Muchas veces se habla del visionario manager Brian Epstein como “el quinto Beatle”; otros fans y biógrafos también consideran así a Pete Best, el batero original. Pero lo cierto es que sí existió un quinto integrante de la banda más popular que Jesús y su historia es tan breve como intensa y quizás aleccionadora. Les presentamos a Jimmie Nicol, el baterista que vivió la historia de Cenicienta versión Beatle… pero con un final incierto.
En 1964, la Beatlemania estaba en su apogeo mientras la banda se preparaba para su primera gira por Dinamarca, Holanda, Hong Kong, Australia y Nueva Zelanda. Pero el 3 de junio, un día antes de viajar, el baterista Ringo Starr se desplomó en una sesión de fotos y fue hospitalizado con amigdalitis. Con hoteles y conciertos reservados y miles de entradas vendidas, el manager Brian Epstein comprendió que cancelar el tour hubiera sido un desastre financiero. Y así empezó una verdadera batalla, no sólo para encontrar un sustituto aceptable para Starr, sino también para convencer a los otros tres Beatles de que acepten un reemplazante temporario.
John Lennon y Paul McCartney finalmente comprendieron que contratar un reemplazante era absolutamente necesario, pero George Harrison -un tipo leal, según explicó Epstein en “Anthology”– se resistió a la idea, diciendo “Si Ringo no forma parte del grupo, esto no es the Beatles. No veo por qué deberíamos hacerlo, y yo no voy a hacerlo”, remató el guitarrista, quien -muy finalmente- declinó su postura. “Tuve que empeñar toda mi persuasión para decirle a George que si no venía decepcionaría a todo el mundo”, afirma un aliviado Epstein en el mismo documental.
MEET THE BEATLE. Así fue que surgió el nombre de James George Nicol, más conocido como Jimmie Nicol, un baterista londinense de 24 años (mayor que los demás Beatles) quien había impresionado a Epstein con su trabajo de estudio; además, los temas de los Beatles le eran familiares, ya que había tocado como sesionista (sin figurar en los créditos) en un album de covers de los Fab Four, promocionado como “Preferido de los adolescentes” (“Teenagers Choice”) y llamado “Beatlemania”, en uno de los primeros usos del celebérrimo término. Por su parte, McCartney también conocía a Nicol; el Beatle lo había visto recientemente tocando con Georgie Fame & The Blue Flames; asimismo, el batero también grabó tres singles de Colin Hicks & His Cabin Boys a fines de la década del 50.
Nicol realizó una audición de seis temas y quedó contratado: le cortaron el pelo a lo Beatle (un periodista de la época lo describió como “un Frankenstein sin la electricidad”) y le dieron órdenes de hacer las valijas para el vuelo a Dinamarca del día siguiente. En el hospital, sorprendido por el giro de los acontecimientos, Starr recordaba que a él mismo le había tocado reemplazar a Pete Best como baterista de the Beatles dos años antes. “Fue muy extraño, ellos viajando sin mí”, declaró en “Anthology”. “Se llevaron a Jimmie y pensé que ya no me querrían nunca más – todo eso pasaba por mi cabeza.”
A DAY IN THE LIFE. Nicol se convirtió en un Beatle hecho y derecho durante 13 días, participando en conferencias de prensa y disfrutando de la adulación de los fans que se hizo inmensa y desbordante, en particular en el segmento australiano de la gira. El reemplazante tocó en ocho conciertos -el primero fue el 4/6/64 en Copenhague, Dinamarca- y grabó un show para la TV como baterista de the Beatles. Su vida cambió de la noche a la mañana en esas casi dos semanas: “El día antes de ser un Beatle, ninguna chica reparaba en mí siquiera”, Nicol diría más tarde. “El día después, cuando me puse el traje y me subí a la parte de atrás de la limosina con Lennon y McCartney, todas las chicas morían porque tan sólo las tocara… Era muy curioso por un lado y atemorizante por el otro”.
Nicol también arrojó luz sobre las actividades románticas de los Beatles durante su breve estadía, y señaló que McCartney «no era el tipo limpio que aparentaba ante el mundo. De su pasión por las rubias y su disgusto general por las multitudes no se habla». Lennon bebía en exceso, mientras que, contrariamente a su reputación como uno de los miembros más tranquilos de la banda, a Harrison «le gustaba el sexo y estaba de fiesta toda la noche». «Ni siquiera me arrimaba a la capacidad de ellos cuando se trataba de joder y seguir adelante», dijo. «Pensé que podía beber y acostarme con mujeres como el mejor, hasta que conocí a estos tipos».
Eventualmente Starr fue dado de alta del hospital y se reintegró a the Beatles en Melbourne, donde regresó a los escenarios el 14 de junio. Al día siguiente, Nicol hizo su entrevista final para la televisión como un Beatle y luego fue al aeropuerto de Essendon para un inmensamente solitario viaje de regreso a casa. Antes de irse, Epstein le entregó a Nicol un bolso de viaje Beatle con sus pertenencias, un reloj de oro grabado con la leyenda “De the Beatles y Brian Epstein a Jimmie – con aprecio y gratitud” y £ 500 en su cuenta bancaria, una pequeña fortuna para la época.
EL BEATLE QUE SE DESVANECIÓ. El autor Jim Berkenstadt, quién hizo una investigación de la vida de Nicol en el best seller “The Beatle Who Vanished”, cuenta en la web Ultimate Classic Rock que Nicol resultó una buena elección como reemplazo de Starr. “Socialmente encajó bien y musicalmente se puso al día muy rápido”, explica Berkenstadt. “En los shows de Holanda y Dinamarca, estaba un poco nervioso y sólo trató de ceñirse a lo básico. John Lennon se daba vuelta seguido y le enseñaba el rasgueo en los dos y cuatro tiempos así Jimmie podía sincronizarse, porque los gritos de las fans eran altísimos. Esto era algo que siempre hacía con Ringo también».
«Cuando fueron a Hong Kong y más tarde tocaron en Adelaide, Australia, Jimmie realmente tuvo que dibujarla como pudo. Comenzó a agregar sus propios arreglos”, describe el escritor. “Cuando un tema terminaba y John, Paul y George estaban saludando, Jimmie continuó tocando un riff de tambores para sacarle un aplauso más a la multitud. Eso nunca habría pasado con Ringo: aquel terminaba exactamente con los demás y se agachaba a saludar al mismo tiempo. Pero ahora Jimmie estaba empezando a usar su propio estilo”. Berkenstadt concluye en que la vida de Nicol, de todas maneras, fue una espiral en descenso cuando acabaron sus días de Beatle.
DON’T LET ME DOWN. Al regresar de Australia, recibido en el aeropuerto de Heathrow por fotógrafos de la prensa, Nicol inicialmente esperaba aprovechar su fama recién descubierta y rápidamente firmó un contrato discográfico, compró un Jaguar y fundó una banda llamada The Shubdubs. Pero sus singles fracasaron y una serie de actuaciones que financió terminaron en salas vacías. Nueve meses después de su aventura con los Beatles, Nicol se declaró en quiebra, con deudas de £40.000 contra activos de… 30 libras. También fue llevado a los tribunales por pensión alimenticia no pagada por la ex esposa Patricia, quien se divorció de él después de enterarse de que su roce con la fama hizo que le fuera infiel.
“Reemplazar a Ringo fue lo peor que pudo pasarme”, declaró años más tarde. “Hasta entonces estaba feliz ganando 30 o 40 libras por mes. Después de que los encabezados de los diarios murieron, yo también empecé a morirme”. El baterista reformó su vieja banda The Shubdubs rebautizándola como Jimmie Nicol And The Shubdubs, pero sus dos singles no tuvieron éxito comercial. “La primera gran decepción para Jimmie fue que sus primeras dos bandas después de los Beatles no vendieron discos a pesar de algunas apariciones en radio y TV”, cuenta Berkenstadt. “La música tenía mucho de fusión de rock y jazz y creo que la gente quería oír el estilo rockero de la invasión británica en aquella época. Jimmie gastó todo su dinero en esas bandas. Quedó en bancarrota, su mujer se divorció de él, lo distanciaron de su hijo y estuvo viviendo en el sótano de la casa de su madre. Los medios de comunicación lo erigieron y luego lo dejaron caer sin ningún cuidado. El último artículo hablaba acerca de cuán arruinado estaba”, describe el biógrafo. Y continúa: “Paul McCartney leyó esa historia y en secreto llamó a Peter Asher de Peter and Gordon y le dijo, ‘Hey, tal vez le puedas dar a Jimmie un trabajo en tu próxima gira porque es un batero muy bueno y según este artículo, realmente parece que necesita una mano”.
THE LONG AND WINDING ROAD. Aunque Peter And Gordon le dieron trabajo en algunos conciertos, pronto Nicol estuvo desempleado y en la lona. Cuando The Spotnicks, un grupo sueco instrumental que hacía una residencia en México DF, le ofreció tocar en 1965, Nicol aceptó rápidamente. “Jimmie no se lo contó a nadie”, dijo Berkenstadt. “Salió por la puerta y desapareció. Los Spotnicks giraron con él por todo el mundo y lo hicieron miembro estable de la banda pero luego se enganchó a las drogas duras. Mientras la banda pasaba una temporada larga dando conciertos en México, él se esfumó otra vez”.
De hecho la banda lo echó luego de un año: «Jimmie comenzó a consumir drogas pesadas», recuerda el cantante Peter Winsnes. «Una noche, estaba tan drogado que se cayó del asiento. Nuestro mánager tuvo que llamar a un nuevo baterista».Durante la siguiente década, Nicol se quedó en México, lanzando el disco Los Nicolquinn con un músico llamado Eddie Quinn (otro fracaso comercial) antes de casarse y divorciarse rápidamente de la bailarina Julia Villasenor. Luego abandonó el negocio de la música y estableció brevemente una empresa que fabricaba botones, antes de regresar a Inglaterra a finales de los setenta. Allí trabajó como constructor y se reconcilió brevemente con su hijo Howie, hoy de 61 años, un exitoso ingeniero de sonido.
Quejándose de que ya no podía lidiar con la “mediocridad de la vida”, después de aquel memorable día invernal en Adelaide, Nicol desapareció de la vida pública en las próximas cuatro décadas… No obstante, las primeras noticias de su paradero surgieron en 1984 cuando aceptó participar en una convención de fans de los Beatles en Amsterdam, Holanda. El promotor de la misma reprodujo una cinta con una entrevista en un backstage con Nicol, que compartió con Berkenstadt. “Jimmie sintió que pudo haber tenido la oportunidad de reemplazar definitivamente a Ringo”, asevera Berkenstadt. “Aunque también sentía que Brian Epstein y los otros de alguna manera trataban de evitar que se convirtiera en un miembro estable de los Beatles. Solía decir que ser un Beatle era tanto un castigo como una bendición. Por un lado, esto le hizo saber a la gente quién era él. Pero por el otro, él creía que Brian Epstein lo puso en una lista negra después de tocar en los Beatles”.
GET BACK. Siempre considerado como “un espíritu independiente”, Nicol aprovechó su estancia en México para estudiar ritmos latinos antes de regresar a Inglaterra en 1975 y comenzar un negocio de restauración de casas. Nada se supo de él hasta 1988, cuando circuló el rumor de que había muerto. Hasta que en 2005 el diario británico The Daily Mail confirmó que estaba con vida y viviendo recluídamente en Londres. La última fotografía conocida de Nicol fue tomada en 2005, vestido con un pantalón cargo, una camisa azul, canoso y deambulando por las calles del oeste de Londres. El avistamiento reportado más reciente tuvo lugar fuera de un piso alquilado en Kentish Town, donde vivió hasta hace cinco años.
Luego de eso, no ha vuelto a hablar con los medios. Algunos creen que está de regreso en México. Otros sospechan que ha huido a Holanda. Ni siquiera su hijo, un ingeniero de sonido en Londres, sabe con certeza si su padre está vivo o muerto. Para todos, excepto para los fans más acérrimos de los Beatles, su nombre ha sido olvidado en gran medida. Sin embargo, eso podría estar a punto de cambiar. Porque, más de medio siglo después de reemplazar a Ringo Starr, Jimmie Nicol podría volver ver su nombre en las marquesinas, ya que hay planes en marcha para hacer una película de Hollywood sobre su vida y su época.
El proyecto fílmico es una creación de Alex Orbison y Ashley Hamilton, los hijos productores de cine de Roy, la celebérrima estrella pop de los sesenta y George, el conocido actor de Hollywood. La película se basará en la biografía escrita por Berkenstadt y a la fecha se anuncia como una historia de «traición, abuso de sustancias, bancarrota y una eventual desaparición, lo que ha llevado a muchos a cuestionarse si está vivo o muerto»… Llegados a este punto, surgen las preguntas: ¿quién es en realidad el hombre misterioso en el centro de esta extraña historia? ¿Qué fue exactamente lo que descarriló sus esfuerzos por alcanzar el estrellato del rock ‘n’ roll? ¿Y cómo y por qué desapareció y permanece en el anonimato? Todas preguntas sin respuesta, al menos directa y concreta.
GETTING BETTER. Nicol aportaría, de todos modos, su pequeño legado a la historia de los Beatles años después de la gira. En 1967, durante una tarde paseando con su perro, McCartney recordó que siempre que ellos solían preguntarle a Nicol cómo manejaba las presiones de la gira: la respuesta habitual del baterista era que la situación “está mejorando”… McCartney y Lennon convirtieron la frase en la canción “Getting Better” incluída en el LP «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» (1967)… Si las cosas mejorarán algún día para el elusivo Jimmie, no se sabe; como fuere, su aporte a la leyenda Beatle y a la historia del rock está asegurado con su breve -pero intensa- aventura con la banda.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).