En los primeros días de The Police, cada pequeña cosa que hacía la banda no era tan mágica como en la canción. Le tomó algún tiempo al poderoso power punk trio de Sting, Stewart Copeland y Andy Summers encontrar su lugar como grupo musical a fines de los 70, antes de convertirse en la banda más grande del mundo a principios de los 80. Hoy, a 44 años del primer show de la banda como trío, repasamos la historia de ese evento, uno de los puntapiés iniciales (el más decisivo, seguramente) del rico prontuario del grupo.

The Police con Henri Padovani: y, pinta de sospechoso tenía, eh

No solo le tomó un tiempo a The Police alcanzar la fama grande, sino también consolidarse como trío. En 1976, el baterista Stewart Copeland, de gira por Inglaterra junto a una banda llamada Curved Air, había conocido al bajista / vocalista de la banda Exit, al cual apodaban Sting (cuyo nombre original, recordemos, es Gordon Sumner) por su hábito de usar pulóveres a rayas amarillas y negras, como una abeja (Sting, en inglés, quiere decir aguijón), mientras los dos trabajaban en géneros lejanos al punk, como el jazz fusion y el rock progresivo. Cuando Sting se mudó a Londres, él y el percusionista estadounidense expatriado unieron fuerzas: dados los titulares diarios sobre los Sex Pistols y los contratos discográficos otorgados rápidamente a los grupos punk del momento, Sting y Copeland pensaron que probarían suerte en el floreciente género, a pesar de pensar que estaban sobrecalificados como músicos. Apegados a la idea de armar un power trio, incorporaron al guitarrista corso Henri Padovani y tras debutar como trío el primero de marzo de 1977 en el pub Alexander’s de Newport, Gales (concierto que solo duró 10 minutos), The Police comenzó a telonear artistas como Cherry Vanilla, Wayne County y Johnny Thunders tanto en Inglaterra como en Holanda, durante la primavera de 1977. Copeland y Sting encajaban a la perfección en lo musical y ambos, a medida que los shows se sucedían, iban descubriendo las limitaciones de Padovani (después de todo, él era el único miembro de la banda que no fingía ser punk).

ENTER SUMMERS. Fue durante este período que Sting y Copeland conocieron a Andy Summers a través de un proyecto paralelo llamado Strontium 90. El guitarrista era una década mayor que los dos músicos y había tocado con Eric Burdon & The Animals, pero musicalmente, parecía encajar. Cuando Sting le propuso a Summers unirse a The Police, dijo que solo estaría de acuerdo si podía reemplazar a Padovani, preservando la banda como un trío. Copeland y Sting lo pensaron, pero por lealtad decidieron no echar a Henri de la banda. Finalmente, Summers aceptó entrar como guitarrista adicional: «Una por una las canciones de Sting habían comenzado a surgir, y cuando Andy se unió, le inspiró a Sting nuevas cosas que podíamos hacer», recordó Copeland a The Guardian en 2007. «Así que el material comenzó a volverse mucho más interesante y Sting comenzó a interesarse mucho más por el grupo«. En el verano del 77, The Poloice dio un par de conciertos como cuarteto, pero cuenta la leyenda que nadie se sentía muy cómodo y las tensiones entre los dos guitarristas de la banda aumentaron. Descontento con la situación, Padovani dejó la banda, que -ahora sí- se convirtió en el trío que Andy había deseado meses antes. Un par de semanas después de la salida de Henri, The Police tocó su primer concierto con la formación de Sting, Copeland y Summers.

POLICÍA EN ACCIÓN. El concierto del 18 de agosto de 1977 se planeó en el norte de Birmingham, Inglaterra, más precisamente en Rebecca’s, un pequeño club nocturno en el cual la versión anterior de The Police ya había tocado en abril de aquel año, teloneando a la cantante de punk Cherry Vanilla. Décadas más tarde, Sting recordaría el concierto como el «cruce del Rubicón» para su banda: «Subimos al escenario, se encendieron las luces y, por pura desesperación, pánico y, supongo, personalidad, logramos de alguna manera liberarnos de las ataduras de la duda y el desaliento y, dentro de los primeros ocho compases de la primera melodía, comenzamos a tocar. El implacable poder de un martillo de diez toneladas”, dijo el cantante en su autobiografía, «Broken Music». “El público, al principio tímido, comenzó a enloquecerse. Hubo un caos total, como si el público fuera cómplice de nuestra necesidad de hacer de este un gran concierto. Nos fuimos después de tres bises, destrozando la batería mientras nos abrimos paso entre la gente de camino a los camarines y sabiendo que finalmente aquí se ha descubierto algo raro: que cuanto más profundo excavamos, mayor es el premio”.

La entrada del Rebecca’s hoy: detrás de esas vidrieras pintadas de blanco se hizo historia rockera

SUMMERS SE MANDA EN CANA. Si bien Sting recuerda esa noche como un triunfo, su compañero de banda Summers (en la tradición de llevarse la contra tan típica de The Police) tiene un recuerdo completamente diferente del show de Birmingham. Aunque el frontman considera ese concierto como un punto de inflexión, ese momento aún estaba bastante lejano para el nuevo guitarrista de la banda: «Todo muy rápido, muy fuerte y con gritos muy confusos, generalmente acompañados de grandes bocados de saliva», escribió Summers en sus memorias, «One Train Later». “Subimos al escenario en ese pequeño y oscuro club y recorrimos todo nuestro set, exhibiendo todas las cualidades mencionadas, y terminamos en unos doce minutos. Se suponía que debíamos tocar durante una hora… Miré a Sting y Stewart casi con incredulidad: acabábamos de tocar quince canciones en doce minutos, como si estuviéramos persiguiendo un nuevo récord de velocidad terrestre. Tal vez así se sintieron Dizzy y Charlie Parker en la década de 1940 cuando empezaron a tocar canciones de bebop a una velocidad vertiginosa para que los blancos no pudieran bailar. Debería reírme, pero es lamentable; incluso el público nos miraba con la boca abierta. Si no pasaba nada más, al menos seríamos la banda más rápida de esta zona. Estábamos tan decididos a ser vistos como un grupo punk que nos olvidamos por completo de la música; la idea parecía ser que si te consideran auténtico, tendrás éxito: el contenido era secundario. Era una postura sospechosa y no se podía sostener por mucho tiempo. Éramos una banda, pero para mí se sentía como que solo llevábamos ese nombre».

SENTENCIADOS AL ÉXITO. De cualquier manera, The Police perseveraría, tocando algunos shows en el otoño de 1977 antes de comenzar las sesiones del LP debut de la banda: «Outlandos d’Amour» (editado en 1978) contendría los éxitos «Roxanne», «Can’t Stand Losing You» y «So Lonely» y lanzaría al trío al estrellato del rock. El resto, como siempre, es historia… parte de la cual les invitamos a ver y a escuchar con los videos que acompañan esta nota.

PD 1: ADIÓS ELVIS; PD 2: HOLA BIRMINGHAM. Dos datos de color finales para esta historia: el primero cuenta que la banda debutó la noche del día en que Elvis Presley había dejado este mundo; para muchos fue un claro símbolo de la época que se iba y de la que venía. El segundo: cuando Sting, Copeland y Summers se reunieron para hacer una gira mundial en 2007 (después de años de jurar que esto nunca sucedería), se aseguraron de que la primera fecha en el Reino Unido fuera… en Birmingham. El lugar de 15.000 asientos donde tocaron, el NIA (National Indoor Arena, hoy rebautizado como Barclay Card Arena), era un poco más grande que el club que vio el primer espectáculo de este trío, pero la ciudad era la misma, claro que tres décadas después. Vean el video adjunto y nos cuentan.

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