Con “El Templo” como cuartel general y su primer trabajo recién publicado, la gente de Palladium 86 nos cuenta de qué va eso de autodenominarse “Los Rolling Pistols” y del “glam punk” que destilan los temas de su álbum debut, que combinan rock y glam ochentoso con actitud punk. Chuly Poggiese y Bati Lopreste charlaron con MADHOUSE desde Barcelona para responder todas nuestras preguntas.

Spoiler. El nombre del grupo no tiene nada que ver con el disco de Riff, ni de los Redondos, aunque tal vez un poco sí… es que al final es un homenaje a aquella sala neoyorkina en la que dejaron su aura artistas de la talla de los Rolling Stones, Iggy Pop, Aerosmith, Springsteen o Frank Zappa, una sala con espíritu propio  y que se replicó de algún modo en la ciudad de Buenos Aires mezclando, como en el original,  el glamour de la farándula con la actitud rebelde del rock. El 86 remite al año por excelencia que marcó a varias generaciones argentinas, el 86 remite al sentimiento, a la imagen del Diego levantando la Copa y a nivel musical Chuly (con un activo pasado y presente que incluye bandas como Fun People, Satan Dealers y Bombas De Amor) se encarga de recordarnos que fue el año en que Ratones Paranoicos y Poison editaban sendos discos debut. Ojo al dato.

La banda está compuesta por cuatro argentinos residentes en Barcelona, Cristian “Bati” Lopreste (Juventud Infinita) en voz, Julián Chuly Poggiese (Fun People, Satan Dealers, Bombas de Amor) en guitarra, Cyntia Albeza (Mortadela) en bajo y Nico Candy en batería y el 16 de julio editaron su primer trabajo en estudio titulado igual que el grupo, con 12 temas que cumplen las premisas de la banda: “fiesta, amigos y rock and roll”.

¿Cómo es eso de los “Rolling Pistols”?

Chuly: Es hacer canciones que sean cortas como generalmente son las punks, pero con más rock and roll, también decimos que son como “glam punk” o sea, temas que tienen gancho y a la vez energía y velocidad, están hechas para tocar en vivo básicamente.

En el disco consiguieron un sonido muy prolijo; cuéntennos cómo fue el proceso de grabación…

Bati: Estuvimos grabando en lo de Mauricio Schneider, un amigo chileno (N: baterista de Ravales), estuvo muy lindo, nos divertimos mucho, primero grabamos cuatro canciones y luego otras ocho. La mezcla se hizo en Argentina, en Boston Records y estamos muy contentos con cómo se escucha. Aunque la idea siempre fue tocar en vivo, armamos la banda para eso, necesito salir afuera y compartirlo, no sólo el estudio.

SEX STONES VS ROLLING PISTOLS

En el primer show de Palladium recuerdo a Bati tirándose a la gente desde los primeros quince segundos de concierto…

Chuly: Sí, la idea es esa…

Bati: Eso fue muy significativo…

Si la banda se define como «Rolling Pistols», vos serías un «Mick Lydon»…

 Bati: Ponele, pero Bati, no podemos ser nunca ellos, tomamos como siempre cosas… esto de cantar es muy particular, de repente estoy cantando de vuelta, que siempre fue más mi rol… Volví a cantar despacio, porque venía tocando hardcore y otras cosas, gritando…

¿Te sentís cómodo con el cambio?

Me siento cómodo en los dos porque estoy cantando más y por ende estoy cantando más en Juventud Infinita (N.: su otro grupo), estoy jugando más con eso… en la banda Julián compone y sé que ahí juega de diez, yo tengo que jugar en mi puesto y tengo que hacerlo diez puntos, pero por ahí tengo la nueve, por así decirlo, pero me siento muy cómodo cantando y haciendo mi performance, me llegan las letras mucho más, las puedo interpretar, me sale mi lado teatral… jugar mucho, bailar mucho.

Hablemos de los otros dos integrantes…

Chuly: El baterista original era el Buda, con él grabamos el disco, de hecho él se volvía a Argentina y por eso grabamos el disco, y por si acaso no conseguíamos otro baterista, que podría haber pasado. Pero apareció enseguida Nico, otro argentino que entró en la frecuencia fácilmente, te hacés compinche rápido. Y Cyntia toca el bajo; que haya una chica en la banda hace que todo sea más auténtico y da juego a que los tipos no digan boludeces…

Bati: Y la energía que también implica una mujer, ideas, sus relaciones… ella viene agitando por su lado, hacía fiestas en Barcelona, venía tocando en Mortadela, y le da al bajo y estudia, aporta cosas nuevas y se caga de risa de todo, que es lo más importante y lleva super bien ser la única chica en medio de todo y además me encantan sus looks (Risas).

UNA NOCHE EN EL PALLADIUM. Quien escuche el disco encontrará referencias de Rolling Stones, Lou Reed, Replacements, Ramones, Ratones Paranoicos, The Jesus And Mary Chain y otras grandes bandas, en un cóctel que se encargan de mezclar muy bien para obtener canciones con el más característico sello Palladium. A Chuly, un melómano indiscutible, le importa aclarar que son todas influencias pre-grunge: “Estaba todo bien antes del grunge. El grunge consiguió destrozar todo a todo nivel, de audio, a nivel frecuencias, de cómo sonaban los discos y esa tendencia digamos ‘suicida’ acabó básicamente matando el rock and roll a todo nivel. A partir de ahí solo hay -como hacemos nosotros también´- repeticiones de cosas anteriores, no interesa hacer nada nuevo ni hay lugar para nada nuevo”… Después de estas duras declaraciones se imaginarán que los ochenta tienen una fuerte impronta en las melodías del grupo y el secreto radica en esa mixtura que incorpora los riffs con gancho rocanrolero y la actitud punk que hace que no desemboquen en interminables punteos ni tengan largas intros, Palladium 86 juega cortito y al pie, llega al área con pelota dominada y te la clava al ángulo de puntín.

El disco abre con “Tiempos”, tema que, coinciden los músicos, es el que representa mejor el espíritu del que venimos hablando, hecho que se alarga en “Día Especial” que fue la primera canción que dieron a conocer en redes junto al video clip. Y que pueden ver aquí debajo, dicho sea de paso.

«40 Segundos» y “No Va Más” cumplen con la premisa de que lo bueno, si breve, doblemente bueno. “Perdido” tiene un aire “lourediano” (si esa palabra existiese) y en “Una Vez Más” se ocultan muy bien los Ramones detrás de un rocanrol, “Todo Me Lleva” es la propuesta mas “Stone” con coritos “chú, chú, chuchu chú” incluídos y Charles Bardón llevando su saxo al límite, repitiendo en “Sensaciones Que No” y en “Nerds” el tema «distinto» con el que cierra el disco. Además de los músicos del grupo, también estuvieron Flavio de Sacramentos y Hernán de Acción, aportando coros en varias ocasiones… Si querés ver qué sensaciones te produce el disco, arriba te dejamos el link a Spotify y para conocerlos más a fondo a ellos, el enlace a la entrevista completa en el canal de MADHOUSE Videos a continuación.

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