Formados en Montevideo a mediados de los 90’s, los Peyote Asesino fueron pioneros en Sudamérica en lo que respecta a la fusión entre el rock y los sonidos ligados al hip hop. Con nuevo disco “Serial” bajo el brazo, nos contactarnos via Zoom con Juan Campodónico y Fernando Santullo para ponernos al día sobre este flamante trabajo y obviamente también sobre la rica historia de la banda y su tiempo en pandemia.
Arranquemos por la pregunta infaltable en estos tiempos: ¿en qué los afectó la pandemia?
Fernando Santullo: La pandemia nos agarró en un momento en el que ya estábamos casi terminando, quedaron algunas cosas como grabación de voces, entonces pudimos saltearnos el tema de la virtualidad en ese sentido, y lo que quedó lo fuimos haciendo presencialmente, con mucho cuidado y siguiendo todos los protocolos. Nos forzó a cambiar los tiempos de salida del disco, porque si bien los dispositivos nos permiten trabajar a distancia, el disco se tiene que presentar en vivo sí o sí. Pero nos permitió ir sacando cortes a lo largo del año que nos permitió ir promocionando nuestro disco, con unos videos incluidos.
Juan Campodónico: Igualmente la pandemia en Uruguay pegó menos fuerte, no hubieron tantas restricciones, fue un momento bastante introspectivo y a nosotros nos vino bien, porque tuvimos tiempo de hacer un trabajo interno para terminar este disco, que sale 23 años después que el anterior. Habíamos estado tocando, pero no tuvimos una actividad como banda para generar música nueva. Peyote Asesino arrancó en el ´94 y se separó en el ´99. De ahí no tocamos nunca más, nos separamos. En el 2009 nos volvimos a juntar para tocar en Pilsen Rock, que es un festival muy importante, ahí pasamos del under a tocar con muchísima gente, y luego nos volvimos a juntar para hacer grandes conciertos. Nuestra música siguió creciendo y hace dos años nos decidimos a hacer música nueva, y para nosotros es un super acontecimiento. Hay mucha gente que nos conocía de aquel momento y esperemos haya mucha gente que nos conozca a partir del nuevo disco, haciendo algo que tenga sentido hoy en día.
LABORATORIO DE SONIDOS
Recién nos contaban que utilizaron recursos atípicos para este disco, ¿pueden comentarnos de qué se trata?
FS: Peyote siempre fue un bicho medio atípico en el sentido de que siempre ponía en contraste géneros que se supone que la ortodoxia indica que no conviene mezclar. Teníamos influencias de bandas como Faith No More, con bandas del rock alternativo que se cruzaban con otros géneros, eso está en nuestro ADN. Intentamos trabajar en esa zona gris. Entramos en zonas que antes no entrábamos. Hay una canción que se llama “Es Lo Que Hay” que es una especie de chamarrita media hip hop que entra en una zona casi folklórica, y también aparecen elementos de heavy metal. Todos seguimos escuchando y haciendo música, entonces el plan era: “si vamos a hacer algo, que se vincule con quienes somos ahora”. Por eso aparecen otros elementos, como voces guturales, que aprendimos a hacerlos y los incluimos. De alguna forma, hay elementos en común pero también mucha actitud estética: “quiero ver que pasa si junto géneros que no se mezclan, si saco una patita de un género y la pongo en otro”, mezclado con una cosa que tenemos un tanto autoparódica y humorística en las letras que descontractura.
Creo que el uruguayo tiene mucho de eso en su ADN…
FS: Es una herencia de los gallegos, sobre todo en España los consideran demasiado ambiguos, porque los gallegos siempre te contestan con una pregunta, a ellos les preguntás ¿cómo andás? Y ellos te responden ¿y vos qué pensás? Y el uruguayo tiene esa cosa medio de retruque.
¡Son una fuente interminable de palabras y de ideas ustedes!
FS: – Lo que pasa es que llueve mucho tiempo y hay pocas cosas para hacer, entonces te ponés a leer cosas y después terminás escribiendo (risas). Mezclamos la ironía gallega y la cosa jovial de los tanos, pero los argentinos también lo tienen. “El uruguayo es un poco como un argentino, pero triste y húmedo” (más risas).
JC: También hay algo de la geografía, ya que Uruguay es un país chiquito entre dos grandes países, con culturas muy fuertes, y eso se refleja en la música. Sonidos brasileros, afros, y cosas que vienen del tango, de la milonga, y es un lugar más permeable, al ser chiquito, acepta más fácil la influencia de afuera. Y eso se refleja en nuestra música. Es rock, con rap, pero distinto a todo lo demás, con influencias afro, del candombe…
FS: Eso que está comentando Juan, está tan implícito que yo muchas veces ni me doy cuenta. Cuando escribimos, tenemos metido la rítmica y la llevada del candombe, lo quieras o no. Nuestro país tiene un pasado de rockeros candomberos como el Negro Rada.
COMPOSITORES SERIALES
¿Cómo fue el proceso de componer el nuevo disco?
JC: Nos empezamos a acordar cómo componíamos. Nos juntamos Fernando y yo y luego lo llevábamos al grupo. Intentamos a rehacer la química y empezamos a hacer nuevas canciones, y ahí apareció “Vos No Me Llamaste”, que ya teníamos un demo con Fernando y en una reunión con el resto del grupo donde se estaba debatiendo si valía la pena volver a hacer música, pusimos el demo en un equipito. Lo escuchamos y todos sentimos que eso realmente era el Peyote y era una música nueva, fresca, con muchas bondades, nos representaba bien, tenía esa identidad, pero al mismo tiempo era algo totalmente de ahora. Esos primeros experimentos nos dieron la fuerza para decir “hagamos todo un disco” y nos pusimos a trabajar. “Terraja”, el disco anterior, lo hicimos con Gustavo Santaolalla, que fue una persona muy importante en aquel momento. Entonces, en este caso quien jugó el rol de productor fui yo, pero en un momento del proceso dijimos “estaría bueno consultarle a Gustavo como la ve”, ya que el retorno de las bandas que se hace luego de muchos años es medio peligroso. Le mostramos lo que teníamos y estuvo muy buena la devolución, le pareció que habíamos madurado, que era otro Peyote, mejor aún. Nos dio fuerza y energía para trabajar y terminar el disco, ya que él es brutalmente honesto, nunca iba a ser complaciente en su comentario. No teníamos muchas expectativas, después de tantos años, pero ha sido unánime el comentario de mucha gente muy emocionada: “era difícil que me gustara, pero me encantó”. Fue super grato este momento de sacar la música y que tome otra dimensión, ya que la música se carga de cómo la escuchan los demás. Uno llega hasta cierto momento en el que puede elaborar y después llega momento de la recepción, ahí se modifica también. Y hoy en día el disco suena mucho mejor que cuando lo terminamos, porque se van generando cosas alrededor.
Te vas sintiendo orgullosos de la criatura…
JC:¡Totalmente!
FS: Además pasaba una cosa en Uruguay, ya que de alguna forma “Terraja” fue un trabajo que a toda una generación y más también, porque se fue pasando, la gente seguía escuchando esa música y se seguía emocionando. Entonces pasó a ser muy importante, ya que formó parte de su juventud. Entonces, sabíamos que el disco que sacáramos después, iba a estar confrontado con eso. Vos podés controlar la música que hacés, pero no podés controlar cómo la gente se siente con eso, cómo la escucha. Entonces, una cosa que nos planteamos cuando fuimos a hacer este disco es: “Tratemos de no pensar en absoluto en el Terraja”, porque no podés competir con la emoción que le provocó a la gente. No los podés controlar, entonces partimos desde hacer un disco que nos emocione a nosotros, sabiendo que dimos lo mejor que podíamos dar.
JC: La verdad que nos daba cierto temor, nos gustaba mucho pero puede pasar que al otro le defraude. Pero realmente fue todo muy positivo y estamos muy felices, con ganas de mostrarlo, inclusive en otros países.
¿Dónde podemos encontrar «Serial»?
FS: El disco está en todas las plataformas que existen.
JC: Aquí en Uruguay salió en CD, y pronto estará en vinilo; y también estamos en tratativas para tocar en un festival muy importante en Argentina a comienzos del año próximo, ya que tenemos nuestro público ahí. También en Chile, en México… así que creo que con este disco podemos retomar el vínculo y crear nuevos también.
¡Esperamos vernos pronto entonces!
JC y FS: Muchas gracias, ¡Arriba!
Fanática de la música y de la comunicación, escucho rock desde que nací, hice radio, TV, gráfica y llevo a Ramones tatuado en mi corazón. Nerd de pura cepa, me gustan los vinilos, la literatura, las redes sociales y estoy despuntando el vicio del diseño gráfico. Soy la capitana de mi propio barco y siempre me mantengo en constante movimiento. ¿Me acompañás?