El álbum debut de Joy Division, «Unknown Pleasures», presenta un diseño de portada que generó cientos de artículos de merchandising y miles de parodias… ¿Pero qué hay de su segundo álbum, Closer? ¿De qué se trata su tapa? ¿Quiénes son las oscuras figuras que la adornan? ¿Por qué todo esto es motivo de controversia para algunos fans? En el día de su 40º aniversario revivimos estos interrogantes y sepultamos todas las dudas respecto a esta oscura historia.

Impresa en sobrio blanco y negro, la tapa de «Closer» presenta el título del álbum escrito en una fuente que parece haber sido cincelada en mármol, mientras que una fotografía monocromática parece mostrar cuatro figuras encapuchadas llorando alrededor de un hombre que yace en un lecho… Lanzado el 18 de julio de 1980, «Closer» fue a todas luces una obra póstuma. El frontman Ian Curtis se había suicidado en su casa en Macclesfield, Cheshire, el 18 de mayo y la banda ya no existía; habían acordado previamente que si algún miembro abandonaba el grupo, el nombre de Joy Division debía asimismo abandonarse. Y así fue: los tres miembros sobrevivientes -el guitarrista Bernard Sumner, el bajista Peter Hook y el baterista Stephen Morris– se convertirían en New Order, junto con el tecladista Gillian Gilbert.

La tumba de la familia Appiani en el Staglieno Cimitero Monumentale de Genoa, Italia, uno de los más grandes de Europa. Esta es la escultura retratada en la foto que inspiró la tapa.

Ahora bien, ¿cuál es el problema con la tapa de «Closer»? Debido a que la misma mostraba aun grupo de personas llorando a un muerto, el sello Factory Records fue acusado de falta de juicio por varios fans del grupo, que quedaron estupefactos cuando vieron la tapa por primera vez en las disquerías: la misma fue literalmente un velorio gráfico para el cantante fallecido. Como Morris recordó en su autobiografía «Record Play Pause«, «La foto parecía una inquietante profecía o alguna broma de mal gusto, un truco para vender más. ¿Quién en su sano juicio pondría una tumba en la tapa del álbum de una banda cuyo cantante acababa de morir?». Sumner se suma a la queja: «Nos acusaron de sacar provecho de la muerte [de Ian]», dijo en su libro «Chapter And Verse». «Como si fuéramos capaces de hacer algo así. Te dice más acerca de los acusadores que de la banda», concluye.

¿Qué Wolff? ¿Quique? No, Bernard Pierre, el autor de la foto

En su reseña de «Closer» para el periódico musical Sounds, el escritor Dave McCullough señaló que la música era «el equivalente auditivo de una rica losa de mármol, tan lujosa y tan conmovedora como la antigua imagen pétrea de la muerte que muestra la tapa». Pero cualquier acusación relativa a que Joy Division glorificara la muerte de su cantante carecía de asidero: de hecho, la tapa del álbum había sido creada y aprobada -por la banda, eh- semanas antes de que Curtis muriera. Fue solo el caótico calendario de lanzamientos de Factory lo que retrasó al disco; para cuando fue editado, la tragedia ya había ocurrido. «(La tapa) Parecía una buena idea en aquel momento», recuerda Steve Morris, «pero, después de que Ian murió, se convirtió en otra de esas horribles coincidencias».

Peter Saville, la camiseta, la tapa de «Unknown…», la parodia, el humorrrrrrr

Pero bueno, ¿qué muestra exactamente la tapa? La imagen parece inspirada en «La Lamentación Sobre Cristo Muerto», famoso cuadro del pintor Giotto: la figura preponderante es Jesús, tras haber sido bajado de la cruz (detalle marcado por el halo en su cabeza) y las otras figuras son personas que estuvieron presentes en la crucifixión, entre ellas las Tres Marías (la madre de Jesús, María Magadelena y María de Clopas) e incluso Juan el Apóstol, José y Nicodemo, según la versión que veas. Peter Saville, el premiado diseñador que había trabajado con Joy Division en la portada de «Unknown Pleasures», reveló que las fotos provenían de una revista de arte muy trendy llamada Zoom, que tenía dando vueltas en su estudio en Londres.

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La revista Zoom nro. 10 de 1980 y las fotos que sirvieron de inspiración a Saville y a la banda

Años más tarde, Saville le relató lo siguiente a la revista Mojo: “Bernard Pierre Wolff había hecho una serie de fotografías en un cementerio en Italia. No sé hasta el día de hoy si eran reales o no – algunas te hacían pensar que él había armado toda la puesta. Eran solo modelos, cubiertos de polvo». La verdad es que la imagen no era falsa sino que se trataba de una lápida bellamente tallada, situada en el cementerio Staglieno en Génova, al norte de Italia. La tumba pertenece a la familia Appiani y la increíble obra de mármol fue creada por el escultor Demetrio Paernio en 1910.

El ángel y la tumba

Saville explicó que el manager de Joy Division, Rob Gretton, fue a verlo con la banda para hablar sobre la arte de tapa mientras estaban haciendo el LP: «No había escuchado nada de lo que habían grabado, así que les dije ‘Les voy a mostrar algo que he visto recientemente y que me entusiasmó'». Fue así que el diseñador le enseñó al grupo todas las fotos de Wolff, que cubrían varias páginas de la revista: «Todos se apiñaron en torno a mi tablero de dibujo y fueron pasando las páginas», cuenta Saville en la biografía de la banda «This Searing Light, The Sun y Everything Else» (2019). «Todavía eran cuatro amigos que hacían algo juntos; nadie era más importante que nadie. (…) Pensé que la banda se reiría, pero quedaron cautivados. Dijeron ‘nos’ -remarco que dijeron ‘nos’, como en ‘nosotros’- ‘nos gusta esa foto en particular'».

El ángel y el single

Fue así que la imagen terminó en la tapa, junto con una tipografía elegida por Saville, un marco blanco simple y se imprimió en cartulina blanca suave, «como el papel usado en el grabado», destaca el diseñador. Otra foto de la revista, esta vez de la escultura de un ángel afligido en el mismo cementerio, en la tumba de la familia Ribaudo (obra creada en 1910 por Onorato Toso) se incluyó en la tapa de la edición de 12 pulgadas de «Love Will Tear Us Apart». La versión de 7″ del single presentaba el título de la canción estampada en una lámina de metal, que semejaba la de una lápida… Tras la muerte de Ian Curtis, Saville se dio cuenta enseguida de las implicancias: «Tony Wilson me dio las tristes noticias y ahí dije, ‘tenemos un problema. La tapa del álbum tiene una tumba’; ‘Oh, fuck’, me dijo Tony. Pero no obstante, la banda me dijo ‘Lo decidimos entre todos, Ian fue quien la eligió’. Lo inquietante es preguntarse qué estaría pensando (Ian)…»

Los responsables de Factory Records: Peter Saville, Tony Wilson y Alan Erasmus

Hoy, los fans de Joy Division aún hacen el viaje a Génova (al menos mientra lo permita la actual pandemia y sus restricciones en cada país) para ver las esculturas y la muy recomendable web Joy Division Central tiene instrucciones para encontrar los lugares con exactitud. ¿Y el álbum que hoy cumple 40 años? A cuatro décadas de su lanzamiento, «Closer» merece su reputación como la última voluntad y testamento de Curtis. «Este es el camino, entrá», instruye aquel joven de 23 años en el tema «Atrocity Exhibition», como si fuera el barquero que rema para llevar a los recién llegados al Hades… Si bien la música y el clima son más bien oscuros, contienen más que depresión y muerte: desde inspiración literarias pasando por la innovadora producción innovadora de Martin Hannett hasta los fenómenos psicológicos experimentados por su arquitecto principal.

Entonces, ¿«Closer» es un álbum sombrío? Sin duda. ¿Funciona exclusivamente como una nota de suicidio? No precisamente. En retrospectiva, sorprende lo optimistas que son «A Means to a End», «Heart and Soul» y «Twenty Four Hours», incluso si existen solo para que «The Eternal» pueda atraerlos a su fúnebre estela. Aunque Curtis terminó quitándose la vida, a veces comentaba esperanzado sobre el futuro, expresando su deseo de mudarse a Europa continental, abrir una librería y establecerse en un rol más de estudio que de giras. Eso no es lo que sucedió, claro. Pero la introspección e innovación de «Closer» lo hace más que una lápida; muestra que Joy Division pudo haberse convertido en una banda pionera del art rock con picos y valles en su discografía. Porque, en esencia, esta era una banda de rock and roll con un líder carismático e inteligente, no la manifestación humana de una camiseta. Lo que produjo el grupo «Fue espontáneo, no se calculó, no fue artificial», afirma Annik Honoré (la amante de Curtis) en «This Searing Light«. «Simplemente tenían la luz, el espíritu»… Su luz pudo haberse apagado hace cuatro décadas, pero «Closer» no fue el interruptor; más bien fue una señal de lo deslumbrante que pudo llegar a ser.

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