PACIENTE: CHRIS CORNELL – “No One Sings Like you Anymore Vol: 1” (Universal, 2020)

HISTORIA CLÍNICA: A tres años de la muerte de Chris Cornell, en diciembre pasado vio la luz «No One Sings Like you Anymore«, álbum póstumo del malogrado cantante, titulado así en obvia referencia a una línea de «Black Hole Sun», probablemente la canción más recordada de todas aquellas a las que le puso su voz. Vale decirle de entrada a quienes estén esperando encontrar material inédito en este trabajo, que se verán defraudados, dado que si bien el ex Soundgarden ya había versionado temas de otros artistas, esta vez eligió grabar solo covers. Desfilan por los surcos de la placa nombres tan variados como Guns N’ Roses, John Lennon, Prince, o la ELO.  

Grabado en 2016, «No One…» era el proyecto en el cual el cantante había estado trabajando  meses antes de que tomara la drástica decisión de quitarse la vida, lo que originó que el mismo quedara indefinidamente «cajoneado» .La responsable de que se haya editado ahora es su viuda, Vicky, que venía teniendo ya exposición mediática por una serie de disputas legales con los ex compañeros del cantante. Al hacer el anuncio de su lanzamiento, ésta comentó lo entusiasmado que estaba su marido con los resultados. Una vez escuchado el disco, cabe preguntarse si es justificado ese entusiasmo. A eso vamos.

La placa abre con “Get it While you Can”, de Janis Joplin, lo que a priori parece una acertada elección dado que ambos artistas comparten una marcada intensidad vocal en sus estilos, pero en realidad, los resultados son desconcertantes. Del blues arrastrado de la versión original y de su emotividad no queda nada, y si en cambio estamos ante un cover por demás anodino. La banda que acompaña a Cornell suena como un mero fondo, con un sonido entre edulcorado y genérico, rasgo que se va a mantener inmutable a lo largo del CD. La siguiente entrega, “Jump In The Fire” de Harry Nilsson, corre con mejor suerte, por ser un tema un poco más arriba, y quizás el que suena más próximo a algo que el cantante haya grabado en sus anteriores lanzamientos solistas.

El track 4 posiblemente sea el cover que más expectativa haya despertado, nada menos que “Patience”, el clasicazo de Guns N’ Roses, intento termina en decepción. La voz de Cornell luce incómoda y no hace pie nunca en sus 4:13 minutos, no logrando transmitir el feeling que tan bien supo darle Axl Rose a la composición. No repuestos aún del asunto, la cosa sigue con otro super hit noventoso, “Nothing Compares 2 U”, que también está a años luz de lo hecho en su momento por Sinead O’Connor

El desfile de desaciertos continúa con “Watching The Wheels” (John Lennon) o “Showdown” (ELO) que tampoco aportan nada demasiado trascendente. Por suerte sobre el final levanta un poco la cosa con “To Be Treated Right” (Terry Reid), una de las pocas ocasiones en el disco que Cornell encuentra el tono justo que requiere el tema, pero sobre todo con “Stay With Me” (Lorraine Ellison), el único momento con alma de toda la lista, con la garganta de Chris brillando como en sus mejores épocas.

DIAGNÓSTICO: Pese a contar con la producción de alguien experimentado como Brendan O’Brien (AC/DC, Pearl Jam, Korn, RHCP, STP, etc), el álbum falla en la mayoría de sus aspectos. En materia de sonido todo suena demasiado lavado, con la clara intención de presentar un  Cornell más pop y accesible, intento  que tiene su precedente en anteriores esfuerzos del vocalista como “Scream”, en el que su sociedad con Timbaland tampoco llegó a buen puerto. La elección de los temas no parece la más feliz, ni tampoco los arreglos, que seguramente fueron pensados para darles un toque personal a los mismos, pero que solo consiguen palidecer frente a los originales. Habría que decir que Cornell pareció ser siempre un cantante que se movía mejor en los extremos: lo acústico o los temas más al palo son terrenos donde su garganta parecía sentirse más cómoda. Cuando quiso aproximarse a algo más pop, rara vez salió bien parado. Y finalmente, es una pena que un compositor prolífico como él no se haya despedido del público con una yapa de ese talento, algo más de su propia cosecha. Quizás quede alguna joya guardada en la bóveda para poder pensar en una despedida más digna.

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