Azul Schenquerman comenzó a componer sus primeras canciones a los 13 años y ya a los 18 estaba presentando su disco debut » Catarsis», dando inicio a una carrera que incluye colaboraciones con importantes artistas y presentaciones en distintos escenarios del circuito under. A propósito de la presentación de su flamante tercer disco «Demasiado Humano», nos contactamos vía correo electrónico con Azul para conocer los detalles y los planes a futuro, en este ida y vuelta que ya empieza.

¿Qué nos podes contar del proceso de composición y grabación de «Demasiado Humana»?

Empezó como todos mis discos, siendo un momento de catarsis y exploración musical. Las canciones empiezan a aparecer dependiendo de la música que estoy estudiando y escuchando en el momento. Y también, al tener un estilo de escritura muy honesto, cada canción se va tiñendo de alguna emoción que estoy atravesando o que me interpela del contexto. En el caso de este disco, creo que me amigué con mi propia humanidad. Y eso lo plasmé tanto desde la búsqueda sonora, como desde la búsqueda lírica. Esta nueva etapa se gestó cuando compuse la canción “Demasiado Humana”, es por eso que el disco terminó llevando su nombre como representación total de la obra. Porque todas las canciones están relacionadas con esa intención. La producción fue pensada desde lo humano también, llevando las canciones al estudio con una banda. Un enfoque diferente a los discos anteriores, como “Incendio”, que fue un disco pandémico donde los colegas músicos compartieron sus instrumentos a distancia desde sus casas.

¿Quienes te acompañaron en el proceso?

Fue hermoso compartir con la banda en los ensayos previos a las grabaciones las canciones, y ver cómo se iba tiñendo de la impronta de todos. La producción y la mezcla fueron nuevamente obra de Adrián Schenquerman y la grabación y el master fueron obra de Alejando Spinelli en Chufitlandia. La banda con la que tengo la dicha de estar compartiendo este momento de mi carrera, y este disco, está compuesta por Valentín Cremona, Bruno Marchetti, Narowé L.S y Dante Fisicaro. Una mención especial al proceso de producción del disco va para Lucho Scianca, quien me compartió la base rítmica de “Mantra”, sobre la cual compuse la armonía y la letra. Esa canción tiene un proceso compositivo y creativo diferente a las otras canciones del disco, al haber sido pensada en función al ritmo.

Se viene la presentación en vivo. ¿Con qué se va a encontrar el público el 20/9 en el lado B de Niceto?

El público se va a encontrar con una fecha muy trabajada para llevarles al 100% la experiencia del disco al vivo. Queremos que puedan sentir cada canción como cuando la escuchan en su casa, e incluso más intenso. Estamos ensayando mucho para que se escuche hermoso. Para mí, lo más bello de esta fecha va a ser resonar y compartir todos juntos, que se sienta como un gran abrazo colectivo.  Un espacio donde conectemos con lo que nos hace humanos sin sentirnos solos en eso.

El disco combina varios estilos. ¿Cómo se hace para mantener la identidad más allá de los géneros?

A veces me cuesta sostener esto. Lo dudo, me pregunto si será lo correcto fluctuar tanto o queda demasiado inconexo todo. Al final sucede que por la música que escucho en el momento que estoy componiendo un disco, eventualmente termina teniendo una sonoridad parecida un tema y otro, aunque tal vez no sean tan similares en estilo. El trabajo de producción es clave para esto también. Nos tomamos mucho tiempo con el productor para asegurarnos de pensar la instrumentación correcta para cada tema y cómo unirlos desde las texturas.

Las letras muestran un enfoque muy personal en toda tu carrera. ¿Qué es lo que te inspira en este momento?

Uf. Qué pregunta. Hace poco pensaba, que cada vez que saco un disco, es una manera de cerrar una etapa, o mismo de aceptarla. En este caso creo que haber abrazado todo este sentir tan humano me está llevando a vivir de una manera distinta. Creo que tal vez empiezan a aparecer nuevas cosas que me inspiren a componer a partir de ahora. Me da mucho vértigo igualmente, pensar en lo nuevo, en el cambio, la mutación. Quizás debería escribir sobre eso.

¿Qué planes hay para los próximos meses?

Resiliencia. Intentar seguir, compartir la música lo más que pueda, aunque sea difícil, aunque sienta miedo o inseguridad. Y sobre todo intentar disfrutar el proceso, sin pensar a dónde está yendo. La música es una herramienta hermosa que nos dio la vida para hacer más ameno un mundo que suele tornarse muy difícil. 

La última: ¿por qué los lectores de MADHOUSE deberían darle play a «Demasiado Humana»?

Es un disco muy compañero. Tal vez alguna de las letras los ayuda a conectar con alguna emoción o algún proceso que estén atravesando.

Próxima fecha

Viernes 20 de septiembre: Azul Schenquerman en Humboldt (ex Niceto Lado B). Humboldt 1358, CABA. 22 hs. Entradas $5000. En venta por Passline

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