PACIENTE: LUCIFER “III” (Century Media, 2020)

HISTORIA CLÍNICA: Lucifer presenta la particularidad de moverse dentro del abanico iniciado por Black Sabbath, y dándose a conocer por su estilo doom y el agregado de su frontwoman que con su voz otorga calidez y profundidad al combo con su voz de tintes a lo Heart e infinitas bandas afines de los últimos años de la década del 70. Como es sabido, Nicke Andersson –líder de Hellacopters e Imperial State Electric, marido de Johanna Sadonis, baterista, guitarrista y principal compositora de este proyecto- ha ido ganando espacio disco tras disco, logrando “filtrar” en esta ocasión su toque distintivo en cada uno de los nueve temas que conforman la placa.

Con la sola escucha de “Ghosts” y «Midnight Phantom» su influencia es llevada hasta el paroxismo, acompañada con punteos y armonías que no desentonarían en cualquiera de sus bandas principales: riffs poderosos y rítmicos que aportan un pulso potente, líneas vocales de lo más oscuras que se unen en estribillos de adhesión instantánea; sumémosle además tintes de Blue Oyster Cult, solos kisseros y, si me apuran, hasta un formato bailable comparable con sus coterráneos de ABBA para terminar de abordar la paleta de influencias. “Leather Demon” y «Pacific Blue» son dos de las composiciones más destacables de «III», en las que se muestra la variedad estilística que atesora la banda de la blonda y el sueco. La primera resulta sombría, con un giro hacia el lado más oscuro de la banda gracias a un riff doomster al más puro estilo Iommi; mientras que la segunda es una pieza cansina, marcada nuevamente por las melodías vocales de Sadonis que confluyen en un estribillo a puro rock.

El sabor a hard rock setentoso se apodera del espíritu de Lucifer en la recta final del trabajo, en temas como «Stay Astray» y su piano al más puro estilo Hellacopters y el cierre épico con «Cemetery Eyes», que amaga ser una canción mid-tempo para sorprender con un volantazo que despliega los mejores solos de la placa y así terminar prendidos fuego con ganas de acompañarlos haciendo air guitar y asintiendo con la cabeza en modo de aprobación.

DIAGNÓSTICO: Suena pedante decirlo, pero cuando Lucifer lo deja a Andersson hacer lo que mejor le sale (canciones redondas, rifferas y estribillos imbatibles) la banda logra encontrar un balance interesante y así plasmaron su mejor disco hasta la fecha. «III» está destinado a convertirse en uno de los mejores discos de 2020. Pónganle unas fichitas a la banda de sonido del señor del tridente, que cada vez tiene más adeptos.

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