Hacer referencia a The Ramones reúne una mezcla de nostalgia y alegría a la vez. Más allá de géneros, gustos o modas, los fast four nunca pasaron -ni pasarán- desapercibidos en ninguna charla. Generando amor y odio por igual, su nombre sigue ensanchando la brecha antagónica tan de moda en estos tiempos que corren. Pero como aquel refrán que afirma que no hay publicidad buena o mala, el cuarteto de Queens se las ingenia para colarse y dar que hablar en cualquier ámbito. En el mundillo rockero circula una fuerte creencia acerca de la saga inquebrantable que representan los cinco primeros discos de la banda, casi como una columna perfecta que sirvió para cimentar y sostener toda la estructura del género punk en la década del 70. Por este motivo, la edición de “Pleasant Dreams” a mediados de 1981 es catalogada como el cierre de una era, no sólo cronológica sino también artística, en la cual la banda sentó las bases en busca de nuevos horizontes y dio comienzo a una crisis que disolvería el núcleo duro del grupo en más de un sentido. ¿Pero qué pasó exactamente? Ya mismo te ponemos el despertador y te lo contamos.

Ramones en 1981: ni la caminata ni los sueños fueron muy placenteros que digamos

Tras la pesadilla de grabación que representó “End Of The Century” con la producción del controvertido Phil Spector y sus bizarros métodos a base de obsesión y violencia, el cuarteto se encontró en una encrucijada, disgregado y con intereses diferentes: Dee Dee lidiando con sus adicciones, Johnny queriendo retomar el control que creía perdido, Joey con el ego ensanchado y mayor confianza y el aún “chico nuevo” Marky Ramone tratando de pivotear entre las personalidades erráticas de sus compañeros. Sumado a este panorama, la discográfica Sire necesitaba recuperar dinero en ventas y propuso (más bien impuso) a Graham Gouldman de la banda 10cc como productor en vías de encarar el disco hacia un sonido más comercial, cosa que desagradó a la banda (particularmente a Johnny), que aceptó a desgano. El resultado fue un disco con un sonido muy pulido para lo que venían haciendo y todo lo radio friendly que se pudiera, generando opiniones encontradas entre los nuevos y viejos fans. No obstante, no fue lo suficientemente exitoso que se esperaba (solo en Suecia llego al puesto 58 de la Billboard), lo cual cayó como un balde de agua fría para la banda y la disquera.

Si bien la calidad del disco es indiscutida y fue ganando acólitos y buenas críticas con el paso del tiempo, representó una patada en el tablero y confirma la teoría que los cambios de década provocan crisis en los grupos consolidadados a nivel sonido e imagen, a veces para bien y otras para mal. Ahora bien ¿por qué catalogar a «Pleasant Dreams» como disco «maldito» si más de uno pensará que esa categoría le sienta mejor a algún otro disco de la banda como Subterranean Jungle, por ejemplo? «Pleasant…» encarna una variante de la banda que aun no había sido descubierta, aquella que implica entrar en el show business y destapar el lado oscuro que éste acarrea: celos, falta de cohesión real, intereses encontrados y una postura de «el-fin-justifica-los-medios» que no siempre se percibe arriba de un escenario pero que aflora de forma cruda al apagarse los reflectores, tomando los aplausos como el resultado de una jornada laboral obligatoria sin tercer tiempo ni palmadas en la espalda.

Corría 1981 y en Inglaterra el álbum se vendía por casi cuatro libras (tres más que Genesis)

Si bien el resultado general del disco es bueno, el sonido excelente y las canciones envejecieron de forma adecuada, las cuatro personalidades luchaban con sus demonios internos y de ese modo la inestabilidad mental de Dee Dee, la rigidez de Johnny, las obsesiones e inseguridades de Joey y el alcoholismo de Marky marcaron una dinámica ambigua, mezcla de oficio y manotazos de ahogado que solo pudieron conocerse a posteriori gracias al testimonios en entrevistas y en el magnífico documental «End of the Century: The Story Of The Ramones» de 2003.

PLEASANT DREAMS: DATOS, NÚMEROS, CURIOSIDADES

  • Fue el primer disco de la banda en tener una portada donde no aparecieran sus integrantes. En la tapa se ve un dibujo de la sombra de un ladrón a hurtadillas. La autora fue Carol Bokuniewicz, diseñadora que por aquellos años acababa de ser aclamada por la portada de «Remain In Light», el cuarto disco de Talking Heads.
  • También fue el primer disco donde todas las composiciones se atribuyen por completo al músico que las escribió en vez de acreditar a toda la banda. Esto provocó rispideces con Johnny (¿cuándo no?) al verse excluido de las regalías.
  • «Pleasant…» es además el único álbum de Ramones que no cuenta con algún cover o un compositor ajeno a la banda. Joey con siete temas y Dee Dee con cinco se repartieron los créditos.
  • La canción “We Want The Airwaves” fue incluida en la banda sonora de la película «Airheads» (conocida en nuestro país como “Cabezas Huecas) en 1994, protagonizada por Brendan Fraser, Steve Buscemi, Adam Sandler, y que cuenta con un maravilloso cameo del gran Lemmy Kilmister.
Así lucía la tapa en versión argenta. Y, agradable era.
  • En Argentina se editó bajo el título “Sueños Agradables” en vez de “Felices Sueños” (o técnicamente el modismo «Que sueñes con los angelitos») y fue el álbum con el que la banda ganó fama en nuestro país gracias al hit “She’s a Sensation” y también ofició como puerta de entrada al resto de su discografía. La canción sonó fuerte y seguido en cada baile o “asalto” de la década de los 80 gracias a su melodía pegajosa y letra fácilmente tarareable.
Una anécdota real de los Ramones y su manager Monte Melnick, acontecida en un 7 Eleven
  • La letra de “7-11” está inspirada en hechos reales… o no tanto. El tema, cuyo nombre hace referencia a la famosa cadena multinacional de minimercados con sede en Texas (llamada así por el horario de atención que maneja, de 7 am a 11 pm), trata sobre un romance fugaz del cantante con una chica que estaba jugando Space Invaders (famoso videojuego de Arcade de la época) en uno de dichos locales y tras una noche donde todo parecía ir de maravilla, nos enteramos que la protagonista fallece a causa de un accidente automovilístico dejando a Joey en un mar de lágrimas y angustia. Sin embargo, nunca pudo comprobarse si fue una historia verídica o un simple vuelo de la imaginación del cantante.
  • La banda Beatnik Termites, oriunda de Cleveland y fanáticos confesos de Ramones, regrabó en 1998 una versión de “Pleasant Dreams” en su totalidad. Hay que destacar que otras siete bandas hicieron lo mismo (!) bajo el apadrinamiento del sello Selfless Records, a saber: Screeching Weasel en 1993 con el álbum homónimo de 1976, The Queers y The Vindictives en 1994 con “Rocket To Russia” y “Leave Home” respectivamente, Boris The Sprinkler en 1996 con “End Of The Century”, The Parasites en 1997 con “It’s Alive”, The Mr. T Experience en 1998 con “Road To Ruin” y por último The McRackins con “Too Tough To Die” en 2000.
  • «The KKK Took My Baby Away» está inspirada en hechos reales… o no tanto (II). Mucho se ha escrito acerca de la canción y la supuesta traición -o triángulo amoroso- que involucró a Joey Ramone, Johnny y Linda Daniele (posteriormente Linda Ramone y más tarde Linda Cummings). Se dice que fue inspirada en el enojo y despecho sentido por Joey al enterarse que su novia lo dejó para juntarse y luego casarse con el guitarrista. La alusión al Ku Klux Klan se debe a las inclinaciones políticas conservadoras  y racistas de Johnny y al vil hecho de “robarse” a la novia de su compañero. Si bien hay diferentes versiones de los hechos y más de una lectura posible, Mickey Leigh -hermano de Joey- mencionó tiempo atrás que la canción había sido escrita tiempo antes de que ocurriera el hecho y estaba inspirada en la relación del cantante con una mujer negra, cuyos padres desaprobaban la relación interracial. Por otro lado, mientras que el manager de la banda Monte Melnick sostiene la versión de la infidelidad, el baterista Marky Ramone afirmó en una entrevista para el sitio web Loudwire que la canción se inspiró en la experiencia de Joey en una institución mental (!). Según contó, el cantante principal se hizo amigo de una mujer afroamericana que también se encontraba internada y que unos días después abandonó el nosocomio, deprimiendo al larguirucho vocalista… Lo que sí es verídico es el hecho que tras este episodio Joey y Johnny no volvieron a dirigirse la palabra hasta los últimos días de la vida de ambos, tornando la convivencia insoportable en las giras y shows.
El sobre interno de la edición nacional de «Pleasant…». Vayan por una lupa y lean las letras
  • Como contraparte del sonido brillante del álbum y las composiciones poperas de Joey, es uno de los discos con las letras más oscuras de la banda. Además de la ya referida “The KKK…” y “7-11”, se suman “Don’t Go, “Sitting in my Room”, “You’re Sound like your Sick” y “This Business is Killing Me”, La mixtura entre esos matices le da un plus a la placa y modifica totalmente la experiencia de cantar las canciones después de entender el significado de cada letra.
  • Durante las sesiones de grabación del disco fueron convocadas Kate Pierson, Cindy Wilson (de B’52s) y Deborah Harry (de Blondie) para hacer los coros de la canción “Chop Suey”. A las dos cantantes también se les sumó Gouldman, pero finalmente la misma quedó fuera de la placa para ser editada en el Soundtrack de la película “Get Crazy” de 1983 que también incluyó participaciones de Lou Reed y las bandas Sparks y Fear. Gouldman pensaba que dejar el tema en la placa le otorgaría variedad al disco, pero Johnny objetó que sonaba un poco demasiado “limpio”.
En una foto carcomida por el tiempo, Gouldman posa con la banda, de camperita celeste y al centro
  • Según relata el productor, la estabilidad de la banda pendía de un hilo al momento de grabar. Años después dio su parecer acerca de las personalidades de los integrantes: “Me sorprendió Johnny, que en paz descanse; era un miserable bastardo. Joey era encantador y muy consciente de lo que estaba haciendo. Y los otros chicos fueron geniales. Sé que no les gustó el álbum que hicimos. Él (Johnny) así lo dijo. Nunca me lo dijo en la cara, pero se lo dijo a todos los demás. Fue un proyecto interesante. Me encantaba estar con Joey, él era genial. Hicimos todas las pistas en Nueva York, pero muchas de las voces las grabamos en nuestro estudio en Inglaterra. Solía ​​llevarlo a cenar a diferentes lugares. Todo el mundo se enamoraba de él. ¡Era un chico muy tierno!»
  • La banda trabajó con varias canciones que quedaron fuera del corte final del disco. Entre ellas se encuentran «I Can’t Get You Out of My Mind» y «Touring», la primera posteriormente editada en el disco “Brain Drain” de 1988 y la segunda en “Mondo Bizarro” de 1992.
  • Existe un registro de las sesiones de grabación con los demos de todas las canciones del álbum. Aquí nos encontramos con el sonido más “sucio” y veloz de los primeros discos, más en la dirección que Johnny quería continuar. Hay disenso entre los fans acerca de qué versiones son las mejores, si las de los demos o la mezcla de Gouldman. Si bien el sonido de los demos es deficiente, para este humilde servidor la interpretación de “The KKK…” es superior a la oficial registrada en la placa.

TRACKLIST FELIZMENTE COMENTADO:

WE WANT THE AIRWAVES: Ya desde el arranque se nota el cambio estilístico. Un riff distinto que llegó a ser catalogado alguna vez como “Ramones meets Black Sabbath”. Una canción bien oscura que daría pie a un nuevo sonido y al esquema que tomarían varios temas posteriores en la década del 80.

ALL’S QUIET IN THE EASTERN FRONT: Dee Dee y su maestría. Cuando sus adicciones lo dejaban y aparecía la iluminación compositiva, el bueno de Douglas Colvin marcaba el pulso del ADN ramonero, aportando unos coros cancheros y toda su imaginería teutona de la segunda guerra mundial. Según Marky, esta es una canción de amor para la ciudad de Nueva York escrita por una persona que llevaba varios días sin dormir… nada raro para el bueno de Dee Dee. 

THE KKK TOOK MY BABY AWAY. Poco resta por decir acerca de una de las mejores canciones dentro del catálogo de la banda. Ultra pegadiza, sólida y siempre fresca, tanto en los vivos de la banda como cada vez que suena a través de unos parlantes. Con un gran trabajo en la parte rítmica y unos coros adhesivos como pocos, esta canción representa el gen Ramone en su máxima expresión y rankea alto en el podio entre fans y neófitos.

¡También hubo singles nacionales! Fueron editados por Music Hall

DON’T GO. La pluma de Joey estaba afilada tanto musical como líricamente. Quizás uno de los temas más pegadizos de los Monchos, con una letra desesperada, un estribillo que se repite hasta el hartazgo como para que no se te olvide nunca jamás y un puente tan Beach Boys que hasta te imaginÁs a los hermanos Wilson haciendo coros. Esta fórmula compositiva fue imitada por casi toda una generación de bandas en los 90, como Green Day, Screaching Weasel y Teenage Bottlerocket.

YOU SOUND LIKE YOU’RE SICK. Otro tema con influencias diferentes, ahora con un tufillo Motown y resabios de la “pared de sonido” de Phil Spector. La velocidad dice presente y los coros se llevan los aplausos, por no hablar de otra letra oscura que, según las malas lenguas, estaba dirigida a Dee Dee y su errático comportamiento bipolar.

IT’S NOT MY PLACE (IN THE 9 TO 5 WORLD). Los matices vuelven a decir presente con un ritmo novedoso a cargo de Marky, muy al estilo Bo Diddley, que sostiene una melodía ultra pegadiza escrita y craneada por Joey. La cruza justa de influencias entre el sonido chiclero de la banda y The Kinks. El afamado crítico David Fricke sostuvo que la intro y la parte media de la canción hacen referencia directa al tema “Whiskey Man” de The Who. Escuchar para creer.

SHE’S A SENSATION. El hit para los amigos: suena esta canción y la diversión está asegurada. Atemporal y redonda por donde se la mire, fue versionada por varios artistas. En el álbum “Todos Somos Ramones” de 2005, el grupo de ska argentino Espías Secretos se roba varios aplausos con el cover de esta gema a puro skank y sección de vientos. Nostalgia asegurada.

7-11. La “balada” del disco. Una bella melodía junto a una letra trágica se combinan en un trago agridulce que te puede pegar diferente, depende en qué pongas la atención. Un tema tan Joey que da pavor y que marcaría mucho el estilo de futuras composiciones tanto con la banda como en su carrera solista.

Poster de la gira mundial de «Pleasant..», en este caso una actuación en París

YOU DIDN’T MEAN ANYTHING TO ME. Una mixtura perfecta entre luz y oscuridad. Estribillo sórdido y estrofa luminosa, con el hi-hat endemoniado de Marky y una mezcla que no ayudó a la guitarra de Johnny, perdida en el fondo. Otro tema de Dee Dee que refleja su mal momento a nivel personal y las tensiones internas de la banda como reza la letra: «cada cena era horrible/ incluso las gratis»… Se nota que Gouldman no aflojó ni un segundo con su idea de hacer un disco radiable, pero en esta ocasión la “motosierra” del Ramone más estricto hubiera sumado mucho a la canción.

¡Y más singles made in Argentina, amigos/as de la nostalgia!

COME ON NOW. 1981. Ramones y The Misfits grababan casi en paralelo. Ambas bandas comparten una intro idéntica, los primeros con este tema y los segundos con “Astrozombies”… ¿Plagio? ¿De quién a quién? La respuesta queda a criterio de cada uno, pero lo cierto es que el disco de los fast four se editó en julio de 1981, mientras que las sesiones de grabación de Glenn Danzig y sus acólitos datan de 1980, aunque fueron editadas recién en marzo de 1982. Otro misterio sin resolver. Volviendo al lío de Montepío, nos encontramos con una canción llena de palmas, muchos teclados Hammond y más influencias de los Beach Boys que nos deja esta perla perdida dentro de la discografía de la banda,

THIS BUSINESS IS KILLING ME. Otro lamento de Joey acerca de la vida dentro del grupo y su incapacidad para dejar a todo el mundo contento. Si bien siempre dieron una imagen de solidez y comunión, la confianza de la banda pendía de un hilo y en este disco todo se fue al verdadero demonio. Un bajo muy al estilo doo-wop y una pianola staccato enmarcan la debacle que se avecinaba y que les costó un largo tiempo resolver.

Los Ramones en la SchoolKids, firmando autógrafos y copias de «Pleasant…» el 5 de octubre de 1981

SITTING IN MY ROOM. Para terminar, un tema cortito y al pie que representa una bisagra perfecta entre el viejo y el nuevo sonido, con un acertado riff de guitarra a cargo de Johnny y unos coros a cargo de Dee Dee y el propio Gouldman (Johnny ya debía estar con la presión arterial por los aires a esta altura). Despedida a la vieja escuela y a otra cosa mariposa.

Así se veía el cassette. Nos falta el magazine y estamos hechos.

FINAL SOÑADO. Ramones, damas y caballeros. Lejos de la “familia feliz” pero con mucho oficio dieron a luz uno de sus discos más personales, que tras la vorágine de los primeros años quedó injustamente relegado. Sin tanto “Hey ho” pero como mucho “let’s go”, «Pleasant Dreams» nos sigue maravillando después de cuarenta años lo cual, a esta altura de la vida, ya es un mérito por sí mismo.

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