
Quizá la mejor definición para Polly Jean Harvey sea la de maestra de la reinvención. Esta artista nacida en la británica Dorset es venerada en todo el globo por sus canciones originales y abrasivas con tintes bluseros, pero este aspecto representa solo una parte de su colosal producción.

En las últimas tres décadas, la Harvey ha publicado nueve álbumes, dos colaboraciones con John Parish, una banda sonora para teatro, una recopilación de Peel Sessions y un conjunto de demos de 4 temas, pero hasta la fecha no ha publicado ningún recopilatorio de grandes éxitos, a pesar de haber publicado algo así como unos 40 singles. Eso la ubica en una categoría poco habitual, junto a bandas como Tool o AC/DC: tiene mucho material de referencia para elegir, pero no hay un interés inmediato en regresar al mismo en un futuro próximo. Y, por cierto, su catálogo ha eludido hasta ahora cualquier campaña de reediciones de alto perfil. Sin embargo, ha publicado una serie de obras maestras absolutas y sigue siendo la única artista que ha ganado el Mercury Prize dos veces (con «Stories From The City, Stories From The Sea» y «Let England Shake»), además de haber sido galardonada con una MBE por contribuciones a la música; para rematar su curriculum, también es compositora, poeta y pintora.

La franqueza lírica de PJ en sus discusiones sobre el deseo, la pérdida, la política sexual y global es clave para su atractivo. Sin embargo, lo que más merece reconocimiento es su capacidad para cambiar de forma: con cada disco, Harvey ha hecho algo nuevo, incursionando en todo, desde el post-rock minimalista hasta el trip-hop, desde el punk ácido hasta las baladas de piano, desde el heavy metal (sí señor) hasta el pop art industrial, sin perder nunca el rumbo y haciendo de estos estilos algo propio. Ya sea desafiando los estereotipos de género, recurriendo a experiencias personales profundamente emocionales, adoptando puntos de vista históricos sobre eventos catastróficos o utilizando historias cortas de personas como Flannery O’Connor como material de referencia, siempre encuentra una manera de destilar una narrativa convincente en versos tensos y coros culminantes, de alguna manera sin repetirse nunca.

Por otra parte, Harvey ha trabajado y colaborado con intérpretes y productores de la talla de Nick Cave, Björk, Josh Homme, Marianne Faithfull, Moonshake, Steve Albini, Tricky y su catálogo es enorme. Para cualquier principiante, ante tanta vastedad, es difícil saber por dónde empezar (aunque «To Bring You My Love» casi casi debería ser tu primera opción)… A pesar de todo, Polly sugiere que a menudo la malinterpretan: “La gente tiene una idea muy específica de lo que soy: una especie de vampiresa que empuña un hacha y se come a los hombres, pero no soy eso en absoluto. Soy casi todo lo contrario”. Hoy, en el día de su cumpleaños, te traemos estas canciones seleccionadas entre muchos de sus álbumes y varios proyectos colaborativos, que -esperamos- podrán ayudarte a iniciar tu propia adicción a esta talentosa artista.
1. «SHEELA NA GIG» del LP «Dry» (Too Pure, 1992): El disco debut de Harvey después de tocar en la banda Automatic Dlamini, publicado a través del destacado sello indie Too Pure, es una respuesta thrashy a los hombres que temen a las mujeres, utilizando a la sheela na gig -la diosa pagana de la fertilidad- como símbolo de poder. Envuelta en guitarras y baterías pesadas, con un riff de blues belicoso en el centro, esta fuerte canción sigue siendo una de las mejores de Harvey.
2. «ECSTASY» del LP «Rid Of Me» (Island Records, 1992): El cierre de su exitoso álbum «Rid Of Me» es una forma espectacular de terminar un disco. Acompañada por Rob Ellis en batería y Steven Vaughan en el bajo (su banda principal en ese momento), PJ ofrece un riff de guitarra slide lento y mortífero que podría partir el cielo en dos, mientras que el productor Steve Albini captura la intensidad del trío a la perfección. Amenazante, blusero, lleno de nostalgia, aquí PJ canaliza a Leadbelly a través de David Lynch.
3. «WORKING FOR THE MAN» del LP «To Bring You My Love» LP (Island Records, 1995). Se podría argumentar fácilmente que el tercer álbum de PJ Harvey (y su primer disco verdaderamente solista), «To Bring You My Love», es su mejor trabajo, y es difícil destacar una canción en particular de este conjunto de 1995. Sin embargo, el minimalismo exquisito de «Working For the Man» podría inclinar la balanza a favor de este tema. La voz de PJ apenas es más fuerte que un susurro, y teje un hechizo espeluznante sobre tambores esqueléticos y bajos dub vibrantes, con una inquietante guitarra western y un órgano como frutilla de la torta.
4. «ROPE BRIDGE CROSSING» del LP «Dance Hall At Louse Point» (Island Records, 1996). Del primero de dos discos en colaboración con su co-conspirador John Parish surgió esta vibrante pieza de blues. La emotiva y rasposa guitarra de Parish se combina perfectamente con la voz de PJ en una interpretación que captura el aire y el espacio del lugar donde fue grabada.
5. «THE WIND» del LP «Is This Desire» (Island Records, 1998) La continuación del brillante «To Bring…» fue el discreto «Is This Desire?», una colección de temas más opaca que va revelando sus tesoros lentamente. Los oyentes persistentes se verán recompensados con temas como el inquietante «The Wind», que va desde guitarras oscuras y rasgueantes hasta un ritmo nítido de hip-hop cargado de efectos extraños y el conmovedor himno de PJ a Santa Catalina, medio hablado y medio cantado.
6. «BROKEN HOMES» del LP «Angels With Dirty Faces» LP» (Island Records, 1994) Extraído del tercer álbum de Tricky, esta colaboración inspirada y quizá subestimada es una mezcla extraña y maravillosa de voces corales, tambores marciales y uno de los momentos vocales más expresivos de Harvey, cantando las palabras de Tricky en lugar de Martina Topley-Bird.
7. «WE FLOAT» del LP «Stories From The City, Stories From The Sea» LP «(Island Records, 2000). Aunque «Stories From The City, Stories From The Sea» marcó un regreso al indie rock y a un sonido más brillante después de varios experimentos musicales, lo más destacado de este gran disco llega al final en forma de “We Float”, cargado de un breakbeat indomable. En su piano melancólico y en la letra que habla sobre “encaminarse hacia un desmayo”, toca una nota inquietante antes de elevarse a un hermoso coro redentor. Es enormemente inspirador, más aún por su carácter inesperado.
8. “CRAWL HOME” de «The Desert Sessions LP, Volume 9: I See You Hearin’ Me» (Island Records, 2003): Esta amenazante pieza de hard rock del proyecto paralelo de Josh Homme de Queens of the Stone Age, es decir el colectivo musical Desert Sessions, presenta la voz de PJ bien al frente. La diabólica guitarra de Homme y su composición sulfurosa ayudan a crear una de las mejores colaboraciones de la Harvey.
9. «POCKET KNIFE» del LP «Uh Huh Her« LP« (Island Records, 2004) Como ya había hecho antes, PJ respondió al éxito de «Stories From the City…» (dicho sea de paso, uno de sus álbumes más populares) con un regreso a un sonido más lo-fi y menos comercial en «Uh Huh Her». “Pocket Knife” es un punto destacado en un disco lleno que tiene varios, con su percusión vibrante y su sensación acústica de folk-blues. El genio de PJ para un pareado lírico se demuestra nuevamente cuando la protagonista de la canción reprende a un pretendiente: “Can you see my pocket knife? You can’t make me be a wife.” (“¿Podés ver mi navaja de bolsillo? No podés hacer que sea tu esposa”).
10. «WHEN UNDER ETHER» del LP «White Chalk» (Island Records, 2007) Polly Harvey ya era, para entonces, una conocida rebelde. Su capacidad para añadir sus letras florecientes y poéticas a una música visceral era parte de su marca registrada, pero en «When Under Ether» demuestra que también puede cometer sus atrocidades líricas con un tono más tranquilo. En «White Chalk», Harvey recurrió al piano como arma musical y, con él, presentó uno de sus LP de estudio más emblemáticos. En este tema Harvey se muestra profundamente parca, ya que permite que el contenido de la letra (que aborda la idea de la religión, la adicción y el aborto, entre otras cosas) tenga más espacio para aterrizar de manera efectiva. Esto la convierte en una de las canciones más impactantes de Harvey, absolutamente cautivadora en todos los sentidos; es un momento único de claridad artística para la cantante.
11. “THE GLORIOUS LAND” del LP «Let England Shake» (Island Records / Vagrant, 2011). En la segunda década de este siglo la Harvey lanzó el exitoso «The Hope Six Demolition Project«, pero unos años antes produjo «Let England Shake» (que grabó en una iglesia del siglo XIX en Dorset, su ciudad natal), un disco que explora los males de la guerra, el cual probablemente sea la declaración más profunda de Harvey hasta la fecha. De esta placa, «The Glorious Land» aborda el legado de Gran Bretaña librando guerras en el extranjero. Envuelta en un tintineo distorsionado y perturbador de guitarras y la voz cargada de efectos especiales de PJ, es una obra maestra que provoca escalofríos.
12. “THE MINISTRY OF DEFENCE” del LP «The Hope Six Demolition Project» (Vagrant, 2016). PJ Harvey viajó a varios lugares diferentes (Afganistán, Kosovo, Washington, D.C.) durante la realización de «The Hope Six Demolition Project», inspirándose en lugares y situaciones que la distancia nos hace pasar por alto o directamente despreocuparnos. Sobre una guitarra militante y de sonido áspero, esas observaciones se vuelven particularmente sombrías en “The Ministry of Defence”, una de las canciones más siniestras del álbum, que culmina con un mensaje escalofriante: “Scratched in the wall in biro pen/This is how the world will end” (“Garabateado en la pared con birome/Así es como el mundo terminará»)

Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).