PACIENTE: LIAM GALLAGHER «Why Me? Why Not.» (Warner, 2019)

HISTORIA CLÍNICA: Hace un par de años, el álbum solista debut de Liam Gallagher, «As You Were», demostró que el ex cantante de Oasis (y de Beady Eye, no olvidemos) al menos podía inculcar un poco de energía en canciones que eran tan simpáticas como podían serlo. No es de extrañar, entonces, que el álbum que continúa esta saga no se desvíe tanto como para traer de vuelta a casa la fuerza pura de la voz rockera de Gallagher como un instrumento valioso, sino también, como decía el escritor, guionista y dramaturgo británico Noël Coward, de «cuán potente es la música barata».

Entonces, aquí no hay escarceos de FKA Twigs ni yeites de Blood Orange ni aportes de Bon Iver. Lo que tenemos es, a grandes rasgos, lo que cabría esperar, aunque más racionalizado y, tras el éxito comercial del debut (que lo sacó de la caída de Beady Eye y lo llevó a un espacio donde se enfrentó a su hermano mayor, Noel, y lo superó en las listas), más seguro y más maduro, esto último no tan sorprendentemente. Sin embargo, el hecho de que sepamos lo que está por venir no necesariamente hace que la música sea menos agradable. Todas las canciones aquí están coescritas con Andrew Wyatt, Michael Tighe, Greg Kurstin (quienes reforzaron el debut de Gallagher con su gran experiencia compositiva) y otro autor estadounidense, Damon McMahon. Si bien los cínicos podrán preguntarse cuál es entonces la exacta contribución que Gallagher realmente hace a su trabajo solista (el hermano mayor Noel señaló con desdén que la banda de Liam se apoya en un «ejército de compositores»), los resultados a menudo son tan buenos que tal pensamiento resulta una pérdida de tiempo.

El álbum comienza tal como va a continuar: tomando prestado de los grandes y no como un medio para un fin. Insertando flagrantemente la intron de la guitarra del tema «Desire» de U2, la canción de apertura «Shockwave» deriva posteriormente a un ritmo sub-Oasis. Es una melodía excelente, y hay más por venir. «One Of Us» se refiere a la separación de Oasis en 2009 (el video es mucho menos ambiguo al respecto), mientras que el rasgueo acústico de «Once» es un verdadero festival de nostalgia teñida por el mix Beatles/Oasis.

Pero «Once» no se detiene allí: evoca de manera tan eficiente el espíritu de al menos tres canciones de John Lennon que la Apple Corps debería empezar a reclamar regalías. Y sin embargo, nuestro amigo Noël Coward tenía razón: el coro de «I remember how you used to shine back then, you went down so easy like a glass of wine, my friend. When the dawn came up you felt so inspired to do it again, but it turned out you only get to do it once» («Recuerdo cómo solías brillar en ese entonces, pasaste tan fácil como una copa de vino, mi amigo. Cuando amaneció, te sentiste inspirado para hacerlo de nuevo, pero resultó que solo podés hacerlo una vez»), es entregado con tanta reverencia en memoria de los queridos y lejanos amigos que su obvia familiaridad no lo estropea.

Otras canciones como «The River» (un clásico perdido de Oasis, ponele), «Meadow» (una muy lograda fusión power-pop de la psicodelia de «Strawberry Fields Forever» y los solos de guitarra estilo George Harrison) y «Halo» (100% Mott The Hoople, incluyendo una mención a T Rex por si hiciera falta) procuran que los puntos de referencia nunca se alejen demasiado de tu mente, aunque el brillo de las melodías tampoco están demasiado lejos de la superficie.

DIAGNÓSTICO: Tras leer todo esto, ya te darás una idea de qué esperar, así que no hay tanto derecho al pataleo. Liam Gallagher, a pesar de todos sus defectos, es capaz de lograr aceptables melodías, y «Why Me? Why Not» está lleno de ellas. Si podés aceptar esto sin prejuicios -y asumir que no vas a encontrar un gramo de originalidad en este álbum- entonces lo vas a estar tarareando desde ahora hasta que saque el próximo… Porque, como decía el poeta Joaquín Batrina, «Si quieres ser feliz, como me dices, no analices, muchacho, no analices.»

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