En la Guerra de Vietnam (1955-1975) murieron cerca de 58 mil soldados estadounidenses. Muchos de ellos jóvenes con nula experiencia militar que fueron usados por su gobierno como carne de cañón y lanzados lejos de sus familias a un territorio hostil donde encontraron una muerte temprana. Tan cruel manera de actuar provocó que en muchos territorios de los Estados Unidos se iniciaran movilizaciones estudiantiles y civiles que protestaban en contra del sadismo de su gobierno, el cual no tenía consideración alguna en enviar a su juventud a resolver un conflicto donde estaban de por medio intereses económicos y políticos más que patrióticos. A diario llegaban cartas a diversos domicilios anunciando la baja de un hijo, un hermano, un novio, un tío. El descontento y la tristeza eran generales.

Anti-war protest | Hippie movement, Vietnam war, Hippie culture

En aquella época en los Estados Unidos se daba el auge del rock’n’roll, el hippismo, la filosofía del «peace and love» y los movimientos contraculturales que le daban a la juventud una mayor conciencia social y un alma rebelde que se oponían a las decisiones arbitrarias de sus gobernantes. La juventud estaba empapada de canciones, poemas y pensadores del rock que les abrían los ojos y les daban una causa para protestar y derribar los mitos del Sueño Americano que sus padres habían tratado de construir a su alrededor.

Bajo ese contexto era normal que muchos músicos se opusieran a una guerra que estaba acabando con el ideal de la vida perfecta de un país que se declaraba totalmente bélico. Cientos de canciones nacieron como alegato en contra del conflicto y dejaron clara la postura de la juventud y su sentimiento de soledad, desprecio y tristeza. Dentro de los miles de llamados a reclutamiento para tomar las armas, estuvo el afamado cantante de punk-rock Iggy Pop, “La Iguana”.

Cuentan las malas lenguas del rock n’ roll que Iggy no tuvo más remedio que presentarse a las oficinas de reclutamiento para ser examinado física y mentalmente. Decidido a no servir a su país tomando un rifle M16 para matar enemigos a los cuales no conocía, prefirió arriesgarse con una treta que le asegurara quedarse en los Estados Unidos y seguir con su carrera como músico.

Un nutrido grupo de jóvenes llegó aquella mañana a la examinación con rostro compungido. Iggy estaba entre ellos, atento a todo lo que sucedía a su alrededor. El oficial a cargo de los reclutas les pidió que se desnudaran. Conforme se despojaba de su ropa, Iggy comenzó a imaginarse a las chicas con las que había estado en la cama las noches anteriores, después de sus conciertos o ensayos. Recreó en su mente sus senos, su sexo, sus piernas alrededor de su cintura, su perfume y sus gemidos estridentes. Cuando el oficial llegó hasta donde se hallaba de pie La Iguana se percató que el joven tenía el pene totalmente erecto. El hombre se fijó en que los ojos de Iggy temblaban al igual que su barbilla.

Iggy Pop: 20 Wildest Moments From Infamous Stooge - Rolling Stone

«Recluta, ¿qué ocurre?», dijo el oficial a cargo. «¿Acaso quiere llorar usted? ¿La guerra le da miedo?«

Iggy tragó saliva y bajó la vista hacia el suelo. Un silencio incómodo invadía la sala. Los demás reclutas observaban la escena con vergüenza ajena. Iggy sentía el rostro caliente y la mirada del oficial sobre él. 

«Lo siento, oficial, no lo puedo evitar», respondió por fin Pop en voz baja. «Resulta que… me gustan… los chicos. Ver a los demás sin ropa me excita. Perdóneme».

Rompió a llorar ante los ojos atónitos del oficial quien le dedicaba un gesto de desprecio. Tras algunos minutos en que las revisiones físicas continuaron con los demás jóvenes, se percataron de que el joven «homosexual» estaba demasiado avergonzado como para calmar su llanto. Le pidieron que se vistiera y pasara a una sala anexa con el fin de que se calmara. Sin embargo, continuó así una hora más.

Los oficiales dijeron entre sí que aquel joven delgado y de aspecto frágil no era apto ni siquiera para los primeros batallones donde se situaban los soldados de desecho. Cabe aclarar que el ejército de los Estados Unidos no reclutaba homosexuales; y si lo hacía, eran enviados a los batallones frontales para ser eliminados rápidamente. «Es capaz de cagarse en sus pantalones en cuanto huela el napalm o escuche los helicópteros enemigos», dijo uno de ellos. Los demás se echaron a reír

Sin dudas el mundillo del rock agradece que Iggy Pop haya recurrido a tan monumental mentira para escapar de las armas. De haber ido a Vietnam es probable que hoy no contáramos con su presencia y mucho menos con su música. Él forma parte de una estirpe de rockeros que han hecho de la rebeldía su insignia, y con ella registraron monumentales discos que se cuentan entre los mejores de la historia.

 

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