PACIENTE: INGLORIOUS/ “We Will Ride” (2021, Frontiers Music)

HISTORIA CLÍNICA: La vara había quedado muy alta. Con “Ride to Nowhere”, Inglorious daba muestras de haber alcanzado definitivamente la madurez artística, ofreciendo un disco sin fisuras y sonando mejor que nunca. A la hora de encarar su sucesor, el Covid 19 se esparció por el mundo, permitiéndole a la banda contar con el tiempo suficiente como para enfocarse en la grabación sin obligaciones ni distracciones externas. La situación les jugó a favor, dado que el quinteto debía encarar un álbum tan importante con muchos cambios internos: nada menos que tres deserciones y tres flamantes miembros afectaban sus filas. En efecto, el 60 % de sus integrantes debuta discográficamente en “We Will Ride”. Se trata del tandem a cargo de las seis cuerdas, Danny De La Cruz / Dan Stevens, y del bajista Vinnie Colla.

Escuchando los resultados, hay que admitir que el encierro sin apuros al que se sometieron rindió sus frutos, porque repasando los 11 tracks que componen el disco, dan la impresión de ser cinco músicos que tocan juntos desde larga data. Nathan James, cantante y líder, agrega otro dato positivo en relación a las nuevas caras dentro del grupo. En recientes declaraciones comentó que es la primera vez que Inglorious tiene dos violeros con la suficiente solvencia como para compartir el rol de guitarra líder en un mismo nivel. Poniendo la lupa en su desempeño en el estudio, no queda otra que darle la razón. Presten atención sino, a “He Will Provide”, quizás el tema más novedoso del disco, con un arranque guitarrero bien virtuoso, para dar paso a un riff denso y bien sabbathero.

Si de riffs hablamos, en las antípodas, pero sonando también novedoso para los estándares de la banda, se encuentra “Cruel Intentions”, dotado de cierto aire AOR a lo Survivor. Pero a no asustarse. Inglorious no perdió las mañas. “She Won´t Let you Go” y “Messhia” tienen ese gancho elegante del buen hard rock made in England. “Medusa”, con su arranque con slide nos lleva de regreso a la que probablemente sea la principal influencia del grupo: Whitesnake. Es curioso ver como pese a tener un rango vocal mucho más amplio que su admirado David Coverdale, cuando Nathan se lo propone, maneja todos los yeites del primero, echo que queda aún más subrayado en el comienzo de “Misery”, donde simula con maestría esos graves que son marca registrada del veterano cantante.

De todos modos, son apenas guiños. Podría decirse sin temor a equivocarse que el ex Trans-Siberian Orchestra y Uli Jon Roth, ha desarrollado a esta altura su propio estilo, convirtiéndose en quizás la mejor garganta del hard rock contemporáneo. James logra que sus cuerdas vocales se muevan como pez en el agua tanto en los temas bien arriba como en las baladas. Paren la oreja sino en “Eye of the Storm”, en donde pasea las múltiples posibilidades de su registro a lo largo de los tres minutos y pico del tema. Por último, Vinnie Colla, la cara nueva que faltaba mencionar, aporta un sonido gordo y parejo, tirando líneas de bajo de un marcado buen gusto, conformando una sólida base rítmica con el histórico baterista Phil Beaver, quien vuelve a demostrar la solidez a la que nos tiene acostumbrados.

DIAGNÓSTICO: “We Will Ride” es una lograda continuación de “Ride to Nowhere” a tal punto que parecen discos hermanos, desde los títulos que parecen contestarse, hasta la onda de ambos. Inglorious ha sabido ganarse después de cuatro álbumes, el reconocimiento de la crítica, faltándoles quizás dar el salto definitivo del prestigio a la masividad. Pese a ser la cuna indiscutida del hard rock, Inglaterra nos debe hace décadas una banda de peso dentro del estilo. Con trabajos como este, Inglorious va en camino de saldar esa deuda.

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