PACIENTE: PAIN OF SALVATION – “Panther” (InsideOut, 2020)

HISTORIA CLÍNICA: Pain Of Salvation es difícil. Esta es la pura verdad. Ninguno de sus discos -y casi ninguno de sus temas- entran a la primera escucha. Si hasta parecería que fueron diseñados con un desdeñoso espíritu desafiante que obliga al oyente a revisar constantemente la obra para desmenuzar cada una de sus capas y, como quien no lo quiere, encontrar el disfrute en ese nivel de escucha y no en la aceptación consciente de las sensaciones que pueden generarnos las melodías en sí mismas. Pero si con su antecesor, “In The Passing Light Of Day” (2017), se aferraban a esquemas ya recorridos en su pasado (aunque no por eso menos complejos), en “Panther” es la búsqueda de nuevos sonidos la que prima por sobre las estructuras más intrincadas, a excepción del primer corte “Accelerator”, una pieza opresiva, de métricas irregulares que tranquilamente podríamos encontrar en una placa de Messhuggah donde Daniel Gildenlöw se luce con una interpretación vocal opresiva, cargada de angustia.

El viaje continúa con “Unfuture” y su marcha lenta y con explosiones comedidas en los estribillos. Si hay una constante en la obra de POS es que líricamente la banda es brillante. El concepto de “Panther” es existencial y viene a revisar la relación del hombre con la naturaleza: la suya propia y la que no es suya, también. La apuesta por una estética sonora más moderna, quizás por momentos inorgánica (algo decididamente adrede), probablemente haya desorientado a más de un fanático en los adelantos, pero decididamente viene a ser la pieza fundamental de ensamblaje de esta obra como un todo, donde el carácter de lo progresivo se da en la deshumanización a medida que se suceden los temas. Así, hay piezas de una belleza fría, distante, como “Wait”, o el propio tema homónimo, donde los sonidos van ganando cada vez mayor procesamiento.

No hay manera de encasillar estilísticamente a “Panther”. Hay mucho de rock, pero también hay guiños al pop, al ñu metal post 2000 y la influencia de Radiohead es más marcada que nunca, sobre todo en las líneas vocales de Gildenlöw. Sí tuviéramos que emparentar este subgénero progresivo que lleva adelante la banda, podríamos linkearlo con el Porcupine Tree de “Fear Of A Blank Planet” aunque menos lúgubre y más angustioso y rítmicamente más variado. Hacia el final, está la verdadera joya del disco: “Icon”, extensa, dramática y sencillamente increíble.

DIAGNÓSTICO: Como toda la obra de Pain Of Salvation, “Panther” no es un disco para oídos indulgentes, insisto. Estamos ante un trabajo exigente por su riqueza conceptual y musical.  A pesar de que melódicamente es un disco entrador y no abusa estructuras rítmicas complejas, se toma su tiempo en crecer y madurar para grabarse en la memoria del oyente… A los curiosos, a los pacientes y a los melómanos, este es su disco: ¡disfrútenlo!

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