En pleno Viernes Santo charlamos con Sergio a menos de 24 horas de haber publicado «Odio», su segundo trabajo como solista. Desde su casa y con un inminente viaje a Puerto Rico, nos atendió para charlar del disco, de la pandemia y de cómo la escena se está viendo afectada con este parate que no parece tener un final definido… En la nota reproducimos algunos matices de la charla que podrás ver -completa y gratuita- en el canal de MADHOUSE en Youtube.

A sus 57 años y después de haber grabado más de una veintena de discos con Los Fabulosos Cadillacs y Mimi Maura, otra decena repartida entre Cienfuegos, Los Sedantes y El Siempreterno, la carrera solista del talentoso Sergio Rotman toma nuevo vuelo con la presentación de su segundo trabajo como solista, esta vez con una lista completa de temas propios grabados junto a Álvaro Sánchez y Gabriel Muscio, quienes ya lo acompañaron en su debut de 2019, y otros diez -sí, diez- guitarristas invitados (!)

SITUACIÓN DE DOMINIO PÚBLICO. La conversación no comienza de otro modo que hablando de la situación actual y cómo no, de la pandemia. Y es que los tiempos que corren no son buenos para la música, especialmente para el rock, sostiene Sergio, poniéndose serio al tiempo que reflexiona: “Es que en este momento el rock no existe, si vos no podés tocar en vivo y tener un circuito de eso… si no podemos sacar una obra y sostenerla tocando en vivo y viendo lo que le pasa a la gente, no hay nada. Lo que hay ahora mismo es NADA”. Rotman sostiene es que tanto en el mundo del rock, como en el del fútbol, el público es esencial para que el curso de las cosas sea el correcto: “La música (rock) tiene por condición sine qua non la relación con la ejecución en vivo. ¿Sabés quién está ahora fuerte? El reggaetón, porque es la música más vacía e inocua que no necesita más reacción que el teléfono o la computadora”.

Lo que trajo la pandemia al mundo del entertainment no fue nada bueno y Rotman se muestra incómodo con la situación del sector y crítico con las decisiones y restricciones que se han tomado: “Armaron un paradigma para que nada suceda… Yo tengo la suerte de poder vivir un poco de la música, no por mucho tiempo más, estoy gastando los ahorros que tenía de cuando podía tocar, pero el 90% de la gente no es música o corredora de autos… Es tu tiempo libre lo que justifica tu trabajo; si no hay más tiempo libre, ¿para qué vas a trabajar? ¿Cuánto van a tardar en darse cuenta de eso?”

AMOR Y ODIO. Al hablar de su disco Rotman se muestra contento con su trabajo y confía en que al fan le va a gustar incluso más que el primero. Con respecto al título destaca que no enfoca el odio como una acción sino como un sentimiento, el único que reconoce dentro suyo actualmente, aunque en el fondo confiesa que lo que él quiere es amar: “Yo no quiero que el mundo sea así… quiero ser feliz y reírme, no quiero vivir en este planeta, pero el enemigo es más fuerte”.

Es evidente, Sergio se siente cómodo trabajando con gente cercana y así lo admite: “toco con gente de la que soy prácticamente amigo” y no sólo eso, también colaboraron Mimi Maura (poniendo la voz a “Diamante”) y Leroy, el hijo de ambos, quien grabó parte de las bases y tocó teclados y trabajó en la producción. Al preguntarle si su propia familia lo ve como un jefe cuando graban, nos dice que si bien él lo disfruta, su familia no se siente muy cómoda trabajando con él y entre risas nos cuenta “los tengo que obligar… me odian, me ven como una pesadilla… uhh, ahí viene Sergio con otro disco”.

«Odio» tiene once temas en los cuales grabaron las bases Álvaro Sánchez (bajo) y Gabriel Muscio (batería) en Estudios Catedral y El Parral, pero para las guitarras se permitió contar con amigos y colegas que pintaron los temas con su propio estilo. Diez guitarristas son los que dejaron su impronta en el disco: Hernán Espejo (Bandera de Niebla), Gonzalo Campos (Los Látigos, OK Pirámides), Matías Cugat (TOT), Diego Aloé (Cienfuegos), Saúl Díaz de Vivar (Los Sedantes), Ariel Minimal (Pez, El Siempreterno), Chivas y Hugo (normA), Florián Fernández Capello (L.F.C.) y Pablo Martín (El Vértice, Tom Tom Club); este último además trabaja en los aspectos sonoros del disco y según palabras de Rotman, “me convierte a mí en un artista aceptable y me saca de una mediocridad que yo tendría si él no estuviera”.

TREINTA MINUTOS DE ODIO. El resultado de «Odio» es media hora de música elegante y oscura, con matices y pinceladas de estilos que aportan los distintos músicos involucrados que no hacen otra cosa que darle a la placa una variedad inusual y a la vez consigue la homogeneidad necesaria para que los frenéticos “Cielo” y “Hannet” (posible homenaje a Martin “Zero” Hannett a 30 años de su muerte) convivan perfectamente con “Ido”, “Cielo Parcialmente Nublado” o el popero “Diamante”… Ahora sí, ¡basta de preámbulos y enterate de todo lo que nos dijo Sergio Rotman en el video de la nota completa y suscribite al canal de MADHOUSE en Youtube que pronto se vienen más cosas grossas!

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