PACIENTE: THE FRATELLIS – «Half Drunk Under A Full Moon» (Cooking Vinyl, 2021)

The Fratellis ayer: el sol salía para los sonrientes y pibísimos Barry, Mince y Jon

HISTORIA CLÍNICA: El éxito llegó muy rápido para The Fratellis, trío indie originado en Glasgow en 2005 e incluye al cantante y guitarrista Jon Fratelli, el bajista y segunda voz Barry Fratelli y el baterista y también segunda voz Mince Fratelli. Un año después lanzaron su álbum debut, «Costello Music», el cual contenía el hitazo mundial «Chelsea Dagger» y esto rápidamente llevó a la banda al status de doble platino, así como a los Brit Awards en la categoría British Breakthrough Act en 2007. Un segundo disco exitoso, «Here We Stand» de 2008, mantuvo el envión ganador del trío, pero la meteórica velocidad con la cual estos pibes escoceses saltaron a la fama los obligó a una necesaria pausa -que más bien se convirtió en ruptura- en 2009, alegando cansancio y hastío en el fuero interno luego de un período incesante de viajes, grabaciones y shows. Los muchachos encararon distintos proyectos (Jon formó Codeine Velvet junto a Lou Hickey y luego sacó un disco solista, Barry tocó con Twang hasta 2012, Mince se fue con los metaleros Throne O’Diablo y luego pasó a la banda solista de Jon), pero la historia tenía que continuar… y continuó.

The Fratellis hoy: los años pasaron y la luna asoma en el horizonte… pero al menos está llena

Reformada tres años después, la banda recuperó con esfuerzo una sólida base de fans que incluyó también a las nuevas generaciones, no solo en Gran Bretaña sino en el resto del mundo. En 2013, los reunidos Fratellis lanzaron su tercer álbum de estudio, «We Need Medicine» (grabado en Glasgow con la producción de Jon Fratelli y Stuart McCredie) donde brilla el temazo «She’s Not Gone Yet But She’s Leaving», aunque «Seven Nights Seven Days» fue el single escogido; el cuarto llegó en 2015 y se llamó «Eyes Wide, Tongue Tied», grabado y escrito en Los Ángeles y producido por Tony Hoffer; en 2018 llegó el quinto, «In Your Own Sweet Time», que, con el famoso single «Starcrossed Losers», logró entrar en el Top 5 del Reino Unido… Ahora, este «Half Drunk Under A Full Moon» (grabado en 2020 y demorado por la pandemia) llega cuando el trío entra en su tercera década, y encuentra a los Fratellis cómodos con su propia identidad: una banda que no solo sobrevivió sino que prosperó y que actualmente está produciendo la mejor y más ambiciosa música de su carrera. Una carrera fluctuante para una banda que se había marcado el objetivo de convertirse en la número uno del mundo, pero que a pesar de los altibajos nunca dejó de producir música interesante; un grupo que hizo un disco muy valiente, sin pensar demasiado en el aspecto comercial o vendible del producto final.

El disco es variado, bien condimentado, como un cóctel de Beck, los Beatles, Slade y Frank Sinatra. ¿Da resultado esta mezcla? Diría que en parte, porque ciertamente no es un trabajo que te cautive de inmediato y que requerirá varias escuchadas. Producido en Los Ángeles otra vez por Tony Hoffer (Beck, Supergrass y otros pesos pesados ​​del género indie), este sexto álbum en algunos momentos parece nacido en los años 40, en otros surgido del clima lisérgico de los festivales de los 60 y en otros del glam rock de los 70 de T-Rex, Sweet y otros. Definitivamente no es un trabajo con samples, diabluras electrónicas y guitarras que golpean cada parte del cuerpo. En cierto sentido, «Half Drunk…» parece una continuación del anterior “In Your Own Sweet Time»; si bien los picos excelentes a menudo son seguidos por bajones de nivel, este nuevo álbum reconcilia al grupo con su mejor música.

En un período de tristeza, las melodías agradables y brillantes que combinan cuerdas y vientos con instrumentos de rock clásico, bajo, guitarra, batería, son un alivio para el alma. Si el tema que da título al álbum, lento, orquestal y cadencioso, se sitúa inmediatamente en un escalón más alto que los demás, apuntando a ser una especie de probable hit de radio, los demás no lo son menos, desde el chispeante ritmo beatle-sladesco de «Lay Your Body Down», hasta los estribillos de «The Last Songbird», la melancólica balada «Strangers In The Street», el clima cuasi retro de «Need A Little Love» o la formidable percusión de «Living In The Dark», y mientras el disco gira entre pop exuberante y baladas dulces, encontramos un «Oh Roxy» que es el himno diseñado para ser coreado por el público en vivo; párrafo aparte para la sencilla belleza de «Six Days In June», canción brillante en su simplicidad y variedad, con un gran trabajo vocal de Jon Fratelli. El álbum finaliza con el evocador «Hola extraño», tema que Jon solo canta lo estrictamente necesario y que es quizá un pequeño homenaje indirecto quizás a un genio que nos dejó estos días, Ennio Morricone. En todo el disco el trío se relaciona con el oyente de formas que quizás hubieran sido impensables hace una década, pero que, sin embargo, dice mucho de cuánto han progresado como entidad en lugar de tomar caminos separados y perderse en la usual vorágine de promesas vacías y uniones falsas.

DIAGNÓSTICO: Lo que aquí tenemos es un disco que devuelve la atención a una banda aún joven y con un futuro brillante por delante, y que siempre ha mantenido su propia línea a pesar de los años y los momentos vividos; un trabajo interpretado con sentimiento, con la mente puesta en el futuro en lugar de los divertidos días de antaño; un álbum para aquellos que han crecido con la banda, que seguramente apreciarán la nueva dirección y el riesgo En «Half Drunk…» se aprecia el deseo de servir música de calidad y el resultado es cualitativamente excelente, ideal para beberlo de a poco o de un solo trago: lo importante es que haya luna llena.

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