Desde 1980, cada 8 de diciembre se recuerda una fecha que enluta no solo a los fans de los Beatles, del rock y de la música , sino al universo todo: ese fue el día en que John Lennon fue asesinado, dejando al mundo sin uno de los más grandes artistas del siglo XX, protagonista de una época inigualable de creaciones y transiciones. A modo de homenaje, lo recordamos con una historia relativa al formato que posiblemente haya sido el más usado para disfrutar su arte: el disco de vinilo, en este caso el último que lanzó de su producción solista… Hecha la introducción, pasemos a los detalles.
Seguramente alguna vez se lo habrán preguntado: ¿cuál es el álbum más caro de todos los tiempos? No se devanen demasiado los sesos ni apuesten por alguno de Madonna, Michael Jackson o Lanchita Bissio. Estamos hablando del álbum “Double Fantasy” de John Lennon y Yoko Ono, que el 17 de noviembre p. pdo. cumplió nada menos que 40 años. El mismo fue grabado después de todo un lustro donde el más rebelde de los Beatles (ya ex, en aquel momento) se dedicó a descansar de la música, a ser padre y mantenerse limpio de todo tipo de adicciones. Posiblemente este álbum, que significó un retorno de Lennon al mundo que había abandonado transitoriamente, no haya sido el mejor de su carrera: de hecho, las primeras críticas -previas al momento del asesinato- no habían sido muy favorables que digamos. Pero el valor artístico (y material, como ya veremos) de esta obra se vio alterado por un trágico suceso que cambió la percepción del mismo en todo sentido. Y la razón por la cual una copia particular de este álbum se convirtió en lo que bien puede considerarse la pieza más significativa de todos los objetos musicales de colección no se debe tampoco a la calidad de la música, sino a la extraordinaria historia que tiene detrás.
UN DÍA EN LA VIDA. Mark David Chapman asesinó a John Lennon en Nueva York la noche del 8 de diciembre de 1980, poco después de la salida del álbum. Cinco horas antes de recibir un disparo en la espalda, Lennon llegó a firmar una copia del flamante “Double Fantasy” para su futuro asesino y luego -enigmáticamente- le preguntó dos veces “¿Eso es todo lo que quieres?”, algo que parece un curioso presentimiento, visto en retrospectiva. Chapman dejó ambas preguntas sin respuesta y se quedó ahí parado, mirando a ningún lugar…
Chapman, en un principio gran fan de los Beatles, venía enojándose cada vez más por el hecho de que Lennon por un lado cantaba “imagina que no hay posesiones”, mientras que cada vez tenía más cosas. Chapman también consideraba “comunistas” algunas de las obras del artista, algo que parece contradictorio a la luz de su primera queja ante las propiedades que aquel poseía. Estos son los principales motivos por los cuales este ser alterado venía planeando asesinar al Beatle; incluso hizo un viaje a Nueva York tres meses antes, aunque sin decidirse a actuar. Volviendo a la noche del homicidio, después de pensarlo largamente, Chapman decidió regresar horas más tarde (eran las 22.50 hs.) y disparar a Lennon delante de su apartamento Dakota. Consumado el asesinato, tiró el arma homicida en un arbusto, pero dejó el álbum firmado junto a la caseta de vigilancia. Tranquilamente se fue a leer su novela favorita de JD Salinger, “El Guardián Entre El Centeno”. La policía recuperó el arma pero -aún más curiosamente- dejó el álbum para que fuera finalmente encontrado por un trabajador de mantenimiento del edificio llamado Michael Philips, quien era a su vez un gran fan de los Beatles.
LAS PRUEBAS DE LA INFAMIA. Phillips se dio cuenta de la importancia de su hallazgo posteriormente, cuando vio en los medios una fotografía que mostraba juntos a Lennon y Chapman. Se contactó entonces con el fiscal de distrito, le entregó la placa para las pruebas forenses y esta se convirtió en evidencia sustancial en el juicio. Luego del mismo las autoridades ofrecieron el álbum a Yoko Ono, pero ella no quiso saber nada; se lo ofrecieron al mismo Chapman, ya que después de todo era de su propiedad: el asesino tampoco lo quiso. El álbum fue devuelto posteriormente al afortunado poseedor con una nota de gratitud de la fiscalía.
Mientras tanto, Chapman era puesto en régimen de aislamiento en la Instalación Correccional Attica en Nueva York, donde se encuentra recluido hasta la fecha. En una curiosa muestra de carácter, escribió una postal a un especialista en memorabilia rockera preguntándole sobre el posible valor del álbum. Anteriormente había tenido una batalla legal contra Philips pidiendo que devolviera el álbum y expresó su frustración por su fracaso en este tema. Mencionó que le gustaría donar el producto de una posible subasta a alguna obra de caridad para niños, siendo esto “lo menos que podía hacer”. También expresó cierta preocupación por el daño potencial del disco, ya que no estaba en buenas condiciones y mencionó que le faltaba una funda antipolvo, que, de acuerdo con informes de la policía, en realidad tenía.
EL ÁLBUM RECORD. En 1999, Philips se vio obligado a vender el álbum. En una subasta recaudó U$165.000 por lo que ya era entonces el álbum más caro jamás vendido. Fue comprado por un estadounidense que se mantuvo en el anonimato y se subastó de nuevo en 2004, vendiéndose a 274.000 libras esterlinas, por entonces U$480.000. Fue colocado en el mercado otra vez en 2010 a un precio base de U$575.000 y alcanzó la astronómica cifra de $850.000. Aunque ventas futuras de este álbum lleguen a aumentar su valor, es poco probable que cualquier otra placa logre superarlo… El disco volvió a la palestra en agosto de 2015, cuando el actual propietario Peter Miniaci -curador de la exposición The Magical History Tour: The Beatles Memorabilia Exhibition en Vancouver, Canadá- decidió agregarlo a la colección y voló a Los Angeles para adquirirlo. Esta decisión fue fruto de una larga deliberación de Miniaci, teniendo en cuenta la ética de su elección; “Fue una experiencia confusa comprar el álbum autografiado… sentía cosas a favor y en contra», recuerda el coleccionista. Tanto fue así que le pidió consejo a uno de sus mejores amigos: «Me dijo, ‘Mirá, con esto vas a preservar la historia. Esto es muy, muy importante, te sientas incómodo o no, tiene importancia histórica’. Esas palabras me animaron, me decidí y el resto es historia», cuenta Miniaci. En el vuelo de regreso, un pasajero con una remera de los Beatles se sentó a su lado, hecho que el coleccionista interpretó como una señal «de que todo estaba bien. Era como si el universo me dijera ‘va a estar todo OK'».
BONUS TRACK 1. La historia del álbum que John Lennon firmó para su asesino Mark David Chapman antes de su asesinato no termina en el párrafo anterior: tan solo hemos asistido a sus primeros capítulos. Es que el 21 de noviembre p.pdo. ha vuelto a salir a subasta, esta vez con una base (¿modesta?) de U$ 400.000. Como indica el listado en Goldin Auctions, la portada del disco presenta la firma de Lennon y el año 1980 escritos en el cuello de Ono. También hay varias marcas policiales en la parte delantera y trasera de la chaqueta, ya que el álbum se presentó como prueba durante la investigación del asesinato de Lennon. La licitación se abrió el 23 de noviembre. Al momento de escribir estas palabras, la mayor oferta es de U$ 450.000 y la subasta se cierra el sábado 12 de este mes.
BONUS TRACK 2. Chapman permanece todavía en la cárcel y es considerado un preso modelo por las autoridades penitenciarias. Tuvo su última audiencia de libertad condicional en 2018 (por décima vez) y la Junta De Libertad Bajo Palabra del estado de Nueva York le negó la misma, alegando que «su libertad sería incompatible con el bienestar y seguridad de la sociedad». Es poco probable que alguna vez se le conceda debido a la sensibilidad que tiene el caso en la opinión pública.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).