El sábado 2/12 p. pdo. Kiss concluyó su larga carrera con un último último último concierto (o al menos eso afirma la banda) en el célebre Madison Square Garden de Nueva York, el cual incluyó algunos detalles más bien peculiares. Claro que como nunca hemos lanzado llamas, escupido sangre ni volado a través de un estadio lleno de fans gritando nuestro nombre, no estamos en posición de decir si lo que hizo el grupo estuvo bien o mal. Desde luego que Kiss tenía todo el derecho del mundo a poner fin a su carrera de todas las formas que considerara oportunas y pertinentes; ahora, ¿cabe o no señalar que algunas cosas resultaron un poco… raras? A modo de ayuda para sacar conclusiones, les dejamos una selección de los cinco detalles más particulares del que fue (lo dicen ellos, insistimos) el último concierto en vivo de la banda.
EL OTRO GRUPO SOPORTE FUE… UN TALK SHOW (!). La primera gran sorpresa de la noche llegó después de la actuación inicial del grupo Amber Wild, cuando la periodista musica y conductora de TV Allison Hagendorf apareció en el segundo escenario con forma de estrella (la de Paul Stanley, claro) en medio del público, y empezó a presentar una suerte de talk show. Entre clips de entrevistas grabadas previamente con Stanley y Gene Simmons que se proyectaron en las pantallas del estadio, charló con el coguionista de «I Was Made for Lovin’ You», es decir Desmond Child, y con los hijos de los dos músicos, es decir Evan Stanley y Nick y Sophie Simmons. Las entrevistas grabadas con los miembros de la banda ofrecieron algunas ideas interesantes sobre la magnitud del momento, pero el resto pareció una charla de famosos que en cierta forma rompía el ritmo… Tal vez si hubieran incluido algo de música del grupo -quizá clips históricos o videos raros o curiosidades- hubiera ayudado a mantener al público más interesado y preparado para el concierto.
CIERTAMENTE IGNORÉ ALGO. Entre canción y canción, Stanley se refirió varias veces al final de la carrera de Kiss, dando las gracias repetidamente a los fans y subrayando su origen neoyorquino: «¿Cómo no íbamos a terminar donde empezó todo?». Aunque muchos no estén de acuerdo, es comprensible que Kiss mantuviera el foco en su formación actual y más longeva al no incluir a ningún compañero de la formación original junto a ellos en el escenario en ningún momento de la gira End of the Road. Sin embargo, hubiera sido apropiado que hubiera al menos una mención a antiguos miembros como Ace Frehley, Peter Criss, Eric Carr y Bruce Kulick en esa noche tan importante, cosa que no sucedió.
GRANDES EXPECTATIVAS. Entendiendo perfectamente que Stanley siempre ha sido el maestro de ceremonias en los conciertos de Kiss, dada la importancia de la noche, tampoco hubiera estado de más que el público (tanto en el estadio como quienes veían la transmisión en directo) escuchara otras palabras de su compañero y co-fundador Simmons que un par de gritos onda «¡Nueva York, déjenme escucharlos!». El público del PPV en casa tuvo más que el público en el Madison, ya que el Demonio tuvo su oportunidad de hablar -y también bajó la guardia- en una entrevista legítimamente conmovedora realizada inmediatamente después de abandonar el escenario (que pueden ver aquí debajo)
LA HORA DE LOS ABBA-TARES. Cuando llegó el momento del saludo final del grupo, parecía que los fans iban a tener el momento de cierre que llevaban esperando desde que empezó esta gira hace más de cuatro años. En lugar de eso, el grupo entró en modo marketing: mientras el escenario se llenaba de una espesa niebla, se oyó a Stanley decir: «The end of this road is the beginning of another road. We’re not going anywhere! You’ll see us in all different things, all the time. See you in your dreams!» («El final de este camino es el principio de otro camino. ¡No nos vamos a ninguna parte! Nos verán en todas partes, todo el tiempo. ¡Nos vemos en tus sueños!»). Después de una gran floritura más, las pantallas gigantes detrás de la banda se llenaron de avatares digitales gigantes -y quizá exageradamente musculosos- de Kiss, interpretando el cover de «God Gave Rock and Roll to You II», de Argent.
Cabe destacar que estos clones fueron creados por la célebre compañía de efectos especiales Industrial Light & Magic (de George Lucas, el conocidos director de «Star Wars») en colaboración con Pophouse Entertainment Group, la empresa tecnológica sueca responsable del show de avatares «Voyage» de ABBA en Londres. De este modo, KISS se convertirá en la primera banda de EE.UU. que se pasa al mundo virtual y monta su propio espectáculo de avatares. Volviendo al concierto, poco después el avatar de Stanley exclamó: «Kiss army! Your love, your power has made us immortal. The new Kiss era starts now!» («¡Kiss Army! Su amor, su poder, nos han hecho inmortales. ¡La nueva era de Kiss empieza ahora!»). Un comunicado de prensa y un vídeo documental ofrecieron más pistas sobre el plan del grupo de vivir para siempre como una banda virtual, pero en el momento, esta movida supuso un final más bien confuso y muy probablemente insatisfactorio para las cinco décadas de carrera de Kiss sobre los escenarios.
GOLD ‘EM AND LEAVE ‘EM. A la salida del Madison Square Garden, algunos fans recibieron una sorpresa especial: una entrada dorada que conmemoraba su asistencia al último concierto de Kiss. Justamente, ese «algunos» resultó ser la manzana de la discordia para los desafortunados fans que no recibieron este regalo. Desde entonces, las redes sociales y las cuentas dedicadas al grupo se han visto inundadas de quejas por lo que consideran un proceso de reparto desorganizado e injusto, por parte tanto de los codiciosos asistentes al concierto que se llevaron varias copias como de quienes ahora están vendiendo sus entradas doradas en eBay por cientos -si no miles- de dólares. Aunque los representantes de la banda aclararon más tarde que los regalos debían repartirse al azar y no a todos los asistentes al concierto, algunos fans han iniciado una petición en Internet exigiendo entradas de oro para todos.
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