Editado oficialmente el 21 de julio de 1987 “Appetite For Destruction” no solo se convirtió en uno de los discos debut más importantes de la historia, sino que catapultó a los Guns N’ Roses como uno de los máximos referentes de la escena rockera a nivel mundial. A 35 años de tan histórico momento, y como una forma de celebrar el legado del álbum, el staff de MADHOUSE -más el agregado de ilustres amigos invitados- eligen sus temas favoritos, así que sean bienvenidos al conteo, que tenemos diversión y juegos en esta ciudad paraíso del rock and roll.

#12 “Anything Goes“. Abrimos este conteo con la Cenicienta del disco. Para muchos, “Appetite…”podría haber sido más genial aún si el lugar de este tema lo ocupara “Shadow Of Your Love”, alguna regrabación del EP “Live ?!*@ Like a Suicide” o alguno de esos demos que presagiaban “Use Your Illusion”, pero “Anything Goes” se ganó su lugar en el disco a fuerza de insistencia ya que era una idea con el nombre de “My Way, Your Way” que rondaba por las cabezas de Axl e Izzy desde la etapa pre Guns de Hollywood Rose, allá por 1981. Y si bien es el único tema que podríamos considerar filler, la polenta que le mete Axl al estribillo y el groove de Duff y Steven en la base hacen que el intento valga. (Alejandro Do Carmo)

#11 «Think About You» Aunque los créditos son grupales, «Think About You» fue compuesto por Izzy Stradlin’ (que además toca la guitarra principal) y SU letra trata de una historia romántica: «Es acerca de Monica Lewis, una chica con la que salimos todos», cuenta Tracii Guns de los L.A. Guns; «es más, Axl Rose se hizo un tatuaje de ella en el brazo». Este tema posiblemente es el más subestimado, quizás incluso la gema oculta del álbum, un tema veloz e intenso intercalado entre «My Michelle» y el hitazo «Sweet Child o’ Mine», en una posición fácil de pasar por alto por los escuchas. En el círculo interno del grupo tiene sus detractores, como Slash, quien opina que » siempre me fue difícil ‘Think About You’. Fue uno de esos temas que escribió Izzy ,muy indicativos de la onda Hanoi Rocks que estaba en boga en esa época. Nunca me entusiasmó demasiado al tocarla». Pero también sus favorecedores, como Tom Zutaut, el ejecutivo de Geffen Records que hizo firmar a la banda para el sello en 1986. En una entrevista de 2017, dijo que era su canción favorita de «Appetite…»: «Luché para que esa fuera la segunda pista del lado dos», dijo. «También presioné para que las guitarras acústicas se mezclaran en el centro, muy fuertes, resonando en primer plano. Para mí, ese fue el mejor momento post punk-rock Rolling Stonero del álbum»... Hechas las declaraciones de ambas partes, queda en ustedes que nos leen contarnos con quién coinciden (o no). (Frank Blumetti)

#10 “You’re Crazy”. Si hay un track dentro de “Appetite…” que refleje a la perfección lo que significó en general Guns N’ Roses en el momento de su irrupción en la escena de L.A.y el álbum en particular, ésta es la canción. Con las guitarras de Slash e Izzy rugiendo bien al frente, y un Axl herido y enojado antes que glamoroso, “hizo falta tanta furia, acaso Chavo, para dejar atrás tanto rimmel y spray” (NDR: leer esto último en modo Víctor Hugo Morales). La banda incluiría poco tiempo más tarde, una reversión acústica y muy “alcoholizada” del tema en el lado desenchufado de “Lies”.Según los propios músicos, la canción fue compuesta originalmente de ese modo, pero decidieron electrificarla para estar a tono con la onda de su primer LP. (Hernán Mariotti)

#9 “Out Ta Get Me”. El cuarto tema de «AFD» describe exactamente el hambre de destrucción que tenía Axl en ese momento. Antes de haber llegado a su mayoría de edad, el quía había sido arrestado más de 15 veces por delitos menores, como asaltos a tiendas, disturbios en la vía pública, fumar hierba o por provocar escándalos en completo estado de ebriedad en su Indiana natal. El joven cantante contaba con un frondoso currículum al momento de grabar este disco, y este tema representa a la perfección esa fase de su vida, descargando su furia y descontento con la sociedad en poco más de cuatro minutos, donde al ritmo de una guitarra filosa y una bata machacante dejó asentado que esos que venían “a predicar, a gritar y a pelear toda la noche” no lo iban a tocar, y así fue, por suerte. Pese a una infancia signada por abusos y a una adolescencia conflictiva, Axl pudo seguir su camino y hacer carne cada uno de los versos de sus preceptos, “no me atraparán” y “no me romperán”. Lisa Lain

#8 “My Michelle”. De cómo dedicarle una canción realista a una amiga, y abrir con fuego el lado B del disco debut. Este tema dedicado a Michelle Young la pinta de pies a cabeza y fue compuesta por Axl casi a pedido de la muchacha en cuestión (quien nunca se molestó por lo literal de la letra, pero hoy en día preferiría que no se sepa a quién está dedicada). No es simple que un amigo cuente en un tema tu adicción a las drogas, la muerte de tu madre o el trabajo paterno en la industria de la pornografía. Sobre una intro lenta y misteriosa de la guitarra de Slash, la banda crea un clima perfecto que da pie a Axl, y se descontrola al acelerarse en el estribillo. Una bomba más dentro de un álbum que hace hincapié en los típicos excesos del rock n roll. Dato de color: durante la primera visita de Slash’s Snakepit en julio de 1995 en el Estadio Obras, durante la jam en medio de “Tijuana Jail” (casualmente de Gilby Clarke, quien fuera reemplazante de Izzy en Guns), Slash arremete con esa intro para delirio de todos los presentes y aún hoy nos preguntamos cómo hubiera sido un show de los Guns en el mítico recinto de Avenida del Libertador. (Rodrigo Cardozo)

#7 “Rocket Queen”. INVITADO ESPECIAL: Gustavo Olmedo (ex redactor de MADHOUSE y conductor de “Quemar Un Patrullero”). Si bien esas canciones de “Appetite…” son eternas y siempre están presentes, hacía bastante que no me disponía a escuchar el disco entero. Elegir un tema en particular no es tarea simple. Haciendo a un lado los clásicos, para no ser obvios, los favoritos varían a cada momento. Pero antes, si me permiten, un poco de historia. Cuando terminé la secundaria, en 1986, no sabía qué iba a ser de mi vida. Incertidumbre total. Por un tiempo me alejé de la música. Nunca del todo, claro. Pero lo suficiente como para ocupar ese espacio con otra actividad que, durante aquellos años, me apasionó: jugar al squash. Sí, jugué varios años. Resulta que uno de los compañeros, Fernando Espinase, realizó un viaje iniciático y, a la vuelta, trajo un par de discman, entonces toda una novedad, para vender. Compré uno. ¡Y volvió la alegría, vieja! Había dejado más o menos en “Seventh Son…” de Maiden en vinilo. Con el discman, me dispuse a comprar mis primeros CDs. Fascinado por la calidad del sonido digital, comencé a ponerme al día adquiriendo los últimos lanzamientos de mis bandas favoritas: “No Prayer…” de Maiden, “Painkiller” de Judas, “Seasons…” de Slayer, “Rust in Peace” de Megadeth: ¡1990, baby! Desconocía la existencia de Guns N Roses. Me enteré al toque, obviamente. Y enseguida compré “Appetite…”. Entonces fui llegando a FNM, Jane´s Addiction, Nirvana, AIC, etc. ¡Estaba de regreso! Poco a poco el squash fue quedando relegado hasta desparecer, pero mi amor por la música volvió con más fuerza que nunca. Coincidió con la venida de las primeras bandas internacionales en tándem: Bowie, Clapton, FNM, Maiden, Kreator, Saxon. De hecho, al año siguiente, en 1991, comencé a colaborar en la querida revista MADHOUSE. Cuando todo era nada, esa nada fue el principio. Volviendo a “Appetite…”, separo las canciones en tres grupos: las clásicas como “Welcome To The Jungle”, “Sweet Child…” y “Paradise City”, las intermedias como “My Michelle” o “Rocket Queen”; y las menos populares como “Think About You”, O “Anything Goes”. Estoy, entonces, entre “Anything…”, bien Aerosmith, y “Rocket…”, más GNR, más épica… y me quedo con esta última. Tiene un poco de todo, los matices de aquel GNR, el comienzo con esos primeros minutos de su sonido característico y el estribillo, ¡que es una bomba! “;Podré ser algo joven pero no soy naive” ¡como ellos mismos! Los gemidos… ¡se acuerdan de esos legendarios gemidos? Y después de ese Axl desacatado, la canción entra en un terreno distinto, cuando canta: “Te veo parada, parada sola, Es un lugar tan solitario para vos”…y sigue con su voz más aguda, arriba, exigida, para decir: “Nadie necesita el sufrimiento, nadie necesita el dolor, Odio verte ahí, Caminando afuera, afuera en la lluvia”. ¡Lo escucho ahora y me dan ganas de abrazarlo a Axl! Y el final: “Lo único que siempre quise, Fue que supieras que me importa”. Gracias chicos, gracias GNR, siempre me van a importar, siempre los voy a amar. ¡Oh yeah!

#6 “Mr. Brownstone”. Dentro de un Lado A asesino donde se sucede un temazo tras otro, irrumpe este tema con una intro repleta de groove de la mano de Steven (en algún momento se dijo que estuvo influenciada por Bo Diddley en su tema homónimo dada la combinación de rasgueos de guitarra con ritmos africanos) y un riff grasiento y sinuoso a cargo de Slash, compositor del tema junto a Izzy. La historia cuenta que la banda denominaba Mr. Brownstone a su dealer de heroína debido al color marrón de la sustancia, tal como una vez hicieron los Stones en “Brown Sugar”. Tras la decepción de no poder dejar su adicción al opiáceo, Izzy y Slash escribieron el tema en una ronda de chutes y anotaron la letra en una bolsa de papel madera, inmortalizando así otra canción más dedicada a las drogas dentro de un disco de por sí politóxico y lleno de excesos (alcohol, sexo y quién sabe que más). El tema fue el primero que la banda compuso tras ser fichados para Geffen Records, quienes inicialmente se opusieron a su publicación debido a su letra explícita en relación al consumo de sustancias y hasta eliminaron del booklet la parte final “Le entré a la bolsa e inyecté en el medio / Y se me fue de la cabeza. / Debería haberlo sabido mejor, dije que desearía no haberla conocido nunca / Dije: lo dejo todo atrás”. Por considerarla una -aún más- clara apología. La canción tiene fama de “maldita” ya que según cuenta la leyenda fue la gota que rebalsó el vaso de un cansado Axl en un show de 1989 abriendo para, justamente, los Stones donde interpeló a algunos miembros de la banda a que si no aflojaban con el consumo ese sería el último show del grupo, y el que tiempo después dejarían a Adler y a Stradlin al costado del camino. (Matías Sosa)

#5 “Nightrain”. INVITADO ESPECIAL: Miguel Mora (ex redactor de MADHOUSE y conductor de “Paciencia, un podcast sobre Guns N’ Roses”) Hoy elijo “Nightrain”. En buena medida porque de estos 35 que cumple de vida, en los 34 que lo vengo escuchando es el tema que menos ha modificado lo que me provoca.  Son siempre las mismas sensaciones: ebullición instantánea, recarga de adrenalina, felicidad y ganas de salir a comerte al mundo. Esta oda a vino barato y venenoso, que le servía a la banda en sus primeros años para entonarse por poca plata, resume muy bien el sonido y actitud de todo el álbum. Hay guitarras filosas, una base que se lleva todo por delante, un estribillo bien ganchero, sonido de calle y un Axl desatado de alaridos hipnóticos. Elijo “Nightrain” porque es hace años mi ringtone que nunca me cansa y el cencerro inicial que funciona como llamado a ese guitarrazo distorsionado suena a declaración de principios. Dicho esto, elegir un tema de AFD es como cuando te preguntan si querés más a tu mamá o a tu papá… La respuesta más lógica, digna y sincera es la obvia: a los dos igual. De un disco tan icónico, íntegro, parejo, cargado de hits y fundamental en la historia del rock, elegir un tema como favorito es casi una picardía. Hoy elijo “Nightrain”… mañana puede ser cualquiera de los otros once

#4 “Sweet Child O’ Mine” Antes del advenimiento del grunge y su premisa proto-punk de devolver la música a sus cimientos básicos, a su forma más simple y más poderosa, Guns N’ Roses (aunque en otro estilo) fue una de las primeras bandas de la época en hacer punta y «Appetite…» fue en cierto modo un manifiesto. Esto poco le importaba a la por entonces poderosa MTV y a la radio mainstream de EE.UU, que no lograban encontrar el camino para convencer al gran público de que GN’R y su nuevo álbum no eran una banda y un disco del montón. Hasta que prestaron atención a «Sweet Child o’ Mine» (lo más parecido del álbum a una balada romántica) y ahí el destino del grupo dio un giro de 180º. Este clasicazo comenzó con un riff, como no podía ser de otro modo: «Estaba jodiendo con un pequeño y estúpido riff», recuerda Slash, «Y Axl dijo: ‘¡Paren las putas rotativas! ¡Eso es increíble!'». Slash no lo tomó en serio, pero los demás músicos empezaron a tocar a partir de ahí: «En una hora, mi ejercicio de calentamiento se había convertido en otra cosa», cuenta Slash en su autobiografía de 2007. El break cerca del final fue sugerido por el productor Spencer Proffer y según Slash, nadie estaba seguro de cómo funcionaría esa parte. «Where do we go now?» (¿Adónde vamos ahora?) preguntó Rose, y esa pregunta terminó formando parte de la letra… La letra, a su vez, comenzó como un poema que Axl escribió para su novia Erin Everly (¡nada menos que la hija de Don Everly de los Everly Brothers!) y la música también tuvo otra inspiración en Lynyrd Skynyrd, a quien Rose dijo que revisitó (¿eufemismo por «choreó»? Dátis decuestión) para obtener un «feeling sincero». McKagan se ríe al recordarlo: «Era como una broma. Pensamos: ‘¿Qué es esta canción? No va a ningún lado…'». Todos pensaron que terminaría como relleno, pero terminó siendo un exitazo que se mantuvo dos semanas como nro. 1 en las listas de singles de EE.UU. Como canción de amor, «Sweet Child…» era dura y abrasiva, y encajaba al dedillo en la reputación de GN’R como una banda oscura y peligrosa: de hecho hay pocas canciones en la historia del rock ‘n’ roll que equilibran tan perfectamente ese mix de vulnerabilidad y atorrantismo. Aunque ha habido cierta controversia a lo largo de los años, sobre todo porque suena como una oscura canción de 1981 llamada «Unpublished Critics» de la banda Australian Crawl, «Sweet Child…» sigue siendo la canción más popular de GN’R. , y su único single No. 1, en las tres décadas desde su lanzamiento. ¡Incluso Slash tuvo que darse por vencido!: «Odié esta canción durante años», admitió. «Pero causaba tal reacción -solo tocar las primeras estúpidas notas despertaba toda un histeria- que finalmente pude apreciarla».(Frank Blumetti)

#3 “Paradise City”. El álbum arranca con Axl narrando el choque que significó para un pibe de Lafayette llegar a la jungla californiana y cierra la cara A (sí, pibe, antes los discos tenían dos caras, no eran de corrido como vos pensabas), con una letra que huele a nostalgia por su midwest natal. El arranque bucólico de la canción con reminiscencias del rock sureño, da paso a un tema que en cuanto a garra y groove recuerda al Aerosmith más amigo del rock and roll duro y los alcaloides que de endulzar los oídos de las amas de casa con baladitas. El parecido con el riff de “Zero The Hero” del álbum “Born Again” de Black Sabbath es innegable…, ¿pero quién no se llevó algo prestado que no le pertenece en el negocio de la música, eh? (Hernán Mariotti)

«Take me down to the Paradise City where the grass is green and the girls are pretty»… la idea del paraíso es distinta para cada persona, y en GN’R no hubo excepciones que pusieran a prueba esta regla. Cuenta la leyenda, o más bien Slash, que el tema se compuso en la parte trasera de una combi alquilada, con la banda regresando de San Francisco a L.A. luego de un show; todos estaban tomando whisky y zapando, y en eso al guitarrista se le ocurrió la introducción del futuro tema. Duff McKagan e Izzy Stradlin comenzaron a seguirle el juego, hasta que Slash comenzó a tararear una melodía y de repente Axl Rose cantó, «Llevame a la ciudad paraíso…». Slash no perdió el ritmo y agregó «Donde la hierba es verde y las chicas son lindas». Al rato Axl repitió su línea, pero Slash cambió abruptamente la suya a «Where the girls are fat and they’ve got big titties» (donde las chicas son gordas y tienen tetas grandes»).  Como la telenovela española «Sin Tetas No Hay Paraíso» todavía no existía y no pudo influir al efervescente Slash, hay que deducir que el whisky le estaba pegando; a pesar de su insistencia, el resto de la banda votó y terminaron usando la frase que hoy conocemos. Editada en 1989 como single, este tema no solo es el único que usa sintetizador en el disco sino que fue la primera canción que la formación clásica del grupo (Rose, Slash, Stradlin, McKagan y Adler) firmó en conjunto; este clásico del grupo que hoy vive una segunda primavera gracias a la peli «Thor: Love And Thunder», es un tema coreable, con un riff MUY onda Hanoi Rocks y un efecto pegadizo casi inmediato. (Frank Blumetti)

#2 “It’s So Easy”. Si no hubiese existido “Welcome To The Jungle” para abrir el disco, sin dudas este tema hubiese sido el elegido; de hecho es el tema icono de apertura de los shows de la banda. Es que la clave del impacto está nada menos que en el nunca del todo reconocido Duff “Rose” Mc Kagan y su Fender Jazz Bass que empuña con precisión rockera y actitud punk, dando el puntapié inicial a los redobles de Steven y el remolino guitarrero de Slash e Izzy para uno de los dos únicos temas del disco que contaron con colaboradores externos -West Arkeen en esta caso  y Chris Weber en “Anything Goes”-. Y es precisamente la colaboración de Arkeen lo que distingue a “It’s So Easy” del resto de los tracks. En una entrevista con el conductor radial Eddie Trunk, Axl contó que Duff y Arkeen originalmente la escribieron como una canción acústica media hippie, y que fue decisión de Slash convertirla en un tema rockero. A su vez Duff menciónó que Arkeen le enseñó sobre las afinaciones alternativas, lo que llevó a la canción a tener un sonido más distintivo: “sin la afinación en E abierta, esa canción no habría existido». ¡Era tan fucking fácil, y a la vez tan necesario! (Alejandro Do Carmo)

#1 “Welcome to the Jungle” INVITADO ESPECIAL: Juanchi Baleirón (guitarrista y cantante de Los Pericos). Sin querer caer en lo obvio, mi tema favorito del disco es “Welcome To The Jungle” una declaración de principios estéticos que dice: “vamos a rockandrollear, pasándole por encima a lo que ya se hizo. Sin inventar nada nuevo, pero al mismo tiempo con una actitud única”. Me encanta que el disco arranque asi, con ese grito de Axl y ese delay que se cruza y que arranque el quilombo: “You’re in the Jungle baby/You’re gonna die” ¡Se va todo a la pija! Los Guns marcaron un hito, justo en un momento donde el rock estaba pasando por un periodo de transición y “¡boom!”, estos pibes hacen un quilombo hermoso con esa dupla entre cantante carismático y potente y el guitar hero que recuerda a Page y Plant, Ozzy y Iommi o Gillan y Blackmore. Trajeron magia y la idea de volver a creer en el rock, tomaron esos elementos del hard rock y el heavy metal que estaban dando vueltas y nos meten una patada en el orto diciendo: “acá estamos”. No es solo música, o actitud, sino que tuvieron algo que otros no tuvieron: magia. Y por eso la rompieron.

INVITADO ESPECIAL: Juan Pablo “Astilla” Domínguez (ex redactor de MADHOUSE y conductor de “Paciencia, un podcast sobre Guns N’ Roses”). Con este tipo de discos, clásicos indiscutidos, uno se ve tentado a elegir canciones raras, no tan difundidas o no tan ejecutadas en vivo. Siguiendo ese razonamiento, el voto inexorablemente iría para “Think About You”, fina, delicada, emotiva. La verdad es que no la quiero caretear y si apelo a mi corazón, me tengo que circunscribir a los hits, que los hay y de sobra. ¿Acaso “It’s So Easy”? Lo pensé, no lo voy a negar. ¿”Nightrain”? Esos coros me siguen poniendo la piel de gallina, pero no. ¿Será “Paradise City”? Tampoco, a pesar de que de niño tuve tortícolis por sacudir mi cabeza al son del riff. Señoras y señores, ¡mi tema favorito de “Apetito para la Destrucción” es “Bienvenidos a la Jungla”! No hay modo de que “AFD” pudiera haber comenzado con otra canción: la elección de “Welcome…” como apertura es soberbia y setea el humor para las canciones por venir. En sus cuatro minutos y treinta y tres segundos pasan de todo. Hay lugar para el clímax, para la violencia contenida, para la crudeza, para el desenfreno, para el rebaje (¡qué rebaje!) y para el lucimiento personal. Sobre todo hay un aplomo digno de los grandes, un conocimiento de género único, una expertise que solo se consigue con años y años de grabaciones y shows en vivo. Los Guns la clavaron en el ángulo en el primer tema de su primer disco de estudio. ¿Cómo no intentar serpentear al ritmo del “sha-n-n-n-n-n-n-n-n knees, knees”? Con cada escucha el tema te pide más y más, no podés simplemente escucharlo: tenés que sentirlo, vibrarlo, apropiártelo. Como data extra nerd, fue la canción que les abrió las puertas a la popularidad. A un año de su lanzamiento, el disco había vendido relativamente bien y los del sello estaban conformes aunque el team mánager pensaba que todavía tenía resto, que podía vender un poco más. Confiados, le insistieron al mismísimo David Geffen para que intercediera entre sus contactos en la MTV en pos de lograr difundir el videoclip y la respuesta fue tajante: “OK, solo por ser vos y lo vamos a pasar una sola vez, un domingo a las 4 AM (hora New York)”. El público estalló y también estallaron los teléfonos de la cadena de videos, con súplicas para que vuelvan a pasar el clip de los forajidos. Los ochentas necesitaban un poco de realidad y la lírica de Axl Rose trasladó lo que pasaba en las calles a los grandes estadios.

Por todos estos motivos, y por otros que tendrías que presenciar con mis gestos corporales cada vez que la escucho, “Welcome to the Jungle” es hoy en día (recalco hoy en día) mi canción favorita de “Appetite for Destruction”.

INVITADO ESPECIAL: Ricky “El Griego” Alonso (ex baterista de Alakran, JAF y Pappo’s Blues, actual Resistentes). Me acuerdo perfectamente cuando salió el disco porque eran mis últimos momentos en aquella etapa de Alakran y algo de esa influencia quedó en la banda porque uno va internalizando todo eso que escucha y después al momento de componer y tocar es imposible que alguna de las cosas que nos influenciaron, no se muestre. Y si bien no soy un fanático de la banda, los respeto por tener muy buenas canciones rockeras, con hambre y mucho power y el disco me encanta, además de “Welcome…” me gustan mucho “It’s So Easy”, “Nightrain”, “Paradise City”, “Sweet Child O’Mine”, “Rocket Queen”. Además como baterista tengo un cariño por esta formación con Steven Adler, que le puso mucho corazón al disco, y se nota. “AFD” es un disco atemporal y se sigue disfrutando.

LOS VOTOS DEL STAFF

FRANK BLUMETTI

Welcome To The Jungle

It’s So Easy

Think About You

You’re Crazy

My Michelle

Mr. Brownstone

Sweet Child O’ Mine

Nightrain

Paradise City

Out Ta Get Me

Anything Goes

Rocket Queen

ALEJANDRO DO CARMO

It’s So Easy

Welcome to the Jungle

Sweet Child o’ Mine

Nightrain

Rocket Queen

Mr. Browstone

Paradise City

My Michelle

You’re Crazy

Think About You

Out Ta Get Me

Anything Goes

RODRIGO CARDOZO

Welcome to the Jungle

Paradise City

It’s So Easy

Nightrain

Out Ta Get Me

Mr. Browstone

Sweet Child o’ Mine

My Michelle

Rocket Queen

Anything Goes

Think About You

You’re Crazy

LISA LAIN

Sweet Child o’ Mine 

Paradise City 

Welcome to the Jungle 

Mr. Brownstone 

It’s So Easy 

Nightrain 

Out Ta Get Me 

Anything Goes 

Rocket Queen 

Think About You 

My Michelle 

You’re Crazy 

HERNÁN MARIOTTI

Rocket Queen

Welcome to the Jungle

Paradise City

Sweet Child of Mine

It’s So Easy

You’re Crazy

Nightrain

Mr. Brownstone

My Michelle

Think About You

Out to Get Me

Anything Goes

MATÍAS SOSA

Welcome to the Jungle

Rocket Queen

Paradise City

Nightrain

Sweet Child o’ Mine

Out Ta Get Me

It’s So Easy

Mr. Brownstone

My Michelle

Think About You

You’re Crazy

Anything Goes

Y llegamos al final, el  esperado lugar donde el pasto es verde y las chicas son bonitas, Y sin otro preámbulo más que invitarte a leer la nota que escribimos sobre los detalles de la grabación del disco, ahora sí, ¡a saciar nuestro apetito de rock escuchando nuevamente el álbum, así que a darle play una vez más!

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here