De a poco la escena rockera va llevando adelante todos los proyectos que la pandemia había pospuesto. Es por eso que estuvimos charlando vía Zoom con Charly Agüero, baterista de Tristemente Célebres -la banda liderada por el periodista y guitarrista Eduardo De La Puente- acerca de la clínica de bajo y batería que van a ofrecer el próximo domingo 14 de marzo junto a Cristian “Titi” Lapolla, bajista de A.N.I.M.A.L. y Simbiosis. Así que acomódense en la banqueta, silla o sillón de turno, que ya arrancamos…

Reinventarnos fue una de las palabras que más usamos en estas épocas: ¿cómo fue tu proceso personal frente a la pandemia?

Con Tristemente Célebres armamos una banda que se llama The Mother Folkers, que es un invento. ¡Esto de inventarse fue tremendo, porque fue exactamente así! El concepto del grupo es que TMF es cualquier subgrupo que esté formado por dos Tristemente Célebres. Ahí dejé un poco la bata de lado –porque a mí me gusta tocar la viola, el bajo y hacer un poco de música electrónica, teclados, samplers, etc.- entonces me convertí en un poco de todo. Aproveché y abrí todo, me desquité. Así que empezamos como un juego, haciendo covers, algunos más similares al tema original y otros más reversionados. En todos los temas fui bajista, y en los demás, toqué los diversos instrumentos, ¡menos cantar! (Risas). Hicimos un cover de Depeche Mode que fue el que más repercusión tuvo. La mezcla terminó usando… ¡más de 80 canales!. Por eso, en la cuarentena básicamente hice eso. Ver qué hacía. Empecé a hacer temas para la banda y para mí.

LA BASE ESTÁ… EN LA CLÍNICA

Y entre tantos proyectos, surgió la idea de la clínica que van a hacer con Titi Lapolla. ¿Qué nos podés contar al respecto?

Básicamente es compartir tu experiencia como músico. Lo que aprendiste, ideas, conceptos. Lo particular es que no lo hago solo como baterista, sino que voy a estar junto a Titi Lapolla que es un fenómeno, a ambos casualmente nos gustan un montón de géneros diferentes, hubo un enlace por casualidad por parte de nuestra manager Andy Lindemann. Teníamos ganas de hacer algo juntos y salió esto, que es lo que podemos hacer por el momento y podemos compartir nuestra experiencia. Es bata y bajo, entonces es algo distinto. Él suele dar muchas clínicas pero esta vez, en lugar de hacerlo individual, salió este proyecto en dúo. Va a ser una fusión de cosas. Nos gustan muchos géneros, así que tenemos que priorizar.

¿Cómo va a ser la modalidad?

Es este domingo 14 de marzo a las 18 hs. A partir de las 17 ya se  puede ir al lugar, es en el Estudio La Taberna, Lamadrid 171, Avellaneda Centro. La primera clínica se agotó, y hacemos una segunda función a las 21 hs, porque quedó mucha gente afuera. Se pueden comunicar con Andy, con el Titi o conmigo por si quieren invitarnos a otra clínica o proyecto similar

¿Algo para agregar?

Sí, este domingo voy a intentar robar todas las técnicas de bajo de Titi (Risas), ¡como toca el loco me viene bárbaro!

LA ALEGRÍA DE SER TRISTEMENTE CÉLEBRE

Contanos tu llegada a Tristemente Célebres; lanzaron un nuevo vinilo

Me uní a la banda hace unos tres años. Lo del vinilo es una reedición de unos temas: tiene un tema del primer disco, que es tranqui, como un rock balada y otro tema de hace a unos años, más rockero, más actual. Más que nada para sacar una rareza, que fue idea de un amigo, Javier Ciavatta, que anda mucho con ese tema.

¿Cómo es tu incursión en la banda? ¿Componés música, escribís letras?

Toco la batería y tiro ideas en cuanto a la composición, arreglos de bajo y viola. Eso en cuanto a Tristemente Célebres. Y en TMF me basé más en lo musical y dejé al cantante que haga lo suyo ahí.

¿Te dedicaste a hacer otras actividades además de tocar?

Sí, tengo una sala de ensayo, La Taberna, en Avellaneda, que es donde vamos a hacer la clínica y donde ensayamos con los chicos y un montón de bandas más. Cerró un tiempo y luego arrancamos de nuevo, cuando la Municipalidad nos habilitó. Así que me quedé en mi casa.

LA MÚSICA COMIENZA POR CASA

¿Cómo te sentiste, personalmente? ¿Te deprimiste o sos más de ver el vaso medio lleno?

Soy más del vaso medio lleno. Casi completo, diría yo. Porque normalmente estoy todo el tiempo en el negocio o tocando y aproveché para estar en casa y me encontré con esto de la sub-banda que la verdad que me salvó. Me la pasé limpiando y ya no tenía más que limpiar.

¿Aprovechaste para adquirir conocimientos nuevos, nuevas técnicas?

Mirá, soy de estar en contacto movimiento, con la bandas, los instrumentos, trabajo, familia… la verdad que no tengo mucho tiempo libre. Así que aproveché… ¡para jugar a los jueguitos! Ver la tele, películas, y mientras sigo con todo. En cuanto a la técnica, nunca dejé de adquirirlas. Me gusta mucho la producción también. Escucho bandas y me meto mucho en el audio. Me pongo a ver qué hace cada uno e investigo qué productor estuve detrás y así. No es solamente decir “toco, practico y ya está”. Hay un montón de cosas más, como el proceso de composición. A mí me pasa que estoy con la bata, pero no es que no me fijo en otras cosas más. Me fijo en todo.

Cuando me contaste de la clínica me dijiste que te gustan muchos géneros. De todos esos, ¿cuáles son tus favoritos?

Me inclino por el rock pero arranqué tocando muchas cosas. Vengo de familia de músicos. En casa se escuchaba Tom Jones, Sting, Beatles, Rolling Stones, y por parte de mi hermano, él escuchaba más metal, y empecé a tocar, sobre todo lo que me gustaba. Arranqué a los 6 años, y hasta ahora no paré.

APERTURA, TECNOLOGÍA Y CONTACTO

¿Tenías batería o tocabas la típica con la olla?

Tenía un cuarto de batería y lo demás era imaginación. Después conseguimos algunas cosas y ahí se me amplió un poco más. El tema del doble pedal para tocar metal es importante. Me gusta el power metal, la sinfonía como Dream Theater y ahí me empecé a meter con el progresivo, me empecé a quemar más la cabeza pero en la mezcla empezás a aprender un montón de cosas. No me gusta encasillarme en un género. Soy fanático de Korn, Slayer y de Michael Jackson, que admiro mucho el tema de la producción.

Hay una apertura bastante grande de géneros, porque hay gente que se encasilla y no sale de ahí…

Sí, hay un poco de todo. Hay pocos géneros en los que aún no incursioné, como el tango y el folklore.

¡Olvidamos preguntarte cómo te llevaste con la tecnología en la pandemia!

Con algunas cosas me llevo de maravillas de hace mucho tiempo, cosas que tienen más que ver con lo musical. En cambio todo esto de Zoom, me cuesta adaptarme un poco… me es un poco raro.

Falta la magia del contacto, que es insustituible.

Muchas gracias por la onda, por poder contar lo que quería contar. ¡Seguimos viendo cómo sigue el mundo! ¡Y saludos a toda la gente de MADHOUSE!

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