Bueno, no, no vamos a dar 666 datos de este clásico de clásicos de heavy metal que es «The Number of the Beast» porque todos se irían corriendo a las colinas. Sí vamos festejar sus primeros cuarenta años con algunos datos, diez para ser exactos, sobre este inmenso álbum que tal vez no conocías o no recordabas-. Así que, pónganse en modo jevi -con jota- porque arrancamos.

IRON MAIDEN 1982

1. LOS NÚMEROS DE LAS BESTIAS.

«The Number of the Beast» es el tercer álbum de estudio de Iron Maiden, publicado un día como hoy, 22 de marzo de 1982. Es el primero con el inmenso Bruce Dickinson en las voces y el último con el baterista Clive Burr. Considerado por muchos como el mejor álbum de heavy metal de todos los tiempos, o al menos como uno de ellos, fue un éxito tanto de la crítica como comercial, llegando a tener a “Run to the Hills” en el top 10 de los charts británicos, convirtiéndose en el primer hit de la banda.

2. ACREDITADO SEA SU NOMBRE.

En los créditos de composición aparece por única vez Clive Burr, el baterista que se fue de la banda tras este disco por problemas personales y de agenda. Además, es el primero que presenta temas del guitarrista Adrian Smith. Aprovechando el talento vocal de Dickinson, Steve Harris decidió enfocar de otra manera la composición, incentivado por el productor Martin Birch a explorar las capacidades del ex esgrimista. Además, el mismísimo Dickinson se involucró fuertemente en la composición, pero por problemas contractuales con Samson, su anterior banda, no podía figurar en los créditos.

Adrian Smith, el rebelde anti raya al medio

3. LA MARCA DE LA BESTIA.

Circularon muchos rumores durante la grabación del álbum en los estudios Battery, ligados a sucesos sobrenaturales que habían estado ocurriendo en el estudio: luces que se encendían y apagaban, ruidos extraños, visiones, equipos que se rompían sin explicación, etc. El pináculo de los incidentes se dio cuando el productor Martin Birch, el productor, chocó su auto contra un micro lleno de monjas y el costo de las reparaciones fue exactamente ¡666 libras esterlinas! Por su parte, y tomando a esos eventos como evidencia, grupos religiosos en Estados Unidos impulsaron la creencia de que el mismísimo Satán estuvo involucrado en las sesiones y fomentaron la quema de discos en las calles.  

4. LA SAGA DE CHARLOTTE.

Dice Iron Maiden que “22 Acacia Avenue” es la dirección a la que podés ir “si te sentís mal, deprimido y solo” (“If you’re feelin’ down depressed and lonely/I know a place where we can go/22 Acacia Avenue”), ya que ahí vas a encontrar a Charlotte, la mítica trabajadora sexual que ata lo que se conoce extra oficialmente como “La saga de Charlotte”, -la primera es «Charlotte the Harlot», la tercera es «Hooks In You» y la cuarta es «From Here To Eternity»-. Esta saga, recoge las vicisitudes de “Charlotte The Harlot”, la trabajadora sexual ¿ficticia? que habitó la mente y el corazón del adolescente Adrian Smith, a quien le dedicó canciones en su anterior banda, Urchin, siendo la que acá nos trae una adaptación de ello. En el episodio de la serie de la BBC «Classic Albums», dedicado a “The Number of the Beast” Harris, con una sonrisa traviesa, elige mantener la mística sin confirmar si Charlotte existió, no obstante ratifica que el título de la canción sí habla de la dirección donde encontrarla -dirección que es bastante común en el Reino Unido-; no obstante la letra brinda coordenadas más específicas hablando del East End, barrio de Londres.

5. CORRE, MAIDEN, CORRE.

La canción “Run to the Hills” habla del imperialismo y la llegada europea al “Nuevo Mundo” desde la perspectiva tanto de los nativos Cree como de los invasores anglosajones. La poderosa lírica y el arte de tapa del single, que muestra a Eddie blandiendo un hacha nativa contra un demonio en el infierno, llevaron a la controversia, ya que mucha gente consideró que la banda fomentaba una posición contraria y crítica al imperialismo británico, representando a los blancos europeos como demonios.

6. EL NÚMERO ES SEISCIENTOS SESENTA Y SEIS.

“The Number of the Beast” es uno de los himnos de la Doncella por antonomasia. Fue compuesto por Steve Harris, quien se inspiró tras tener una pesadilla después de mirar la película de 1978, “La Profecía II” (“Omen II”) y, también, por el poema “Tam o’Shanter” de Robert Burns. El inconfundible pasaje hablado del principio fue grabado por el actor inglés Barry Clayton y cita al Apocalipsis Bíblico. Según Bruce Dickinson, en realidad querían que fuera grabado por el aclamado y terrorífico Vincent Price, pero éste quería cobrarles más de veinticinco mil libras esterlinas, un año después, su voz aparece nada menos que en “Thriller” de Michael Jackson. En la serie Classic Albums de la BBC, Bruce Dickinson cuenta que el alarido desgarrador que pega al final de la introducción fue el resultado de un grito de frustración ante la presión que ejerció el productor Martin Birch obligando a la banda a repetir la introducción una y otra vez, y quedó tan bien que decidieron ir con esa toma.

7. NÚMERO 6

1) “The Prisoner” es una adaptación musical de la serie de televisión de ciencia ficción homónima de 1967 y en ella aparece el diálogo inicial de la serie. Para usarlo, debían pedir permiso y el manager Ron Smallwood estaba nervioso por llamar a Patrick McGoohan, creador y protagonista de la serie, explicándole la propuesta con incomodidad. Se hizo silencio y McGoohan preguntó cuál era el nombre de la banda nuevamente y si era una banda de rock, tras pensarlo un momento, abruptamente ordenó “¡Háganlo!” y colgó la llamada repentinamente, al día de hoy se siguen riendo del episodio y los nerviosismos de su manager.  

8. ESPERANDO EN LA CELDA FRÍA.

La canción que completa el álbum, «Hallowed Be Thy Name», desde su grabación se mantuvo como una fija para los shows en vivo. Además de ser una de las más esperadas por el público, es también una de las canciones favoritas de la banda para tocar en vivo. Inclusive, Bruce Dickinson ha declarado que le encanta cantarla porque es como narrarle una película a la audiencia, al contar la historia de ese preso en sus momentos finales a punto de ser ahorcado.

9. EDDIE, EL MASTER OF PUPPETS.

Todas las portadas de sencillos y discos de Iron Maiden en la década del 80 fueron ilustrados por el creador de Eddie the Head, Derek Riggs. En verdad, había sido creada para la canción «Purgatory», pero a Ron le pareció que estaba demasiado buena para un single, por lo que decidió guardarla para un álbum. La original de 1982 incluye un cielo azul de fondo que fue un error de impresión, fue retocada en la reedición de 1998, con cielo negro. Al presentar a Eddie como un titiritero controlando a un Satanás marioneta, quien a su vez controla a un Eddie marioneta más pequeño, no pasó desapercibida y por supuesto, se sumó a los argumentos que presentaban a la Doncella como una banda satánica. El concepto del bucle de marionetas explora las preguntas sobre quién es el verdadero demonio y quién controla a quien, inspirándose, según el Smallwood en el personaje de cómics, Doctor Strange.

10. 40 AÑOS NO SON NADA.

Para el aniversario, Iron Maiden lanzó de manera conmemorativa una edición en formato casete de «The Number of the Beast», que estará disponible a partir del 25 de marzo del corriente. El audio recoge la versión remasterizada de 2015 de las 8 canciones originales, con el arte de tapa que replica la versión original de 1982 más una portada rediseñada y actualizada. Un guiño a la nostalgia, y los fieles fans de la NWOBHM, la era en que Iron Maiden empezaba a reinar el universo del Heavy Metal para no ser destronados jamás.

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