CON MARTILLO DE THE CAPACES: PUNK & ROLL BARCELONÉS DE PURA CEPA

Un anochecer de sábado lluvioso nos encontramos en el barrio de Sants en Barcelona con Martillo (Marta Fontana), frontwoman de The Capaces, para hablar de su historia, su presente y de “Zoetrope” el séptimo disco de la banda que verá la luz en poco tiempo.

Martillo también es cantante de Shake!, una banda de R&B y soul, donde despliega su lado más “domesticado”, mientras que en The Capaces (cuya formación se completa con Cleve Carter y Oscar Jawa en guitarras, Sergi en bajo y Saúl «Steamroller» en batería) da rienda suelta a lo salvaje. Es madre, ilustradora de profesión y conoce como nadie lo que es forjarse el futuro a base de su talento. Tiene una conversación amena en la que va mezclando recuerdos con proyectos; con caña y chupito como gasolina, nos ha salido una entrañable charla que compartimos en estas líneas…

¿Cómo presentarías a The Capaces para la gente que no tiene idea de quiénes son, que nunca escuchó nada vuestro todavía?

Nos autodenominamos banda de «punk and roll», porque nuestras raíces vienen del hardcore, del punk super rápido, del punk rock, pero nos gusta mucho lo que es el «roll» y también nuestros gustos se enmarcan en el soul y en el rock and roll clásico, hemos mezclado todos estos estilos y ha salido el sonido de The Capaces, con eso nos sentimos identificados. Decir que tenemos un estilo muy personal puede parecer un poco pretencioso, pero creo que es así.

¿Qué influencias dirías que tienen?

Empezamos haciendo versiones de bandas de las cuales hemos mamado: Dictators, The Stooges, MC 5, GBH … pero también hemos mamado de Otis Redding y Little Richard y al final trituramos todas nuestras influencias y sacamos nuestro propio estilo.

Si hoy entras a una tienda de vinilos, ¿cuál compras?

Soy un poco vieja en esto, pero hoy en día con Spotify ya chequeo antes, aunque si me tengo que dejar 20 o 30 Euros me los dejo en un clásico, algo de MC5 por ejemplo.

¿Escuchas alguna banda relativamente nueva?

Sí, de hecho vamos a sacar un compartido con Nitrovolt (Alemania) y SPEEDOZER (Bélgica), que son bandas buenísimas que cuando te las encuentras dices “qué bueno que se siga haciendo este tipo de música”, eso es lo más actual que estoy escuchando.

EMPECEMOS POR EL FINAL

Volviendo a ustedes, ¿con qué disco aconsejas empezar a escuchar The Capaces?

Bueno, el otro día justamente después de tocar, en el puesto de merch me decían: “aconséjame un disco, pero claro, me vas a decir el último” y sí, yo creo que empezaría por “Rawness” (2018) que es el último que hemos editado, en el cual hemos tenido una progresión en la banda, no fue forzada sino natural después de 20 años de carrera, no fue la intención decir ‘vamos a darle una vuelta de tuerca’… Si te gusta ese, pues sigues por ejemplo con el primero, “Born To Punk” (2003), que es un disco que hoy en día lo escucho y digo “pues está bastante bien esto, eh”; lo grabé con veinte años, me oigo super niña cantándolo, pero había un convencimiento y unas ganas de hacer punk and roll que yo qué sé… Entonces recomendaría eso, empezar con el último, seguir con el primero y después, si te interesa, ya puedes ir a investigar más.

Hablando de evoluciones, ¿cómo notan los cambios que se han ido dando en ustedes y la escena que los rodea en estos 20 años?

En aquel momento en Barcelona había una especie de escena donde estaban Raid, Rockzilla, Rippers y muchas bandas; pero luego se fue diluyendo. Algunos siguieron la corriente del rock sueco y se fue estrechando el camino… nosotros fuimos siempre en la línea, siempre fuimos muy independientes, tenemos un tema que se llama “Along the Great Divide” y siempre nos sentimos así, ni dentro ni fuera. Como dice aquella frase: “siempre fuimos demasiado heavy para los punks, demasiado punks para los heavys”; siempre nos sentimos en esa línea, pero muy a gusto y hemos trabajado allí, nos ha importado un carajo todo y estamos muy contentos con nuestro camino, ha sido muy sincero y creo que se transmite en nuestra música.

Ya que mencionas el camino recorrido, ¿crees que ha sido el correcto, se arrepienten de algo o cambiarían alguna cosa?

No cambiaría nada, tampoco ha sido un camino premeditado, nunca miramos mucho más allá, hemos vivido el lema del no future y fue algo que nos marcó bastante el camino. Tampoco pensaba que íbamos a estar 20 años con The Capaces y al final si me pongo a pensar es el 80% de mi vida. Si me quitas a la banda de mi vida me faltaría una pierna. Hemos hecho el camino que tenía que ser.

LO PRIMERO ES LA FAMILIA

Han tenido tiempos de tocar con una y otros con dos guitarras, ¿ha sido por una búsqueda de un sonido en particular o por otras circunstancias?

Esto ha sido complicado, cualquier banda que lleve cierto tiempo lo sabe; es muy complicado conseguir tener un “núcleo duro” como banda, ahora por fin lo tenemos, pero no puedes pretender controlar a los demás. Con Carles (N.: Cleve, guitarra) tenemos una simbiosis muy fuerte, somos como uno, tenemos muy claro lo que queremos pero bueno, la gente se casa, tiene otras prioridades y es normal, pero el grupo tiene que continuar. The Capaces está por encima de todo eso, el que quiera estar dentro formando parte de ese núcleo lo fortalecerá. Cuando éramos cuatro estábamos muy a gusto, pero cada etapa ha sido una lucha distinta, fuimos adaptando el sonido. Los cinco de ahora estamos bastante consolidados y se nota en el sonido de la banda, se nota la relación casi familiar.

¿Quién manda en la familia?

Cleve, sin dudas. Y es maravilloso para mí, lo admiro muchísimo como músico, es una persona con un talento y una creatividad brutales y al mismo tiempo ese talento que tiene está marcado por la desgracia, creo que es una persona que debería tener mucho más reconocimiento, pero tiene esa maldición del músico, del genio. Yo estoy muy orgullosa de acompañarle.

Hablando de maldiciones, en octubre tenían programado el festejo de los 20 años y Cleve tuvo un accidente con la moto…

Sí, se lo llevaron por delante, tuvo pérdida de conciencia, la pierna fracturada, una avería de la hostia, pasó por quirófano, la podría haber palmado… y cuando lo fui a ver al hospital lo primero que me dijo fue “no sé cuándo podré volver a tocar, menos mal que no me he roto el brazo”, era lo que más le preocupaba. Ahora está trabajando mucho, se está recuperando. El 20º aniversario quedó un poco frustrado, pero bueno, él se lo está tomando como un reto más.

Y el fin de semana pasado fue la vuelta a los escenarios después del accidente, ¿cómo se ha sentido?

Ha sido genial, un poco distinto pero igualmente él no es un gran bailarín (Risas) Lo importante es que se sintió a gusto en el escenario, bastante faena tiene con los punteos que se marca. Finalmente ha sido un aniversario como nos merecíamos.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE CATALUNYA TAMBIÉN

Han girado por Europa y Estados Unidos, ¿en qué lugar fuera de Catalunya se sienten como en casa tocando?

El País Vasco es especial, estamos empadronados ahí ya, seremos de las bandas catalanas que más han tocado ahí. Hay una escena muy parecida al resto de Europa, mucha cultura musical, mucho respeto, la gente va a disfrutar a los conciertos. Aquí en Barcelona la escena es más complicada, por eso admiro a la gente que trabaja en esto, a las salas que luchan por hacer conciertos, porque es muy complicado. Y en el resto de Europa, Alemania es impresionante, en Colonia, en varios sitios, es alucinante, tienen otra manera de vivir la música en directo.

También han girado con bandas muy importantes en la escena. ¿Con quiénes se han llevado mejor?

Por ejemplo con Bullemics, de Austin, Texas; parte de la banda se empeñó en que teníamos que girar por Estados Unidos a raíz de haber coincidido con ellos en conciertos por Europa, hicimos más de veinte conciertos con una banda que era parte de Bullemics, con un proyecto que se llamaba Exile, conocerlos fue maravilloso, un cambio super importante para nosotros.

¿Cómo ves hoy por hoy la escena en España y en Europa con respecto a las mujeres, encuentras que tienen el lugar que crees que merecen o todavía falta?

Se está trabajando mucho y se está demostrando con el resultado y la calidad de las bandas, queda demostrado que las bandas de mujeres en el rock and roll están en primera línea. Es verdad que a veces ves la programación de los festivales y dices: “Joder, claro que falta”, es una patraña que te digan que no hay calidad, es lamentable. Hay muy buenas bandas, aquí tenemos a The Lizards por ejemplo, que son brutales, pueden tocar donde les de la gana. Por otra parte en mi caso puedo responderte con mi experiencia: como mujer nunca he sentido ese vacío o esa invisibilización, puedo decirte que el punk y toda la escena ha sido una maravilla y siempre he hecho lo que me ha dado la gana, pero claro, es mi experiencia, ¿sabes?

PINTURAS SONORAS, SONIDOS VISUALES

Ahora sí, hablemos del último disco, «Zoetrope», que ya está grabado y le faltan dos pinceladas, ¿no es asi?

Sí, hace falta acabar de mezclar, arreglar cuatro cosas pero ya está, es un disco donde se ha trabajado mucho y lo que te decía, no era la intención darle una vuelta, pero la evolución de cualquier grupo es reinventarse… bueno, no reinventarse, no es la intención, pero suena distinto, hay cosas muy interesantes en este último disco.

Entonces hay un giro con respecto a «Rawness» (2018)…

Es posible, en «Rawness» se ven pinceladas en una dirección, lo que nos apetecía hacer, por ejemplo en estos últimos conciertos en el País Vasco, si alguien es muy seguidor nuestro tal vez dice: “a lo mejor habéis bajado el pistón”, pero no sé… bueno, tendréis que escucharlo, hay un poquito de todo.

¿Por qué siempre cantas en inglés? Solo escuché un tema en español de ustedes (N: «No me Hables», cover de Señor No), pero habrá más supongo…

Pocos. Es nuestro estilo, es muy complicado cantar en español, es un tema fonético, de musicalidad más que nada, para mi es complicado componer en español. Hay gente que tiene un talento innato para eso, a mí me resulta más fácil en inglés. Ahora hemos hecho unos singles con varias bandas y hemos hecho dos versiones en catalán, una de Genocide Super Stars y otra de Totalitär para un single con Black Panda de Coruña.

Volviendo a “Zoetrope”, ¿qué fecha tienen prevista para el lanzamiento, habrá presentación y esas cosas?

Tiene que ser antes de Semana Santa, habrá presentación y tiene que ser muy especial porque este disco a lo mejor es el último, no lo sé… podría ser… (Bomba!)

Si tienes que elegir un disco de The Capaces, ¿con cuál te quedás?

Yo siempre fui mucho de “The Restless Breed”, el tercero, porque fue ahí cuando le di una vuelta de tuerca a mi manera de cantar, vi que tenía otras posibilidades que estrictamente gritar, me di cuenta de que tenía esas otras posibilidades…

Algo más melódico…

Sí, y fue una sorpresa a nivel personal, y esa manera de cantar no tenía por qué estar reñida con el hardcore y con la caña. Ahí descubrí un camino y para mí fue importante, me marcó. Luego lo escucho y noto algunas lagunas porque está mutando algo, incluso en la banda. Aquel fue un disco importante para la carrera de Capaces.

UNA EVA Y DOS BANDANES

Hablemos de tu plano más personal, ¿cómo manejas la dicotomía de cantar en Shake!, tu banda de R&B y Soul, y en The Capaces?

Es una transformación muy enriquecedora, lo que me ha costado en Shake! comportarme un poco decentemente en el escenario, de no escupir a la gente, de no gritar…

Claro, porque el público cambia…

Cambia bastante, pero me encanta porque una vez ya he domado a la fiera, puedo hacer que ataque cuando quiera, ¿sabes? Mira, tocamos en Francia en un festival super top con Hannah Williams, una cantante de estas que dices “Dios mío”, con una presencia y una profesionalidad… y me cebé mucho con el público, y me encantó.

Lo recibieron bien entonces…

Bueno, media sala se fue porque los franceses son un poco especiales; dijeron “y esta borracha quién es” (Risas), pero fue maravilloso, un gran concierto. Y también esto ha influenciado en Capaces, hay una retroalimentación de un lado a otro y es muy enriquecedor. Por ejemplo, ahora antes de salir a un concierto con The Capaces escucho una play list de Shake!, y antes de salir con Shake! escucho una de Capaces.

¿También te pasa lo mismo en cuanto a la ilustración? (N. Marta es ilustradora de profesión y además de hacer los diseños de la banda, incluyendo algunas tapas de discos, ha hecho ilustraciones infantiles y cosas que poco tienen que ver con su estilo innato).

Vivo en una tripolaridad… es brutal (Risas). Una profesora una vez me dijo que la gente que pica muchos palos al final no se come nunca nada, pero la vida me ha enseñado que o picas todos los palos o te mueres de hambre. De hecho he ilustrado hasta un libro de operaciones de próstata, diseños para bragas de los chinos, batas de abuela, pijamas, un libro infantil, hago lo que sea. He aprendido a vivir así, con todas las variantes y no me supone un cambio, podría estar encerrada en un manicomio, no sé…

Estás por sacar un libro con historias de terror también…

Me gusta mucho escribir, tampoco lo hago demasiado bien pero lo hago con mucho cariño, para mí es como otro tiro al aire, lo disfruto muchísimo. El libro es autobiográfico y sobre una historia familiar bastante brutal y está todavía en el cajón, pronto saldrá. Luego escribo para un fanzine escribo historias de terror que son reales que me han pasado a mí estando de gira. Es todo verdad, siempre me pasan cosas raras. También puede ser real que tenga algún tipo de esquizofrenia no diagnosticada (risas). Lo mismo que este libro que tengo en el cajón explica mi propia historia familiar y estamos todos un poquito tocados de la chaveta.

Te falta sólo actuar entonces…

No he hecho nada aún, pero en cuanto pueda me gustaría hacerlo, a lo mejor no valgo una mierda pero me gustaría intentarlo.

A DIOS ROGANDO Y CON LA MARTILLO DANDO

¿Cómo llevas la vida madre / artista?

Bastante intensa; ahora estoy más tranquila aunque la niña está a tope, he ido de gira con ella porque le di el pecho hasta los dos años y tenía que venir conmigo sí o sí, ha sido una experiencia maravillosa, mi hija ha viajado en aviones, furgonetas, caminos… ha viajado muchísimo conmigo pero ha sido durísimo. No es lo mismo ir a tocar, desconectar y tomarte una cerveza que irte corriendo a la pensión, la teta, no sé qué… muy diferente.

¿Tienes alguna influencia en especial arriba del escenario?

Estoy enamorada de Lisa (Kekaula) de The Bellrays; mezcla un soul, punk, roll, a veces psicodelia y esa mujer tiene una voz total, típica del soul, negra, y luego tiene una tralla que te cagas, para mí es una influencia clarísima, hago lo que puedo, no intento imitarla. O Janis Joplin, que todo se la re pelaba, que todo le daba igual, para mí es un bálsamo apoyarme en ella.

¿Qué trabajo has tenido que no tenga nada que ver con la música?

He sido camarera; si la cosa afloja me veréis poniendo cañas y la verdad que me encanta… He sido bibliotecaria, he repartido propaganda con mi carro. Fui pescadera durante un fin de semana, mi madre es pescadera de toda la vida y me dijo: “o estudias o trabajas” y después de ese fin de semana admiro a mi madre, la respeté muchísimo más, se me fueron las tonterías de golpe pero seguí dibujando, estudiando ilustración y luego hice escultura. Menos mal que mi madre me dio esa hostia laboral, se lo agradezco.

BONUS TRACK

¿Por qué el nombre The Capaces?

Es una historia bastante bizarra y siniestra a la vez; el abuelo de no sé quién en un pueblo de “la España profunda” tenía una peña que se reunía en fiestas y lo que hacían era encerrarse en una bodega, a oscuras y armados con un hueso de jamón… La cosa es que se daban hostias a huesazo limpio y gritando hasta que quedaba sólo uno en pie con el hueso en la mano y se ganaba a lo mejor 20 litros de vino y luego festejaban todos juntos… menos el que quedaba en coma (Risas). Pues esa peña se llamaba Los Cavales, pero hemos sido unos borrachos y unos desgraciados y hasta eso hicimos mal que lo tradujimos mal y quedó Capaces. Luego el grupo fue creciendo y quedó, podría haber sido más bonito nuestro nombre pero le tenemos mucho cariño.

Fotos: La Colmena Live & Nicolas de los Santos – Photo Rock + fan page de la banda en Facebook