PACIENTE: SUPERSUCKERS – Play That Rock N ‘Roll (Steamhammer / SPV, 2020)
Hay bandas a las que nadie pediría una revolución. Bandas nacidas para tocar rock and roll desde el principio hasta el final de sus días. Eddie Spaghetti y su banda Supersuckers entran en este grupo. Y así como este comentario va directo al grano, la misma simpleza de intenciones está en «Play That Rock N’Roll»: todo está expresado clarísimamente en la foto de tapa y en el título… y que la originalidad se vaya a freír churros. «Nuestra carta de amor al rock and roll», así describe Spaghetti a este disco. Y no es para menos: después de celebrar treinta años de carrera, pero muy especialmente después de su rehabilitación tras una doble victoria sobre la vida (derrotó a un tumor de garganta bravísimo y gambeteó hábilmente a la muerte después de un grave accidente automovilístico), Eddie y sus buenos muchachos (el guitarrista Marty Chandler y el baterista Chris Von Streicher) se lanzan a la música como frescos veinteañeros, con una fanfarronería inmutable, dispuestos a sonar como si no hubiera un mañana. Y si lo hubiera, sería tal como es en la actualidad.
Quienes estén familiarizados con los dos últimos discos de Supersuckers («Holding The Bag» de 2015 y «Suck It» de 2018) podrían preguntarse qué camino ha recorrido la banda para grabar «Play That Rock’ N ‘Roll», dado que el trío se siente igual de cómodo escribiendo lamentos country como punk rocks furiosos, y cuando uno descubre que este álbum fue grabado en el estudio del mismísimo Willie Nelson en Austin, Texas, puede ser perdonado por asumir que esto sería un conjunto de canciones embebidas en influencias sureñas. Pero paremos la moto ahí: resulta que «Play That Rock’ N ‘Roll» es en gran medida un disco de rock ‘n’ roll, aunque por momentos muestra indicios de algo parecido a un cambio en el sonido de Supersuckers que, por mi parte, sinceramente no esperaba.
Dejando convenientemente de lado «Ain’t No Day Like Yesterday», con una guitarra vagamente psicodélica, no hay un momento de respiro en las doce canciones y los casi cuarenta minutos de este disco. Desde el «Ain’ t Gonna Stop (Until I Stop It)» inicial donde Spaghetti ya parece dejar las cosas claras («No pararé hasta que pare», canta), pasando por el duro y directo «Last Time Again» que le hubiera encantado a Lemmy, el punk rock de «Bringing It Back», el blues de «You Ain’t The Boss Of Me», sin olvidar el acto de amor escrito con sangre, sudor y devoción de la canción principal, hasta el cover de «Dead , Jail or Rock n ‘Roll» de Michael Monroe, otro gran olvidado con demasiada frecuencia, todo es un viaje rocanrolero sin concesiones, misterios ni sutilezas.
DIAGNÓSTICO: Si bien «Play That Rock’ N ‘Roll» podría no ser el tan esperado punto de inflexión para la carrera de la banda, es una poderosa inyección de frescura en su sonido que vale la pena descubrir, y quién sabe… tal vez ese guiño al tema «Tiger Feet» de los ingleses Mud que es «That’s A Thing» pudiera ser el primer escalón para alcanzar la repercusión en el mainstream que Eddie y los suyos largamente merecen.
Periodista especializado en artes, espectáculos, gastronomía y cultura pop. Co-fundador de las revistas argentinas Riff Raff (entre 1985-86) y Madhouse desde 1989 hasta 2001. Director del primer fanzine de habla hispana dedicado a Kiss y autor junto a Carlos Parise del libro «Heavy Metal Argentino» (1993).
