Si tuviera que elegir un disco de los Ramones, muy posiblemente sea el que hoy, primero de octubre de 2024, cumple 40 años. No porque sea mi favorito sino por una multiplicidad de factores que lo hacen muy especial. “Too Tough To Die” fue el último disco de Ramones que escuché.

Allá a fines de los 80, la información y el acceso a la música escaseaban. En mi peregrinaje de Belgrano al centro buscando más y más Ramones, ni las desaparecidas disquerías Centre Lafayette ni Amigos de la Música ni las pequeñas cuevas especializadas que de a poco iba conociendo saciaban mi sed de conseguir ese disco maldito, al que perseguí por un par de meses. Pero un día me enteré de que existía un lugar, día y horario donde todo se conseguía: los domingos por la mañana en el porteñísimo Parque Rivadavia (alrededor del monumento cercano a calle Doblas) en la increíble -e irrepetible- feria de venta y canje de música en todo formato y presentación. Feria en la que un domingo a mediados de los 90s apareció una mañana el mismísimo Dee Dee Ramone, ¡para comprar cassettes de su ex banda! Aún recuerdo cuando vi a un puestero con el cassette grabado con una tapa muy trucha (con foto de Joey y Johnny de fines de los ’70, en blanco y negro) y ya todo fue comprarlo, irme corriendo a tomar el colectivo 15 sobre Campichuelo y enloquecer escuchándolo hasta llegar a Puente Saavedra, walkman en mano y auriculares a los oídos. No tenía idea siquiera de cómo era la tapa original. Pero nunca olvidé la de aquel cassette. De a poco, durante meses, fui empapándome de la importancia de ese disco y ese baterista en la carrera del grupo.

¡Ah! Por cierto, la feria desapareció en 2003 cuando el Parque Rivadavia fue cerrado para ser enrejado y mutó a algo mucho menos interesante en el vecino Parque Centenario, en el mismo barrio de Caballito, centro geográfico de nuestra capital nacional, dónde aún continúa la tradición de los domingos a media mañana.

Buenos Aires, 2017: El autor de la nota y Richie Ramone, mostrando los tres discos que grabó con la banda

ENTER REINHARDT. En 1984, los Ramones festejaban sus diez años con su octavo disco de estudio, el primero con su baterista Richie. Richard Reinhardt (tal su nombre auténtico) había entrado a principios del año anterior, inmediatamente tras la grabación de “Subterranean Jungle”, disco que fue presentado en vivo ya con Richie sentado en la banqueta desde los primeros días de 1983. Johnny recordó en «Commando», su autobiografía, que solamente probaron un par de bateristas más hasta elegir al rubio oriundo de New Jersey, de entonces jóvenes 25 años. Richie era un ignoto hijo del underground neoyorquino de fines de los 70s y principios de los  ́80s. Pronto se convirtió en el compañero ideal de salidas de Joey como también en la columna donde Dee Dee y Johnny se apoyaban. Su entrada –su forma hiper potente de tocar, su ímpetu y su impronta como escritor y cantante- literalmente salvó la carrera del grupo en las épocas sin duda más difíciles para la supervivencia de los Ramones, tanto por factores internos como externos.

¿Y Johnny dónde está? Joey, Richie y Dee Dee en un raro show de día y al aire libre en la California State University, Sacramento, abril 1983.

Eran tiempos donde el punk estaba agonizante, la prensa los ignoraba por completo y la música que gobernaba los charts y oídos tenía mucho más de máquina que de mano humana. Dentro de lo alternativo, el incipiente hardcore avanzaba a pasos agigantados por sobre el punk, a una y otra costa de EE.UU. y los Ramones venían de fracasar por tres discos seguidos en su eterna búsqueda del éxito comercial que nunca habían conseguido en su país. Si ni siquiera el mismísimo Phil Spector lo había logrado con “End Of The Century” (1980), muchos menos aún los experimentos con el ex 10CC Graham Gouldman (en “Pleasant Dreams”, 1981) y el duo Ritchie Cordell / Glen Kolotkin (para “Subterranean Jungle”, 1983) habían siquiera visto pasar de cerca algún atisbo de suceso comercial en su madre patria.

¿El Johnny Dee Dee no existe? ¡El Johnny Dee Dee!
Johnny en sus primeros shows post-operación

UN REGRESO A LAS FUENTES. Así fue que para 1984, Johnny -el jefe de la indiada- tenía muy claro que en vez de ganar nuevos fans, el mejor negocio era mantener la base de irreductibles que los seguían desde siempre, para evitar quedarse sin el pan y sin la torta. Para lograr el objetivo, grabar un nuevo gran disco punk era imperioso. Traducido a la práctica, esto significaba repetir la fórmula que les había dado ya el status de leyendas vivientes: a 6 años de su salida como baterista, convocaron a Tommy Ramone (Tamás Erdelyi) para que junto a Ed Stasium se hicieran cargo de una producción que debía llevar al grupo de vuelta a sus orígenes. Era necesario también recuperar el talento de Dee Dee como su gran escritor de canciones y gran lector de los tiempos musicales que corrían: de las 13 canciones del disco, 9 eran salidas de su pluma, muchas de ellas virando hacia líricas de corte social como nunca antes lo había hecho y otras tantas redoblando la velocidad de lo que uno esperaba de una canción del genial Douglas Glenn Colvin. La incipiente escena del NYHC -que Dee Dee espiaba los Domingo por la tarde en las matinees hardcore del CBGB- le habían dado un nuevo salto compositivo, inspirándose viendo bandas como Reagan Youth, D.O.A. y Agnostic Front.

Otra rara imagen del Johnny pelicorto, semioculto detrás del pie de micrófono de Joey

POR UNA CABEZA. El nombre del álbum estaba puesto desde fines del año anterior. La madrugada del 14 de agosto de 1983 Johnny Ramone, al regresar de un show en Queens, encontró a su ya ex novia Cynthia “Roxy” Whitney sentada en la entrada del edificio donde habían compartían departamento (el 85 de 10th St del lado East de la Quinta Avenida) acompañada por un joven punk rocker de 22 años, Seth Macklin (de la ignota banda Sub Zero Construction). Nadie sabe bien qué pasó, pero si cómo terminó: Johnny tirado en el piso bañado en un charco de sangre, ambulancia de urgencia al St, Vincents Hospital y un diagnóstico: fractura de cráneo, cirugía y pronóstico reservado. No murió de milagro, pero para antes de Navidad el grupo ya estaba tocando de nuevo… Efectivamente, Johnny se había probado a sí mismo que era demasiado duro para morir. Como lo habían rapado para operarlo, durante los primeros shows llamaba la atención ver al guitarrista con un corte de pelo muy similar al de Dee Dee en la época, usando el pelo parado a lo Sid Vicious. Eso sí, no pasó mucho hasta la vuelta del clásico «corte taza», una de las tantas «marcas registradas» del grupo. (PD: lean más detalles del incidente en este informe de MADHOUSE)

La tapa del tabloide NY Post: «un rocker pelea por su vida»

LOS RAMONES MECÁNICOS. La vuelta a las bases tenía que ser también desde lo primero que uno ve de un disco: la portada. Volvieron a trabajar con el mismo fotógrafo y diseñador del disco anterior. Pese a no haber quedado contentos con el diseño de Tony Wright en la tapa de “Subterranean Jungle” (pues el grafitti con el nombre de la banda les resultaba muy trucho) Johnny aceptó la propuesta del fotógrafo George DuBose: “Si le decimos exacto lo que queremos que haga, él lo va a hacer”. La idea estaba muy clara: ellos cuatro al frente, humo y un túnel bajo que realzara la imagen del grupo. Todo inspirado en la escena de “La Naranja Mecánica” (uno de los films favoritos del guitarrista) donde Alex y sus tres drugos patean a un indigente ebrio debajo de un puente.

La famosa escena de «La Naranja Mecánica»: cualquier parecido con TTTD no es mera coincidencia

13 años pasaron entre aquella escena filmada por Stanley Kubrick en el pasadizo debajo de la rotonda de York Road (a pocos metros del puente Wandsworth sobre el rio Támesis, en Londres) y la tarde en que la suerte hizo que la foto de tapa del disco se convierta en un ícono de la carrera de los Fast-Four. En el sitio elegido, tres años antes se habían filmado varias escenas del thriller policial “Nighthawks” (en español “Halcones De La Noche”) dirigido por Bruce Malmuth y protagonizado por Sylvester Stallone. El Playmates Arch -construido en 1863- era el túnel indicado, por ser dentro de la treintena de túneles y arcos en todo el Central Park neoyorquino (donde no hay dos iguales) el que más se asemejaba a aquel de la película inglesa, por su ancho y poca altura. Creado por Calvert Vaux, el mismo arquitecto que diseñó el parque, el puente (y su arco) está ubicado en la antigua zona infantil del parque, cerca del zoológico, a pasos de la única calesita que queda en pie de las tres que originalmente había y muy cercano a la calle 65 (una de las pocas que cruzan Central Park transversalmente con paso vehicular).

Una escena de “Nighthawks”, filmada en 1981, donde aparece el mismo túnel de la tapa del disco

QUE SUERTE PA’ LA DESGRACIA. El sello Sire Records había conseguido el permiso para fotografiar, el presupuesto era alto para el trabajo… pero la paciencia de Johnny, muy limitada. Una cortina de plástico tapaba el fondo de una de las entradas al túnel para que la máquina de humo creara una atmósfera similar a la del film británico. No tomó más que un par de pruebas en Polaroid para que la banda las aprobara y a sacar un par de rollos para que todos volvieran rápido a casa. En una de las pruebas, el flash de DuBose (por suerte) no se disparó, y de los Ramones quedaron solo las siluetas. A todos les gustó y se hizo un rollo extra con tal efecto. Al ver los rollos revelados, la foto elegida decantó sola. El diseño tenía que rememorar aquellos discos de los 70s: el nombre del grupo arriba, el del disco abajo, todo en grandilocuentes letras blancas fácilmente legibles. Palo y a la bolsa. Sin dudas, la tapa más celebrada de toda su discografía luego de la legendaria toma de Roberta Bayley para el el LP debut de 1976.

George DuBose hizo cuatro tapas más para el grupo, más precisamente para los tres posteriores (“Animal Boy”, “Halfway To Sanity” y la compilación “Ramones Mania”) y la del último gran disco de los monchos: “Mondo Bizarro” (1992), convirtiéndose en el fotógrafo favorito, más que del grupo, de Johnny, para quien su objetivo era claro y corto: llegar, hacer unas pocas fotos e irse de vuelta a la casa. No olvidemos que para el guitarrista, su oficina era el escenario: todo lo demás, incluso grabar en estudio, era una pérdida de tiempo. George entendió su misión y la completó siempre a la perfección. Años más tarde editó un hermoso libro titulado “I Speak Music” con fotos e historias inéditas de su trabajo junto a los Ramones, el cual se puede conseguir aún por Amazon.

Ed Stasium -joven, rubio y con tegobi setentoso- manejando la consola de los MediaSound Studios (Al fondo se ven las ventanas ojivales que muestran que el lugar fue una iglesia bautista originalmente)

A GRABAR, A GRABAR, CADA BANDA EN SU LUGAR. La vuelta a las bases y a la producción de Tommy y Ed Stasium no podía ser incompleta. Y así el disco fue grabado con la misma fórmula (casi en vivo) y en el mismo estudio que “Rocket to Russia”, último disco con Erdelyi en la batería y también producido por ambos, al igual que “Road To Ruin”, en los estudios MediaSound, al 311 de la calle 57 del lado Oeste (a pasos del límite sudoeste del Central Park, muy cerca del arco de la foto de tapa) ya se habían grabado y mezclado partes de clásicos como “Electric Warrior” de T.Rex, “Tattoo You” de los Rolling Stones, “Night In The Ruts” de Aerosmith, “Rebel Yell” de Billy Idol o “Eat To The Beat” de Blondie, algunos de los primeros demos de Madonna y también allí mismo, en 1989, Lou Reed grabó su clásico “New York”. Poco tiempo después “Appetite for Destruction”, el debut de Guns & Roses, repitió la fórmula de overdubs y mezcla de Marc Bolan y Mick Jagger. Los argentinos Lalo Schiffrin y Gato Barbieri pasaron por el estudio y grabaron también allí estrellas de la música soul, disco y pop como Aretha Franklin, Dionne Warwick. Stevie Wonder, Kool & The Gang y Peter Frampton. Abierto desde 1969, el estudio cerró sus puertas en la década de los 90s.

El clip original del unico single lanzado del disco

AULLANDO A LOS EURYTHMICS. Solo se podía doblegar ese ideal de «volver a las raíces» para una canción, pero no en el álbum entero. Al afán de pegarla, aún le quedaba un último manotazo de ahogado. Y así fue como David Stewart (cerebro compositivo de los ingleses Eurythmics) se hizo cargo de la producción del tema “Howling At The Moon”, transformando una canción punk en un himno pop, plagado de sintetizadores y con muy poco de la guitarra, bajo y batería que tenía el demo que la banda le había presentado. Fue el único single del disco y contó con la colaboración de Benmont Tech, tecladista de Tom Petty & The Heartbreakers. Stewart tiene la particularidad de ser uno de los pocos productores en trabajar tanto con integrantes de los Rolling Stones como de los Beatles. Compuso y produjo parte del primer disco solista de Mick Jagger, “Primitive Cool” (1987) y formó parte de su super grupo fantasma Super Heavy en 2011. A Ringo Starr le produjo su disco “Liverpool 8” en 2008. Más cercano al punk, trabajó con el ex Boomtown Rats Bob Geldof, la alemana Nina Hagen y Feargal Sharkey, ex cantante de The Undertones ya como solista.

La canción se editó como single tanto en 7 como 12 pulgadas, el primero con 2 y el segundo con 4 canciones, incluyendo una versión de “Street Fighting Man”, primer cover que el grupo haría de los Rolling Stones en su carrera, siendo el único grupo al que versionaron por duplicado (repitiendo con “Out Of Time” diez años más tarde); muchos años más tarde Johnny confesó que pensaba era la peor canción que jamás habían grabado… Recordar que ya a esta altura de su carrera -y luego de la traumática experiencia de grabar interminables sesiones para Phil Spector- Johnny no quería saber nada de perder tiempo en el estudio. Así fue como Walter Lure (ex guitarrista de Johnny Thunders & The Heartbreakers) ya venía grabando guitarras en estudio desde el disco anterior, y lo hizo por otro par más. 20 años más tarde apareció una versión cantada por el junto a los Ramones en un compilado de rarezas de los Heartbreakers, “Down To Kill”

El re-mix mas raro en la carrera de los Ramones? El re-mix mas raro en la carrera de los Ramones!

LOS HERMANOS BRUTHERS. La cara b del simple se completaba con “Smash You”, un punk rock directo al mentón compuesto por Richie, quien había también aportado “Human Kind” en el álbum. Incluso, en una movida inédita para el grupo, tres meses luego del disco se lanzó en Suecia un simple de 12 pulgadas con un re-mix incluso mucho más electrónico que el original, realizado por dos DJ suecos, Anders Oredsson y Olle Larson. “Sha-La-La” (tal el «segundo nombre»’ de la canción) fue también el único video clip extraído del disco, dirigido por Francis Delia y filmado en una tarde por las calles del Lower West Side de Manhattan. Como dato curioso, el director había tenido un grupo musical en los 60’s llamado The Bruthers y cuyos cuatro integrantes… ¡eran hermanos!

Musicalmente, desde el primer acorde y primer ‘one-two-three-four’ de “Mama’s Boy” (única canción firmada por Tommy Ramone desde su salida del grupo) hasta el final de “No Go” (una de las dos composiciones de Joey en solitario y el único serio flirteo del grupo con el rockabilly) el disco mostraba por qué Joey tenía razón cuando decía que Richie le había salvado la vida al grupo: no solo la cantidad de coros hechos por el novel batero le sumaba otro dinamismo vocal al disco, sino que la fuerza que le imprimía su manera de tocar es notoria a través de la «docena+1» de canciones. La producción de dos viejos conocidos cerraba el círculo: los Ramones estaban de vuelta… y de la mejor forma posible.

Una publicidad del álbum publicada en el NME inglés, allá por el distante enero del ’85

¿Y AHORA QUÉ SUENA, EH? La influencia de “La Naranja Mecánica” llegaba también a la música. “Durango 95” era el auto que manejaban los cuatro drugos en la película, con Alexander DeLarge (interpretado por Malcolm McDowell) al volante, y así se bautizó a una canción con muchas particularidades: la única instrumental, la más corta y la única firmada en solitario por Johnny en toda su carrera. Fue además la única canción que ya tocaban en vivo desde un año antes. En 1983 se convirtió en el infaltable comienzo de cada show, solo siendo reemplazada en unos pocos conciertos de 1986 por una versión instrumental de “Eat That Rat”, incluída en “Animal Boy”, disco posterior al que aquí recordamos.

Joey durante una in-store en Strawberries Records, Providence, Rhode Island, en noviembre de 1984

Dee Dee se hacía cargo también por primera vez de la voz líder en dos canciones en un mismo disco. Su debut había sido en sus legendarios e incendiarios cuatro versos de “53rd & 3rd” del primer disco, y recién en el disco anterior había entonado completo “Time Bomb”. Así, “Wart Hog” (la canción que en un principio Joey había votado para no ser incluida en el disco) se convirtió en un inmediato clásico, infaltable en sus shows, donde Richie se hacía cargo de los coros y Dee Dee de una alocada letra, la cual el propio grupo no se animó a publicar en el sobre interno original del disco, dejando solo un signo de interrogación en su lugar.

Dos íconos neoyorquinos: al frente los Ramones, al fondo el Empire State Building (foto de George DuBose)

En 1995 tuve la oportunidad de entrevistar a CJ por primera vez. Hablando de su entrada al grupo, recuerdo con mucha simpatía cuando le pregunté cómo había hecho para poder tener la letra correcta de “Wart hog” y muy simpáticamente me contestó: “Tuve que pagarle a un tipo para que le bajara la velocidad a la canción manipulando la velocidad de su tocadiscos con la mano, para que así pudiera transcribirme la letra”. Aún recuerdo cuando produje en 2017 el hermoso show compartido por Richie y CJ en Teatro Flores para festejar los 30 años del primer show de Ramones en Argentina, y lo excitado que estaba por poder escuchar este clásico por un dueto inédito pero 100% Ramone: Richie en los coros y CJ en los versos, primera y única vez que la tocaban juntos. ¡Flores fue un hervidero!

3/2/2017: Richie Ramone y CJ Ramone hacen “Wart hog” en vivo con Sebastian Expulsado y Mariano Martínez en el Teatro Flores.

LOS RECORDS DE TTTD. “Too Tough To Die” fue el disco que devolvió a los Ramones a Europa. No solo porque desde noviembre de 1981 no giraron más que dentro de Estados Unidos hasta volver al Viejo Continente en Junio de 1985 en el festival “The Longest Day” en Milton Keynes (Inglaterra) donde abrieron para U2 junto a R.E.M., Billy Bragg y Spear Of Destiny, sino también porque con este disco comenzaron una nueva relación discográfica con Beggars Banquet, sello inglés que se encargó por tres discos mas de sus ediciones europeas.

«Warthog/ Chasing the Night/ Mama ́s Boy» en “Old Grey Whistle Test” (UK TV, Junio 1985) – el único video donde “Mama’s…” no se corta al final con los créditos, como ocurrió en el programa original

Fue también el último en ser parte de la serie de re-ediciones en CD de Warner Brothers de la discografía del grupo publicados desde 2000, con una lujosa edición en 2002 con 12 canciones extras, destacándose el demo original -hasta entonces inédito- de “Howling…”, varias versiones cantadas por Dee Dee y un tema totalmente inédito, “I’m Not An Answer”. La esperada re-edición de “Animal Boy” jamás llegó…

Además, es el último en haber sido versionado en la serie de LPs con re-grabaciones, disco por disco y enteros, que el sello Selfless Records había empezado en 1992 con Screeching Weasel re-haciendo el primer disco, en orden de aparición, hasta el 2000 cuándo los canadienses The McRackins fueron los últimos, re-interpretando TTTD a 26 años del original.

Un par de años antes, los Jon Cougar Concentration Camp de San Diego también habían hecho lo suyo, pero por cuenta propia.

EPÍLOGO. A 40 años de una obra fundamental, separados y luego muertos sus cuatro integrantes fundacionales, el legado musical del grupo sigue atravesando corazones y cabezas a lo largo y a lo ancho de todo el planeta.

Larga vida a los Ramones, aún hoy, demasiado duros para morir.

El autor de la nota, en el Playmates Arch, 2014

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