And Then There Was X» (1999), «The Great Depression» (2001) y «Grand Champ» (2003).

Incluso después de alcanzar la fama, DMX siguió teniendo roces con el sistema penal, con cargos que incluían posesión de drogas, crueldad con los animales, conducción imprudente, impago de la manutención de los hijos y evasión de impuestos… «DMX fue un artista brillante y una inspiración para millones de personas en todo el mundo. Su mensaje de triunfo sobre la lucha, su búsqueda de la luz en la oscuridad, su búsqueda de la verdad y la gracia nos acercó a nuestra propia humanidad», señalaron en un comunicado los responsables de Def Jam Recordings, el sello con el que DMX publicó algunos de sus álbumes más icónicos. «DMX era nada menos que un gigante. Su leyenda vivirá para siempre», añadió… En MADHOUSE lamentamos la pérdida de este artista y además de los tributos de sus pares (rockeros, actrices y deportistas incluidos), los invitamos a recordarlo a través de la mejor manera posible: con su música. QEPD.

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