La Guía del Mal de Buenos Aires, por Marcelo Pocavida (Chico Bomba Radio/Báez Records, 2021, 219 págs )

Hace no mucho tiempo, Marcelo Pocavida le comentaba a MADHOUSE todo el background cultural y la preparación que le llevó escribir la primera “guía” sobre la crónica policial argentina, más precisamente en la zona metropolitana de nuestro país. Horas y horas de paseos urbanos, inmersiones en bibliotecas y hemerotecas, recolección de material gráfico de época y archivos periodísticos lo llevaron a cranear la idea de establecer un “tour de la muerte” tras las huellas de los casos criminales más raros y espeluznantes que haya habido por estas latitudes. A primera vista, el diagramado de la obra es atinado, combinando imágenes de diarios y revistas de época con animaciones y caricaturas representativas de cada uno de los casos trabajados. Si bien el fuerte del autor siempre recayó en la imagen de los serial killers y toda la parafernalia que se genera tras estas icónicas figuras, «La Guía…» aporta una mirada más amplia, incluyendo un repaso por casos raros de la historia policial argentina. Muchos de ellos sin resolver, lo cual aumenta el misterio y las hipótesis a barajar.

El libro aporta el plus de la memoria colectiva y de personajes no tan conocidos vinculados al tema. Tal es el ejemplo del “playboy misántropo” Barón Biza, cuya historia por sí sola amerita una serie televisiva; el caso de Oriel Briant, con las conexiones con el inframundo del cine snuff (vídeos o películas breves de asesinatos aparentemente reales donde se realizan torturas, suicidios, parafilias varias y un tenebroso etc. con finalidad comercial), no deja de sorprender y promover infinitas hipótesis de resolución, así como también el extraordinario caso del Dr. Angel Cristo Acoglanis, que roza la ciencia ficción más increíble. El punto fuerte del libro radica en su última sección, donde se recopilan los casos más bizarros, algo así como un popurrí que genera pavor, asombro e incredulidad por partes iguales.

La lectura es sorprendentemente amena, intercalando recursos estilísticos literarios con un lenguaje slang entre arrabalero y circense. Cada caso se encuentra correctamente acompañado de fotografías de tabloides y algunas tomadas por peritos forenses al momento de las investigaciones. También su breve extensión -220 páginas- es un punto a favor, ya que deja al lector con ganas de más. Otro aspecto a destacar es la cartografía incluida para cada caso, muy detallada en los recorridos  y con todos los medios de transporte disponibles para un fácil acceso.

Como ávido lector de la materia, me sorprendió no encontrar varios casos icónicos relacionados al tema de los asesinos seriales en nuestro país, como el de Francisco Antonio Laureana, más conocido como “el sátiro de San Isidro” o el del filicida Cayetano Domingo Grossi, también denominado “El Hombre de la Bolsa”, quien sería uno de los primeros casos documentados en nuestro país, incluso antes que su sosías macabro Cayetano Santos Godino, mundialmente conocido como “El Petiso Orejudo”. Además, hubiera considerado pertinente la expansión territorial que el título del libro ofrece y ampliar el alcance a casos sucedidos en otras localidades de la provincia de Buenos Aires tales como el de El Loco De La Ruta, Margarita Herlein (alias «La Probadora De Hombres») y Claudio Gil (alias “El Concheto”) quien funcionó como un copycat -imitador de asesinos por identificación con la persona o su modus operandi- de Robledo Puch sin el mismo “éxito” que éste.

En resumidas cuentas,  «La Guía del Mal de Buenos Aires» es una obra sincera de una persona que dedicó casi una vida a interiorizarse en una temática poco desarrollada en nuestro país. Representa, por lo tanto, una lectura interesante tanto para un lego en la materia como para cualquier persona a quien le llame la atención el género policial verídico dentro del casco urbano de CABA y alrededores. Más allá de gustos e imperfecciones, es innegable el morbo que genera la materia y el detalle de cada caso narrado incrementa el número de personas interesadas y curiosas -dado que es difícil quedar indiferente hacia los mismos-, lo que genera una puesta al día en base a la información hoy disponible y, por consiguiente, ampliar el espectro de potenciales lectores.

En la línea de eruditos en la materia como el criminólogo Raúl Torre y el periodista Enrique Sdrech que además de su extensa trayectoria han incursionado en el espectáculo y show business vernáculo, Pocavida encarna toda esa experiencia con estos cold cases desde una mirada under, siendo esto un valor agregado que implica doble mérito ya que logra empatizar tanto con su audiencia de estirpe rockera como con lectores interesados en nutrirse de truculentas historias que exceden, muchas veces, nuestra comprensión…. Es que, en definitiva, en su primer opus literario el destacado performer del punk argento deja abierta la puerta para una secuela que siga el rastro de sangre, a lo largo y a lo ancho de nuestro territorio.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here