BLIND GUARDIAN, TEATRO FLORES, 16/11/2023

Ocho largos años tuvieron que pasar para que Blind Guardian volviera a presentarse en Argentina. La mítica banda de Power Metal alemana se presentó el pasado 16 de noviembre en el Teatro Flores, con motivo de presentar su último álbum de estudio, “The God Machine” y complacer al público con otros clásicos de la historia de la banda.

ARRANCANDO LA MAQUINARIA DESDE TEMPRANO

La velada comenzaría alrededor de las 19:25 con la presentación de Beto Vázquez Infinity. El bajista de Nepal, quien estuvo hace muy poco en el mismo escenario como espectáculo principal, dio un gran show, además de presentar tres temas de su próximo trabajo.

Luego le siguió el turno a Azeroth, quien también había estado en ese mismo espacio recientemente, tocando temas de su obra más actual, “Senderos del Destino”;y el campo del Teatro continuó llenándose. “Gracias por estar acá desde temprano”, le dijo el vocalista Ignacio Rodríguez al público, que había estado desde temprano para apoyar a las bandas nacionales. El estupendo espectáculo provocó resonantes aplausos en un recinto que ya estaba casi a su máxima capacidad hacia el final de su presentación.

LA IMAGINACIÓN AL PODER

Nueve en punto empezó a sonar la Intro, marcando que se venía el plato fuerte de la noche que arrancó con “Imaginations From The Other Side”. Tal había sido la efusividad de la gente, que una vez que terminó el tema dejó sin palabras a la banda. “Ole, ole, ole, Guardian, Guardian” cantaba el público al unísono, mientras el vocalista, Hansi Kürsch caminaba por el escenario sin poder decir palabra. “Buenas noches, Buenos Aires” grito en español, lo que desató una segunda oleada de coros.

Con ese nivel de intensidad siguió el concierto con “Blood of the Elves”, el primer tema de los tres que sonarían esa noche de “The God Machine”. Los demás temas fueron: “Violent Shadows” y “Secrets of the American Gods”, que vendrían después entremezclados con clásicos como: “Nightfall”, “The Script for My Requiem” y “Time Stands Still (At the Iron Hill)”.

La sección de guitarras acústicas se inauguró con “Skalds and Shadows” y luego le siguió “The Bard’s Song – In the Forest”; este último, coreado casi en su totalidad por los presentes. Y por último, “Majesty” y “Traveler in Time” dieron cierre a esta primera parte del show. El grupo se despidió y el escenario se quedó a oscuras. Pero el auditorio quería mucho más, y a pesar de que habían dicho que era el final, el público permaneció expectante.

Las máquinas de humo no dejaban que se disipe el clima y al poco tiempo empezó a sonar una intro de orquesta que corresponde al tema “Sacred Worlds”. Poco a poco fueron entrando nuevamente los miembros de la banda agregando más y más épica a la intro; de esta manera quedó inaugurada la sección de bises.

POR EL CAMINO DE LA OSCURIDAD

En el último tramo, sonó la bien conocida “Lord of the Rings”, y la sorpresa de la noche, “Welcome to Dying”, que no estaba en el setlist original. La euforia era tan grande y el público insistió tanto que terminaron accediendo a tocarla. “¡No lo puedo creer, no estaba en la lista!”, gritaba un fan emocionado. A esta le siguió “Valhalla”, la que terminó con la audiencia embriagada de alegría cantando una y otra vez el coro: “Valhalla, deliverance. Why’ve you ever forgotten me?”.

“Ahora quiero escucharlos yo a ustedes”, decía Hansi mientras miraba emocionado al auditorio. El cierre del espectáculo fue con “Mirror Mirror”, que había sido reclamado por sus fans antes de que empezara a sonar; y “The Quest for Tanelorn”, que según dijeron, tampoco estaba impreso en la lista del baterista, a quien tomó por sorpresa al final del tema anterior. Estaban todos tan encantados con el clima que se había generado que la banda no se quería ir.

El show duró poco más de dos horas, y salvo por algún inconveniente técnico en algún momento de la noche, el sonido estuvo a la altura de las expectativas que había por este espectáculo. Expectativas que ninguna de las personas presentes puede decir que no fueron satisfechas y que fue un concierto más del montón; ya que lo que se generó entre los músicos y el público fue algo muy especial. Se merecen una mención aparte las dos bandas argentinas, que además de dejarlo todo y demostrar que no tienen nada que envidiarle a otras bandas internacionales, ayudaron a generar este apasionado final.

Txt: Mariano Valoira

Ph: Huberto Andrada

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